- ¡¡CORRE SHRIGNOLD!!

- ¡PAPÁ! -despertó de golpe saliendo brúscamente de su sueño- Es ... ¿Estoy vivo? ¿Dónde- ¡Auch! -intentó moverse de la camilla, pero una fuerte punzada lo retuvo.

Sin poder hacer mucho, empezó a inspeccionar el lugar sentado desde su alcoba: era de mañana, había un brillante sol alumbrando el cuarto, a su derecha veía una gran ventana circular que daba al exterior, era una bonita vista; a su izquierda una pequeña mesita con margaritas dentro de un jarrón, un poco más lejos encontró una puerta circular y unas hojas decorando las paredes acompañado de dibujos hechos por infantes. El cuarto era pequeño y todo hecho de madera considerando que estaba en lo que parecía ser el interior de un árbol.

- Wow ... es como estar en mi casa ... solo que está casi vacío y ... no hay nadie ... al menos las margaritas me hacen compañía ... ellas y la rara sombra que viene de la puer- ¡¡NO PUEDE SER!! ¡¡Ya van dos veces, no puede ser la misma!!

- ¡Hola, buenos di-!

- ¡Aléjateee!

- ¡Aaah! -cayó al suelo luego de ser brutalmente noqueada por la almohada que Shrignold le había disparado.- Ayayayay creo que ahora sí voy a tocar antes de entrar. -dijo volviendo a levantarse.

- ¡P-perdón! Pensé que eras ... que tú ...s esa cosa ... lo siento.

- No pasó nada, ni me dolió jeje -dijo la mariquita entre risas- ¿Tú cómo estás? Espero hayas dormido bien. -preguntó con una voz dulce y alegre.

- Yo ... no sabría cómo responder a eso, han pasado muchas cosas.

- Oooh no te culpo, cuando te encontramos lucías muy cansado y estabas cubierto de ollín, asumimos que fue por el incendio del bosque vecino.

- Seh ... -respondió bajoneado aún conservando su recuerdo más reciente de aquella noche.

- Emm ... supongo que debes estar algo mareadito, bueno, déjame explicarte: estás en el centro de cuidados del pueblo de Erosi- un lugar situado entre las ramas y copa de los árboles.- Aquí protegemos tanto a heridos como a pequeños huérfanos que se hayan quedado sin su familia.

- ¿Pequeños ... sin familia ... dices ...?

- Mjm -asintió con la cabeza- ¿Por qué la pregunta?

- Yo ... t-tenía hermanos pequeños ... si tan solo hubiera podido traerlos ... a mis padres ... a mi familia ... si t-tan solo hubiera podido hacer algo para evitarlo ... los hubiera salvado y ... estarían aquí ... -mientras Shrignold hablaba, hizo un gran esfuerzo para mantener su buena postura, pero su voz se iba rompiendo lentamente a tal punto que se quebró por completo y no hizo más que llorar, cubriendo su cara con las manos y lanzando quejidos de dolor.

- Ooh ... en verdad lo siento mucho por tí ... ver todo lo que amaste irse debe ser un gran duelo ... siento que hayas pasado por eso ... -comentó la mariquita en un tono más serio del que usaba hace unos momentos.

Sin recibir respuesta, la pequeña se acercó al contrario y le ofreció un abrazo de consuelo ...

Ella entendía por lo que estaba pasando ...

- Te sientes perdido y solo ... no sabes a dónde ir porque no estás seguro de que camino tomar ... no sabes si seguirás con vida al siguiente día ... pero mientras haya un algo que te impulse a seguir viviendo ... hay una razón para querer arriesgarse a conseguirlo. - pensaba mientras escuchaba como el llanto de la mariposa iba calmándose.- Yo te acompañaré, Shrignold ... no estás solo en esto ...

- G-gracias ... muchas gracias ...

- Ahora ... emm ... ¿Para qué vine? ... ¡Ah, sí! Necesito tomarte unas pruebras bien rapiditas para verificar tu estado actual, ¿Te parece? -volvía a su estado animado.

- Seh *sniff* ... ade-adelante jeje ...

Unos minutos después, la mariquita había terminado su chequeo, y prometiendo regresar con pastelillos, se retira del cuarto, volviendo a dejar a la mariposa en su soledad.

Según lo analisado, no podría volar en unas semanas debido al calambre que sufrieron sus alas por la caída y tendría que usar un bastón para caminar mejor.

Primer día estando solo y casi termina destrozado ... bravo.

Debido a su horario de sueño habitual, el cual es descansar de día y levantarse por la noche, decide volver al mundo de los sueños ...

En la noche comenzaría la verdadera aventura.

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- Muy bien, un intento más ... ¡Ah! Caracoles ... -exclamaba Shrignold mientras aprendía a manejar el bastón que le dejaron en su cuarto horas después de su siesta.- Vamos no es tan complicado solo ... eso es ... -se apoyaba en la  pared para mantener el equilibrio- ¡Bien! Pudiste pararte ... eso es un avanze. Ahora nos vamos a la puerta ... -arastrándose por la pared apoyado de su brazo, toma la perilla.

- ¡Woshh! Ataque nocturno -dijo en susurros la misma pequeña mariquita abriendo la puerta de golpe, llevándose una sorpresa tras el grito de quien estaba a punto de salir cayendo al suelo nuevamente.- Wow ... en verdad que debo tocar antes de entrar jeje ¿Y por qué andas tú despierto tan tarde?

- Ay mi piesito ... ¿Ah? Oh, yo acostumbro a estar despierto por las noches ¿Eso está mal aquí?

- Nopi, con tal de que no hagas ruido está muy bien. -aclaró.

- Que bueno, porque pensaba visitar el lugar por afuera y no sé si tú podrías ... ya sabes ... ser mi guía.

- Oh ... ooh ... ¡OOOH! ¡Sisisisi! Con mucho gusto.

Mientras le ayudaba a levantarse, la pequeña abrió la puerta y dejó en vista algo más que solo un pasillo ...

Eran pequeños espacios simulando ser cuartos para cada paciente, puentes hechos por ramas de menor tamaño que unirían un espacio con el otro, habrían cuartos como el de Shrignold, pero mucho más grandes, talvez para puestos de mayor cargo.

Todo el lugar estaba situado en la copa de un solo árbol, que entre las hojas habrían unas pequeñas flores que se iluminaban durante la noche para alumbrar los espacios.

- ¿Bonito, no? A veces me gusta tomar turnos para quedarme a ver esto.

- ¿Y entrar a mi cuarto de la nada estaba en tus planes?

- ¡Shush! Como personal en guardia debía revisar el estado de los pacientes, y tú no estabas tan dormidito que digamos.

- Jajaja bien bien

Acto seguido, ambos seres comenzaron su recorrido por aquel espectacular escenario, prestando atención a cada detalle que les llamara o por si un ave andaba rondando alrededor para salir corriendo.

En eso, estando en la cima del árbol donde se pueden ver muy en claro las estrellas Shrignold logra divisar a lo lejos muy pero muy alto una zona únicamente poblada de nubes teniendo un cielo despejado.

- Oye ... viene ... v-viene una tormenta ...

- ¿Qué? ¿Dónde?

- Est-t-tá por allá ... se pueden ver los rayos ...

- ¿Eso? Oh no, tranquilo, no es ninguna tormenta: es un instituto de Erosi

- ¿Un instituto? ¿En el cielo?

- Seh ¿Raro, no? Se dice que son tan privilegiados que por eso ascendieron a los cielos, aunque no le veo la gran cosa, yo voy porque los recreos son divertidos y tengo unos amigos.

- ¿Y ... qué se supone que enseñan?

- La verdad que no lo tengo en claro, paro haciendo dibujitos en mi mesa, solo recuerdo que su objetivo es buscar forjar un tipo de unión entre todos, algo así como una familia, sip.

- ... Yo quiero.

- ¿Quieres que?

- Quiero ser parte de eso ... quiero estar en un lugar donde pueda sentirme protegido ... y pueda tener un hogar de vuelta. -se veía la determinación en sus ojos mirando en dirección al instituto.

- Bueno ... para ingresar solo debes acoplarte a unas normas y hacer caso a todo lo que te dicen obviamente. Es estresante luego de un par de meses.

- No importa, de seguro que me podré acostumbrar a ello en poco tiempo, sea como sea quiero estar allí.

- Oki doki, entonces deberás mejorar pronto porque no te dejaré salir hasta ver esas alitas en marcha.

- Pondré lo mejor de mí, te lo prometo.

Y así comenzaron los largos días de espera para Shrignold con la mente puesta en sanar lo más pronto posible para poder ir al tal ansiado instituto de Erosi.

¿Pero la espera valdrá la pena?

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Alooooo

El colegio consume y ahora también limpiar y barrer ;-;;

Actualizo a esta hora porque madrugar es mi pasión 😎🤙✨✨ pero mañana tengo práctica todo mal 😎🤙💧💧

Aviso que me verán poquito menos seguido por ps el cole virtual y barrer F

Que tengan buen día/noche/desvelada !! ♡♡