Bonus #3: La Oscuridad del Aburrimiento
Aclaración: 🌟 ¡Hola, personitas! Antes de comenzar el Bonus #3, quiero hacer una pequeña aclaración. Este capítulo será narrado desde la perspectiva de Killer, y abarcará sus primeras impresiones y pensamientos desde el inicio hasta su primer enfrentamiento con los Star Sanses. Así que, sin más preámbulo, ¡les dejo con el capítulo! 😄✨
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El Inicio
Matar se había vuelto rutina. Chara y yo habíamos formado un trato, un acuerdo tan simple que ni siquiera importaba recordar los detalles. Al principio, fue... interesante. La determinación me impulsaba hacia adelante, cada muerte me hacía sentir más poderoso, más invencible. Pero con el tiempo, algo cambió.
Matar dejó de tener significado. Cada monstruo que caía, cada alma que absorbía, se sentía igual. Chara seguía allí, hablándome en la cabeza, tratando de mantener ese impulso. Pero lo que no entendió fue que ya no quedaba nada por sentir.
Y un día... simplemente la maté.
No fue premeditado, no fue un acto consciente de rebelión. Simplemente sucedió. Ella estaba en mi camino, y la maté como a cualquier otro monstruo. Absorbí su determinación, y eso fue todo. Se acabó.
A partir de ese momento, todo cambió. No quedaba nada. Ni Chara, ni los monstruos, ni los sentimientos. Nada. El aburrimiento me envolvía como una niebla pesada, cada día era una repetición monótona del anterior. Matar se había vuelto tan insignificante como respirar. No había emoción en ello, solo... vacío.
Fue entonces cuando Nightmare apareció. Lo sentí antes de verlo, como una sombra moviéndose entre las grietas del universo. Sabía que venía por mí, no porque fuera especial, sino porque algo en mí le llamaba la atención. Lo único que quedaba de mí: los últimos residuos de emociones negativas.
Lo vi desde lejos, pero no me acerqué. No tenía razón para hacerlo. Pero él fue quien se acercó. En su oscuridad, había algo intrigante, algo que no se veía en las almas comunes que había destruido. Nightmare tenía un propósito. Algo más grande que el simple acto de matar.
"Killer, veo lo que has hecho. Has vaciado tu mundo. Y ahora estás atrapado en el aburrimiento, en la monotonía."
Lo dijo como si hubiera estado observándome durante todo este tiempo. No lo contradije. Sabía que tenía razón. Ya no quedaba nada para mí en mi propio universo.
"¿Qué tal si te ofrezco algo nuevo? Un propósito. Un escape del aburrimiento. Y, quién sabe... quizás incluso un desafío."
Acepté. No fue porque me convenciera con grandes palabras ni promesas vacías. Lo hice porque no había nada más. Nadie. Nada. Matar a los mismos monstruos una y otra vez se había vuelto inútil. Al menos con él, había algo nuevo. Algo diferente.
Al principio, pensé que Nightmare buscaba en mí algo más de lo que podía ofrecerle. Tal vez esperaba que aún quedara algún vestigio de remordimiento, de culpa, algo que pudiera manipular. Pero no había nada de eso. Todo lo que quedaba en mí era vacío y determinación. Y esa era la razón por la que me eligió.
Yo era el primero. Su primera pieza.
Después llegaron los otros. Dust, con sus remordimientos y alucinaciones, Horror, con su fuerza bruta y desesperación. Todos tenían sus motivos, sus cargas. Yo no. Yo era simple. Directo. Mortal.
Nightmare sabía que podía contar conmigo no por alguna clase de lealtad emocional, sino porque no había nada que me atara a otra cosa. Y eso me hacía perfecto para su plan.
Así fue como empezó. El trato, el caos, el propósito. Y ahora, simplemente sigo caminando. Sigo destruyendo. No por odio, no por placer. Simplemente porque es lo que hago.
La Próxima Jugada
La rutina de destrucción y conquista es mi único consuelo. Cada AU que caía bajo mi mando se convertía en una pieza más en el tablero de Nightmare. Destruir, dominar, repetir. Cada movimiento es calculado, y el aburrimiento es mi único enemigo real. No tengo espacio para distracciones.
Cuando Nightmare decidió incorporar a Dust en el grupo, mi eficiencia y mi enfoque fueron desafiados. Nightmare me había presentado a Dust como una adición estratégica. "Killer, este es Dust," dijo con una frialdad calculada. "Estará trabajando contigo a partir de ahora."
Desde el principio, la presencia de Dust fue una alteración en la perfecta maquinaria que había logrado establecer. Él no era como yo. Mientras yo seguía las órdenes sin cuestionar, Dust parecía estar atrapado en una marea de conflictos internos. Cada misión con él estaba cargada de incertidumbre.
"¿Qué demonios estás haciendo, Dust?" solía preguntar, mi voz cargada con una frialdad calculada. Él desvió la mirada, murmullos incomprensibles escapando de sus labios. Su comportamiento errático interfería con nuestras estrategias. La voz de su hermano, que parecía guiarlo, solo complicaba las cosas.
Nightmare y yo habíamos establecido un equilibrio. Mi lealtad era inquebrantable, y mis acciones eran directas y sin vacilación. Dust, por otro lado, se veía constantemente arrastrado por su pasado y sus propios demonios, lo cual afectaba nuestras operaciones.
"¿Por qué sigues obedeciendo a Nightmare sin cuestionar?" solía preguntarme Dust con sarcasmo. "¿Acaso no te importa ser solo un peón en sus juegos?"
Mis respuestas eran simples: no tenía emociones que me distrajeran. Mi propósito era claro, y mi eficiencia en cumplir las órdenes de Nightmare hablaba por sí misma. Mientras Dust luchaba con su propio tormento, yo me concentraba en ejecutar las órdenes con precisión. La lealtad no era una cuestión de elección para mí; era una función inherente.
Las discusiones entre nosotros eran inevitables. Dust solía ralentizar las misiones, influenciado por las conversaciones con su hermano. Esto resultaba en tácticas que no siempre eran las más efectivas. Me encontraba corrigiendo sus errores y ajustando nuestros planes para asegurar el éxito.
"Killer," dijo Nightmare en una de nuestras reuniones privadas, su oficina un lugar reservado para pocos, "necesito que te concentres en la próxima fase del plan. Dust aún no está preparado para estas tareas."
Las constantes burlas de Dust sobre mi lealtad a Nightmare eran solo una manifestación de su propia frustración. Él no entendía que mi falta de emociones era una ventaja, no una desventaja. "Parece que estás aquí para proteger a Nightmare," solía decir, "como si fueras una reina en su juego de ajedrez."
La imagen que él pintaba era una interpretación interesada y distorsionada de nuestra dinámica. Para mí, la lealtad a Nightmare era un hecho lógico y necesario. A medida que pasaba el tiempo, aprendí a manejar a Dust y su locura. Aunque nuestras interacciones continuaban siendo tensas, su desorden mental ya no me desconcertaba tanto. La dinámica entre nosotros se había convertido en una parte constante de mi rutina, una que enfrentaba con la misma precisión con la que ejecutaba cada misión.
Mi propósito seguía siendo el mismo: cumplir con las órdenes de Nightmare y asegurar la victoria. No había lugar para distracciones emocionales en mi existencia. Dust, con su caos y su cuestionamiento, era solo una pieza más en el tablero.
Nuevos Jugadores en el Tablero
Años han pasado desde que me uní a Nightmare. Cuando Horror llegó al grupo, su presencia fue un cambio notable. Aunque no vivía en el castillo, su relación con Nightmare era crucial. Horror provenía de un AU donde el canibalismo era común debido a la falta de comida y protección. Para él, cumplir las órdenes de Nightmare no solo era necesario, sino esencial para mantener la estabilidad en su hogar. Su habilidad para sobrevivir en un entorno tan brutal le hizo un activo valioso para nuestras misiones.
A pesar de no residir con nosotros, Horror mantenía una relación funcional con el equipo. Su lealtad era evidente, y su capacidad para cumplir las órdenes de Nightmare nos daba resultados positivos. No estaba en el castillo, pero entendía el valor de su papel en nuestro grupo.
En contraste, mi relación con Dust seguía siendo un campo de batalla constante. Dust y yo discutíamos frecuentemente. Él no entendía por qué seguía a Nightmare tan lealmente, y no perdía oportunidad para burlarse de mí, llamándome el "perro faldero" de Nightmare. Cada vez que me cuestionaba sobre mi lealtad, me recordaba que a sus ojos yo era solo una pieza en el tablero de ajedrez de Nightmare. Eso me irritaba, pero también me mantenía enfocado.
Las tensiones entre Dust y yo se agravaban aún más cuando él se detenía a escuchar la "voz" de su hermano. Sus alucinaciones a menudo ralentizaban nuestras estrategias, y yo tenía que lidiar con esos retrasos para asegurar que las misiones siguieran adelante. No importaba cuán complicado fuera, el objetivo era siempre el mismo: completar la misión.
La incorporación de Error al equipo también trajo nuevos desafíos. Aunque Nightmare y yo discutíamos en privado sobre cómo integrar a Error, su energía caótica podía ser tanto una ventaja como un problema. Su naturaleza impredecible requería un manejo cuidadoso, pero yo sabía cómo ajustar los controles para mantener las cosas bajo control. A pesar de sus tendencias erráticas, manteníamos una relación funcional. Error podía ser difícil, pero aprendí a manejar sus excentricidades de manera efectiva.
Nightmare y yo también pasábamos tiempo discutiendo estrategias en privado, especialmente sobre cómo maximizar el potencial de Error. A diferencia de Horror, cuya lealtad estaba arraigada en la estabilidad de su AU, Error traía un caos que, cuando se controlaba adecuadamente, podía ser extremadamente beneficioso.
Aunque carezco de emociones, no soy insensible a las dinámicas del grupo. Manejar las tensiones entre Dust, Horror y Error requiere una precisión que solo alguien en mi posición puede ofrecer. Cada miembro aporta algo único al grupo, y mi habilidad para navegar entre sus personalidades y desafíos sigue siendo crucial para el éxito de nuestras misiones. Mi relación con Nightmare y mi enfoque pragmático aseguran que el equipo permanezca enfocado en nuestros objetivos, sin importar los conflictos internos.
La Primera Batalla Contra los Star Sanses
El primer enfrentamiento con los Star Sans fue una completa sorpresa. Habíamos estado en medio de otra de nuestras misiones, tomando control de un AU. Todo parecía ir bien, hasta que esos tres aparecieron. Desde el momento en que los vi, algo no cuadraba. Eran diferentes a cualquier cosa que hubiera enfrentado antes. Error reconoció a uno de ellos de inmediato, soltando el nombre de Ink con un veneno en su voz que no había escuchado antes.
La batalla fue intensa. Error y Ink se enfrentaron como si estuvieran destinados a hacerlo. Era evidente que tenían una rivalidad previa. Horror, con su fuerza bruta, logró neutralizar algunos de sus ataques, pero incluso él estaba teniendo problemas. Dust y yo, por otro lado, intentamos mantenernos coordinados. Sabíamos que necesitábamos unir nuestras fuerzas, pero esos Star Sans representaban algo que hacía que mis habilidades habituales no fueran suficientes: esperanza.
Podía sentir cómo esa maldita esperanza comenzaba a infiltrarse en mi mente, pero no me dejé llevar. Mantuve mi enfoque en las estrategias, tratando de encontrar una forma de superar a estos oponentes. Pero la realidad era clara: estábamos perdiendo.
En un momento, cuando los Star Sans estaban a punto de atraparnos, posiblemente para interrogarnos, Nightmare apareció de repente y nos teletransportó de vuelta a su guarida, su castillo. La sensación de fracaso era palpable. Todos sabíamos que habíamos perdido, y el primer regaño de Nightmare no tardó en llegar.
Nos reunió en la sala principal, su mirada sombría recorriendo a cada uno de nosotros. "Esto no fue solo una derrota," comenzó, su voz cargada de desaprobación. "Fue un desastre absoluto. ¿Así es como piensan enfrentar a nuestros verdaderos enemigos?"
Nightmare se paseó frente a nosotros, sus ojos brillando con una furia contenida. "Esos Star Sanses no son simples oponentes. Son la antítesis de lo que representamos. Mientras que nosotros sembramos el caos y la desesperación, ellos traen esperanza y positividad a todo el multiverso. No pueden subestimarlos."
Luego, se dirigió a mí. "Killer, has mostrado tu valía en muchas ocasiones, pero esta vez, fallaste. No me importa lo que sentiste o no sentiste en el campo de batalla. Necesito que te concentres en cómo destruir esa esperanza que ellos representan."
Sentí un pequeño nudo en mi estómago, algo raro para mí. No solía sentir nada, y menos desde que había perdido mis emociones, pero esta vez... algo había cambiado. No era solo la derrota, era la humillación. Esa esperanza con la que los Star Sans nos habían vencido me quemaba más de lo que quería admitir.
Nightmare no paró ahí. Me llevó a su oficina privada, un lugar al que solo algunos de nosotros teníamos acceso. Sabía que lo que venía a continuación sería crucial. Me senté frente a él, observando cada movimiento, cada cambio en su expresión. Esperé a que comenzara.
"Quiero que entiendas algo, Killer," dijo mientras me miraba fijamente, su voz más baja, casi confidente. "El líder de esos Star Sans es mi hermano, Dream. Somos gemelos, pero nuestras diferencias son irreconciliables. Mientras yo fui consumido por la oscuridad, él se alimentó de la luz. No solo es nuestro enemigo; es mi enemigo personal."
Pude ver la intensidad en los ojos de Nightmare mientras hablaba de Dream. Era como si, por un breve instante, el imponente líder que todos conocíamos hubiera desaparecido, revelando a alguien profundamente afectado por su historia. La simple mención de su hermano lo alteraba de una manera que no había visto antes. Y eso me hizo ver a Dream bajo una nueva luz. No solo era una amenaza para Nightmare; ahora también lo era para mí.
"Sé que no te importa el pasado, Killer," continuó, su tono cambiando ligeramente, volviéndose más calculador. "Pero hay algo que debes entender: Dream y su equipo creen en la redención. Creen que pueden salvar a todos, incluso a nosotros. Esa es su debilidad. Úsala en nuestro próximo enfrentamiento. Estudia sus movimientos, sus habilidades, todo. Y cuando llegue el momento adecuado, destruiremos toda esa esperanza en la que se apoyan."
Me incliné ligeramente hacia adelante, sintiendo cómo esa chispa de emoción negativa que había sentido antes comenzaba a crecer. La derrota no era algo que pudiera dejar pasar. "Ellos me hicieron sentir algo, Nightmare," confesé, algo que raramente hacía. "No me gustó. Esa esperanza... No debería haber tenido ningún efecto en mí. Pero lo tuvo. Y eso lo convierte en algo personal."
Nightmare asintió lentamente, como si ya hubiera esperado esa respuesta. "Por eso confío en ti, Killer. De todos en mi grupo, tú eres el cerebro, la pieza más astuta en mi juego de ajedrez. Los otros pueden ser poderosos, pero tú... Tú entiendes el juego en un nivel diferente. Por eso te elegí primero, porque sabía que podrías ser el líder en las sombras, la mente detrás de nuestras estrategias."
Sus palabras resonaron en mi mente. Saber que Nightmare me veía de esa manera no solo me dio una sensación de orgullo, sino que también reforzó mi determinación. "No cometeré el mismo error dos veces," le dije, esta vez con más convicción. "Los Star Sans ganaron una batalla, pero la guerra... la guerra será nuestra. Y haré que paguen por lo que nos hicieron."
Nightmare se recostó en su silla, una pequeña sonrisa asomando en su rostro. "Eso es lo que quería escuchar, Killer. Sigue adelante con esa determinación, y juntos, aplastaremos toda esperanza que quede en el multiverso."
Salí de la oficina de Nightmare con una nueva claridad. Ya no era solo una misión; era algo personal. Los Star Sans podrían haber ganado esta vez, pero estaban lejos de ganar la guerra. Y cuando llegara el momento, me aseguraré de que su esperanza se desmorone ante mis ojos.
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¡Holiwis, queridos lectores! 🤗💖 A los que aún siguen la historia, ¡espero que les hayan encantado estos dos bonus seguidos! 🎉✨ En el último, vamos a conocer un poquito más al Killer de NAJ (Nerd and Jock) 😎. ¡Se vienen cositas después de este último bonus que publiqué! 👀🎁
Quiero agradecer a todas las personitas que escriben comentarios y votan. 🙏💬 Cada comentario y voto me llena de alegría y me motiva a seguir mejorando esta historia. 🌟💪
¡Una disculpita por la demora! 🕰️ Pero espero que estos bonus que publiqué les hayan gustado mucho. 🥳 Ahora estamos a la espera del último bonus... ¡Nos leemos allí! 📖✨
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