Dentro del templo, Gaster había mostrado a Killer varios documentos antiguos, mientras explicaba la importancia del Árbol de la Magia y las instrucciones que Dream debía seguir para comprender la amenaza que representaba Nightmare. Con suma precisión, Gaster seleccionó un pergamino y comenzó a escribir indicaciones específicas para Dream, con la intención de que comprendiera la magnitud de la situación.

Mientras Gaster se concentraba en su escritura, Killer, siempre alerta, notó algo inusual en una pequeña papelera a un lado del pedestal. Una carta desarrugada y abierta descansaba en el fondo, su papel desgastado y manchado, y junto a ella, hojas secas y ramas enredadas, como si fueran restos de algún extraño "regalo".

Con una calma calculada, Killer miró de reojo a Gaster, asegurándose de que estaba distraído con su tarea, y alargó una mano para alcanzar la carta. En cuanto la tomó, reconoció que se trataba de un reporte antiguo, y, con movimientos rápidos, la escondió en el bolsillo de su chaqueta.

Regresó su atención a Gaster justo cuando este terminaba de escribir. Con una expresión seria, Gaster enroló el pergamino y se lo entregó a Killer.

—Aquí tienes, Sans. Estos son los registros que espero le den a Dream la perspectiva necesaria para proteger el Árbol de la Magia y comprender lo que está en juego. Nightmare no debe conocer esta información, ¿entendido?

Killer ascendió, finciendo un aire de respeto hacia Gaster y aceptando el pergamino con la actitud calmada de Classic Sans. Mientras lo hacía, podía sentir el peso de la carta que había recogido en su bolsillo, intuyendo que podría contener algo crucial que Gaster había pasado por alto.

—Lo entiendo, Gaster —respondió Killer, tratando de mantener su tono neutral—. Dream se asegurará de que esto no caiga en las manos equivocadas.

Gaster pareció tranquilizarse, aunque su expresión aún reflejaba un aire de desconfianza. Hizo un gesto para que Killer lo siguiera fuera de la cámara, y ambos comenzaron a caminar de regreso por el pasaje, hacia la entrada del templo. Pero Killer apenas podía concentrarse en las palabras de Gaster. Su mente estaba ocupada con la carta que había encontrado y lo que su contenido podría significar.

En el exterior: El conflicto entre los Bad Sans

Mientras tanto, fuera del templo, la batalla seguía en su apogeo. Los Bad Sans estaban en una lucha constante con los guardianes de Reapertale , cada uno enfrentándose al desafío de sobrevivir en territorio hostil. La presión era palpable, y las recriminaciones entre ellos no se hicieron esperar.

—¡Todo esto es por tu culpa, Dust! —espetó Error, evadiendo una ráfaga de energía que pasó peligrosamente cerca de él—. Esto era una misión de infiltración, y tú lo convertiste en un desastre.

Dust, sudando y con el ceño fruncido, lanzaba ataques con ferocidad, pero la frustración se reflejaba en sus ojos. Su postura defensiva se debilitaba mientras trataba de controlar la situación.

—¡Nos descubrimos! No había otra opción —gritó Dust, tratando de justificar su recepción—. ¡Si no hubiéramos atacado, estaríamos muertos ahora mismo!

—¿Y ahora qué, líder? —se burló Fell, esquivando otro ataque y lanzando una mirada sarcástica a Dust—. ¿Vas a liderarnos directamente al cementerio o tienes algún plan brillante?

Horror, quien había sido el más silencioso, finalmente habló, con una voz baja y tensa.

—Dust, tenías que mantener el control. Nightmare confió en que tú dirigirías esto sin problemas... y ahora estamos aquí, luchando por nuestras vidas.

Dust apretó los dientes, furioso, aunque en su interior sabía que había perdido el control. La presión de la misión y la responsabilidad que Nightmare le había confiado lo habían llevado a un límite que ni él mismo entendía.

—Sigan peleando y déjense de quejas —murmuró Dust, tratando de ignorar las miradas de reproche de sus compañeros—. Si salimos de esto, pueden decirle a Nightmare lo que quieran.

Error sacudió la cabeza, y uso sus hilos para detener el golpe y lanzarle a Dust una última mirada fulminante.

—Créame, lo haremos.

El caos de la batalla continuaba, y los Bad Sans apenas lograban mantenerse a raya mientras los guardianes los atacaban sin descanso. Pero, en medio de la tienda, ninguno notó la leve distorsión en el aire, un destello dorado que indicaba la llegada de un nuevo grupo al terreno.

La entrada de los Star Sanses

No muy lejos de la batalla, tres figuras emergieron a través de un portal dorado. Dream, Ink y Swap Sans (Blueberry) llegaron al área, alertados por la energía de los Bad Sans y decididos a proteger el templo de Gaster de cualquier amenaza.

Dream observar la escena con una expresión de alarma, mientras Ink ajustaba su pincel, listo para intervenir. Blueberry, con su habitual energía y determinación, dio un paso al frente, con los ojos brillando de concentración.

—Parece que llegamos justo a tiempo para hacer limpieza, chicos —dijo Blueberry, su voz llena de convicción.

Dream ascendiendo, dirigiendo su mirada hacia los Bad Sans.

—No podemos dejarlos seguir adelante. Si Nightmare está detrás de esto, no nos atreveremos ni un paso atrás.

Ink ascendiendo, y juntos, los Star Sanses se lanzaron hacia la batalla, atacando a los Bad Sans con precisión y coordinación. La llegada de los Star Sanses añadió una nueva tensión al conflicto, y los Bad Sans se encontraron rodeados, obligados a defenderse con todas sus fuerzas.

Dust, al ver la llegada de Dream, se dio cuenta de que la situación había alcanzado un punto crítico. Los Star Sanses ahora tenían una ventaja, y la posibilidad de una retirada se veía cada vez más cerca.

Dentro del Templo: El Descubrimiento de Killer

En el interior del templo, Killer y Gaster avanzaban hacia la salida, mientras el eco de la batalla llegaba hasta ellos. Sin embargo, Killer apenas podía concentrarse en el sonido de la pelea; su estaba atención fija en la carta arrugada en su bolsillo. Cuando estuvo seguro de que Gaster no lo observaba, sacó disimuladamente el papel y lo desplegó en silencio, leyendo rápidamente el contenido.

Las palabras de Luciana la respectiva guardiana del árbol de las realidades saltaban de la página, cargadas de frustración y sarcasmo:

"Gaster... Ni siquiera sé si te vas a dignar a leer esto, pero igual aquí va. La paciencia me da alergia y, después de todo, ¡qué buena idea! Encerrarme aquí para siempre sin una salida clara... y sin Nim. Y sin siquiera contarme lo que pasó con ella. ¡Bravo! Sabías que era mi mejor amiga, Pero en fin, si estás leyendo esto es que al final tu curiosidad fue más fuerte que tu ego... ¡qué sorpresa!

¿El estado del árbol? Bien, sigue echando raíces, ramas y hojas por todas partes como siempre. En cuanto a mi ubicación... bueno, digamos que me las arreglé para no estar atada a este destino de 'guardiana'. Así que me he vuelto una experta en esconderme, o en mezclarme, como quieras verlo. Decidí que dejaría esto y desaparecería de la forma más 'elegante' posible. Pero antes de irme, te déjé unos 'regalos' para que te acuerdes de mí. Seguro que te encantarán las hojas, las ramas y las piedras.

Espero que te diviertas descifrando qué hacer con ellas, si es que aún queda algo de ti que entienda el lenguaje de los árboles. ¿Nos veremos otra vez? Quizás, pero no esperes encontrarte con alguien tan 'accesible' como antes."

Killer leyó la última frase y observó los restos de hojas secas y ramas que acompañaban la carta. Aunque a primera vista parecía un acto de burla o rencor, intuyó que había más detrás de ese gesto. Luciana, conociendo a Gaster, había dejado una pista clara, pero en clave, casi como una burla consciente de su propio destino.

Killer dedujo que la clave para llegar a donde Luciana residía, y al Árbol de las Realidades, estaba en esas ramas y hojas. Sonrió para sí mismo, satisfecho de que había obtenido la pieza final que Nightmare

Fuera del templo de Gaster, la batalla alcanzaba un punto crítico. Los Bad Sans, rodeados por los dioses de Reapertale y los Star Sanses, se defendían como podían mientras Error intentaba abrir un portal para su escape. Dust, al mando de la misión, se encontraba cada vez más superado por la situación, y las constantes recriminaciones entre sus compañeros solo intensificaban el caos.

—¡Dust! —gritó Error, evadiendo por poco un ataque mágico—. ¡Este es el fin si no salimos ya!

Dust, frustrado y sin control, apenas pudo responder, mientras Error, finalmente tomando la iniciativa, comenzaba a abrir un portal para intentar sacar al equipo del campo de batalla.

Mientras tanto, Blueberry, quien había avanzado cerca de la entrada del templo, notó una figura inconfundible a lo lejos. "Classic" estaba allí, observando la batalla en silencio, sosteniendo un pergamino. La situación le parecía extraña y, debido a su conexión especial con Classic después del Evento X, Blueberry decidió investigar.

—¿Classic...? —susurró Blueberry, sus pensamientos llenos de desconcierto.

Avanzó con cautela, y al llegar junto a él, se dio cuenta de que Classic parecía más reservado y enfocado de lo usual, algo muy atípico para el despreocupado Sans que él conocía.

—¿Qué haces aquí? No deberías estar en Reapertale sin ayuda estas bien? acaso te secuestraron! —dijo Blueberry, su voz cargada de preocupación.

Killer, disfrazado a la perfección, se giró y fingió sorpresa.

—¡Blue! —exclamó, imitando el tono relajado de Classic—. Dream me pidió que viniera a hablar con Gaster. Dijo que estaba ocupado con los demás, pero que Gaster tenía algo importante que decirme.

Blueberry frunció el ceño, sintiendo que algo estaba fuera de lugar. Pero antes de que pudiera procesarlo, una sombra densa y oscura envolvió el área. Nightmare había llegado, su presencia sofocante cubriendo la escena.

—Blueberry, siempre metido en los asuntos de los demás —dijo Nightmare con una sonrisa maliciosa mientras sus sombras comenzaban a envolver a "Classic"—. Me temo que tengo otros planes para él.

Blueberry retrocedió, su rostro lleno de sorpresa y desconcierto.

—¿Nightmare? ¿Qué estás haciendo aquí? Aléjate de Classic? —preguntó y amenazo rápidamente, sin entender la situación.

Nightmare lanzó una mirada fría a Blueberry, manteniendo la fachada con precisión. Killer, interpretando su papel, extendió una mano hacia Blueberry, gritando con desesperación fingida.

—¡Blue, ayúdame! ¡No dejes que me lleve! —exclamó Killer, actuando de manera convincente.

El grito alertó a Dream e Ink, quienes se apresuraron a unirse, pero llegaron tarde mientras Nightmare desplegaba sus tentáculos para pelear y escapar junto con Killer. Dream miró a Nightmare, tratando de comprender lo que ocurría.

—Nightmare, ¿qué estás haciendo? —exclamó Dream, su voz llena de confusión y furia—. ¿Por qué secuestras a Classic?

Nightmare, esbozando una sonrisa siniestra y burlona, respondió con clásico tono burlón.

—Oh, Dream, Classic tiene algo que me interesa... y no puedo permitir que te interpongas en esto.

Antes de que Dream pudiera responder, Nightmare cambia su forma a liquida para poder teletransportarse junto con Killer desapareciendo en el acto, llevándose a un supuesto"Classic" muy aterrorizado y gritando por su libertad, dejando a los Star Sanses y a los dioses de Reapertale desconcertados.

Instantes Después: La Revelación de Gaster

Justo en ese momento, Gaster apareció en la escena, su rostro reflejando una mezcla de enojo y sorpresa. Al ver a los Star Sanses y la confusión en sus rostros, su voz se elevó llena de frustración.

—¡Dream, que haces aun aqui tienen que ir tras él! —exclamó Gaster, su tono severo—. Classic tiene información sobre... el Árbol de las Realidades. Esa información que dijiste que necesitabas con urgencia, y ahora Nightmare se lo secuestro.

Dream, al escuchar las palabras de Gaster, se quedó inmóvil, su rostro reflejando una completa falta de comprensión.

—¿Árbol... de las Realidades? —murmuró Dream, mirando a Gaster con una expresión de asombro y desconcierto—. ¿De qué estás hablando? Yo no sé nada sobre eso. Ni siquiera sabía que existía un Árbol de las Realidades.

Gaster, al escuchar esto, frunció el ceño, su molestia aumentando al comprender la situación. Miró hacia donde Nightmare y "Classic" habían desaparecido, la realización golpeándolo con fuerza.

—Pero... entonces... ¿no enviaste a Classic para obtener esta información? —preguntó Gaster, su voz cargada de incredulidad—. ¿No dijiste que querías que le explicara lo que contiene el pergamino porque tú estabas ocupado lidiando con los Star Sanses?

Dream negó con la cabeza, su expresión llena de perplejidad.

—Jamás di esa orden. Nadie de mi equipo sabe algo sobre ese Árbol de las Realidades. Y si Classic vino por su cuenta... entonces... —Dream se interrumpió, sus pensamientos volviéndose un torbellino de dudas.

Ink, al escuchar la conversación, se llevó una mano a la barbilla, procesando lo que acababa de oír.

—Espera, entonces me dices que Classic llego por su cuenta a este unirso cuando no tiene la habilidad de abrir portales, y Nightmare lo acaba de secuestrar.... Esto significa que tal vez... ni siquiera sea Classic.

Blueberry, aún tratando de ordenar sus pensamientos, recordó los detalles extraños en la actitud de "Classic" y asintió lentamente, aunque una parte de él se resistía a aceptar la idea.

—Algo en él me parecía distinto. No lo sé... pero Nightmare podría estar aprovechando la situación para engañarnos a todos.

Gaster apretó los dientes, la frustración evidente en su voz.

—Sea quien sea, Nightmare ahora tiene en su poder información extremadamente peligrosa. Classic, o quien sea, ahora sabe sobre el Árbol de las Realidades y su influencia en el equilibrio del multiverso. Si Nightmare utiliza ese conocimiento, las consecuencias podrían ser devastadoras.

Dream, finalmente entendiendo la gravedad de la situación, miró hacia la dirección en la que Nightmare y "Classic" habían desaparecido. La posibilidad de que Nightmare obtuviera el control sobre algo tan poderoso como el Árbol de las Realidades era impensable.

—No podemos permitir que Nightmare use esa información. Star Sanses, debemos dar con ellos ahora —dijo Dream, sus ojos llenos de determinación—. Si realmente tiene a Classic, debemos rescatarlo. Y si es otra trampa, también debemos evitar que Nightmare acceda a ese poder.

Ink y Blueberry asintieron, y sin perder un segundo más, los Star Sanses se lanzaron al universo original el de Classic el sans original, necesitan respuesta y corroborar si fue realmente Classic al que secuestro Nightmare.

En un Lugar Aparte: Nightmare y Killer

En un rincón del multiverso, lejos del templo y de la vista de los Star Sanses, Nightmare y Killer emergieron de las sombras. El aire entre ambos estaba cargado de tensión, mezclada con una emoción contenida que ninguno parecía dispuesto a admitir. Killer soltó el pergamino que Gaster le había entregado, mientras Nightmare lo observaba con una sonrisa que apenas podía contener.

—Así que lo conseguimos —murmuró Nightmare, sus palabras apenas un susurro que resonaba en el silencio que los rodeaba—. El guardián nos lo entregó en bandeja de plata. Y pensar que ellos aún creen que tienen una oportunidad...

Killer sonrió con aire triunfal, pero sus ojos se mantenían fijos en Nightmare, con una mezcla de respeto, admiración y algo más difícil de definir.

—Estaba escrito que lo lograríamos, ¿no? —dijo Killer en voz baja, su tono cargado de una complejidad que parecía ir más allá de las palabras—. A veces me pregunto si tú planeaste todo desde el principio, hasta el más mínimo detalle.

Nightmare se acercó un paso más, su sombra envolviendo el aire a su alrededor. Su mirada era intensa, oscura, llena de secretos y promesas que parecían destinadas solo para Killer.

—¿Y si así fuera? —respondió Nightmare, su voz baja y envolvente—. ¿Acaso no es lo que querías, Killer? Estar aquí, conmigo, teniendo en nuestras manos el secreto más poderoso de todos. Nadie más lo entendería... nadie más puede llegar a este nivel.

Por un instante, el silencio entre ellos fue absoluto. La atmósfera era densa, cargada de algo que oscilaba entre el peligro y una conexión más profunda. Killer sostuvo la mirada de Nightmare, sus ojos reflejando una mezcla de confianza y algo que bordeaba la devoción.

—Quizá nadie —susurró Killer, su voz temblando apenas—. Pero eso es lo que lo hace perfecto, ¿no?

Nightmare alzó una mano, y por un segundo pareció que la iba a posar en el hombro de Killer, en un gesto tanto de posesión como de reconocimiento. Sin embargo, justo antes de tocarlo, retiró la mano, manteniendo esa distancia que parecía hecha tanto de un respeto tácito como de una barrera imposible de cruzar. Killer, aún inmóvil, no apartó la vista de él, sus pensamientos oscilando entre la lealtad y algo más.

—Entonces estamos de acuerdo —dijo Nightmare, rompiendo el silencio—. Lo que acabamos de ganar no tiene comparación, y el resto... ellos no importan. Si el Árbol de las Realidades es nuestra meta, estamos en el mismo juego... ¿cierto?

Killer asintió lentamente, su expresión transformándose en una sonrisa casi enigmática, como si hubiera algo en su mente que solo él entendiera.

—Siempre lo he estado, Nightmare. ¿O crees que hubiera hecho esto por alguien más?

Nightmare le sostuvo la mirada por un largo momento, su sonrisa ampliándose de forma apenas perceptible, pero con una intensidad que dejaba claro el poder que sabía que tenía sobre Killer. Quizá para él era solo un juego, pero en la mirada de Killer había algo más. Algo que iba más allá de la lealtad, un sentimiento ambiguo que hacía que cada palabra tuviera un peso mayor.

Finalmente, Nightmare se giró, sus sombras cubriéndolo en un manto oscuro mientras se preparaba para continuar hacia su próximo objetivo.

—No te distraigas, Killer. Hay mucho más por venir —dijo Nightmare con un tono que podía interpretarse tanto como una advertencia como una promesa.

Killer sonrió para sí mismo, su expresión indescifrable mientras lo seguía en silencio, manteniendo la misma distancia. Sabía que, con Nightmare, cada momento de cercanía era una moneda lanzada al aire, una mezcla de lealtad e interés, de ambición. Ambos avanzaron en las sombras, mientras el aire a su alrededor parecía vibrar con el eco de una promesa silenciosa, un vínculo hecho de secretos y lealtades que solo ellos comprendían.

En ese rincón del multiverso, lejos de todos los demás, el Rey y la Reina avanzaban juntos, cada uno sin revelar hasta dónde llegaba su lealtad... o sus propios deseos.

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🌌✨ ¡Así llegamos al final del capítulo de "El juego del Rey y la Reina" ✨🌌! Toda la historia de estos dos ha sido genial, ¿verdad? 🎭 El objetivo sigue siendo encontrar el árbol, y mientras tanto, en el multiverso, el universo de NAJ pronto se verá involucrado en este juego que ambos están jugando 🕹️.

📖 En los próximos dos capítulos, la trama avanzará más 🕰️. Sé que el inicio ha sido lento, pero ya saben, es importante sentar bien las bases para que todo tenga sentido al final, especialmente en los elementos más complejos 🧩🔍.

Como este es un remake del original, ya saben que habrá un momento en que el Killer de NAJ se unirá a los bad sans 👀🔥. ¡Así que se vienen cositas emocionantes! 😈✨

Gracias por leer hasta aquí y por la paciencia. ¡Nos vemos en el próximo capítulo! 🙌💫