Capitulo 7: El Juego del Rey y la Reina (1/2)
El Castillo de las Sombras se alzaba en silencio, un lugar cargado de oscuridad y decadencia, que parecía absorber toda la luz a su alrededor. Las paredes estaban decoradas con símbolos desgastados y fragmentos de un tiempo pasado, cuando este universo pertenecía a Dream y Nightmare. Ahora, en manos de Nightmare, el castillo era la residencia de los Bad Sans, un refugio estratégico y un bastión de poder sombrío.
Nightmare estaba de pie en el salón principal, su figura proyectando sombras que parecían extenderse por el suelo y las paredes del castillo. A su alrededor, el equipo de Bad Sans observaba con atención, cada uno respetando el dominio de Nightmare en aquel espacio. Su presencia era suficiente para mantener a todos en silencio, como si el mismo aire en el castillo estuviera impregnado de su control absoluto.
Killer permanecía frente a Nightmare, aparentemente relajado, pero sin olvidar el papel que debía interpretar. Su apariencia de esqueleto, como todos los Sans, era distintiva, pero en su rostro había algo oscuro que Dust observaba con una mezcla de desprecio y recelo. Killer era el seguidor más fiel de Nightmare, algo que Dust nunca lograba comprender y criticaba en cada oportunidad. Y esa noche, la misión de Reapertale le daría a Dust la excusa perfecta para cuestionar esa lealtad.
—Este próximo objetivo es crucial para nosotros —comenzó Nightmare, con voz baja y controlada—. Reapertale alberga artefactos y conocimientos que pueden sernos útiles en el futuro. La misión es obtener toda la información posible sobre las defensas y debilidades de los dioses de ese universo.
Los miembros del grupo intercambiaron miradas. Dust no tardó en mirar a Killer de reojo, captando cada detalle de su reacción... o la falta de ella.
Finalmente, Nightmare rompió el silencio.
—Dust, tú liderarás esta misión. Killer está... "indispuesto" debido a una falta de disciplina —dijo, sin dejar lugar a dudas.
Killer permaneció en silencio, encajando perfectamente en su papel. Sabía que el "castigo" era solo una fachada, pero Dust no. Y ver cómo se desarrollaba el plan desde esa ventaja era algo que Killer disfrutaba.
Dust, sin embargo, no pudo resistir la oportunidad de lanzarle una mirada de triunfo.
—¿Castigado, Killer? —preguntó Dust con una sonrisa—. Parece que la lealtad no lo es todo, ¿eh?
Killer solo le devolvió una sonrisa neutral, mientras Dust, alzando la voz, aprovechaba para dejar su resentimiento en claro.
—Tal vez si no fueras tan... devoto de Nightmare, podrías pensar por ti mismo de vez en cuando —dijo Dust con sarcasmo.
Antes de que Dust pudiera seguir, Nightmare levantó una mano, demandando silencio. Sus ojos se posaron un momento en Killer, para luego dirigirse al resto del equipo.
—No olviden que todos aquí tienen un rol y que todos son reemplazables. Cumplan su misión sin desvíos y sin cuestionamientos.
Con esa orden firme, el asunto quedó cerrado. Dust, a regañadientes, aceptó, y Killer mantuvo su expresión neutral. Sabía que el plan que compartía con Nightmare iba mucho más allá de la misión que se les había asignado a los demás.
Cuando el grupo se dispersó, Nightmare se acercó a Killer, entregándole un trozo de tela de la capa de Dream con energía positiva que Dream impregno durante años usando, que emitía un tenue resplandor en medio de la penumbra del castillo.
—Con esta energía y un disfraz, te verás como alguien menos... problemático —dijo Nightmare, mientras Killer se colocaba el trozo de tela dentro de la chaqueta, listo para ejecutar el verdadero objetivo en Reapertale.
El juego había comenzado.
El templo de Gaster en Reapertale era una estructura imponente, sus paredes cubiertas de símbolos y runas antiguas que brillaban con una energía mágica etérea. El aire estaba impregnado de un poder tan denso que parecía casi tangible, y Killer, bajo su disfraz de Classic Sans, caminaba con la postura relajada y despreocupada de alguien que no comprende, o no teme, la magnitud de tal poder.
Finalmente, llegó a la sala principal, donde Gaster lo esperaba. La figura alta y sombría del dios de la magia, con sus ojos centelleando con inteligencia, lo observaba con una mezcla de sorpresa y suspicacia. La presencia de alguien como Classic en un universo tan protegido y restringido como Reapertale era, en el mejor de los casos, extraña.
—Sans... —murmuró Gaster, sin apartar la mirada de Killer—. No esperaba verte aquí. Nunca has mostrado interés en estos asuntos, especialmente después del Evento X. Y según tengo entendido, nunca has sido capaz de moverte entre universos por tu cuenta.
Killer sonrió de manera relajada, imitando perfectamente la expresión característica de Classic Sans, el original y más confiable de todos. Mantuvo su voz despreocupada y amigable, aunque cada palabra estaba cuidadosamente calculada.
—Je... bueno, ya sabes, las cosas han cambiado un poco desde el Evento X. Ese desastre obligó a varios de nosotros a trabajar juntos, y Dream e Ink me convencieron de que era hora de moverme un poco. Después de eso, incluso hicieron una alianza con otro Sans. Se llaman los Star Sanses ahora, y bueno... no es que yo esté muy involucrado, pero esta vez parecía importante. Ellos insisten en que Nightmare está tramando algo grande y querían que viniera a hablar contigo directamente.
La mención de los Star Sanses, una alianza nueva formada entre Dream, Ink, y otro Sans, hizo que Gaster entrecerrara los ojos. No era algo desconocido para él; el dios de la magia estaba al tanto de los cambios tras el Evento X y de la creación de esta coalición para proteger los universos. Sin embargo, el hecho de que Classic Sans, el original y generalmente neutral, se involucrara nuevamente era desconcertante.
Gaster avanzó un paso, su mirada se intensificó mientras evaluaba a Killer.
—Interesante... pero, Sans, siempre te has mantenido al margen de estos conflictos. Incluso cuando el multiverso estuvo en peligro durante el Evento X, tu participación fue casi forzada. ¿Por qué ahora, después de tanto tiempo, decides actuar de nuevo? —Gaster inclinó la cabeza, su tono lleno de escepticismo—. Y por supuesto, no puedes viajar por los universos sin ayuda. ¿Por qué tanto Dream como Ink decidieron enviarte a ti? No es como si necesitaran de ti específicamente.
Killer notó cómo Gaster lo observaba, como si cada palabra y cada movimiento suyo fuera un enigma que intentaba resolver. El dios de la magia era inteligente, y sus dudas estaban fundamentadas. Sin embargo, Killer ya estaba preparado para esta situación y respondió sin perder la compostura.
—Bueno, ya conoces a esos dos... Ink siempre está ocupado con sus nuevas creaciones, lidiando con la falta de memoria, y Dream tiene otros problemas de equilibrio. Decidieron que era mejor enviar a alguien menos... notorio. —Hizo una pausa, dejando escapar un suspiro como si se sintiera atrapado en una situación incómoda—. De hecho, me dijeron que Nightmare y los Bad Sans podrían seguirme hasta aquí, y por eso pensaron que sería mejor que yo me encargara. Yo paso desapercibido, ¿sabes?
Gaster se cruzó de brazos, sin dejar de mirarlo. El dios de la magia era conocido por su intelecto y capacidad para ver más allá de lo evidente, y no iba a dejarse convencer tan fácilmente.
—¿Así que los Star Sanses, el nuevo equipo que formaron Dream e Ink para proteger el multiverso, ahora confían en ti como emisario? —Gaster alzó una ceja, sus ojos brillando con suspicacia—. No encaja, Sans. Tú eres el original, el Sans primordial de todos los universos, y precisamente por eso has evitado involucrarte en conflictos innecesarios. Y ahora me dices que estás aquí, solo, en un lugar tan peligroso, sin ellos para respaldarte.
Killer sabía que estaba en un terreno delicado. Gaster no era alguien fácil de engañar, y cualquier error en su historia podría ser fatal. Decidió inclinarse más en la reticencia natural de Classic y en la amenaza que Nightmare representaba para el multiverso.
—Sí, bueno... —dijo Killer, dejando caer su voz en un tono casi resignado—. La verdad es que yo tampoco quería meterme en esto. Pero Dream me hizo una promesa después del Evento X. Él cree que soy una especie de "figura clave" y que, siendo el original, los demás Sanses confían en mí de alguna manera. —Hizo una pausa y fingió una risa nerviosa—. Francamente, sigo sin entender por qué yo. Pero aquí estoy, porque... bueno, Nightmare y su pandilla están tras algo importante. Algo que podría afectar a todos los universos.
Gaster lo observaba, su mirada evaluando cada palabra, cada matiz. Aunque las palabras de Killer tenían sentido, el dios de la magia aún no estaba completamente convencido.
—Dices que Nightmare está tras algo importante... ¿algo relacionado con los secretos de Reapertale? —Gaster lo miró fijamente, como si intentara ver más allá de sus ojos vacíos—. ¿Qué es exactamente lo que Nightmare quiere aquí? Y, ¿por qué Dream pensó que necesitabas hablar conmigo?
Killer, anticipando esta pregunta, bajó la voz, como si estuviera revelando un secreto.
—Es complicado. Nightmare está buscando maneras de controlar los universos, y Dream cree que hay algo aquí en Reapertale que podría darle esa ventaja. Pero nadie sabe exactamente qué es. Dream solo me dijo que necesitábamos respuestas y que tú, siendo el dios de la magia, podrías saber más sobre lo que podría estar buscando Nightmare.
Gaster se mantuvo en silencio, sus ojos fijos en Killer mientras procesaba sus palabras. Finalmente, asintió lentamente, aunque sus dudas no habían desaparecido por completo.
—Entiendo... Nightmare siempre ha sido ambicioso. Pero hay algo que no encaja, Sans. Si esta misión es tan importante, ¿por qué Dream o Ink no se quedaron cerca para asegurarse de que no estés en peligro?
Killer, sin perder su compostura, fingió una expresión de resignación.
—Esa es la parte más complicada. Dream e Ink están... en problemas. Los Star Sanses están ocupados con una amenaza en otro universo, algo relacionado con los movimientos de Nightmare. No podían estar aquí sin arriesgarse a ser detectados, y yo... bueno, soy el señuelo. Soy la cara que nadie sospecharía que vendría a hablar contigo. Si los Bad Sans me siguen hasta aquí, podrían confundirse y perder de vista a Dream e Ink.
Gaster observó a Killer, su mirada aún cautelosa, pero parecía aceptar la lógica de la situación. La idea de que Classic Sans, el original, estuviera actuando como una pieza secundaria y casi prescindible era lo suficientemente intrigante como para tener sentido en una estrategia desesperada. Además, si Nightmare realmente estaba tras algo en Reapertale, tenía lógica que Dream e Ink usaran todos los recursos posibles para detenerlo.
Tras unos instantes de reflexión, Gaster asintió, aunque no sin un último toque de escepticismo en su mirada.
—Muy bien, Sans. Si Dream confía en ti, entonces no puedo ignorar tus palabras. Ven conmigo; quiero mostrarte algo. Tal vez encuentres las respuestas que Dream e Ink tanto buscan.
Killer asintió, manteniendo su actitud relajada mientras seguía a Gaster por los oscuros pasillos del templo. Sabía que cada segundo de distracción creado por el equipo de Bad Sans en el exterior era vital, y que cualquier error podía costarle caro.
La primera fase del plan había sido un éxito, pero el verdadero desafío apenas estaba comenzando.
Gaster guiaba a Killer por los oscuros y antiguos pasillos del templo. Aunque parecía estar escuchando atentamente la historia, Killer podía percibir la cautela y las dudas en la mirada del dios de la magia. A pesar de las explicaciones y el pergamino que Nightmare le había confiado, Killer sabía que aún no había ganado completamente la confianza de Gaster.
Mientras caminaban, Killer decidió hablar sobre el contexto de los Star Sanses y los Bad Sanses, reforzando la idea de un conflicto amplio y complejo.
—Gaster, Nightmare ha estado más ambicioso desde el Evento X, expandiendo su grupo y sus seguidores —empezó Killer, adoptando el tono pausado y tranquilo de Classic Sans—. Y Dream e Ink... ellos han tenido que adaptarse, aliándose con otros. Ahora son los Star Sanses, y Dream cree que este conflicto tiene que ver con algo que los guardianes, como tú, han protegido desde el inicio del multiverso.
Gaster lo escuchó en silencio, sin dejar de caminar. Con cuidado, Killer sacó el viejo pergamino que Nightmare le había dado, un documento que contenía la última conversación entre al antigua guardiana del árbol de los sentimientos y Gaster. Extendió el pergamino hacia él, asegurándose de que pareciera una oferta sincera.
—Dream pensó que esta carta te ayudaría a entender mejor la situación —dijo Killer, su voz suave pero firme—. Es... algo que su creadora dejó atrás. Él cree que tú podrías encontrar respuestas aquí, respuestas que ni siquiera él llegó a comprender del todo.
Gaster tomó el pergamino con una mezcla de sorpresa y respeto. Nim la antierior guardina del árbol de los sentimientos, la creadora de Dream y Nightmare, había sido una guardiana con gran sabiduría y visión, alguien que comprendía la profundidad de los árboles y su conexión con el multiverso. La posibilidad de que esta carta contuviera su última conversación resonaba en Gaster de manera personal y profunda.
Mientras desplegaba el pergamino, Gaster leyó en silencio, y Killer, atento a cada reacción, notó cómo la expresión de Gaster se volvía sombría. Las palabras de Nim parecían aludir a un futuro oscuro, a un conflicto en el que los árboles podrían ser manipulados y los guardianes forzados a tomar decisiones extremas. En el pergamino, Nim expresaba su preocupación por el destino de sus hijos y el posible rol que jugarían en el equilibrio de los sentimientos y la magia del multiverso.
Sin embargo, había frases vagas y alusiones que parecían intencionales, como si Nim hubiera dejado un mensaje oculto, una clave que solo alguien con un entendimiento profundo de los árboles podría descifrar. Esto hizo que Gaster mirara a Killer, con una expresión que mezclaba dudas y curiosidad.
—Nim tenía una mente compleja y sabía que el futuro de sus creaciones estaría lleno de desafíos —dijo Gaster, sus palabras resonando en el silencio del templo—. Pero esta carta parece tener más de lo que muestra. No es un simple mensaje de despedida, sino un acertijo, como si hubiera querido advertirnos de algo que ni siquiera Dream ha llegado a comprender. Entonces, ¿por qué ahora, Sans? ¿Por qué me traes esto cuando antes ni siquiera Dream consideró decírmelo?
Killer sabía que la situación era delicada y que cualquier inconsistencia podría despertar más sospechas. Sin perder su expresión despreocupada, decidió inclinarse en el hecho de que Dream no había entendido completamente el mensaje de su madre, y que había confiado en Gaster para interpretarlo.
—Dream... —hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas—, él cree que Nightmare ha comenzado a interpretar cosas que él no comprende. Después de todo, Nightmare siempre ha sido el más analítico. Y Dream pensó que tú, por ser parte de los guardianes, podrías darle sentido a esa carta, más de lo que él podría solo.
Gaster asintió lentamente, mientras su mirada volvía al pergamino. Aunque la historia de Killer tenía lógica, sus dudas aún no se habían disipado. Para él, Sans siempre había sido alguien alejado de los conflictos, y verlo aquí, en una misión de esta magnitud, despertaba desconfianza. Pero el pergamino parecía suficiente para mantener su interés y sus dudas bajo control, al menos por el momento.
Mientras Tanto, la Misión de Distracción de los Bad Sans
A las afueras del templo, los Bad Sans llevaban a cabo su misión sin saber que era solo una distracción. Dust, Error, Horror, y Fell se movían con extrema cautela, cada uno en una posición estratégica para evitar ser detectados por los guardianes de Reapertale. La presión era intensa, pero para ellos, esta misión era real y el éxito significaba obtener información clave para Nightmare.
Dust, quien lideraba el equipo, estaba en constante vigilancia del perímetro, utilizando su instinto y conocimiento de combate para mantener al grupo fuera del alcance de los guardianes.
—Error, ¿cómo va la barrera? —murmuró Dust, asegurándose de que su voz no se elevara demasiado.
Error, siempre con su habilidad para manipular y desestabilizar dimensiones, se concentraba en distorsionar las barreras mágicas que rodeaban el templo.
—Logré crear un par de "huecos" temporales en las barreras —respondió Error, con un tono seguro—. Pero no van a durar mucho, así que más vale que no hagan ruido.
Horror, mientras tanto, vigilaba la retaguardia, manteniendo una presencia silenciosa pero lista para actuar si alguno de los guardianes detectaba su presencia. Fell, siendo el miembro más nuevo, observaba cada movimiento con intensidad, aprovechando la oportunidad para aprender de los otros Bad Sans.
A pesar de sus esfuerzos, Dust no podía evitar sentir una ligera duda. Algo en la misión le parecía extraño; la urgencia con la que Nightmare los había enviado aquí, el hecho de que Killer no estuviera presente... pero su lealtad al equipo y su rol como líder lo impulsaban a enfocarse en el éxito.
Para Dust, esta misión era una prueba de su capacidad de liderazgo, y aunque desconocía la verdadera razón detrás de ella, estaba decidido a cumplirla con éxito.
Dentro del templo, la luz se hacía tenue mientras Gaster y Killer descendían hasta una cámara profunda, una sala silenciosa rodeada de murales que narraban historias antiguas de los árboles y sus guardianes. Gaster, sosteniendo aún el pergamino, parecía pensativo, pero Killer podía ver que la desconfianza en su mirada no había desaparecido. Finalmente, Gaster rompió el silencio, observando el pergamino como si esperara encontrar respuestas ocultas en él.
—Sans, Nim, Luciana y yo... sabemos cuál es nuestro rol —dijo Gaster, sus palabras resonando en el silencio de la cámara—. Cada uno de nosotros ha dedicado su existencia a proteger lo que los árboles representan. Nim entregó mucho para asegurar que sus hijos pudieran preservar el equilibrio de los sentimientos; Luciana, aunque solitaria, continúa vigilando el Árbol de las Realidades, y yo... me encargo del Árbol de la Magia, protegiendo sus secretos y poderes.
Gaster miró a Killer, su expresión severa y penetrante.
—Nim siempre fue un misterio, incluso para mí —admitió Gaster—. Aunque discutimos muchas veces sobre los árboles y el equilibrio, ella siempre parecía ver más allá, anticipando eventos que ni siquiera yo podía imaginar. Si este pergamino es su último mensaje... entonces su importancia podría ser mayor de lo que incluso Dream imagina.
Killer, sabiendo que cada segundo era valioso, aprovechó la pausa para añadir algo más.
—Dream y los otros Star Sanses están lidiando con parte del grupo de Nightmare ahora mismo. Él sabía que Nightmare está más interesado en ti y en el Árbol de la Magia que en cualquier otro árbol. Así que pensó que, si yo venía aquí solo, podríamos adelantarnos a Nightmare sin levantar sospechas.
Gaster lo observó en silencio, su mirada escrutadora. Aunque las palabras de Killer parecían coherentes, Gaster no podía ignorar la extraña elección de Dream al enviar a Classic Sans en lugar de venir personalmente o enviar a Ink, su mano derecha en la alianza de los Star Sanses.
—Entiendo, Sans... pero ten en cuenta que, como guardián, he visto demasiadas veces cómo una mala decisión puede costarnos caro. Si Dream confía en ti, consideraré tus palabras. Pero aún así... —Gaster hizo una pausa, mirándolo con dureza—, si lo que dices sobre Nightmare es cierto, su ambición puede poner en peligro todo lo que hemos protegido.
Killer asintió, aunque sabía que el juego mental con Gaster estaba lejos de terminar.
Dentro de la profunda cámara del templo, Gaster observaba a Killer con cautela, mientras cada palabra resonaba en el silencio pesado de la sala. Killer podía sentir la tensión en el aire, notando que el dios de la magia aún no estaba completamente convencido. Sin embargo, sabía que Nightmare había diseñado este plan con precisión, y pronto recibiría la ayuda perfecta para reforzar su historia.
Mientras Tanto, Afuera del Templo: La Presión sobre Dust
En las afueras del templo, el equipo de Bad Sans seguía con su misión, cada uno moviéndose en su posición designada. Sin embargo, Dust, quien lideraba al equipo, comenzaba a sentir la presión. La constante vigilancia y el riesgo de ser descubiertos por los guardianes de Reapertale lo tenían en un estado de tensión máxima. A medida que avanzaban, su paciencia se iba desgastando.
Dust observó a Error, quien estaba fragmentando la barrera mágica para permitirles una vía de acceso. Sin embargo, la lentitud con la que el proceso avanzaba comenzaba a frustrarlo.
—¡Error, apúrate! —murmuró Dust con impaciencia, lanzándole una mirada feroz—. ¿Quieres que nos descubran o qué?
Error, sin inmutarse, continuó trabajando en la barrera con la precisión de siempre. Sabía que cualquier error podría delatarlos, y no estaba dispuesto a ceder ante la presión de Dust. Pero Dust no estaba dispuesto a quedarse quieto. La tensión acumulada y su deseo de demostrar su liderazgo lo empujaban a actuar con más intensidad de la necesaria.
Horror, manteniéndose en la retaguardia, observaba la situación en silencio, percibiendo que Dust estaba perdiendo el control de sus emociones. Fell, en cambio, parecía nervioso, miraba a Dust esperando órdenes claras pero comenzaba a dudar de su liderazgo.
Dust apretó los puños, sintiendo que la misión avanzaba demasiado lento. Decidido a tomar acción, Dust levantó su voz, olvidando por un momento el riesgo de ser detectado.
—¡No podemos perder más tiempo aquí! —exclamó en un tono bajo pero firme—. ¡Si nos movemos rápido, podemos adelantarnos antes de que cualquiera de esos guardianes se dé cuenta de que estamos aquí!
El ruido de su voz, aunque bajo, resonó en el silencio de la noche, y en ese instante, una sombra se deslizó en la oscuridad. Uno de los guardianes de Reapertale, atraído por el sonido, comenzó a acercarse, investigando la presencia del equipo de Bad Sans.
Dust contuvo la respiración, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. Error, sin perder la compostura, hizo un gesto rápido a los demás para que se dispersaran. Fell, Horror y Error se movieron en silencio, ocultándose en las sombras volviéndose prácticamente invisibles.
El guardián se detuvo a unos metros de ellos, observando el área con una intensidad escalofriante. Dust, sin embargo, no pudo evitar que un leve ruido escapara de su posición, y el guardián giró en su dirección. Sin pensarlo dos veces, Dust se lanzó al ataque, su impaciencia finalmente desbordada.
—¡Nos descubrieron! ¡Ataquen! —exclamó Dust, levantando su arma y lanzándose contra el guardián.
El caos estalló en un instante. El guardián, sorprendido por el ataque, respondió con un poder arrollador, lanzando una ráfaga de energía que iluminó el área. Error, Fell y Horror se unieron a la lucha, conscientes de que el ataque ya había sido iniciado. La pelea era ruidosa y rápida, atrayendo la atención de otros guardianes que comenzaban a moverse en dirección al templo.
Dentro del Templo: El Plan de Killer y Nightmare en Acción
Dentro del templo, Gaster levantó la cabeza al escuchar el estruendo de la batalla en el exterior. La energía del enfrentamiento vibraba a través de las paredes, alertando de inmediato al dios de la magia. Killer, fingiendo sorpresa y preocupación, miró en dirección al ruido.
—Parece que los Bad Sans llegaron pronto hasta aquí después de todo... —murmuró Killer, aparentando nerviosismo—. Dream pensó que podríamos adelantarnos a Nightmare, pero parece que él tenía otros planes.
Gaster, observando la reacción de Killer, pareció evaluar la situación. El estruendo de la pelea y la presencia de los Bad Sans coincidían con la historia que Killer le había contado. La mención de Nightmare y su obsesión por el poder de los árboles parecía justificarse por el ataque repentino de su grupo.
—Entonces, Nightmare realmente está tras ti, Sans —dijo Gaster, sus palabras llenas de un nuevo entendimiento—. Si esto es cierto, debemos apresurarnos. Si logra atraparte, cualquier información que tengamos sobre los árboles podría estar en peligro.
Killer asintió rápidamente, manteniendo su papel de Classic Sans. La batalla en el exterior servía como la distracción perfecta, creando la ilusión de que los Bad Sans estaban tras él.
—Sí, Gaster... Dream e Ink hicieron lo posible para distraerlos, pero parece que no fue suficiente. Nightmare y los suyos están decididos a obtener algo de aquí. —Killer miró a Gaster con aparente preocupación—. Tal vez sea mejor si salimos de aquí antes de que sea demasiado tarde.
Gaster, ahora completamente convencido de que Nightmare y los Bad Sans buscaban capturar a Classic Sans, asintió. Sin embargo, aún mantenía sus dudas en lo profundo de su mente. A pesar de la aparente coherencia de la historia, Gaster no dejaba de sentir que algo era... extraño. No obstante, el ataque en el exterior exigía una respuesta inmediata.
—Vamos, Sans. Debemos movernos —dijo Gaster, guiando a Killer hacia un pasaje oculto en el templo—. Con la información que Nim dejó en el pergamino, podré hacer todo lo necesario para proteger el Árbol de la Magia.
Killer lo siguió, satisfecho de que el plan de Nightmare se desarrollaba perfectamente. Con Dust liderando el ataque afuera, la distracción había sido efectiva, y Gaster ahora creía que los Bad Sans estaban realmente tras Classic Sans.
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la primera pieza fue movida y todo está saliendo a la perfección......=)
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¡Hola personitas! 🌟 Espero que hayan disfrutado del capítulo, que es solo la primera parte de dos. El plan de estos dos personajes está avanzando de maravilla... ¿o ustedes qué opinan? 😆 Escribir sobre ellos siempre es muy divertido, especialmente porque ambos saben cómo mover sus piezas como si fuera una partida de ajedrez. 🎲🕹️ De ahí viene el título, claro.
Para mí, Nightmare es el rey ♔ y Killer la reina ♕. Tal vez sea una señal de lo que vendrá en el futuro o de cómo terminarán las cosas. En el ajedrez, la reina protege al rey... aunque a veces tenga que sacrificarse. ♟️💔
Bueno, hasta aquí el cap. En unos segundos ya debería estar publicado a continuación. ¿Lograrán que su plan salga a la perfección, o todo se desmoronará? 😱 Nos leemos luego, y gracias como siempre por seguir esta historia. ¡Hasta pronto! 🌌📖
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