Parte XII
Llegaron al parquecillo eso de las once de la mañana, cuando este recién estaba abriendo, por lo que tuvieron el privilegio de ser de los primeros turistas ese día en ingresar.
Sin embargo, al contrario de lo que sucediera en la hacienda, donde había tenido Michael la suerte de pasar desapercibido en pro de continuar con su día tranquilo, por tratarse los dueños de personas mayores dedicadas a su tareas del agro; allí de entrada, dejó anonadado al muchacho de la boletería cuando éste le vio, y solo entonces ambos se percataron que la falta del bigote falso, que se les había quedado en algún lugar del auto, constituía una grave falencia para su sencillo pero útil disfraz de tipo normal.
-E... Es usted... Mic... ¿Michael Jackson?- temblando entre los nervios y la emoción el chico se atrevió a preguntar. A simple vista un gran fan. Michael de tal modo, siempre agradecido con sus admiradores, sonrió confirmándoselo y le dio la mano. No tardó para esto en unírseles también una chica, quien llevándose las manos a la boca para no gritar, de inmediato pidió abrazarlo.
Él no se negó, más luego de firmarles unos autógrafos y de acceder a tomarse fotos, les platicó con seriedad algo que Soleil por decidir mantenerse un poco alejada para no incomodar en las demostraciones de afecto, no alcanzó a oír.
Con todo, él después al volver hacia ella le contó que les había solicitado confidencialidad y que habían aceptado.
-Pero... ¿cómo es que lograste tranquilizarlos?- tuvo por lo tanto con asombro que preguntar
-Una ayudita siempre viene bien- Michael le explicó en conclusión con un guiño que acompañó con su típica sonrisa ganadora y ella entendiendo que era un travieso incorregible, sólo se preparó para la nueva divertida locura que se le ocurriera.
-Bueno, una vez todo arreglado... ahora sí ¡A comernos el mundo!- de tal forma, como si del capitán de un navío se tratara, con entusiasmo señaló hacia los juegos y tomándola de la mano con la alegría natural de un niño, le apremió a correr hacia ellos.
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La voz sobre lo que acontecía, no obstante, no tardó en esparcirse entre el resto del personal del lugar, pudiendo los dos gracias a ello recibir desde el inicio un trato especial, como el disfrutar de las atracciones sin necesidad de esperar en las filas. Tan solo presentándose como clientes VIP con los encargados de los juegos, evitando así que la gente alrededor reparara en ellos.
Soleil jamás en su vida había experimentado una atención tal para con ella (ni siquiera por parte del equipo de Michael), y es que únicamente bastaba ese día con que la viesen los empleados caminar a su lado para que enseguida recibiera el trato que le brindarían a otra gran artista o estrella de cine. Debido a ello más que nada, se sintió ese día una princesa, una que había tenido la suerte de encontrar de verdad al príncipe de sus sueños, el más lindo e increíble del mundo, quien se encontraba entonces a su lado. Pudo por ende disfrutar de aquel lugar a plenitud, encontrándolo encantador, sintiendo que ya no recordaba la última vez que se había divertido tanto.
Michael se encontraba así mismo entusiasmado y feliz y con aquello le contagiaba, duplicando aún más su alegría, como si alrededor de ambos existiese un halo mágico, mayor incluso al que se percibía naturalmente allí en aquel ambiente de feria, por lo que llegado a un punto no pudo dejar de decírselo y de agradecerle, antes de que el maravilloso sueño terminase y volviese a ser Cenicienta.
-Mike quiero agradecerte por todo. Por darme la oportunidad de conocerte y por crear para mí la aventura más increíble de mi vida. Si antes te amaba ahora siento que lo hago muchísimo más- con su nata espontaneidad le expresó al bajar de la montaña rusa, considerando que era el momento adecuado.
Él que cada cuanto se acomodaba su cabello largo recogido en un moño dentro de la gorra para no ser reconocido, sonrió ampliamente de escucharla declararle con tanta confianza su amor y así, contagiándosele también su impulsividad, en retribución se acercó a ella como todo un seductor para tomarle la delicada cara entre las manos, previo a responderle
-Créeme, yo no sería quien soy si no fuera por el apoyo de personas tan especiales como tú y además, tampoco estaría aquí, pasando el mejor día que no había tenido en mucho tiempo, si no fuera por ti. Así que quien debe recibir las gracias aquí de mi parte eres tú, mi querida Yana-
Soleil de tal manera impávida, sin poder despegar la mirada de la suya, como si ésta tuviese algún hechizo, sintió que le temblaban las piernas. Un efecto del nerviosismo amoroso del que tanto había oído hablar a lo largo de la vida y que solo entonces comprobaba que era cierto.
Michael en tanto, percibiendo el remolino de emociones que le embargaba, (el cual con probabilidad se notaba en su cara, según avergonzada Soleil pensó) no conforme con su acto de galantería verbal, tomándola por sorpresa mientras sonreía, también la levantó en sus brazos, cargándola como una novia para hacerla girar. Cantándole y mimándola un rato como consideró se merecía.
-Es más, yo también confieso que este es uno de los mejores días de mi vida. Hoy, junto a ti, me siento de nuevo como un sujeto común. Como el verdadero Michael. Tan sólo un hombre disfrutando de la compañía de su hermosa chica- le dijo con cariño –Porque hoy eres mi chica, así no lo quieras- bromeando agregó, con lo que ella sonrojada no pudo más que esconder el rostro en su cuello y abrazarle, sintiéndose en la gloria.
"I've got sunshine on a cloudy day (He conseguido un rayo de sol en un día nublado)
When it's cold outside (Cuando afuera está frío)
I've got the month of May (es como si estuviera en el mes de Mayo)
I guess you'd say (Supongo que tú dirías)
What can make me feel this way (Qué puede hacerme sentir de esta forma)
My girl, my girl, my girl (Mi chica... mi chica)
Talkin' 'bout my girl (estoy hablando acerca de mi chica)
My girl (mi chica)
I don't need no money, fortune, or fame (No necesito dinero, fortuna o fama)
I've got all the riches baby one man can claim
(Tengo todas las riquezas nena que un hombre puede pedir)
Well I guess you'd say (Supongo que tú dirías)
What can make me feel this way (Qué puede hacerme sentir de esta manera)
My girl, my girl, my girl (Mi chica, mi chica, mi chica)
Talkin' 'bout my girl, my girl (Hablo acerca de mi chica)
La clásica canción sesentera, no de él pero una de sus favoritas como le contó, de la cual incluso había lanzado un cover en la época en que cantaba con sus hermanos, de repente le recordó a ella y por eso se la dedicó.
-Y quiero que de parte mía al menos, siempre la consideres tu canción, así como yo te recordaré cada vez que la escuche- le prometió, logrando que ella casi muriera de ternura con sus palabras, y desde el fondo de su corazón le creyó que sería así.
Por un momento entonces, cuando él volvió a colocarla en el suelo, ambos se quedaron mirando a los ojos como dos simples enamorados y por igual también pudieron percibir con claridad la conexión mística y especial que se daba sin forzar entre ellos, proviniendo en resumidas cuentas del amor inmensurable que ella le tenía y de la necesidad de amar al contrario de él, que parecía estar a punto de ser satisfecha al decidirse a empezar a abrirle su alma.
Michael la contempló con emociones encontradas, Soleil pudo percibirlo bien. Con profundidad, desde sus ojos hasta su boca, mas, antes de que se decidiera a romper la distancia y besarla, como ella esperaba y sentía además que quería hacer, se suscitó un tumulto detrás de ellos proveniente de una pequeña plaza aledaña a los juegos cercanos. Un griterío que él conocía demasiado bien al estar acostumbrado a ello.
-Oh no...- musitó esbozando cara de decepción y Soleil enseguida se sobresaltó
-¿Qué... por qué dices "Oh oh"?- consultó, pero cuando se volteó prestando atención a lo que pasaba, a lo que él detrás de ella observaba, vio que una multitud de gente los señalaba y empezaba a correr hacia ellos, alentando a otros asombrados en el camino a que también lo hicieran. Y entre ellos a la cabeza, para hacer más épico el asunto, iban parte de los jefes de la propia seguridad de Michael junto a miembros de la prensa, dirigidos además por un tipo robusto y enternado quien se notaba a simple vista que era el administrador del parque, por llevar una camisa con el mismo color azul pálido que el de las camisetas de los uniformes de los empleados.
-¡Allí están, se los dije!- el hombre gritó, y de tal manera Mike tomándola enseguida de la mano le animó para que echaran también a correr pero para escapar.
-¡Hora de irnos!- indicó y Soleil confiando en que las decisiones que él tomaba serían las correctas, sin reprocharle nada al respecto le siguió.
Sólo le compartió una inquietud poco después
-...Pensé que habías dicho que nuestra visita sería confidencial...- a duras penas mientras corría a toda la velocidad que le permitían las piernas, le preguntó
-Lo era... pero al parecer me olvidé de tratar con el administrador- Michael siempre confiando en sus fans y dispuesto a defenderlos, contestó, y todo sin perder su concentración en el camino, estando ya acostumbrado a ese tipo de escapes. Sólo entonces, ella entendió la complejidad de la razón por la que no tenía muchos amigos. Algo por lo que también sufrían otros artistas, pues en el plano social, al ser públicamente conocidos, muchísimos trataban de acercárseles únicamente por su fama y fortuna, llegando inclusive muchas veces a traicionarlos después.
Con suerte gracias a lo veloz que era Michael, que bien podía haberse dedicado al Atletismo de no ser cantante (habilidad que también poseía ella en compatibilidad por practicarlo en la secundaria), consiguieron llegar al auto antes de que el gentío les alcanzara y arrancar dejándolos atrás.
-¡Señor Michael por favor, espere!-
No le importaron a él las súplicas de sus allegados, simplemente aceleró con diversión en su rostro, tal como se le viera cuando protagonizara "Moonwalker", disfrutando durante la huida como cuando grabara la escena del conejo. Tanto, que aunque ella que en el fondo no estaba del todo de acuerdo con que se condujera así con su equipo de trabajo, no pudo evitar contagiarse un poco de su felicidad al verlo sonreír de modo tan radiante, no dispuesto por lo visto a que nadie todavía le arruinara su vivencia... e intuyó también así de alguna forma que no era la primera vez que hacía algo por el estilo.
-¡Eso!- gritó entonces él con júbilo al acelerar el Maserati y notar que había tenido éxito, y con ello regocijándose de sentirse libre una vez más, apretó el botón que volvía el auto descapotable para celebrar, y quitándose después la gorra que esta vez quedó tirada en medio del camino, se soltó el cabello y meneó la cabeza, dejando que el viento lo despeinara -Eso estuvo tan genial que no me importaría repetirlo de nuevo- confesó en medio de carcajadas.
-Pero tienes claro que ellos se preocupan por ti y te cuidan, ¿verdad?- Soleil por todo, con cautela pero tratando de ayudarle para que viera la verdad, aun sabiendo lo imprudente que podía sonar con su interrogante pero confiada debido al amor que le tenía (que por lo tanto le hacía preocuparse por su bienestar) de que le haría caso, se atrevió a mencionarle. Comprendiendo de pronto que para él toda esa planeada aventura también se trataba como de un juego.
-Lo sé y me encontrarán como los profesionales que son, porque siempre hacen muy bien su trabajo...- Michael se encargó de aclararle sin dejar a un lado su concentración al conducir –Solo que hasta mientras ¡tendremos unas cuantas horas más para seguir con nuestro día perfecto!- añadió animándola y volviendo entonces a mirarla –Gracias Yana por estar conmigo en esto. Créeme que este plan de huida y libertad momentánea está resultando por mucho mejor de como lo soñaba y todo gracias a ti-
Soleil al final no pudo evitar sonreír ante su confesión moviendo la cabeza, reconociendo que aún con todas sus ocurrencias y travesuras le era imposible dejar de adorarlo; reiterándole así que permanecería a su lado pasase lo que pasase.
Michael captó el mensaje y en respuesta también le sonrió.
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Continuará...
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