Despedida, una última mirada al pasado.
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Berlín-Alemania; Marzo, 18:35pm:.

Fueron tan inesperadas las sorpresas que aguardaron hasta este instante en donde todo parecía ser mágicamente extraño, una presencia infantil tenia un variado y muy amplio conocimientos de todo aquello que lo rodea. Lo que se supuso fuera su mejor pasatiempo para no olvidar ciertas acciones que tomo por costumbres cuando niño ha visto aquella curiosidad en el pequeño extranjero. El amor al arte era todo aquello que podría brindarle un aire de alivio mientras aun sigue cargando con errores que ni siquiera son suyos.

Pintura y música, por los amplios pasillos que llevan a su privada biblioteca donde atesora grandes escritos que desde muy pequeño su padre solía leerle y que las mismas fueron transmitidas de generación en generación a lo largo de sus existencias yacían descansando intactas, posiblemente recordar aquellos instantes de su gris infancia son causantes de despertar en el un estado catatónico... Son severos traumas, demonios con los cuales no pretende lidiar más solo evitar.

Retratos en marcos de oro y alguno que otro en fino roble oscuro mira con orgullo su linaje, el último de la linea de grandes que cayeron ante quienes se atrevieron a jugar sucio en contra de ya sea las circunstancias o por un simple choque de ideologías bastante debatidas, no podía tapar el sol con un dedo y sabe que aquellos que están frente a sus ojos fueron también demonios que causaron gran dolor a sus semejantes. Monstruos fueron llamados por quienes eran los "buenos" de la película más simplemente algunos sufrieron al ver partir a quienes más querían y muchos de ellos murieron dejando a medias su papel de padres, era un historia que suele repetirse a menudo...al menos así fue con los dos últimos linajes que le anteceden, el padre de su padre y su padre.

Conectar de manera perfecta con alguien extraño suele ser difícil pero con el no lo fue, fue una conexión instantánea. El pequeño permanece a su lado mirando con detenimiento y posible terror el semblante de sus antepasados, hay respeto que ellos infunden a pesar de sus cuestionables actitudes y decisiones aun después de muertos.

—Gran Imperio Alemán... —murmuro asombrado el pequeño turco-griego, más por la manera en que dicha figura despierta en el una sensación desconocida que lo conduce a la intriga de su porte y personalidad.

Dichas aquellas palabras el joven alemán quedo severamente atónito al oír como cierto respeto y conmoción seguido de una pequeña exaltación e intriga salio de los pequeños labios de la criatura, se sintió casi identificado debido que cuan pequeño sintió aquellas mismas emociones que hasta ese entonces eran extrañas, el respeto resaltaba ante todas ante la ilustre imagen de su "abuelo".

—Ven, te enseñare algo bastante emocionante. —el pequeño siguió sus pasos de manera curiosa puesto que el tono de voz divertido del joven tricolor lo conducio a la curiosidad.

Una pequeña habitación, aquella misma en que solía desestresarse mediante aquello que tanto le apasiona desde pequeño, que a nadie mostró ni contó hasta ahora era en la cual estaba. Rodeada de lienzos y cuadros terminados, a medias y algunos siendo comenzados ha visto maravillas ilustradas de quien posiblemente tuvo el placer de visitar cuantas veces quisiera cualquier parte del mundo, paisajes hermosos mediante el uso de colores cálidos y algunos fríos, retratos de animales (más que todos canes y águilas) y también alguno que otro escenario apenas concluido en donde resalta el buen uso de los contrastes, la luz y la emoción que conlleva a su creación.

Alemania rebuscó entre diversas cajas que contenían pequeños botes de  pintura, pinceles, acuarelas, tubos de oleo entre otros objetos que después de algunas tres a cinco cajas vaciadas halló aquello que tanto recuerdo le trae de aquellos instantes más felices de su existencia.

—Ten, lo necesitaras para nuestra diversión. —se lo puso con cuidado a la medida en que los recuerdos van aflorando con cada movimiento.

Es como volver al pasado, verse esta vez ocupando el papales de su padre aquel entonces cuan demasiado pequeño fue causo que se emocionará a tal grado que sus hermosos ojos medianos de color verde llegaran a brillar debido a las lágrimas que retiene para no verse un tanto extraño.

Ambos vistiendo un delantal manchado por un sinfín de colores primarios que se mezclan con secundarios para dar terciarios y a su vez cuaternarios y al mismo tiempo una gama de colores bastante extraña van pintando sobre un lienzo, dicha acción despertó la iniciativa juguetona del más joven. Mirando de reojo al tricolor procedió a acercarse y con las manos manchadas de pintura, en un acto burlesco y un poco caprichoso, "acaricio" la lacia cabellera oscura de su acompañante, con una risa quisquillosa se reía de su travesura puesto que le dejo parte de la cabellera de color rosa pastel.

—Te ves bastante gracioso.—le señalo aun clavado en la risa que daba la impresión de que moriría de una forma bastante peculiar, al menos lo haría riendo.

Si bien podía esperar una reprimenda de parte del contrario, inclusive un grito o una riña, nada llego cuando lo vio acercarse de manera intimidante y cerro por simple instinto sus ojos.

—Más gracioso que tú, no lo creo.—bufo entre risas, una risa burlesca y más estruendosa que la suya.

Mostró sus manos manchadas ante los ojos del pequeño, una de color negro y la otra blanca, de hecho había aprovechado el hecho de que había cerrado los ojos para plasmarle la mano en la cara con la pintura negra y remover con la blanca toda su cabellera, aunque aquella tonalidad blanca poseía leves pigmentos de cían.

El pequeño corrió hasta el pequeño espejo que había en el rincón de la habitación, casi fragmentos es lo que queda y en ellos diviso su nuevo aspecto, se mostró molestó, infló sus mejillas y acto seguido tomo en sus manos los tubos de oleo que yacían sobre el suelo y manchando sus manos con la misma corrió hasta la presencia del alemán que huía de él.

—Me las pagarás!. —amenazaba en tono divertido y/o molesto, tan solo el alemán huía de el como si se tratase de una situación de vida o muerte.

Al cabo de algunos minutos ambos terminaron una pintura entre borrones y saturación de algunos colores además de un controversial uso de los contrastes que daban como resultado algo bastante desastroso. El único motivo por el cual ambos ahora yacen con todo el rostro y cabellera manchados de colores pastel que les dan una apariencia payasesca.

Ambos riéndose de la barbarie que, entre idas y vueltas y pequeñas luchas de por medio, fueron capaces de crear con bastante entusiasmo.

Posiblemente este seria de aquellos recuerdos que cuan grande recordaría con corta vergüenza las veces en que logre encontrase con él cuan adulto. Tan solo entre un choque entre copas serian capaces de recordar como una anécdota bastante pintoresca.