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El Camino a la Felicidad
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Parte IV
°Una cena familiar°
Era un día normal,un 15 de abril del 2015,había estado ajetreado con tanto trabajo acumulado debido a su repentina visita al egipcio,habían ambos planeado una ocasión especial en la que ambas familias estén al tanto de su relación,consideraban algo incomodo el hecho de estar mintiendo a sus hijos afirmando que son amigos de extrema confianza.
¿Como le dices "mi amor" a un amigo?
Claramente ninguno de los hijos cercanos a ambos se creía aquel cuento mas solo aquellos que serían hacerse de la vista gorda pretendiendo creer en aquella mentirilla blanca.
Manteles de seda color blanco adornan una larga mesa de 50 metros por 45 de ancho, llevan bordados de flores y figuras con hilos dorados,platos de porcelana con sus respectivos cubiertos son puestos en cada lugar donde ocupa una silla, sillas de roble oscuro con un barnizado de color blanco esperan frente a la mesa,un total de veintisiete sillas,cincuenta y cuatro cubiertos puestos de par en par a lado de cada plato con sus respectivas servilletas,sus hijos lo ayudaron en todo,Nazaret había puesto el mantel que su hija Belén había hecho con mucho espero para el día de su cumpleaños,Tel Aviv y Haifa se encargaban de poner los cubiertos y platos,Beerseba se encargaba de los central de mesa,flores de temporada en floreros de cristal y algunas porta velas heredadas en su tiempo de Reino. Samaria y Judea que prefería que lo llamasen Ariel estaba en la cocina preparando la cena y Jerusalén ponía las copas de vino en cada lugar donde se habían puesto los platos y los cubiertos,por su parte el ayudaba a Ariel en la cocina,el plato estrella de la velada seria el Shakshuka.
Había variedad de platos que había preparado desde que había iniciado el medio día,fueron demasiadas horas impuestas en la cocina para que la velada fuera exitosa y que sus invitados degustaran de su gastronomía. La gran mesa rebosaba de alimentos tal y como lo hacia en el Sabat, había armonía en los colores de los alimentos puestos sobre la mesa para que sus invitados si desearan pudiesen probar lo que sus ojos observaran como apetitoso.
Faltaban pocos minutos para que sus invitados llegarán, y la mesa tenia variedad de alimentos y postres,había Halva,un plato que parecía gourmet puesto que solo parecía un postre en un amplio plato,eso era Labneh. Un plato que era especial para el Sabat se relucía sobre la mesa además de la botella de vino recién destilada que acompañaba al porta velas, ese era Sabich.
Estaba nervioso, sus ojos lo delataban al igual que el juego que iniciaba con sus dedos. Tenia menos de cinco minutos para estar presentable,el había mandado hace unos diez minutos a sus hijos a arreglarse y verse presentables mientras que el se encargaba de la mayoría de los aspectos pendientes vistiendo aun de la forma en que vestía habitualmente.
Hoy se pondría una camisa de color naranja pálido que resaltará su piel blanquecina y las franjas azules de su rostro,no se pondría nada sobre la camisa,un pantalón negro y zapatos del mismo color lo harían ver elegante al igual que el Kipá que lleva sobre la cabeza,sobre sus rizos azules y blancos.
En el amplio patio de su humilde morada toda la velada se llevaría a cabo en presencia de un hermoso árbol de hojas tiernas y verdes,el patio de su casa llevaba adoquines por suelo y las paredes parecen estar hechas de piedra consumida por la arena del desierto en sus mas fieras tormentas.
Todos esperan frente a la puerta el sonido del timbre que señale la llegada de los invitados,no esperaron mucho ya que entre el murmuró y las conversaciones surgidas por Tel Aviv,el sonido risueño del timbre les da a entender que la velada apenas comenzaba.
—Shalom!!.—saludaron al unisono y dieron la bienvenida los hijos del hebreo mostrando una amplia sonrisa amigable.
—Shalom Egipto!.—saludó personalmente Israel al egipcio.
—marhabaan 'iisrayiyl.—correspondió a su saludo mirándolo atento a los ojos
—marhabaan laylatan saeida!.—Devolvieron el saludo los hijos del egipcio.
—Pasen por favor.—cedió paso a sus invitados mientras sus hijos saludaban con calidez a los hijos de Egipto.
Veintinueve muchachos que entraban por su puerta de los cuales solo 8 eran mujeres y lo restante eran hombres con un semblante de seriedad y neutralidad además de gentileza.
—Pasen por favor por aquí.—sugería el nazareno mostrando una puerta que daba al exterior de la casa.
Muchos de los muchachos veían extraño que se llevara al aire libre pero no se arrepintieron puesto que el cielo nocturno era un perfecto acompañante para la velada,el cielo nocturno brillando como un escenario único ante sus ojos,la mesa puesta con elegancia y sofisticación dando a conocer el esmero puesto en la preparación de los alimentos y la decoración.
—Por favor tomen asiento.—sugirió Jerusalén mientras extendía la mano señalando los asientos.
Los invitados se sentaron mostrando asombro en sus rostros,teniendo curiosidad en por que se había citado a las dos familias a cenar juntas,de seguro había algo importante por lo cual se llevaba dichosa cena familiar.
Ambas familias de convicciones religiosas muy fuertes empezaron a agradecer por los alimentos brindados y puestos en la mesa,la familia de Israel rezaba a Dios y la de Egipto a Allah.
Ambas familias degustaban de lo preparado,para el paladar de los egipcios era algo nuevo y delicioso que probaban claro,sin menospreciar el talento culinario de sus tierras y de sus hermanas y hermanos,mostraban muecas de degustación,les había encantado tanto así que en el transcurso de la velada la mesa empezaba a escasear de platillos que antes existía en abundancia,incluso las tres grandes Halvas que habían en la mesa como postre ahora solo eran sobras de una masa gelatinosa que apenas se podía ver.
—La cena estuvo muy deliciosa señor Israel!. —felicito Alejandría mientras sus hermanos concordaban con ella asintiendo con la cabeza y murmurando entre ellos con sonrisas en el rostro.
Sus hijos convivían entre charlas amenas con los hijos de Egipto, Nazaret hablaba amenamente con Alejandría entre risas y miradas de asombro,Jerusalén conversaba con Asuán e Ismalia. Tel Aviv conversaba con El Cairo sacándose fotografías con las comidas y con las copas con vino en mano.
Era el momento de brindar por el éxito de la velada,en si por la velada pero antes de ello Egipto tomaba un cubierto y daba ligeros golpes a la copa llamando la atención de todos.
—Queridos hijos.—mencionó con solemnidad abarcando a los hijos de su pareja.—tengo un importante anuncio que anunciar.
Seguido fue en busca de Israel quien aun estaba sentado en su lugar,lo ayudo a levantarse, el hebreo por el nerviosismo y por la preparación de la velada. Había olvidado por completo el objetivo clave de la velada,estaba mas que nervioso por las miradas que recibía por parte de sus invitados y sus hijos,con la copa en mano y llevado por Egipto ambos estaban frente a todos entrelazando sus dedos.
—Quiero anunciar que Israel y mi persona somos pareja.—Anuncio con felicidad elevando su copa frente a un silencio sepulcral.— Y quiero brindar por ello!¿quien me acompaña?.
Un silencio incomodo casi sepulcral se presenta en la mesa,varios de los hijos de Egipto no se esperaban semejante noticia, tres de ellos preferían ser tragados por la tierra y ellos eran Fayún,Luxor y Suez mientras los demás estaban perplejos ante semejante anunció. Tel Aviv al igual que todos sus hermanos estaban anonadados por lo que presenciaban,entre todos ellos sobresalió Nazaret.
—Espero seas muy feliz querido padre!.—brindo elevando su copa con una mueca de felicidad,una enorme sonrisa decoraba su rostro al saber que su padre había encontrado a ese alguien que tanto había buscado.
Los demás poco a poco se sumaban al brindis,mandando felicitación y deseando felicidad y prosperidad a la pareja que con formaban sus padres,seria difícil de asimilar para algunos, en especial para tres de los veintisiete hijos de Egipto pero lo tendrían que hacer para compartir la felicidad que ilumina los días de su padre.
—Siman Tov U'mazal Tov!.—ovacionaron y vociferaron con alegría los hijos de Israel,una alegría desbordante y contagiosa.
Los hijos de Egipto no quisieron quedar atrás y ovacionaron juntos las mismas palabras que los hebreos pero después de una honda inhalación y exhalación emitieron sus propias felicitaciones.
—mabruk wakun saeidana!.—ovacionaron aplaudiendo con fervor a la pareja que conformaban.
Israel y Egipto se miraron mutuamente dándose un pequeño beso en los labios y abrazándose con ternura, mirándose embelesados e iluminados por la luz de la luna entre aplausos y buenos deseos.
La cena familiar había sido un completo éxito ya que dejarían de ocultar su noviazgo a sus hijos.
Una cena familiar.
Labneh
Sabich
Shakshuka
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