Perfume de recuerdos y sueños rotos.
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❝...pese a que me prometió jamas volver a llorar le fue imposible mantener su promesa, ante ello, le prometí algo simbólico... Le dije que volvería por ella y la sacaría de aquel infierno. Hice promesas que no cumplí, a veces me preguntó de quien habré aprendido todo aquello que se.❞

Sueña...ya que es el único lugar en donde eres libre y eres capaz de elegir quien ser y que hacer.

Tres años infernales fue incapaz de soportar, quiso hacerlo por ella, por su madre pero no pudo más. No podía soportar tanto y decidió rendirse tomando la más dura y significativa de las decisiones más importantes de su vida. Algún día volvería y acabaría con aquel a quien de forma obligada y por respeto debe dirigirse hacia él como "Padre".

Era de madrugada y hace un par de días atrás hizo contacto con su tutor legal. De manera sigilosa salio por la ventana de su habitación, con una pequeña maleta en mano llevando lo que consideraba esencial emprendió un rumbo en plena oscuridad, iluminando su camino la luna plateada consiguió llegar hasta el centro de la ciudad, sentando en una banca y esperando que apareciera el ruso observo el retrato de su madre entre sus manos, ¿qué tan injusta y cruel resultaba la vida para poner en su camino a un hombre vil y terrible como Irán?.

Era su padre y nada podía hacer para cambiar aquella realidad, se canso de llamarlo padre, cansado de ver y ser apartado por él las veces en que discutían, discusiones bastante recurrentes sacando en cara verdades que ninguno acepta. No soporta los constantes gritos, escuchar como algunos objetos caen al suelo y repentinas suplicas para luego verlo marcharse y volver cuatro horas más tarde.

—Hay cosas que no comprendo...mamá.—abrazo aquella fotografía con todas sus fuerzas cerrando sus ojos con notoria resignación.

—Estas seguro de hacerlo, de renunciar a lo que eres?.—un comentario que lo saco de honda, la presencia del ruso se hizo imponente esperando una respuesta, aquella negativa ante lo que le a propuesto.

El pequeño lo miro con cruda seguridad, sus ojos cristalizados lo miraban fijamente y devolviendo su mirada a aquella fotografía los cerro con fuerza dejando caer aquellas lágrimas que retenía, aquel rocío de lamento que resbalaba por sus mejillas y caían justo en la fotografía.

Una madrugada un tanto frígida, apenas hay circulación en las calles y poco a poco estas quedan desiertas, se acerco y lo abrazo, ligeras palmadas en su espalda para intentar calmarlo, ser empatico con su dolor y saber que lo que le propuso era demasiado fuerte para aquella criatura, tan solo quería saber que tan lejos era capaz de ir por su madre, si seria capaz de llegar hasta aquel punto de renunciar a quien es realmente.

—S_si...estoy dispuesto a re_renunciar a quien soy...—tartamudeo mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de sus manos.

Lo curioso aquí es, que en toda pelea de parejas resulta habitual que los hijos resulten afectados tanto física como emocionalmente. Irán jamás le puso la mano encima, jamás se atrevió a golpearle. Siempre con cariño y ternura agria, un aprecio bastante falso que oculta su gran frustración nunca pasan por desapercibidas ante un pequeño que después de haber estado 2 años conviviendo con el ruso y que en su regreso con su madre aprendió a lo largo, para él Moscú resulto más que un buen mentor una figura paterna a la cual por más estricta que hubiese sido le debía respeto.

—Y que le diremos a Siria, que haremos si llega a enterarse?.—cuestionó su decisión, prácticamente no le importaba el hecho de que se enterase más quería saber si ya de por si ya había planteado una situación así.

—Mi madre entenderá, le deje un mensaje...espero me entienda.—tomando con seguridad su maleta retomo el camino dirigiéndose al taxi que con anterioridad trajo al ruso y que se mantuvo esperando por órdenes del mencionado.—¿nos vamos?

Sin contradecir la gran decisión que ya había tomado le siguió los pasos, ambos un tanto distantes y a la vez cercanos emprendieron su viaje hasta el aeropuerto y del mismo tomar el primer avión cuyo destino fuese Rusia. Nuevamente en problemas pero no le importaba meterse en los mismo siempre y cuando que su pequeño lo necesitase.

Es tan difícil descifrar todo lo que siente, aquellas emociones tan explosivas que inundan su ser al sentirse nuevamente dichoso y completo al tener devuelta a su pequeño, aquella criatura que cuido y amo como si fuese un hijo, aun siendo este tan solo de cariño. Al menos en estos últimos años no fue capaz de enloquecer como el texano y mantuvo la cordura y compostura, esperando el día en que aquel seno disfuncional de su familia llegue a colapsar y ante aquel colapso su pequeño fuese a buscarlo por ayuda.

Un largo viaje mientras ambos descansan esperando que el futuro sea más prometedor de lo que alguna vez llego a ser, esperando con ansias que el día en que se convertiese en hombre fuese capaz de seguir sus pasos. Para Sirian el anhelo de ya ser un hombre habla más alto que el deseo de aun ser un niño, renunciaría a los placeres de la niñez para salvar a su amada madre del cruel tormento que significa convivir con aquel hombre que con desgracia tuvo el desfortunio de contraer nupcias con él.

Tan solo en su mente se repiten aquellas palabras que plasmo en su misiva de despedida dejada en su cama, esperando que la primera persona que la lea sea su madre y no así Irán.

【Querida madre:

Hemos pasado por tanto y ahora en este día he tomado una decisión, cuando leas esto yo me habré ido para crecer lejos de Irán, regresare siendo ya un hombre para rescatarte de las garras de él, no volveré a permitir que te lastimen...no volveré a ser un cobarde como aquel día en que te dejo el ojo morado, madre...adorada madre, no me busques, yo regresare, no te preocupes, yo estaré bien, llegara el día en que ambos dejemos de llorar en las esquinas de nuestro hogar y al fin podamos ser felices...haré que aquel día llegue pronto para evitar que sufras más, adiós mamá, ya llegara el día en que podamos al fin ser libres y felices.】

Y el destino hará crecer al niño y lo hará hombre, le quitara la venda de la inocencia de los ojos y le mostrara lo roto y cruel que es el mundo, tan solo en sus manos quedara la gran decisión.

Corromperse y dejarse llevar por su oscuridad o mantenerse puro siendo quien ilumine a las almas que sucumbieron ante aquella oscuridad. Ayudar en vez de ser el problema.
Cambiar en vez de empeorar.

Mejorar en vez de destruir.

Ser aquello que a muchos se les negó ser.

Ser libre.