Ya era domingo, desperté a las seis treinta; hice mi rutina normal para poder ir a la escuela. Esta vez tuve que irme sola, papá saldría más tarde al trabajo. Llegué exactamente a las diez, toque el timbre, me abrió Alfonso con una gran sonrisa, lo saludé con un saludo de mano en el aire, el contesto con el mismo acto que yo. Seguí mi camino, está vez con Luciana, que suponía que estaría en la oficina de la directora. No me equivoqué, ella estaba ordenando un poco la pila de papeles que hacían sobre el escritorio.

- buenos días - saludé 

- buenos días tn - respondió 

- ¿Que es lo que necesito hacer? - pregunté después de unos segundos de silencio 

- cuando entren, como normalmente tomarás lista, ahora es la misma. En la noche igualmente, pasarás lista; lunes por la mañana te quiero despierta cinco o diez minutos antes que todos, tomarás lista, en la mañana antes de clases y en la noche  dando aviso de la hora de dormir, esto aplicará en todos los días de la semana. - asentí con la cabeza - Mañana, tendré una junta, mientras todos estén en clases tú estarás en mi salón cuidando, esperando y dando castigo a los alumnos que lleguen 

- claro 

- puedes ir a tu habitación, o bien puedes hacer lo que quieras con que no rompa el reglamento - me dedico una sonrisa

- nada que rompa con el reglamento - confirme riendo 

*Lunes*

Cómo lo ordeno Luci, me quedé desde el principio en su salón. Eran las nueve con dieciocho minutos y aún no avía ninguna persona en este salón, claro fuera de mi. Me comenzaba a aburrir. Me diriji a un pequeño estante dónde avían libros, la verdad ya avía leído todos. Comencé a escojer uno; me decidí por Tres metros sobres el cielo. Ese libro me encantaba, con esta sería la tercera vez que lo leía. Me senté en una de las bancas que estaban en el salón, comencé a leerlo con atención. 

- hola, señorita tn - una voz me interrumpió después de un largo tiempo

- ¿Que se le ofrece? - no despegaba mi vista del libro

- ¿Encerio, no me reconoces? - voltee a verlo 

- oh, jajaja, lo siento, no me percate de que eras tú 

- no pasa nada

- ¿Y que haces aquí? 

- pues me castigaron - dijo obvio

- ¿Que hiciste? - alce una ceja

- nada, solo me quedé dormido en la clase

- ¿Quien se duerme en las clases?

- yo - rio - ¿Me pondrás castigo? 

- obvio - me pare y tome la lista - necesito tu nombre completo 

- ¿No lo sabes? Soy Cesar Fernando Pantoja Nuñez 

- ok...- pensé unos segundos - dos horas, en la banca que está a un lado de la ventana - señale 

- ¿Me darás tanto tiempo? - se acercó un poco a mi 

- ¿Quieres menos? - me puse nerviosa

- no, de hecho es perfecto, entre más tiempo mejor - sonrió 

- ¿Por qué? 

- así puedo pasar más tiempo serca de ti - me tomo del brazo pegandome más a él 

- no quiero que hagas ruido - me separé lo más rápido que pude 

No quise ni siquiera esperar una respuesta, camine a la banca más lejos de él y me senté a seguir leyendo 

CONTINUARA 

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