Parte III
-Vas a ir a buscarlo, ¿no es así?- Era lo que Claudia rápidamente le había preguntado a Soleil cuando las dos habían tenido la oportunidad de conversar en secreto antes de ella subirse al tren.
-No puedo evitarlo Clau, es como una llamada que siento dentro de mí. Algo que sé que debo hacer- Soleil trató de explicarse, aunque sabía que sólo otra fan de "hueso pelado" (como bien se les dice a los de su ilusionada estirpe) podría bien entenderla. Comprender ese nivel de amor que al artista de sus sueños le profesaba. No obstante, Claudia, admiradora también de Michael Jackson sólo que juiciosa, le comprendió perfectamente y le deseó por ende la mejor suerte del mundo en lo que se había propuesto emprender. Tan sólo lamentándose de no poder postergar su viaje por motivos de estudios, para acompañarla a formar parte de sus locuras, como era habitual.
-De corazón, espero que todo te salga bien amiga y que consigas volver a verle... aunque sea de lejos- a forma de bendición pero realista, le deseó, teniendo en cuenta que no quería dañarle los sueños, y por ello mismo además agregó -Ah!, pero en caso de que sea de nuevo de cerca, porque nunca hay que perder la fe, por favor dile que yo también le mando un beso, o mejor dicho, dáselo de mi parte jeje, y eso sí, prométeme que al volver vas a contármelo todo. Todo lo que ocurra con lujo de detalles- Fue su petición para finalizar, dándole un abrazo de despedida.
-Te lo prometo- acordó por todo Soleil, con un positivismo mayor al que tuviera durante toda su vida como producto de algo mágico corriéndole por las venas, tal vez un vestigio de la maravillosa experiencia que tuviera al poder bailar en el escenario con él, su rey... o quizá un remanente que todavía le quedaba de su encanto y que había conseguido de alguna forma traspasarla al hacerla vivir ese ensueño. Era una fe (tal como su amiga le había recomendado que mantuviera) de que podría lograr por lo pronto todo lo que se propusiera... y no podía desaprovecharla...
Fe, era también ese sentimiento que había tenido dos días atrás y que le había funcionado y que bien recordaba entonces, al igual que dicha plática en la estación de trenes, en esos momentos adversos presentes en que los guardias del hotel de manera tan grosera se encargaban de echarla del lugar; una esperanza en su corazón que aun así se resistía a morir.
-¡Tengo que verlo, por favor!... ¡Michael!- fue lo último que creyó alcanzaría a gritar antes de dejarse vencer y verse envuelta en un rotundo fracaso. Ella que sólo se había acercado a curiosear si por aquella vieja entrada del edificio, que parecía en desuso o clausurada, podía colarse dentro sin ser vista y que cuando le habían detectado había procurado disimular preguntando si Él todavía continuaba ahí, tratando de sobornar por último con lo que le quedaba de sus ahorros (separado lo que tenía para cubrir su viaje de regreso a casa, por supuesto) al personal de seguridad, para que le permitiesen pasar un ratito a buscarlo; consideraba que no merecía un trato así, tan despectivo, siendo retirada por los brazos para alejarla del lugar como si se tratase de una delincuente o vagabunda, porque no era para tanto. No había hecho nada.
-¡Déjenla!-
...Más un voz soñadora que conocía a la perfección por escucharla todos los días a través de canciones y hasta dentro de sus sueños, retumbó de repente en el aire a sus espaldas, terminante. Volviéndole brillante de repente aquella tarde gris y haciendo que en un instante el mundo entero pareciera detenerse...
Era de nuevo Él.
Los groseros guardias del hotel se detuvieron de tal forma de inmediato, asombrados, y no mucho menos los propios guardaespaldas y otros agentes de su estrella predilecta (quien se transformara de pronto en su héroe al defenderla) tratando de convencerlo por protección que prosiguiera su camino hacia la limosina que le esperaba.
-Señor Jackson no podemos detenernos, es peligroso para usted-
-Señor Jackson si la fanaticada se entera de sus pasos ocurrirá un gran pandemónium-
-Señor Jackson no debemos demorar. El vuelo está agendado para dentro de cuarenta y cinco minutos y una vez lleguemos a destino tiene un lapso de dos horas exactas antes de su reunión con los directivos de la disquera- añadió aparte su asistente personal. Una mujer bajita, de mediana edad y de cabello lacio, corto y negro.
-¡Es sólo un momento!- expresó Michael por su parte para todos con notorio estrés, levantando una mano al tiempo para que se detuvieran, y sin hacerles caso procedió a centrar toda su atención en un osito de felpa que notó caído en el suelo y que se ocupó sin miramientos de levantar y sacudir para luego llevárselo a quien claramente era su dueña. La chica que estaba siendo vejada por su culpa y a la cual al mirar entonces a su carita llorosa, al instante reconoció.
Soleil que para esas alturas había cambiado sus lágrimas de impotencia por otras de emoción y felicidad al tener la dicha de poder volver a verle, enseguida le sonrió.
Michael por su parte, también quedó aturdido de reencontrarle, y sólo reaccionó rompiendo el profundo y dulce contacto visual que se dedicaran cuando su asistente de nuevo mencionó sus obligaciones por realizar
-Sr. Michael, disculpe que le interrumpa, pero es mi deber recordarle que debemos cumplir con su agenda. Son sus negocios...-
-¡Ya lo sé, no lo he olvidado!- tuvo que declarar de tal forma interrumpiendo el repertorio, un tanto contrariado pero sin volverse a mirarles, deseando por millonésima vez en su vida (secretamente), volverse aunque fuera por unos escasos minutos una persona normal. En especial cuando se trataba de relacionarse con una mujer. -...En todo momento lo tengo en cuenta- agregó bajando la voz, retomando su amabilidad, y volviendo a concentrarse solo en Soleil (de quien en esos momentos todavía no sabía el nombre pero notaba que no dejaba de mirarle embelesada), y por lo tanto dio unos cuantos pasos más hacia ella, hasta que ambos quedaron frente a frente.
-¿Eres real?- ella fue la primera de los dos que habló, dejándose llevar por toda la espontaneidad de su juventud y sin poder llegar a creer del todo estar nuevamente en su cercanía. Él como respuesta sólo le sonrió con diversión, procediendo a entregarle el peluche.
-¿Esto te pertenece?- preguntó
-En realidad ya no. Es un regalo para ti... Algo que debí haberte dado cuando tuve la oportunidad en el concierto del viernes... si hubiese sabido que iba a tener la oportunidad de subir contigo al escenario... como sucedió- un tanto sonrojada, nerviosa y bajando la mirada, entonces le confesó
Y aquello corroboró los últimos sobrantes de sospecha que Michael tenía, haciendo terminar de dispararle desbocado el corazón, más en ese rato de manera obligada tuvo que atender a la voz de alarma del jefe de sus guardaespaldas, quien alertó de que los primeros fans ya empezaban a aparecer doblando la esquina, habiéndose enterado de alguna forma de que él y su comitiva se encontraban abandonando el inmueble por la parte posterior.
-¡Ya es muy tarde, nos descubrieron! ¡A los autos, pronto!-
De inmediato por ende, toda la comitiva que no era menos de una docena de personas, comenzó a ponerse a buen recaudo, apresurándose a abordar los vehículos, siendo por supuesto Michael el principal objetivo a proteger.
-No podemos perder más tiempo Señor- le aconsejaron. Sin embargo, él ya harto de que su timidez con las mujeres y lo comprometido de su carrera le frenaran en el camino de conocer el verdadero amor, decidió hacerle caso a su intuición que le pedía no dejara pasar esa oportunidad que tanto previamente había estado anhelando, que confiara en aquella jovencita y en sus ojos color chocolate que le hablaban de amor a gritos y con sinceridad... y se permitió creer así en la mística conexión que sintió al abrazarla, por lo que de repente volviendo a mirarla, se sorprendió a sí mismo formulando como petición algo que nunca pensó se atrevería.
-¿Vienes conmigo?... Por favor- practicamente le rogó ofreciéndole su mano (agradeciéndole al destino en su interior por el milagroso reencuentro)... y Soleil, por supuesto boquiabierta, aún sintiéndose como dentro de un sueño, sin pensarlo siquiera dos veces, se la tomó.
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Continuará...
Nota de la autora: El orden de los conciertos mencionados en este fic corresponde al itinerario real del History Tour en Junio de 1997 en Francia. (Investigado en Wikipedia).
(Mil gracias por continuar leyendo. Un abrazo)
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