Capitulo 34


HORAS MAS TARDE–NOCHE

La noche caía sobre la ciudad, y las luces de neón comenzaban a titilar, anunciando la vida nocturna que despertaba. En el corazón de esa vida, el Cabaret  "sweet delight" , famoso por sus espectáculos y su atmósfera envolvente, bullía de actividad. En su interior, la estrella indiscutible era Jungkook, cuyos movimientos hipnóticos y carisma en el escenario atraían a multitudes noche tras noche.

Namjoon, el enigmático jefe del cabaret, observaba desde su oficina cómo Jungkook ensayaba en el escenario. A pesar de su expresión habitual calmada y calculadora, una sonrisa de orgullo se asomaba en su rostro. Namjoon no solo era un hombre de negocios astuto, sino también un amante del arte y la belleza del baile.

Esa misma noche, un rumor llegó a sus oídos un concurso de danza de renombre nacional se aproximaba, y la competencia buscaba al mejor bailarín del país. Namjoon sabía que era una oportunidad de oro para poner al Cabaret "sweet delight "  aún más en el mapa y demostrar que su estrella, Jungkook, era insuperable.

Al finalizar el ensayo, Namjoon descendió de su oficina y se acercó al escenario con su andar confiado. El resto de los bailarines se dispersaron, intuyendo la seriedad del momento.

–Jungkook,–llamó Namjoon, su voz resonando en el silencio del lugar.

El bailarín detuvo su paso y se giró, saludando con respeto.

–¿Sí, jefe?

–He decidido inscribirte en el concurso nacional de baile,– anunció Namjoon, sus palabras cayendo como un decreto.

Jungkook parpadeó, sorprendido. Aunque confiaba en su habilidad, la idea de competir a nivel nacional le provocaba un cosquilleo de nervios y emoción.

–¿Está seguro, jefe? Es un gran honor, pero la competencia será feroz.

Namjoon asintió con una confianza inquebrantable.

–No tengo dudas de tu talento, Jungkook. Eres la estrella de mi cabaret, y es hora de que todo el país lo sepa.

Con esa afirmación, comenzaron los preparativos. Namjoon asignó a los mejores coreógrafos y entrenadores para que trabajaran con Jungkook, asegurándose de que su rutina fuera impecable y única. El vestuario, la música y la coreografía debían ser perfectos. No había margen para el error.

Mientras tanto, Jungkook se entregaba al baile con una pasión ardiente, perfeccionando cada paso, cada giro, cada expresión. Las noches en el cabaret se convirtieron en sesiones intensas de ensayo, y las actuaciones se tornaron aún más vibrantes, si eso era posible.

.....

DIA DEL CONCURSO

El cabaret dónde sería el concurso estaba adornado con cortinas de terciopelo rojo y grandes candelabros que colgaban del techo, lanzando sombras danzantes sobre las paredes. La música de un piano viejo llenaba el aire, mezclándose con risas y conversaciones susurradas.

El día del concurso, la tensión era palpable. Namjoon y Jungkook llegaron al teatro donde se celebraría el evento, acompañados de una pequeña comitiva del cabaret. Los competidores eran de alto calibre, cada uno con sus propios estilos y habilidades excepcionales.

Mientras Jungkook se preparaba en el backstage, ajustándose las vestimentas que resaltarían sus movimientos en el escenario, una presencia reconfortante llenaba el aire. Taeyang y Taehyung, sus novios, estaban allí, entrelazados en un abrazo de apoyo, sus ojos reflejando una mezcla de nerviosismo y orgullo.

Taeyang, con su personalidad calmada y sosegada, sostenía la mano de Jungkook con ternura, transmitiéndole tranquilidad con su toque.

–Confiamos en ti, amor,–susurró con una sonrisa serena. –No importa lo que pase ahí fuera, ya eres nuestra estrella.

Taehyung, siempre el más expresivo de los tres, asintió con entusiasmo, sus ojos brillantes de emoción.

–¡Vas a dejarlos a todos con la boca abierta, Kookie! No hay nadie que pueda igualar tu pasión y tu talento.

Jungkook, fortalecido por la presencia de sus amados, sintió cómo cualquier vestigio de duda se evaporaba. El amor y la confianza que emanaban de Taeyang y Taehyung eran el último empujón que necesitaba para salir al escenario y darlo todo.

Namjoon, conocedor de la relación entre los tres y siempre partidario del amor en todas sus formas, había asegurado que Taeyang y Taehyung tuvieran los mejores asientos en la casa. A pesar de su postura de jefe imponente, él también creía en el poder del apoyo emocional y sabía que tener a los seres queridos cerca podía hacer toda la diferencia.

Cuando Jungkook entró en escena, la mirada de Taeyang y Taehyung se fijó en él, sus corazones latiendo al unísono con la música. Como si pudieran transmitir su fuerza directamente al escenario, seguían cada paso y cada movimiento con una atención que iba más allá de la admiración; era una conexión profunda y personal.

La danza de Jungkook era una obra maestra en movimiento, cada giro y salto una pincelada en el lienzo de la música. Al final de la actuación, mientras el auditorio estallaba en aplausos y vítores, Taeyang y Taehyung se pusieron de pie, aplaudiendo con entusiasmo, su amor y orgullo desbordándose en cada gesto.

Namjoon, desde su posición privilegiada, observaba no solo la actuación sino también la reacción de la pareja. En sus expresiones, veía reflejado el éxito del cabaret y de Jungkook como artista. No importaba si ganaban o no el concurso lo que importaba era que su bailarín había tocado corazones, había emocionado y había compartido su pasión con el mundo.

Mientras Jungkook volvía al camerino en medio de ovaciones por su gran presentación. Todos los presentes se sentaron para ver a los otros concursantes.

.....

El concurso estaba en pleno apogeo, y Namjoon observaba con atención cada presentación, Pero entonces, llegó el turno de la siguiente participante, una bailarina llamada Cristina, proveniente del prestigioso cabaret "Sensual Paradise"

Cristina entró en el escenario con una gracia felina, su piel blanca como la luna y su cabello negro ondulado y largo que caía en cascada sobre sus hombros. Su cuerpo estaba esculpido con curvas exquisitas y una feminidad que parecía desafiar las leyes de la física. Namjoon, al verla, sintió como si el tiempo se detuviera a su alrededor, su corazón latiendo con una intensidad desconocida.

La música comenzó a sonar, y Cristina se movió con una elegancia y sensualidad que hipnotizó a en la sala, incluido Namjoon. Cada movimiento de su cuerpo era una expresión de pura pasión y talento, sus ojos chispeantes brillaban con la intensidad de mil estrellas.

Namjoon no podía apartar la mirada de ella, cautivado por su belleza arrebatadora y su deslumbrante talento. La danza de Cristina parecía una historia de amor y tragedia, de deseo y redención, contada a través de cada movimiento y cada gesto.

Cuando la actuación llegó a su fin, el cabaret estalló en aplausos, pero para Namjoon, el mundo parecía reducirse a Cristina y su aura de misterio y seducción. Se levantó de su asiento, decidido a conocer a la enigmática bailarina que había capturado su corazón.

Después de la actuación, Namjoon esperó ansiosamente en el vestíbulo del cabaret, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Finalmente, vio a Cristina salir del camerino, radiante y deslumbrante como una estrella en la noche.

–Perdona,–dijo Namjoon, acercándose a ella con una mezcla de emoción y timidez,–Tu actuación fue increíble. Eres una bailarina excepcional.

Cristina lo miró con curiosidad, una sonrisa traviesa bailando en sus labios

–Gracias,–respondió con voz melodiosa, Me llamo Cristina. ¿Y tú?

–Soy Namjoon,– respondió él, sintiendo cómo su corazón latía aún más fuerte en presencia de Cristina.

La conversación fluyó fácilmente entre ellos, como si fueran dos almas destinadas a encontrarse en medio de la magia del cabaret. Namjoon descubrió que Cristina no solo era una bailarina talentosa, sino también una persona encantadora y apasionada por su arte.

A medida que hablaban, Namjoon se dio cuenta de que su conexión con Cristina iba más allá de la mera atracción física. Había algo en ella que lo cautivaba profundamente, algo que lo hacía sentir vivo de una manera que nunca antes había experimentado.

Con cada palabra y cada risa compartida, Namjoon se encontró enamorándose de Cristina cada vez más. Sus ojos chispeantes, su sonrisa encantadora, su espíritu libre y apasionado lo envolvieron en un torbellino de emociones que lo dejaron sin aliento.

A medida que la noche avanzaba, Namjoon y Cristina se encontraron compartiendo secretos y sueños, creando un lazo especial que parecía trascender el tiempo. Juntos, exploraron los rincones oscuros y brillantes del cabaret, sumergiéndose en la magia y el misterio que los rodeaba.

Al final de la noche, cuando las luces del cabaret comenzaron a desvanecerse y el mundo exterior llamaba a la puerta, Namjoon tomó la mano de Cristina con determinación y ternura.

–Cristina,– dijo él con voz suave pero firme, –Desde el momento en que te vi en el escenario, supe que eras especial. Eres más que una bailarina talentosa, eres la musa que ha despertado algo en mí que nunca supe que existía. ¿Me permitirías conocerte mejor, ser parte de tu vida?

Cristina lo miró con ojos brillantes, una mezcla de emoción y ternura reflejada en su mirada. Tomando la mano de Namjoon entre las suyas, respondió con una sonrisa radiante

–Namjoon, desde que te vi en la audiencia, supe que algo especial estaba destinado a suceder entre nosotros.

....

El concurso concluyó, y a pesar de la feroz competencia, Jungkook fue declarado el ganador. La gala de premiación fue un torbellino de felicitaciones y flashes de cámaras, pero para Jungkook, el verdadero premio estaba en los ojos llenos de lágrimas felices de Taeyang y Taehyung y en el firme apretón de manos de Namjoon, que sin palabras, decía todo lo que necesitaba saber

–Lo hiciste bien, muy bien.

Esa noche, la celebración fue en el Cabaret "sweet delight", pero más que una celebración de un triunfo, era una celebración del amor, la dedicación y el arte que juntos habían cultivado. Era una noche inolvidable, donde la estrella del cabaret brilló más allá del escenario, iluminada por el apoyo incondicional de sus seres queridos.

.....

Después de la emocionante victoria de Jungkook en el concurso intercabarets, la noche se convirtió en una celebración en el cabaret de Namjoon, llena de alegría, risas y música vibrante. Entre la multitud jubilosa, Namjoon y Cristina se encontraron en un rincón apartado, sus miradas llenas de deseo y pasión, palpando la intensa conexión que había surgido entre ellos.

Sin decir una palabra, se entendieron mutuamente y, con manos entrelazadas, se dirigieron a la oficina de Namjoon, un santuario privado lejos de las miradas curiosas y los murmullos de la fiesta. El aire estaba cargado de electricidad, el palpitar de sus corazones resonaba en la habitación, anunciando un momento de profunda intimidad y entrega.

Una vez dentro, Namjoon cerró la puerta con suavidad, sumergiéndose en el aura magnética que Cristina irradiaba a su alrededor. Sus miradas se encontraron en un silencio cargado de promesas, mientras el mundo exterior desaparecía y solo existían ellos dos, perdidos en un mar de emociones abrumadoras.

Sin poder resistirse más a la atracción arrolladora que los unía, Namjoon tomó suavemente el rostro de Cristina entre sus manos, acariciando su suave piel con reverencia. El tiempo se detuvo mientras se perdían en un beso apasionado, un beso que trascendía las palabras y expresaba todo el amor y la pasión que habían estado ardiendo en sus corazones desde el momento en que se vieron.

El sonido de sus latidos se fusionó en una sinfonía de emociones desbordantes, mientras que sin despegar sus labios,sus ropas iban saliendo, la necesidad de tenerse era fuerte, mientras todo del escritorio caía al piso.

Namjoon acaricia y apretaba los glúteos de Cristina, haciendo que saliera un pequeño jadeo de ella

–Ah~, más fuerte –Jadea

Namjoon hizo lo que ella quería y apretó más fuerte y la cargo apoyándola encima del escritorio.

Dejándole pequeños besos húmedos por todo su cuello y arrodillándose abriéndole las piernas a Cristina y mirando su su vagina que se veía húmeda.

–muy linda y apetecible –Habló Namjoon coqueto

Sin pensarlo empezó a chupar la vagina y mientras con una mano acariciaba su clítoris, poniendo a Cristina muy ansiosa

–Ah~ ....así nam ... Que rico.

Cristina tomo de los cabellos a nam haciendole más presión para que chupara más, Namjoon empezó a succionar parte de su clítoris y hacia unas pequeñas embestídas con su larga lengua.

–N~nam.. voy acabar

Namjoon solo sonrió y siguió hasta que Cristina tuvo su primer orgasmo tomándose todo su fluido. Se puso de pie y solo la miraba con deseo.

–Deliciosa muy sabroso,–Dijo nam mientras se acercó para volverla besarla mientras con una mano acomodada su polla y entro en ella

Empezando unas leves embestídas mientras cristianas acariciaba la grande espalda de Namjoon, la habitación estaba lleno de gemidos.

Luego de un rato Namjoon acomodo a Cristina en la posición de perrito haciéndola apoyarse en el escritorio, entro en ella de una solo estocada.

–Me siento muy llena con tu polla,–Dijo entre gemidos

Tomo sus pechos y los masajeaba a su antojo, mientras seguía con la embestídas que iban subiendo de nivel, salió de ella y lo metió en su parte anal y empezó a embestirla más fuerte haciendo que Cristina soltará un grito de placer

–Estas jodidamente apretada cariño,–Inquirio entre jadeos

–Se siente tan bien

Así estuvieron por un largo rato cambiando algunas posiciones y ambos llegaron al climax.

Pero Cristina tenía otra cosa en mente, hizo que Namjoon se sentará en el sofá que había en la oficina y se arrodilló delante de el y tomo su polla y la puso entre medio de sus pechos y empezó a masturbarlo con ellos

–Ah~... Te ves muy sexy muñeca... Sigue

Mientras Cristina movía sus pechos de arriba abajo, mientras chupaba la punta de la polla de nam.  Hasta que lo hizo tener su orgasmo y tomándose toda su escencia y no dejar ni una gota.

Ambos se pusieron de pie y sellaron este acalorado encuentro en un beso.

Pasaron unos minutos y ambos se estaban arreglando para volver a la fiesta.

.....

Namjoon y Cristina salieron de la oficina, sus manos entrelazadas como si estuvieran unidas por un lazo invisible que los unía más allá de las palabras. Sus corazones latían al unísono, el brillo de la pasión y el amor iluminando sus miradas mientras regresaban a la bulliciosa fiesta en el cabaret.

Al regresar a la celebración, fueron recibidos con sonrisas y felicitaciones por parte de los demás, quienes notaron la complicidad y la chispa especial que irradiaba entre Namjoon y Cristina. Jungkook, el ganador de la noche, los saludó con entusiasmo, sin poder ocultar la alegría por la victoria y la felicidad que había en ese momento.

La música seguía sonando, las risas llenaban el aire y la atmósfera estaba impregnada de una energía vibrante y festiva. Namjoon y Cristina se unieron a la pista de baile, moviéndose al ritmo de la melodía con una sincronía perfecta, como si estuvieran danzando al compás de sus corazones enamorados.

La noche transcurrió entre conversaciones animadas, brindis alegres y miradas cómplices entre Namjoon y Cristina, quienes compartían secretos y risas en medio de la efervescencia de la fiesta. La conexión que habían descubierto en la intimidad de la oficina se fortalecía con cada gesto cariñoso, cada mirada cargada de significado, cada carcajada compartida.

A medida que la noche avanzaba, la magia del cabaret parecía envolverlos a todos en un abrazo cálido y acogedor, recordándoles la belleza del arte, la pasión y el amor que podían encontrarse en los lugares más inesperados. Namjoon y Cristina, unidos por un lazo indisoluble, se miraban con complicidad, sabiendo que habían encontrado en el otro un compañero de vida, un amor verdadero que iluminaba su camino en la oscuridad.

Y así, entre risas, bailes y miradas llenas de promesas, Namjoon y Cristina celebraron no solo la victoria de Jungkook, sino también el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.

......

Aquí les dejo un nuevo capítulo
Mis bell@s lectoras 💞🥰
Tomen agüita 🥰

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