Capitulo 4: El despertar de la reina
Mi madre pelea contra mi abuelo, no quiere que el gane está guerra y mucho menos dejar que la muerte de mi padre sea en vano hasta que uno de los golpes deja a mi madre en contra el suelo, haciendola vulnerable a cualquier ataque.
–desde que tu apareciste, todo se arruinó, por tu culpa murieron mis hijos y mi esposa, todo por tu culpa– el decía parecía que quería seguir llorando pero no lo hacía para verse fuerte ante mi madre que estaba en el suelo por mi culpa.
–no es mi culpa fue la de ust...– le dio una bofetada a mi madre y puso la espada en el cuello, miro a mi hermana y no sabemos que hacer estamos rodeadas de las sombras las cuales están atacando a todo que quiera intervenir, era una decisión escondernos pero era imposible con tantos cerca
–como te atreves a decir eso de mi familia, tu bien sabias que lo suyo era prohibido pero te atreviste a enamorar a mi hijo con tus estúpidos encantos de sirena a desobedecer una orden de la reina galáctica– le tenía tanta rabia hacia mi madre.
"¿prohibido?¿orden de la reina? Pero a que se refiere con eso parece que nos ocultaron muchas cosas" trato de pensar pero el dolor de mis heridas no me deja razonar
"tranquila niña, no tengas miedo" esa voz, otra vez es la mariposa que vi, no se que me pasar, no puedo respirar bien sentía una gran desesperación.
Veo como todas las rosas azules comienzan a brillar mas fuerte, todo me da vueltas, algo dentro de mi quiere salir, el cual poco va saliendo de mi tomando el control de mi cuerpo, un fuego corre ahora por mis venas.
–no veré como matas a mi familia por algo que paso hace años y si no quieres ser el siguiente será mejor que te vayas de inmediato– amenace desde el suelo
Me levanto del suelo y apunto con mi espada hacia el, no se porque lo hago pero no me voy a detener, me siento bien, siento como pasa el poder en mis venas, lo veo y el parece no comprender lo que pasa
–¿que? no piensas hablar u ofenderme– dije algo desafiante, voy dando pasos hacia el todas las sombras parecen temerme, me doy cuenta que estoy cubierta con esa extraña luz azul y cada vez se hace mas y mas fuerte, mi cabello recupera ese tono azul.
–eres una niña malcriada– me dijo ahora estamos cara a cara, dejo de apuntar a mi madre para matarme pero...
–hoy no será el día– vi su cara de asombro cuando dije eso parecía que le había leído su mente –el día de hoy no veras mi sangre correr por tu espada sino yo veré la tuya– lo dije de una manera que hasta a mi me asustaría.
Todas las rosas comenzaron a brillar y a crear una especie de escudo que crecía al rededor de ellas.
–no te tengo miedo, eres una niña malparida– me miro a los ojos pero el no veía como sus guerreros salían huyendo.
Pero el tiro su espada, mire a mi hermana ella estaba apunto de ser atacada así que le di la mía en eso me abrazo con fuerza por la espalda
–Tal vez no vea tu sangre correr, pero si tu cadáver– me alzo del suelo llevándome afuera del planeta, no encontraba como hacer que el me soltará llegamos a un punto en dónde respirar era casi imposible
–no me matarás así de fácil si eso crees– le dije, sabia que seria mi muerte pero la aceptaría, poco a poco siento como se me acaba el oxigeno –como reina no moriré en vano– dije ya con mis últimos alientos, en eso las rosas crearon el escudo alrededor del planeta haciéndolo brillar con fuerza.
Una extraña aura me rodea todo el cuerpo dejándome respirar, logro mirar la oscuridad del espacio pero los destellos de las estrellas, ahora parecía que podía tocarlas con mi mano. El aura comenzó a brillar dejando ver algo que lo haría temblar, veo como mi cuerpo había cambiado a uno más grande y lindo vestido blanco ondea como si hubiera viento.
–pero..... Tu...¿como es que?.... tu estas muerta a no ser...–titubea un poco voltea a ver al planeta desconcertado, viendo cómo sus tropas retroceden.
Un hermoso bastón aparece en frente de mi, tenia una rosa roja hasta arriba, lo tome y fue cuando apareció una corona en mi cabeza pero algo andaba mal ya no sentía mi cuerpo,este se movía por si solo.
–será mejor que te vayas y nunca mas vuelvas porque hoy una nueva gobernante se alzará–al momento de hablar se escucha otra voz pero no logro distinguir quien es, alzo el bastón hasta mi cabeza y todo comienza brillar fuerte, ya no logro ver nada solo escucho.
–YO SOY LA REINA AZUL, GOBERNANTE DE ANDRONIA, y cuidare de todos– un enorme zumbido no me deja escuchar y el gran resplandor no me deja ver.
Todo queda en silencio y por fin puedo ver, pero ahora estoy rodeada por cuatro chicas al parecer me protegen, tomo en bastón para atacarlas.
–Tranquila hermosa solo venimos ayudar– se acerca una chica de pelo largo color negro tiene ojos color rojo como el fuego y de tez bronceada, todas vestían igual una especie de armadura
– aunque un poco tarde- dice entre risas otra chica de cabello corto color aqua y ojos turquesa
Se separan y veo que ahora hay un escudo alrededor de los planetas.
–¿que paso?– estoy sorprendida pero al ver que no tengo respuesta volteo a donde estaba la chica que me hablo primero pero ya no estaban, se habían ido sin decir nada.
"Que raro, bueno a regresar a casa a ver como están, es cierto ¡¡¡mi papá!!!" vuelo rápidamente hacia el castillo, siento como el viento roza mi cuerpo, se siente bien, mi pelo y el vestido se mueven con el. "¿así se sentirá la libertad?" por fin llego pero veo que mi padre ya lo están llevando en una camilla y le cubren el cuerpo
–¡no!, ¡alto!, ¡¡¡puedo revivirlo!!!–grite mientras aterrizo suavemente, trato de correr pero estoy muy débil para eso mis piernas tambalean haciendo que me caiga, mi madre rápido va por mi junto con mi hermana, veo que mi cuerpo y ropa están en normalidad tal vez por eso me sienta rara.
–tranquila hijita, el ya esta en un lugar mejor– me abraza dejando escapar sus lágrimas junto a Eleonor, en eso una mariposa transparente se posa frente a mi pero no era como la otra sino era de color negro, sabia lo que significaba, el ya se había ido.
–por favor...... no papá– le dije con la voz entrecortada a la mariposa, está comenzó a volar dejándonos solas, se acercaron todos los soldados y se quitaron el casco para arrodillarse alrededor nuestro, uno se había ido pero el reino sigue de pie.
Por fin llego la noche, estoy en mi habitación para ser mas exactos en mi balcón daba una vista ya que estaba en los pisos mas altos del castillo pero aun así el silencio era demasiado grande a pesar de que estaban todos los habitantes pero todo el mundo esta de luto por mi padre, el cual dio su vida por nosotras pero bueno todo parecía ir bien cuando escucho que tiraron algo como botellas o algo así a dentro del castillo.
"¿que estará pasando?" me acerque un poco para escuchar mejor cuando mi madre entra se ve un poco triste pero a la vez culpable
–hola hija vengo de hablar con tu hermana– me dijo fingiendo una sonrisa
–¿mi hermana se enojo?– pregunté, sabia lo que era capaz mi hermana cuando se enoja pero aun asi , ella era buena o al menos que fuera otra cosa.
–un poco, es que a lo que vengo es a explicarles todo esto, bueno tu hermana me reclamo porque yo les menti cuando les dije que no teníamos más familia– cambio su sonrisa por lágrimas.
–eso también quisiera saber pero más que nada ¿Por qué te odia?¿Por qué nos quiso matar?– pregunté mirándola a los ojos
–bueno cuando rompes una regla es normal que te odien todos– mira hacía el piso pensado y quitando esa sonrisa en su rostro –y más cuando sabes que traerá dolor a alguien que aún no conoces–
–no te entiendo mamá–
–tu padre y yo tuvimos un romance algo prohibido–soltó un pequeño suspiro entre lágrimas
–¿Cómo en esa historia donde morían al final?– pregunté, ella toma asiento en mi cama y yo hago lo mismo pero me recargo en ella.
–si pero pudimos prolongar ese final por miles de años y traer al mundo tres pequeñas– me abraza y me da un beso en la frente
–¿ahora si me vas a contar?– pregunté de nuevo y solo se rie
–esta bien tu ganas– me sienta sobre sus piernas – te voy a contar una historia de dos jóvenes
Ambos venían de reinos distintos uno venía del reino oscuro y ella del reino de las sirenas, eran los favoritos de sus padres, el orgullo de su reino hasta que un día el reino de la joven sirena se comenzó a sospechar que alguien lo quería encontrar para apoderarse de él, la chica muy valiente salió en busca de la verdad.
Lo que no esperaba es que el reino oscuro también estuviera presente, iniciando así una guerra por darle muerte a aquella persona que amenaza el reino del océano y el otro lo mantenía a salvo para después traicionarlo pero bueno del odio al amor solo hay un paso ¿No es asi?–
Yo afirmó con la cabeza
Un día la sirena quedó capturada, lo que jamás se espero fue que aquel príncipe la salvará y desde que ese día no lo viera con los mismo ojos, ella sabía que dejó escapar la oportunidad de quitar su obstáculo. Pronto supo la verdad, el príncipe siempre estuvo enamorada de la princesa–
–que romántico mamá– dije acurrucándome en ella mientras soltaba un bostezo
–después de eso ambos decidieron luchar por estar juntos, siendo prófugos ya que ahora todo la galaxia iría tras de ellos hasta que encontrarían hogar en un planeta en dónde una bondadosa y benevolente reina los escondería, bueno hasta los caso pero solo una condición les puso y era que estos jamás tuvieran hijos–
–pero... ¿Por qué? si la reina hasta los caso, ¿por qué no los dejo tener hijos?–estaba impactada.
–Es porque hace mucho existió una raza de humanos que eran distintos a todos los llamaban híbridos que era hijos de sombra y sirena, por alguna extraña razón los hijos nacía con estos genes mezclados y no como los demás que podían desarrollar mas las habilidades de uno u otro–
–¿Y que les pasó?–
–por un error los mataron a todos y... la reina galáctica ordeno que todo aquel que naciera debía ser ejecutado–
–¡me estas diciendo que en cualquier momento alguien entrará al castillo y nos matará así sin mas!– dice mi hermana un poco alterada, no me había dado cuenta que ella estaba presente
–por eso jamas nos dejaste salir, ni ir a la escuela- siento como se derrumba por dentro de mi
–si, porque no quería perderlas por nada del mundo– extiende su brazo y se sienta a un lado mi hermana –son mis hijas y además estoy segura que podrán demostrar a la gente que ustedes no son malas–
–¿Cómo?– mira el reloj
–sera mañana, por ahora es hora de dormir y darle de cenar a Starlight–
–esta bien mamá– en eso escucho como le suena su estómago a mi hermana y me río
–bueno yo creo que iré por algo a la cocina–
Estaba dormida cuando escucho ruidos en el pasillo
–La princesa Eleonor a escapado del castillo– dice en voz a baja un hombre
–busquenla de inmediato– lo ordeno mi madre, yo me levanto con cuidado cuando veo en el piso una sombra, volteo a ver
–Luna ¿estas bien?– volteo a ver a un chica de cabello lacio color morado y ojos azules tiene vestido corto de color negro como la noche esta en mi balcón y corre para abrazarme
–perdón por no ayudarte cuando mas me necesitabas, estaba muy ocupada, solo le pedía a las estrellas que estuvieras bien– me dice llorando.
–tranquila estoy bien– le correspondi el abrazo
Se abre la puerta de golpe y veo a mi madre
–nadie entra y nadie sale hasta nuevo aviso– entra para cerrar con llave el balcón
–mama ¿Qué pasá?–
No me responde y sigue su camino para después cerrar la del cuarto.
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