☪1 5 7☪

Una agria visita inesperada.
◈ ━━━━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━━━━ ◈

Mes de Diciembre, 16:21pm.

Caminaba en compañía de su hijo por uno de los tantos muelles de Tesalia, buscando un buen velero o navío con el cual navegar sobre las olas del mar ante un decadente sol muy al horizonte. La emoción de aquella criatura lo valía todo, aquella tierna sonrisa ingenua e infantil seguida de una pequeña y risueña risa divertida conforme abordaba uno de aquellos tantos veleros que permanecen en el muelle. Estaba en compañía de Tesalia con obviedad ya que la misma insistió pasar más tiempo con quien resulta ser su hermano o mejor dicho medio hermano.

Cuando consideraba que este día resultaría ser uno de otros tanto mejores tuvo el desagrado de ver no muy a lo lejos a la presencia del turco. Donde quiera que el estuviera y por más que intentara disfrazarse siempre lograría divisarlo, una extraña sensación parecía unirlo a aquella presencia tan detestable.

Resultó ser tan desagradable su presencia que recapacitó un poco en lo que respecta su sentir hacia él. Si era incapaz de quererlo y perdonarlo, si era incapaz de renunciar a sus deseos y propósitos tan egoístas no valía la pena luchar por alguien tan podrido por dentro y cegado por el deseo de venganza. No valía seguir intentando acercarse hacia quien es incapaz de romper con las propias barreras que el se impone para no ser socorrido cuando exige auxilio tras aquella barrera. No podría obligar a una piedra sentir sentimiento alguno, no podría obligar a un ave volar aun cuando esta puede hacerlo, si no es capaz de echarle voluntad que caso abría seguir alentándolo si es incapaz de confiar en si mismo.

Se acerco a Tesalia y con un leve susurro le dio una muy clara instrucción, puesto que ella, al agudizar su visión logro divisarlo no muy a lo lejos.

—Hijo mío, ve con tu hermana a dar un pequeño paseo.—desvío su mirada hacia el punto en donde con anterioridad diviso al turco y viendo que el mismo no se hallaba por ahí se sumergió al pánico.— Ya en el segundo daremos un pequeño viaje a lo largo del mediterráneo e incluso podremos disfrutar un buffet exquisito de la vida marina ¿te parece?

—¡¡Si!!.—respondió contento dando uno que otro pequeño salto de emoción.

Le regalo una sonrisa antes de subirlo a la vela y despedirse de el desde el muelle. Caminando lleno de seguridad fue en busca del turco quien ya había estado muy cerca de su ser, a unos cuantos centímetros de distancia. Mirada contra mirada, había un notorio cambio en sus ojos, un no se que, algo que le erizaba la piel...como si algo dentro de él hubiese cambiado de una forma drástica y aterrorizante.

—Deapues de tanto nos volvemos a ver.

—Vaya que no resulta ser nada agradable tu inesperada vista. A que has venido, eh, a cerciorarte de que nuestro hijo no se entere de que soy su padre ¿a eso has venido?

El turco desvío su mirada mientras se mofaba, ya con mucha anticipación conocía aquel hecho y no tardo mucho en asimilarlo, ya tenia muy en cuenta que seria incapaz de seguir manteniendo aquella faceta de extraño, sabia que tarde o temprano se enteraría de ello aunque hubiese deseado que se enterase de su propia boca y no de la del griego.

—Ya sabia que tarde o temprano saldría a la luz, espero que no hallas llenado de estupideces y mentiras la cabeza de mi hijo.

—NUESTRO hijo Turquía, ten muy en cuenta que él es también mi hijo y, si te preocupa que le haya dicho la más pura verdad quedate tranquilo, no soy tú para envenenarlo contra alguien a quien estima mucho, no soy tan cruel para hacerle eso...

Grecia se mantuvo firme ante aquellas inquietantes emociones que rondan su mente, una parte suya quería reclamarle sobre su actuar en el pasado y en el ahora más otra quería seguir intentando retomar aquella mágica conexión que alguna vez tuvieron, como si no le importase convertirse en un mártir de su malévolo amor.

Por otra parte Turquía se inquietaba ante su actuar, acostumbrado a que siempre él andase humillándose ante sus pies suplicando su perdón ahora se hallaba algo extrañado ante su actuar. ¿Desde cuando había recuperado su dignidad de hombre? ¿Desde cuando acepto y asimilo que lo suyo ya jamas podría ser? Sin encontrar respuesta alguna siguió indagando, una pizca de sus orbes mostraban que aun le quedaba cierto aprecio a su persona, algo aun no moría en él cosa que en si mismo llego a morir hace ya bastante tiempo.

—Lo único que quiero es ver a mi hijo, no puedes privarme de eso ¿o si?

—Puedo y tengo el poder legal de hacerlo, aun sigues en investigación y hasta que tu problema se solucione no lo volverás a ver.

—Crees.—se bufo de él de manera burlona.—Su cuerpo jamas lo van a encontrar, al menos no en la forma en que planean hacerlo, tarde o temprano mi hijo estará a mi lado y eso no podrás evitarlo.

—Puedo evitarlo, basta con que me dirija a la ONU y de mi declaración para así hundirte y que jamas vuelvas a tener a nuestro hijo bajo tu tutela, mientras te mantengas muy al margen aun permanecerás libre y expandiendo tu maldita cizaña.

Turquía emitió una estruendosa sonrisa que muy por lo demás resultaba ser fingida y poseía toques de ironía y sarcasmo.

—Seamos claros y sinceros Grecia, tú jamas me delatarías de lo contrario tu también caerías conmigo.—se acerco más a tal punto de que sus rostros parecían chocar el uno con el otro.—Velo de este modo, tú le cuentas lo que sabes y yo caigo preso y sin la posibilidad de ver a mi hijo de vuelta, eso es más que obvio pero tú... Tú también lo harás ya que callaste tanto tiempo que hasta hiciste que la búsqueda quede en nada y provocaste más dolor del cual yo cause, y por si fuera poco nuestro hijo quedaría bajo la tutela de quién, Rusia se encarga del hijo de Siria mientras que posiblemente Alemania saldaría tus deudas al cederle la tenencia legal de mi hijo ¡ahora ves lo jodidos que andamos, tú y yo somos la misma m****, la misma porquería, yo caigo y tú caes conmigo!

Parecía un total lunático con aquella extraña sonrisa plasmada en sus labios, aquella forma tan espeluznante en que fue capaz de decir con tal naturalidad las consecuencias de haber callado algo que resultaba de ser gran importancia hasta ahora, atado de manos y piernas estaba a merced de aquél cínico que tenia en frente, capaz de aceptar sus delitos sin remordimiento alguno.

—No tienes sangre en la cara, me repugnas.

—El sentimiento es mutuo querido griego.

—Considero que ya es hora de que te vayas antes de que te mande a patadas de regreso a tus tierras.

—Descuida, no es necesaria el uso de tanta violencia. Veras que todo volverá a ser como antes, aunque...—emitio una burlesca risa.—ya nada sera como antes, ten en cuenta que mi hijo volverá a mí y eso nadie ni siquiera tu seras capaz de impedirlo, ¡Disfruta estos últimos años con nuestro hijo! Serán los últimos recuerdos que guardes de él.

Amenazando se marcho del lugar más que contento, el hilo que alguna vez lo unía al griego lo había cortado por completo, estaba libre para hacer su vida de nuevo e involucrar a aquel pequeño en la misma.


La mas grande de todas las revelaciones pronto se daría a conocer.

Más pronto de lo que puede imaginarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top