El anhelo de un Reencuentro.
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Damasco - Siria, Junio 16/25, 18:20 pm:.

Meses pasaron a lo largo de su corta vida que empieza ya a dar los pasos necesarios para hacerse cargo de sus propias acciones y decisiones.

En pleno avión no dejaba de ver por la ventana, aun cuando era incapaz de ver algo a semejante altura pudo divisar parte de las ciudadelas que componen su tierra natal, Siria. Sobrevolando la capital se sintió conmocionado, nervioso más que todo.

A la hora de bajar del mismo tomo de la manga del ligero saco de su tutor y corrió con el entre toda la gente que bajaba con tranquilidad al reencuentro de algún familiar o en busca de aventuras o el deseo de conocer más de las culturas descendientes de imperios que escasamente son mencionados en textos bíblicos como ser la famosa biblia.

Fue su mayor sorpresa ver a la persona que más amaba en el mundo ahí, sostenida por Damasco y con un aspecto un tanto demacrado, apenas podía ponerse en pie y el brillo de sus ojos parecían estar extintos hasta que lo vio. Siria parecía volver a la vida, sus hermosos ojos volvían a tener aquel hermoso brillo que nadie debió nunca quitarle, su cuerpo empezó a responderle de mejor manera y su sonrisa, al parecer jamas se fue de sus labios.

Aun débil corrió hasta reencontrarse con su pequeño, su pequeña estrella que tanto había añorado volver a ver como nunca nadie pudiese imaginarlo.

Un hermoso abrazo cálido, ella cayó de rodillas mientras su pequeño parecía querer fundirse entre sus brazos con su débil cuerpo, los besos cálidos de su madre aminoraron las penas que cargaba consigo desde el instante en que dejo de estar entre sus brazos, su dulce voz le decía en su idioma que lo amaba, que lo extrañaba y que siempre había soñado con el día en que por fin pudiese tenerlo entre sus brazos.

—Mami, no sabes cuanto te extrañe!.—sus tiernos besos cubrían todo el rostro de la fémina que entre lágrimas y una gran sonrisa lo recibía con todo el júbilo del mundo.

Siria nunca dejo de pensar en el, aun cuando fue maltratada y por ello termino mal, el peor de sus males fue el que lo alejaran de su lado, siempre pensó sentir su dulce aroma infantil y ahora lo sentía pero con una pizca de los aires de la pronta juventud, su pequeño había madurado a tan corta edad, aprendió ciertas cosas que tal vez alguien de su edad no seria capaz de aprenderlas y comprenderlas del mismo modo y manera en que el lo hizo.

—Mi pequeña estrella, te vez más grande de lo que recuerdo..—sus lágrimas siguen cayendo conforme nuevamente aquellas pequeñas manos limpiaban las mismas como hace años alguna vez lo hicieron.

Para los presentes fue emotivo ver aquel reencuentro que por mucho era el más anhelado de aquellos dos, en si, Damasco derramo un par de lágrimas mientras Moscú permaneció distante de la situación, con un nudo en la garganta mientras su pecho se contrae con latidos casi moribundos.

De hecho, para el ruso fue algo inquietante ver el estado en que se hallaba la siria, aquella forma tan deplorable en que su cuerpo y su autoestima estaba por los suelos, incluso juraría que alguna vez ella llegó a pensar en suicidarse. Después de todo aun permanece aislado de las situaciones que pueden acomplejar a la dama de mirada estrellada. Un asunto que le comentaría a su padre de todas formas.

Se fue acercando al joven sirio que, por lo visto derramo algunas lágrimas e intentaba limpiarselas de forma rápida antes de que pudiese ver su lado "débil". Damasco lo vio e  intento copiar su postura, intentando asimilar aquellos gestos distantes e insólitos confabulados con la frialdad natural de su personalidad intimidante.

—Que le sucedió a Siria, por que se halla en ese estado?.—directo al grano  interrogó, sin rodeo alguno buscaba una respuesta coherente y verídica. Una verdad tal vez.

Aquella que permanece y permanecería oculta ante cualquiera que pudiese intentar ayudarla.

—Cayo en depresión, el hecho de haber sido alejada de la peor forma de su pequeño la llevo hasta esa estancia.—respondió de la misma forma, no soltaría más, no seria un lengua larga comentando y ventilando aquello que no debe por simple honra.

Sintiendo que era muy poco y le sabia poco, como una verdad contada a medias, una historia que apenas comienza y que termina con algo que lleva a un desenlace, pero uno falso ante lo que es verdadero. No indagó más, saber que es lo que ocultan es cosa de ellos pero eso si, hay algo más en aquellas palabras, algo que falta por contar y que claramente no oiría de los labios del joven sirio pero posiblemente de la siria si.

Los ojos del joven eran incapaces de mentir y ocultar su miedo, lo supo cuando los vio detenidamente mientras le hablaba, la forma en que los movía de un lado a otro o las veces en que parpadeaba conforme los bajaba para no verlo más le dio aquella conclusión premeditada no alejada de la realidad.

Pero eso simplemente era el pequeño premio que le daba a aquel pequeño por su buen comportamiento, más pronto posiblemente esto fuese a llegar ser condenado por quienes suponen que un hijo no puede acercarse al mal ejemplo de su madre, a su mala influencia.

En las noches más frías los sueños se hacen mas pesados, tan livianos como una pluma, cumplen con la obligación de llevarlo al maravilloso mundo de los sueños, el recóndito pasaje de una vida que recién comienza y que comenzó de una forma inusual. Una noche tormentosa en donde todo se revuelve en su ser, vuelve al inicio de todo y sus convicciones se hacen más fuertes obviando los deseos que su cuerpo exigen, una fijación... Un pecado.

Despertar aquello que no creyó tener en si a pesar de sentirlo, sentirse extraño pero a la vez entendido por ese ser que aprecia. Despertar y comenzar una nueva travesía.

Es hora de despertar y hacer de este sueño una realidad, Sirian, este es tu momento. Aires de juventud...aires del inicio de una joven vida a lo largo de la eternidad.

Tal vez sus sueños se harían realidad una vez pudiese aceptar que lo que experimentara seria lo más hermoso del mundo y no así lo más aberrante del mundo. Un pequeño con una profunda historia distinta a todas aquellas que rondan y circulan por el mundo.

Un nuevo comienzo, el sueño de un alma condenada que se hizo realidad.

Tan solo queda ver una  fotografía que muy pronto sería parte del pasado, la forma de ver como aquella inocencia se esfumaba y dejaba ver un alma solitaria carcomida por las fauces de la venganza y el rencor suele ser algo que pesa en la conciencia de aquellos que pudieron cambiar aquel rumbo.

Fin

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