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Conozcamos el Mundo mi Amor.
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[I]

10 de Agosto del 2016/Villa Melana,Tyros-Arcadia/09:30 am.

Un día muy particular y ordinario, el alba presentándose ante sus ojos fue además de ver dormitar con tranquilidad a su pareja uno de los mejores escenarios, aunque fuese rutinario verlo hoy tenia ese toque especial y romántico. Como si fuese la primera vez que lo veía, recordaba a perfección su rostro de tranquilidad la vez que consumaron su matrimonio y era el mismo, tan vulnerable se veía que no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa de ternura en su rostro tricolor milenario.

Se levanto con sigilo, estiro su cuerpo adormilado y camino por los espacios de su amplia habitación tomando del armario algunos atuendos casuales que usaría hoy, los deposito sobre el sillón que daba una vista a la terraza, justo donde la furia de las olas del mar se manifiestan a lo lejos, dando sórdidos golpes que logran tranquilizar aun más sus sentidos.

Tenia planeado algo especial, algo que desde hace días circuló por su cabeza, algo que lo tendrían ambos grabados en la memoria durante todo el tiempo que permanezcan casados.

Una  ducha caliente reanimarían su cuerpo perezoso, el sonido del agua chocando sobre su piel se podía oír en la silenciosa habitación, se sentía liberado del cansancio y el estrés intransigente.

Salio tarareando una  canción, su cuerpo que poseía una bata se paseaba mientras se dirigía a tomar las prendas que su cuerpo usaría, sus lacios cabellos rojos aun mojados brillaban con la leve entrada de los rayos del sol a la habitación, un rápido movimiento de su cabeza harían que las pocas gotas que quedan entre sus hebras rojizas salgan disparadas por la habitación mientras que con sus manos y una toalla seca las mismas con suavidad y rapidez.

Sorpresa fue ver que la cama permanecía vacía, bien tendida como si no hubiese dormitado en la misma la noche anterior. La puerta semiabierta dejaba entrar el sonido de los utensilios de la cocina del primer piso moverse, Israel de seguro estaba preparando un delicioso desayuno.

Se vistió lo más rápido que pudo para así darle el "buenos días" tradicional a su cónyuge, una camisa de manga corta color melón seguido de un pantalón de mezclilla azul marino y zapatillas color café adornaban su cuerpo.

Israel aun tenia puesto el pijamas, un delantal cubría la parte delantera de su cuerpo mientras se encontraba frente a la estufa, cocinando sobre la sartén unos huevos estrellados, había sobre la mesa café negro que aun desprendía aquel humo que da a conocer que aun esta caliente, un par de tostadas sobre pequeños platos seguidos de un pequeño cubo de queso blanco ni que mencionar del jugo de durazno servido en vasos de cristal cilíndricos, todo típico de un desayuno oriental.

sabah alkhyr habibi.—saludó mientras pasaba del marco de la puerta de la cocina en dirección al hebreo.

Boker tov Egipto!.—devolvió el saludo en su idioma natal, manteniendo la atención en la sartén.

Solo faltaba poco para llegar al punto exacto en donde aquel alimento no se convierta insano. Egipto simplemente tomaba el jugo de durazno observando atento la atención que le brindaba Israel a lo que hacía, una dedicación muy peculiar en la cocina.

Ambos desayunaban con tranquilidad mientras disfrutaban del silencio de su morada, disfrutando de la compañía ajena a cada instante transcurrido, deseando por mucho que días como este se repitan cada día, que todo el tiempo que llegue a transcurrir sus vidas no se vean afectadas por las obligaciones y las responsabilidades de su gobierno.

Por una vez en sus vidas ser egoístas con lo que desean. Paz y tranquilidad por una vez siquiera, lejos de las guerras, discusiones y demás que pudiera tener con sus colaterales.

Egipto salia e Israel se quedaba en casa, nada nuevo había de hacer, a menos de pasearse por los rincones de la casa y tal vez encontrar algo interesante que investigar, más al margen de su ideal de vida tenia que estar pendiente de su gobierno, por lo menos saber que sus hijos están bien y que nada malo hasta el momento se haya presentado.

Egipto caminaba en las calles de Tyros, yendo a agencias de viajes que pudieran brindarle información alguna de lugares maravillosos existentes en el mundo. Ir al Aeropuerto y comprar pasajes para iniciar su travesía por el mundo, regalarle aquello que no pudo en su primer aniversario.

Ah...como olvidarlo, fue una maravillosa escena presentada ante sus ojos mortales.

❝Ah...su primer aniversario, su primer año de convivencia juntos, tomados de las manos observaban el firmamento so de sus cabezas, mas hermoso de lo normal. Miles de estrellas se presentaban en el firme firmamento, leves estelas de color carmín y violeta hacían su presencia en el oscuro cielo nocturno, sus suspiros se escuchan a medida que cada uno descubre una estrella mas brillante que otra y en esta ocasión un telescopio acompañaba su velada, un préstamo por parte del griego. Israel veía con asombro a través del lente las enormes estrellas que resaltaban desde el cielo hacia la tierra descubriendo a través del aparato las hermosas caras de los planetas, no había tenido aquel privilegio de verlos tan cerca que saltaba emocionado cual niño pequeño fuese. Solo podía sonreír ante su acción mientras agradecía en la mente al griego por haberle prestado aquel instrumento astronómico. Un aniversario fuera de lo común resultaba el suyo❞.

Israel!!.—llamo emocionado, sosteniendo en sus manos los boletos de viaje que había comprado con un destino muy particular.

—Qué sucede Egipto?.—pregunto bajando de las escaleras y dirigiéndose con preocupación al egipcio.

—Alista las maletas que dentro de una hora saldremos de viaje!!.—alego alegre, abrazando y dando una vuelta con el cuerpo atónito del hebreo que solamente soltaba pequeñas risillas.

—Estas bromeando ¿verdad?.—decia incrédulo Israel ante sus palabras, puesto que un viaje se planea con anticipación.

Egipto lo bajo de su agarre y lo miro fijamente a los ojos, dando a entender que lo que sus labios pronunciaban con alegría no era una broma, algo que borraba la sonrisa de Israel dando entrada a una expresión vacía, seca...

Israel.—lo tomó por los hombros, cerro los ojos un breve instante soltando un suspiro cansado.—Toma mi mano y recorramos el mundo.—soltó sus hombros y extendió su mano.— conozcamos más allá del horizonte, más halla de las responsabilidades. Vivamos nuestras vidas como tal, como nuestras y dejemos de lado aquel instinto que nos encadena a estar día y noche en una oficina gris bajo el mando de un individuo que razona con sus impulsos. Vivamos como personas, vivamos como esposos ¿Estas conmigo?.—mencionó con una elocuencia sin igual capturando en sus palabras al hebreo.

Israel quedo convencido, su mente por más que intentara formular una excusa por ser muy premeditado no podía, estaba emocionado con aquellas palabras, emocionado con la simple idea de por una vez en su vida pensar en si mismo antes que los demás e incluso antes de su propia gente e incluso de su propia existencia servicial. La emoción por conocer algo nuevo mas allá del deber resultaba una propuesta tentadora, una que difícilmente podría sacar de su cabeza pero que por el momento estaría dispuesto en aceptar.

Israel extendió su mano, aun sintiendo dudas y posando la palma de la misma sobre la extendida de su esposo, la mirada de Egipto se llenaba de alegría al verlo ceder ante su propuesta.

No solo para Israel era difícil pensar por primera vez en si mismo sino también lo era por Egipto que por aquella misma razón, aquella que siempre tuvo como regla primordial fue dejando libre a Israel que antes se llamaba Pueblo Hebreo. Esta vez no cometería aquel error, no lo dejaría irse, no esta vez.

Estare siempre contigo ahavah.—soltó finalmente, dando a entender su profunda aceptación.

Egipto sonrió y lo llevo a rastras a Israel hasta la habitación que ambos compartían, alistaron sus maletas poniendo sus atuendos en las mismas de forma ordenada, con la emoción a flor de piel de por fin hacer de sus vidas suyas y de nadie más, vivir por ellos y no por los demás.

Ser egoístas por primera vez para ser felices.

¿Qué de malo había en ser egoístas con su felicidad?.

Una travesía por el mundo apenas se iniciaba.








Su viaje apenas comenzaba.











Viaje.

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