⚜ⅠⅤ⚜
El coste de un gran Sacrificio.
◆ ▬▬▬▬▬▬▬ ❴✪❵ ▬▬▬▬▬▬▬ ◆
Tanto había intentado conseguir permiso para poder viajar que hasta esta instancia se había cumplido, hace poco arribó a tierras griegas con un único propósito, tener devuelta a su pequeño hijo.
Vistiendo de forma informal y encaminándose a una no tan ardua búsqueda planea la forma en que seria capaz de llevárselo sin el claro consentimiento egoísta de su padre, también el era parte de aquella pequeña vida que no supo conseguir la paz cuando fueron capaces de quitárselo de la forma más cruel que concibió ante su percepción. Fue golpeado y la organización más solo una multa le puso al egipcio y en cambio a el le dijo de forma firme y tajante que se mantuviera al margen para así restablecer los vínculos paternales del pequeño con su verdadero padre.
Paso días en estado catatónico, fue intervenido con medicamentos ante su profunda depresión y ante sus episodios de ira y frustración casi fue intervenido en una casa de reposo para que recuperara la compostura ya que si aun seguía llevando aquel rumbo en marcha ya hubiera perdido la cabeza. Aferrarse a su plan fue la forma en que consiguió sanarse de sus enfermedades.
Por más que aquel pequeño no llevase su sangre se aferro a él, le agarro tanto cariño que no conseguiría vivir sin saber noticia alguna de él y aquella llamada avivó más sus esperanzas y alimento de sobremanera aquel plan que lleva en marcha ahora.
—Voy por ti my son...don't worry.—seguro de si mismo y consciente de los serios problemas en los que se metería estaba encaminado a concretar su propósito en tierras griegas.
Observando desde no muy lejos aquel hogar en donde el egipcio le prohibió encarecidamente acercarse tanto a él como a su hijo y enfatizando que ahora son familia, comenzó a valerle nabo aquella advertencia y permaneció paciente y quedo toda la bendita tarde, esperando el instante en que: uno, Egipto salga para así poder entrar por la puerta grande en busca de su hijo o dos, Egipto salga con ambos pequeños y provocar que un tumulto de turistas se metan en su camino para así aprovechar sustraer al pequeño, o tres, la más radical...entrar a aquella casa sabiendo que Egipto sería capaz de reconocerlo una vez pisase dichosa vivienda.
Los riesgos poco o nada le importan si se trata de volver a estar con el pequeño Egipel que de seguro aun sigue extrañandolo y no esta equivocado al pensar en ello. Egipel se cerro ante todo esfuerzo que el egipcio ejerció para decirle y dejarle claro que él es su padre, para aquel joven niño no tenia validez alguna las pruebas de sangre que ambos se hicieron, aquellas pruebas podrían decir cualquier cosa pero su mente le repetía una y mil veces al igual que la terquedad de su corazón que aquel que tiene en frente no es su padre y que quien lo es esta esperándolo en tierras norteamericanas, Texas era su único y verdadero padre.
Justo la opción uno se dio a cabo, Egipto salio de aquella bonita casa a saber que cosas comprar o con quien encontrarse, esperando un total de diez minutos suponiendo que ya no estaba en la calleja corrió hasta aquel hogar, entro por una de las paredes ya que la puerta estaba cerrada y justo, justo por azares del destino y casualidades de la vida lo encontró ahí, estaba ahí su dulce pequeño ya crecido que permaneció con la boca abierta ante el asombro de ver a su padre frente a sus ojos.
—Dad!!.—exclamo alegremente a gritos, corrió con tal emoción que logro tumbar a su padre sobre el verde césped recién podado.—how much I missed you dad!!
—My son...I also missed you a lot!!.—abrazo a su hijo con todas sus fuerzas, aferrándose a su cuerpo con total extrañez.
No paso ni un solo día sin dejar de pensar en él, por más que le hubiesen impuesto prohibiciones y amenazas ahí estaba ahora, a lado de su pequeño hijo y del cual nadie debió de separarlo de su infantil compañía.
—Mirate, ya eres todo un muchacho. —sentados sobre el césped se miraron con alegría y anhelo, el acaricio su delicado rostro con vehemencia, con aquella intensidad que significa haberlo extrañado todos estos años.
El pequeño volvió a sonreír lleno de dicha y felicidad, nuevamente lo abrazo descansando su cabeza sobre el hombro de su progenitor, derramando sus lágrimas y ahogando sus quejidos en los mismos después de haber esperado tanto estos años su llegada, añoro y soñó mucho con que este día llegara y ahora estaba ahí, vino por él y ahora tan solo se desahogó de tanto lamento que guardo y camufló con su constante indiferencia hacia Egipto.
—Take me with you dad !! Take me with you please!.—suplicaba con tal sentir que no lo dudo y concreto su plan de una vez por todas.
Se sonrieron de manera mutua, el tomo su mano y el correspondió y sin miedo a perderlo todo al ejercer peligrosa decisión. Salieron de aquel lugar por la gran puerta sin percatarse de que el egipcio ya estaba a menos de un metro de distancia del mismo, un chocante cruce de miradas decididas y miedosas provoca una gran persecución, corren como si de ello dependieran sus vidas mientras a lo lejos el egipcio amenaza reiteradas veces al texano.
Por escasos cinco minutos de ventaja lograron perderlo de vista y decidieron tomar un descanso.
—Es inútil papá, no podremos irnos de manera libre si nos sigue persiguiendo de esa manera.—comentó un tanto jadeante, con una inclinación un tanto pesimista al final de su travesía por volver a ser familia.
—Intentemoslo y así sabremos si fue o no inútil nuestra decisión, come on son, solo así lo sabremos.—incentivó, nuevamente tomando su mano ambos salieron corriendo justo por delante del egipcio que con desespero los buscaba.
Corrieron por todo los lugares hasta dar con un paradero de taxis y solicitando uno exigieron que se de prisa para dejar al egipcio atrás, lo lograron pero su felicidad no estaba destina a concretarse, el destino no permitirá que alguien fuese capaz de intentar cambiar el rumbo y final de su historia.
Egipto viéndose en desventaja tomo una decisión, llamo a la policía y pidió hacer un reten en las entradas de los aeropuertos más cercanos impidiendo que un hombre y un niño con características especiales (claramente él los fue describiendo de forma muy detallada) fueran capaces de abordar un avión y abandonar el país.
Dicho y hecho, un reten revisaba a los pasajeros de los distintos taxis y al verse acorralados tomaron una bastante arriesgada y loca decisión. Salieron corriendo de aquel taxi frente a los policías mostrando una actitud tan sospechosa que al poco tiempo de verlos intentando entrar al aeropuerto fueron capaces de reconocerlos, eran ellos y debían de someterlos.
Entre tres agentes ambos fueron sometidos, tanto a "padre" como hijo se le prohibieron escapar del país, el niño fue alejado contra su voluntad del supuesto secuestrador aunque en ese instante se dieron cuenta de que aquel infante no había sido conducido contra su voluntad hasta el lugar.
Llego Egipto al cabo de casi veinte minutos, claramente asustado y conmocionado abrazo a aquel pequeño que mantenía mostrándole su indiferencia y cierto desprecio.
—Hijo mío, que bueno es tenerte aun aquí. —beso reiteradas veces su cabeza a costa del consentimiento de aquel niño que intentaba alejarlo a toda costa.
—Papá!.—extendiendo su mano hacia el texano buscaba conectar con él cosa que el egipcio le impidió poniéndose de por medio.
—Como te atreviste a secuestrar a mi hijo! ¡Ahora pagaras por haberlo hecho, la ONU se encargará de hacerte pagar por este incidente!.—amenazo y con justa razón, no haría justicia por mano propia ni mucho menos haría que la justicia de aquel lugar se encargase, confiaba en que la organización haría respetar de manera ejemplar sus tan cuestionables decisiones.
No era perfecto y en varias ocasiones se ha equivocado, tan solo esperaba que esta vez no volviese a errar.
—Dad!
—Son!
—Papá!! Papá no me dejes!!
Las suplicas de su pequeño fueron cruentos puñales y eso ejerció una fuerte presión a sentir odio por quien tiene en frente, siendo llevado a rastras e intentando a toda costa acercarse a su hijo, cerro sus ojos y volteo al pequeño para que no fuese capaz de verlo de aquella manera, quiso ignorar sus gritos y suplicas, sus amenazas y sus promesas mientras era llevado al interior del aeropuerto y esperar la llegada de agentes especializados en aquel tema.
En el camino ninguno cruzo palabra hasta aquel pequeño instante en que debía tomar una decisión, mantenerse firme o flaquear, todo estaba en sus manos ahora.
—Por favor, por favor sueltalo...si lo haces prometo hacerte caso e intentar poner de mi parte para ser...tu...tú hijo...—el desánimo y la desesperación conjuntamente con la preocupación y la resignación proponía algo que claramente no quería pero que debía para así poder salvar a su padre.
Ahí estaba, en aquel dilema. Si hacia caso o aceptaba corría el riesgo de que aquel texano volviese a interferir en su vida y si no, terminaría por perder completamente a su hijo.
Lo haría...pero a su manera.
—Esta bien, lo dejare libre siempre y cuando me prometas que cumplirás con nuestro acuerdo.—ante ello el pequeño asintió sin atreverse a mirarlo, un ligero movimiento de arriba a abajo con la cabeza basto para que con una llamada cancelara todo.
Sacrifico todo para que su padre estuviese libre, para tener aunque sea la mínima esperanza de que algún día podrían volverse a ver, un reencuentro tan esperado por ambos que contarían cada día hasta llegar a aquel instante en que por fin pudieran ser familia y a la vez ser felices..
Esperaría tanto a costa de varias mentiras, lo que le prometió nunca se dio. Promesas vacías a costa de un sacrificio que se dio a cabalidad.
Tarde o temprano lo sabría todo y lo perdería al haber jugado con él y sus sentimientos, al haberse burlado de su sentir cuando por lo lejos eso era lo que menos quería.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top