Bonus#2: El Origen de los Árboles
Al principio de los tiempos, cuando el multiverso apenas comenzaba a formarse, existían tres árboles fundamentales, cada uno con un propósito único y vital para el equilibrio del universo: el Árbol de los Sentimientos Positivos y Negativos, el Árbol de la Magia y el Árbol de las Realidades. Cada uno de estos árboles tenía un guardián, pero en esos primeros días, tanto los árboles como sus guardianes eran débiles y sus formas no estaban completamente definidas.
Fue la llegada del fandom de "Undertale" lo que comenzó a dar forma al multiverso. La influencia de esta comunidad creativa y apasionada provocó que el Árbol de las Realidades creciera rápidamente, sus raíces expandiéndose y fortaleciendo las diversas realidades emergentes. Este crecimiento acelerado tuvo un efecto catalizador en los otros dos árboles. Inspirados por la expansión del Árbol de las Realidades, el Árbol de los Sentimientos Positivos y Negativos y el Árbol de la Magia también comenzaron a crecer a un ritmo acelerado, resonando con la nueva estructura del multiverso.
A medida que los árboles crecían, los guardianes comenzaron a tomar formas más definidas, ajustándose al nuevo equilibrio que surgía. Sin embargo, ellos no comprendían por completo las formas que adoptaban ni las razones detrás de su transformación. La guardiana del Árbol de los Sentimientos Positivos y Negativos, cuya influencia abarcaba todo el espectro emocional del multiverso, adoptó una forma similar a la de un monstruo. Reflejaba la dualidad de su responsabilidad, comprendiendo y manipulando tanto la luz de la esperanza como la oscuridad del miedo. Esta apariencia monstruosa parecía surgir de algún lugar profundo e incomprensible dentro de ella misma.
El Árbol de la Magia encontró su guardián en una figura que adoptó la apariencia de "Gaster" del universo de Reapertale, donde todos los personajes eran dioses. Gaster, el dios de la magia y el conocimiento, se convirtió en el protector de las fuerzas arcanas y las energías místicas que fluían a través del multiverso. Aunque esta forma le resultaba extraña y enigmática, sentía una conexión profunda con ella, como si alguna fuerza invisible lo guiara a aceptar esta identidad.
Mientras tanto, la guardiana del Árbol de las Realidades tomó la forma de un monstruo tipo conejo. Su apariencia adaptándose a la naturaleza emergente del multiverso. Ella no entendía completamente por qué había adoptado esta forma, pero sentía que estaba intrínsecamente ligada a su deber de asegurar que las múltiples realidades crecieran en armonía, evitando que el caos primordial regresara y desestabilizara el equilibrio recién alcanzado.
A medida que el multiverso tomaba forma, los guardianes se encontraron cada vez más ligados a sus responsabilidades y a las realidades que protegían. Sin embargo, las fuerzas del fandom comenzaron a influir más profundamente, creando nuevos universos y realidades que llamaban a los guardianes a diferentes rincones del multiverso.
El primero en sentir esta llamada fue el guardián del Árbol de la Magia. Atraído por el universo de Reapertale, donde la magia y el conocimiento eran venerados, Gaster decidió llevar consigo el Árbol de la Magia a este nuevo mundo. Aunque no comprendía del todo por qué, sentía que su lugar estaba allí, protegiendo la magia en ese entorno específico.
La guardiana del Árbol de los Sentimientos Positivos y Negativos también sintió una llamada. Un universo en su principio, desierto y con puras praderas, la atrajo. Allí, podía sentir la amplitud de las emociones humanas y monstruosas aún por definirse. Sin entender completamente la razón, decidió llevar su árbol a este nuevo lugar, estableciéndose allí para guiar y equilibrar las emociones que surgirían en esta nueva realidad.
Finalmente, la guardiana del Árbol de las Realidades se encontró sola. Con la responsabilidad de mantener el equilibrio de todas las realidades, decidió quedarse en su posición original. A medida que el multiverso seguía expandiéndose, su tarea se volvía cada vez más compleja. Aunque no entendía completamente por qué sentía la necesidad de permanecer allí, sabía que su deber era vigilar y proteger el Árbol de las Realidades, asegurando que el multiverso permaneciera en equilibrio.
Los guardianes, ahora separados por vastas distancias pero unidos en propósito, continuaron su vigilancia. Cada uno de ellos desempeñaba un papel crucial en la formación y mantenimiento del multiverso, mientras el legado de Undertale y las múltiples dimensiones que emergieron de él continuaban creciendo y entrelazándose en el gran tapiz del cosmos.
Entrada #1
Bueno... aquí voy otra vez. Nunca pensé que escribir en un diario fuera para mí, pero Gaster insiste en que es útil. Dice que ayuda a organizar los pensamientos. Tal vez él tiene razón, pero honestamente, no sé por dónde empezar.
Mis compañeros se fueron hace ya bastante tiempo. Cada uno fue llamado por su propio universo, y yo... solo me quedé. Lo acepté, lo entendí, porque todos tenemos un propósito, pero ahora me pregunto si hice lo correcto. Este Árbol es importante, claro, pero últimamente todo se siente... vacío. El silencio es diferente cuando ya no tienes a nadie con quien compartirlo.
Los días se mezclan, y aunque el Árbol florece y las raíces se expanden, siento que algo falta. Quizás es el movimiento, la energía que traían mis compañeros. Ahora todo es quietud.
Cuando Gaster vino de visita, fue un respiro. Él siempre tiene ese aire misterioso, como si supiera algo que yo no. Mencionó que está trabajando en un proyecto, pero no quiso decir mucho más. Solo me sugirió que escribiera mis pensamientos, como si eso fuera a resolver todo. Y aquí estoy, intentando hacerlo.
No sé realmente qué estoy esperando. Quizás sea que algo nuevo ocurra, o tal vez solo necesito acostumbrarme a esta soledad. Pero por ahora, el Árbol sigue creciendo... y yo solo observo.
Entrada #2
Ha pasado tanto tiempo... A veces me pregunto cuántos ciclos han transcurrido desde que mis compañeros partieron. El Árbol ha crecido, más de lo que imaginé. Sus ramas se extienden hacia el infinito, y cada día parece brotar una nueva hoja, brillante, vibrante. Cada hoja refleja un universo diferente, creciendo junto con el Árbol.
A veces me acerco a una de esas hojas y la observo. En cada una, hay un inicio. Un destello de vida, un movimiento de energía. Es fascinante. Los universos son tan diversos, tan únicos. Me pierdo en ellos por momentos, viendo cómo nacen, cómo crecen. Es como si pudiera sentir el latido de cada uno, conectado a las raíces del Árbol.
Hoy vi una hoja nueva. Tenía un brillo diferente, como si guardara un secreto especial. Me acerqué y pude ver cómo el universo en su interior tomaba forma. Es difícil de describir, pero cada uno tiene un patrón único, una forma de comenzar que parece resonar con las otras hojas.
Me pregunto si algún día este Árbol dejará de crecer. Parece que con cada nuevo universo, su poder se extiende más. Y yo... sigo aquí, observando. A veces siento que no soy más que una espectadora en esta expansión infinita, sin más propósito que cuidar de este Árbol que sigue multiplicándose.
Gaster no ha vuelto desde hace mucho. Me pregunto qué será de su proyecto, si aún sigue trabajando en él o si, como yo, se ha perdido en la inmensidad de los universos.
Entrada #3 ¿Qué día es hoy?
No sé, no importa. El Árbol sigue creciendo, hojas y más hojas. Universos. Crecen, cambian, se apagan, vuelven a empezar. Es un ciclo interminable. ¿Cuántas veces he visto esto? ¿Cuántos universos más surgirán antes de que algo cambie? No lo sé. Estoy aquí, como siempre, observando. Solo... observando.
Vi una hoja hoy. Brillaba. O tal vez no. Tal vez fue solo mi imaginación. Me acerqué, y el universo dentro parecía moverse demasiado rápido. ¿Por qué tan rápido? ¿Es diferente? No, es igual a los demás.
¿Qué más puedo decir? Gaster no ha vuelto. O sí, no lo recuerdo. Mi cabeza está llena de hojas y ramas. Todo se mezcla. Estoy cansada.
Debería dibujar algo... o tal vez no. ¿Qué podría dibujar? Este Árbol, supongo. Hojas. Solo hojas.
Entrada #4 ¿QUÉ DÍA ES HOY?
No importa. ¡NADA IMPORTA! Gaster volvió hoy. NO SÉ POR QUÉ SIGO ESCRIBIENDO ESTO. GASTER VOLVIÓ... Y TODO SE FUE AL INFIERNO. La otra guardiana... mi amiga, MI AMIGA... ¡ESTÁ MUERTA! ¡MUERTA! ¿Cómo pasó esto? ¡NO DEBERÍA SER POSIBLE!
UN MALDITO MERCENARIO. Un ser insignificante... ¡¿Cómo puede ser que alguien tan importante, tan fuerte, haya sido derrotada por eso?! ¿Cómo... POR QUÉ?! ¡NO LO ENTIENDO! Gaster dijo que el mercenario ya está muerto, pero qué más da, ¿Y QUÉ?! No cambia nada. ¡NO CAMBIA NADA! ¡SIGUE ESTANDO MUERTA! ¿Qué se supone que haga con esto? ¿Qué SE SUPONE QUE SIENTA AHORA? ¿QUÉ SE SUPONE QUE HAGA?!
Quiero ir tras él Quiero hacerle pagar. ¡NO PUEDO HACER NADA! NADA. ¡Estoy atrapada aquí! Con este Árbol estúpido, con estas MALDITAS hojas que siguen creciendo. Todo sigue creciendo... universos nuevos... vidas nuevas... ¡MI AMIGA ESTÁ MUERTA Y ELLOS SIGUEN CRECIENDO!
¿Qué destino es este?! Gaster dice que es parte del destino. ¡NO QUIERO OÍR ESO! ¡DESTINO! Dice que estamos atados a la historia, pero ¡YO NO QUIERO ESTAR ATADA A ESTA HISTORIA! ¡ES UNA PESADILLA!
Nos escribíamos, cartas pequeñas, casi nada, pero al menos eran ALGO. Era más de lo que tengo con Gaster. Ahora... YA NO HAY MÁS CARTAS. NUNCA MÁS.
Gaster... lo vi antes de irse. Vi sus manos. TENÍA AGUJEROS EN LAS PALMAS. No estaba ahí antes. ¡NO PUEDO CREERLO! Le pregunté, pero como siempre, NO DIJO NADA. ¡NADA! Solo se fue. Me dejó. ME DEJÓ SOLA, OTRA VEZ.
Me siento vacía enfadada ATERRADA. Si ella puede morir, ¿entonces qué soy yo? ¿Qué me pasa a mí? ¿PUEDE PASARME LO MISMO? ¿Podemos morir ¿VOY A MORIR? ¿Y si no soy tan fuerte como pensaba? Miro este Árbol... sus hojas esos universos... NADA TIENE SENTIDO. ¿Por qué sigo aquí? ¿Qué hago aquí? NO PUEDO SOPORTARLO MÁS.
Entrada #5
Día... ¿Cuánto ha pasado? NO LO SÉ.
El tiempo sigue arrastrándome en una corriente de confusión y dolor. Cada día me encuentro frente a este Árbol, buscando respuestas DESESPERADA POR ALGUNA SEÑAL.
Hoy, algo inesperado sucedió. Un ser llamado Muerte me dejó una carta, por parte de Gaster. No sé cómo llegó aquí, ¿CÓMO LLEGÓ AQUÍ? Las palabras en la carta me hicieron temblar. LA CARTA HABLABA SOBRE UN PLAN que Nim había dejado preparado, POR SI ALGO COMO LO QUE LE PASÓ A ELLA OCURRÍA.
No podía imaginar que esto era real, pero aquí está. ¡NO QUIERO CREERLO! ¡ES DEMASIADO DOLOROSO! La carta revelaba que Nim había previsto una serie de eventos, UNA TRAMA QUE SE DESPLEGARÍA DESPUÉS DE SU MUERTE. ¿CÓMO ES POSIBLE QUE ELLA SUPIERA TODO ESTO? Según el mensaje, ella había anticipado que dos figuras importantes surgirían en el futuro. ¿QUIÉNES SON ESOS? ¿CÓMO PUEDEN SER TAN IMPORTANTES?
Nim siempre había tenido un plan de contingencia. ¿Cómo pudo prever tanto? ¿CÓMO PODÍA SABER LO QUE PASARÍA DESPUÉS DE SU MUERTE? La carta menciona que, aunque nunca esperó que se entregara, ESOS SUCESORES SERÍAN CLAVES EN LA HISTORIA que se estaba desarrollando.
Hoy, mientras observaba el Árbol, vi a esas dos figuras en una hoja. ¡NO SÉ SI SON LOS SUCESORES MENCIONADOS EN LA CARTA! Su presencia SU PRESENCIA me dio una sensación de destino inevitable. ¡ES COMO SI TODO ESTUVIERA PREDESTINADO! ¡NO PUEDO ACEPTARLO!
La historia se está desarrollando frente a mis ojos, y aunque no comprendo todo, SÉ QUE ESTAMOS ATRAPADOS EN ELLA DE ALGUNA MANERA. Me pregunto si, al igual que Nim, DEBERÍA HABER PREVISTO ESTO. ¿ESTAMOS SIMPLEMENTE SIGUIENDO UN GUION QUE NO PODEMOS CAMBIAR?
A veces me pregunto si mi existencia tiene algún propósito en este vasto entramado de eventos. ¿SOY SOLO UNA ESPECTADORA? ¿MI VIDA Y MI TRABAJO AQUÍ TIENEN ALGUN SENTIDO REAL? ¿QUÉ SUCEDE SI EL DESTINO ESTÁ TAN FIRME Y NO HAY ESPERANZA DE CAMBIO?
Gaster aún no ha regresado. ¿Regresará alguna vez? ¿REGRESARÁ ALGUNA VEZ? Su ausencia deja muchas preguntas sin respuesta. ¿QUÉ HACER CON TODO ESTO? ¿Cómo avanzar cuando el destino parece tan firmemente establecido? ¿QUÉ SIGNIFICA SER UN GUARDIÁN EN ESTE MUNDO DONDE TODO PARECE TAN INAMOVIBLE?
No sé. Pero ahora, con la carta de Muerte y la visión en las hojas, LA HISTORIA PARECE AÚN MÁS COMPLEJA Y FUERA DE NUESTRO CONTROL. ¡EL DESTINO SE DESPLIEGA, Y NOSOTROS ESTAMOS AQUÍ, SIMPLEMENTE TRATANDO DE ENTENDERLO!
Luciana cerró el diario con un suspiro pesado, las palabras aún resonando en su mente. El eco del silencio a su alrededor era casi abrumador, pero al mismo tiempo, familiar. El Árbol frente a ella brillaba tenuemente bajo el tenue resplandor de los universos que seguían formándose en sus hojas. Parecía ajeno a su dolor. Como siempre.
Luciana permaneció de pie frente al Árbol, sintiendo la inmensidad de las hojas que se mecían suavemente por encima de ella. Cada hoja contenía un universo, cada uno creciendo, cambiando. Pero en su corazón, no sentía cambio alguno. Todo seguía igual.
"¿Está todo realmente escrito?" Las palabras surgieron de su garganta con amargura, como si el simple hecho de pronunciarlas fuera una traición. "¿De qué sirve lo que haga? ¿De qué sirve nada?"
Sus manos se crisparon, sus uñas arañando las raíces que se extendían bajo sus pies. "Nim está muerta." Cada vez que lo repetía, la herida se abría más. "Y tú... simplemente sigues... ¡creciendo!" El Árbol, majestuoso y silencioso, parecía burlarse de su dolor con su serena indiferencia. "¿Te importa?" gritó, alzando la mirada hacia la enorme estructura de ramas y hojas. "¿Nos importa a alguno de ustedes?"
La falta de respuesta era ensordecedora. Luciana apretó los dientes. "¿Es esto lo que querías, Gaster?". Su voz se quebraba con cada palabra, su enojo dirigiéndose hacia el único ser que parecía tener respuestas. "Siempre hablas de destino... pero dime, ¿es esta tu forma de controlarlo todo? ¿De manipularnos como simples piezas en un tablero?". El desprecio hacia él crecía dentro de ella como una tormenta desatada.
Se dio la vuelta y golpeó el suelo con ambos puños, ignorando el dolor que subía por sus brazos. "¡Nada importa!" Las lágrimas comenzaron a caer, ardientes, y cada gota se mezclaba con la tierra bajo ella. "Si todo está escrito, entonces... ¡no hay libertad! ¡No hay elecciones! ¿Qué sentido tiene ser una guardiana si no puedo cambiar nada?"
El Árbol permanecía inmóvil, testigo de su desesperación. Luciana se levantó tambaleante, con los ojos llenos de furia y frustración. "No soy más que un títere, ¿verdad?" gritó, mirando a lo alto. "Todo lo que hago, todo lo que siento... ya está decidido. ¡No puedo cambiar nada! ¡NIM NO PUDO CAMBIAR NADA!"
Golpeó una de las raíces del Árbol con todas sus fuerzas, aunque sabía que era inútil. "Si todo está escrito... entonces, ¡nada de lo que haga importa! ¡No importa cuán fuerte pelee, no importa cuánto intente!". Su voz se rompió en un susurro ahogado. "No puedo escapar...". Las palabras flotaron en el aire como una verdad aplastante.
Luciana comenzó a caminar en círculos, incapaz de quedarse quieta. "¿Por qué nos eligieron a nosotros?" murmuró entre sollozos. "¿Por qué Nim tuvo que morir?". Se detuvo abruptamente y miró el Árbol con una mezcla de dolor y rabia. "¿Y qué hay de mí? ¿Voy a morir también? ¿Es eso lo que me espera? ¡Una muerte predestinada que no puedo evitar!"
Su respiración se volvió errática. "¡Estoy atrapada!" gritó al cielo. "Todo lo que haga, cada paso que dé, está siendo observado por ti... por Gaster... ¡por el maldito destino!". Las hojas del Árbol crujieron suavemente, pero para Luciana, el sonido era una burla cruel.
"¡Dime, Árbol! ¡DIME SI PUEDO CAMBIAR ALGO!" Las raíces bajo sus pies parecían moverse ligeramente, pero no era más que su imaginación. "¿Qué sentido tiene que siga luchando si al final siempre va a pasar lo mismo? ¡Si todo está predicho, entonces... entonces...!" La duda se apoderó de ella, su mente atrapada en un ciclo imposible. "¿Estoy destinada a morir? ¿Estoy destinada a seguir viendo estos universos crecer, mientras yo... me marchito?"
El silencio del Árbol la envolvía, y de alguna forma, ese vacío la empujaba más cerca del borde. "Si no puedo cambiar nada...", susurró, sintiendo su voz casi desvanecerse, "entonces... ¿cuál es el propósito de todo esto?"
Se dejó caer de rodillas frente al tronco inmenso, con las manos temblando. "Nim sabía... Nim sabía que iba a morir y no hizo nada para evitarlo. ¿Por qué? ¿Acaso también aceptó su destino?". El pensamiento de que su amiga había sucumbido al mismo ciclo de desesperanza la consumía por dentro. "No puedo hacer esto... no quiero ser una más... atrapada en esta maldita red de destino."
Pero, ¿y si no hay otra opción? La duda, el miedo... ambos comenzaban a devorarla. "No hay escape, ¿verdad? No importa cuánto intente... ya todo está decidido."
Las lágrimas caían de nuevo, sin control. "¡No quiero esto!". Gritó con todo lo que tenía, pero su voz se perdió en la vastedad del universo que la rodeaba. "¡No quiero este destino! ¡No quiero ser como Nim! ¡NO QUIERO DESAPARECER!"
El eco de su propia voz fue lo único que respondió. Luciana se cubrió el rostro con las manos, deseando poder desaparecer en ese instante, desaparecer de todo este ciclo interminable de control y destino. "Si todo está escrito, entonces no hay sentido en resistir...". Las palabras eran vacías, pero golpeaban en lo más profundo de su ser.
"¿Y si morir es lo único que queda para mí?", susurró, agotada. "¿Y si eso... también ya está escrito?"
Luciana se quedó en silencio por un largo momento, jadeando por el esfuerzo de su propio grito. El aire alrededor del Árbol era denso, como si el tiempo mismo hubiera suspendido su curso. Nada. Ni una brisa, ni un crujido. Solo el eco de su desesperación flotando en el vacío.
Y entonces, sin previo aviso, una rama del Árbol se desprendió suavemente y cayó frente a ella. Luciana levantó la vista, confundida, observando cómo la rama se deslizaba hasta sus pies con un crujido sutil.
"¿Qué es esto?", murmuró con la voz aún quebrada. Se agachó, tocando la rama con la punta de sus dedos, esperando sentir la energía de un universo, el peso de una existencia entera. Pero... no había nada. La rama estaba vacía, completamente carente de vida o poder, como si fuera una simple pieza de madera arrancada de cualquier otro árbol común.
Antes de que pudiera procesar lo que significaba, una hoja se soltó lentamente desde lo alto del Árbol, flotando en el aire como si el tiempo la moviera a cámara lenta. Luciana la siguió con la mirada, sus ojos enrojecidos por las lágrimas, hasta que la hoja se posó delicadamente sobre la rama caída.
La hoja... No contenía un universo, ni reflejaba ningún tipo de realidad. No había imágenes de galaxias, ni vibraciones de otros mundos. Era normal, como si fuera la hoja de cualquier árbol en cualquier bosque, insignificante. Pero ese era el detalle que la hacía diferente a todas las demás.
Luciana frunció el ceño, alzando la hoja entre sus dedos. "No hay nada aquí...". Susurró, casi incrédula. "¿Qué significa esto?"
El Árbol, silencioso como siempre, no dio ninguna respuesta clara. Solo el susurro del viento a través de las ramas fue su único acompañante en ese momento.
Miró la hoja más de cerca, buscando algo, cualquier cosa que le indicara un propósito, una señal, una razón. Pero no había nada. Nada que reflejara los universos que ella solía ver, ninguna pista sobre la vida o el destino.
"¿Es esto lo que quieres decirme?", dijo en voz baja, la confusión en sus palabras aún palpable. "¿Una simple hoja? ¿Algo sin poder... sin un destino...?".
El aire seguía en calma. El Árbol no se movió.
Luciana apretó la hoja en su puño, sintiendo su delicadeza bajo sus dedos. "¿Es esto lo que soy?", murmuró con un tono oscuro, su mente haciendo conexiones. "¿Algo que no importa... sin poder... sin destino?".
Las lágrimas volvieron a sus ojos, pero esta vez no por la desesperación, sino por la duda aplastante que le causaba ver la hoja en su mano. ¿Estaba el Árbol diciéndole que ella también era insignificante en este gran esquema? ¿Que su vida no importaba más que una simple hoja, olvidada entre miles de otras?
"No...", intentó sacudir la idea, pero el pensamiento se instalaba profundamente en su mente. "No puede ser...".
"¿Por qué, Árbol?", alzó la voz de nuevo, aunque ahora era más suave, casi suplicante. "¿Por qué me das esto...?"
Pero no hubo respuesta, ni un susurro, ni un indicio de comprensión. Solo el vacío. Solo la nada.
Luciana se quedó observando la hoja y la rama durante largos minutos, perdida en sus propios pensamientos. El silencio del Árbol se había vuelto insoportable. Sin saber qué más hacer, sus dedos empezaron a moverse instintivamente, girando la rama en su mano. Al principio, lo hacía despacio, casi sin intención, pero poco a poco sus movimientos se volvieron más rápidos y definidos, formando un círculo con la rama.
Sin quererlo del todo, empezó a agitar la rama con más fuerza, sus manos trazando un arco limpio en el aire. El movimiento se volvió hipnótico, un flujo constante que despejaba sus pensamientos. Y entonces, algo cambió. La hoja que sostenía en su otra mano comenzó a moverse por cuenta propia, elevándose lentamente hacia el círculo que Luciana había formado con la rama.
"¿Qué...?", susurró, asombrada, pero sin detenerse. La hoja flotó hacia el centro del círculo, atravesándolo suavemente. Al hacerlo, una ráfaga de energía la envolvió, irradiando desde el centro como si el propio espacio se estuviera deformando.
Antes de que pudiera reaccionar, el círculo de la rama empezó a brillar, y todo a su alrededor cambió. Luciana sintió una fuerte succión, y el Árbol que siempre había estado inmóvil a su lado se inclinó y fue arrastrado junto con ella.
La luz la envolvió por completo, cegándola por un instante, y el rugido del viento llenó sus oídos. Todo fue tan rápido que no tuvo tiempo de soltar la rama ni de aferrarse al Árbol. Su cuerpo fue transportado junto con el majestuoso ser, lanzada hacia lo desconocido.
Cuando abrió los ojos, ya no estaba en su bosque. A su alrededor, el paisaje era completamente diferente. Tierra dorada se extendía hasta donde alcanzaba la vista, con una vasta sabana llena de hierbas altas y ondulantes. Árboles gigantescos con copas amplias salpicaban el horizonte, y el calor del sol golpeaba su piel con una intensidad que no había sentido en siglos.
Miró hacia arriba, el cielo era de un azul profundo, salpicado por nubes blancas que flotaban lentamente. El sonido de criaturas desconocidas resonaba a lo lejos, y un aire cálido, cargado de vida y energía, la envolvía. Este lugar... no lo reconocía.
Luciana se giró, buscando el Árbol. Estaba a unos metros detrás de ella, sus raíces ahora plantadas en este nuevo suelo, pero algo en su apariencia había cambiado. El Árbol no se veía fuera de lugar aquí. Parecía que pertenecía, como si este mundo lo hubiera aceptado sin reparos. Pero no podía ser su bosque original.
"¿Dónde...?", susurró, mirando a su alrededor con una mezcla de asombro y desconcierto. No sabía el nombre de este lugar, pero la vastedad y la energía vibrante le recordaban algo antiguo, algo esencial. Tal vez este universo había estado aquí desde el principio de todo, o tal vez había sido creado mucho después.
El viento volvió a soplar, suave pero firme, como si el mundo le susurrara un secreto. Luciana se arrodilló en el suelo, tocando la tierra cálida bajo sus manos. Nunca había sentido algo tan real, tan lleno de vida.
Miró el Árbol de nuevo, buscando una señal, una explicación. Pero él, como siempre, permaneció en silencio.
"¿Qué es este lugar?", murmuró, el temor mezclado con la curiosidad en su voz. Estaba lejos de su hogar, pero por primera vez en mucho tiempo, no sentía la aplastante soledad que la había acompañado durante siglos. Aquí había vida. Aquí había un nuevo comienzo.
Y tal vez, pensó, aquí había respuestas.
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¡Holis, personitas lectoras! 🤭💖 He estado algo ocupada durante las vacaciones 🌴, pero como lo prometido es deuda, aquí está el segundo Bonus 🎉. Quería explorar la leyenda de Reddit que Killer de NAJ leía con sus compañeros. 😎📖 Además, por si no quedó muy claro, el lugar donde es teletransportada Luciana es el universo de NAJ, y aquí también explico por qué suena irreal que el Árbol sea visto desde los inicios de la humanidad y los monstruos en ese universo. 🌳✨
Para los que vienen de mi primera historia, el nombre Luciana es una referencia a mi OC que ayudaba allí. 🌟 Solo que aquí es un monstruo guardián completamente diferente. En la primera historia, siempre imaginé a Luz como un gatito de tez trigueña, o marrón si se broncea mucho 😸, mientras que la Luciana de esta historia tiene una apariencia de conejo. 🐰✨
Nota: El nombre de Nim lo saqué de Joku blog. 🙃 Tuve que leerme su historia otra vez 😂. Y lo de Gaster de Reapertale lo mantuve como el portador del Árbol de la magia, porque en ese universo él es el dios de la magia. 🌿✨
El tema de los diarios fue algo difícil, 😅 así que por eso la tardanza. Pero bueno, ¡espero que este Bonus les haya gustado! 🎁 Gracias por pasarse por esta humilde historia. 🙏💖
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