Capítulo 7.

Pov Kai.

Después de haber salido del local, comencé a recorrer los alrededores en búsqueda de un lugar en específico, camine un rato y el viento hizo que una pluma negra chocara en mi cara, la tomé y supe en seguida que era de Chen ya que traía su esencia, esa la podría reconocer en cualquier lado. Desdé la última vez que estuvimos juntos no he vuelto a encontrar a alguien con quien pasar el tiempo y ya estoy aburrido de eso.

No es que traía algo sentimental con JongDae, es mi mejor amigo pero jamás involucramos sentimientos en nuestros encuentros, era puro y salvaje sexo, lo hacíamos nada más cuando realmente a alguno de nosotros se nos apetecía, era como jugar un videojuego, algo simple pero con mucha acción, y sin importar quien perdiera en la partida (en este caso quien mordía la almohada), durante el juego lo disfrutamos mucho y al final, ambos nos sentíamos muy satisfechos. No somos como los humanos que nos dejamos llevar por nuestros deseos carnales, pero cuando tienes mucho tiempo libre, tienes que buscar un buen entretenimiento y yo ya me estaba hartando de dos meses sin haber tenido acción.

En un callejón se encontraban unas cuantas plumas más sueltas y entendí que era el lugar donde había tomado materia, ya que no había ni un alma por los alrededores que sea testigo del cambio.

Una vez escondidas las alas, seguí caminando. Necesitaba idear un plan para el primer contacto, no sé cómo, pero ese pequeño me debía un pastel y lo cobraría.

Ya eran pasadas las seis cuando regrese por el local. Las puertas se encontraban cerradas y no había nadie adentro, supuse que ya se habían marchado. Iba a emprender marcha de nuevo, cuando el reflejo de la puerta cromada llego a mi vista, KyungSoo estaba saliendo de la cocina y aún traía puesto el uniforme, camisa blanca de mangas largas, corbata carmesí y chaleco negro que hacia juego con los pantalones, solo que se había quitado el pequeño delantal cuadrado de la cintura que indicaba que él era el chef.

Se fue acercando a la puerta principal y yo me escondí en el local de a lado. Apenas dejando un ojo afuera de mi refugio, le ví salir. Llevaba consigo una caja mediana de cartón y le tapaba peligrosamente su campo visual. Decidí que era el momento de actuar.

— ¡AAAAAHHH! —

Salí repentinamente y me interpuse en su camino ocasionando que chocara con la caja que cargaba. El impacto no fue nada serio pero decidí ser tan dramático como Tao cuando tome una de sus preciadas casacas de cuero sin su permiso, o cuando le dije que Chen que le quedaba un año de vida (lo cual es prácticamente imposible, pero se lo creyó), o como Suho cuando vio el costo de los aretes de Chen, que según él, se cargaron accidentalmente a su tarjeta; así que me tiré al piso y comencé a gritar y retorcer por mi gran dolor imaginario.

— ¡AAAHHH! — me hice bolita y me lleve los brazos al estómago.

—¡Lo lamento! ¡No te vi! ¡Perdón! —KyungSoo dejo la caja a un lado e inmediatamente se puso de rodillas para quedar a mi lado.

—¡AAAAAHHH! —

— ¿Te duele mucho? Te llevo al hospital... —

— ¡MIS COSTILLAS! ¡ESTÁN ROTAS! —Sip, dramatismo hard a todo lo que da.

—Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón... —las manos de mi humano comenzaron a temblar sin saber qué hacer, mire su rostro y note como su nariz se tornaba ligeramente rosada al igual que sus mejillas y sus ojos amenazaban con botar lágrimas.

—No, no, no, no, no, no... Tranquilo, no me sucedió nada, ¿ves?, estoy bien. —Me fui incorporando en la acera hasta quedar de su altura. Como arte de magia, sus manos se formaron en puños y los nudillos tomaron un color más pálido, dejó de temblar y dónde había lágrimas, el fuego que ahora salía de sus ojos se encargó de evaporarlas. Me miraba fijamente y un sudor frío corrió por mi frente.

Creador... ¿Qué he hecho?

— ¿Una... broma? —Separó ambas palabras y ahora, el que tiembla soy yo.

— Bueno... —¿Por qué mi voz no sale?

— ¿Estabas jugando conmigo? — podría jurar que sus ojos marrones se tornaron rojos.

—Y-yo no... —

—Odio que se burlen de mí. — Ví relampaguear algo en sus pupilas y todo sucedió tan rápido.

— Aaaaaaahhhtatatatatatatatata... ¡¿Por qué el golpe?! —El muy canijo me dio un santo coscorrón que ahora veo estrellitas bailar.

— Por mentiroso —dijo con la mirada seria.

— Eres muy malo, KyungSoo... —hice un puchero con los labios mientras me sobaba la cabeza.

— ¡¿Cómo sabes mi nombre?! —El fuego regreso y me amenazaba con volverme a golpear.

— Bueno... este... y-yo... —Creador, si tienes alguna consideración hacía tu hijo Kai, seria buen momento que la mostraras. —... yo... — ¿Cómo me escapo de esta? ¡Ah! — Eso es porque tienes una plaquita en el chaleco. —KyungSoo bajo la mirada y efectivamente, la bendita plaquita se encontraba sujeto a la tela negra dando pequeños destellos dorados.

—Hmp... —torció un poco los labios. Uffff, estoy a salvo. — Ya me tengo  que ir. —Se incorporó completamente y luego de sacudir su pantalón, tomó de nuevo la caja y comenzó a caminar de nuevo.

— ¡Espera! —Le seguí.

— ¿Qué? —Dijo un poco irritado.

—No sabes mi nombre —conteste a su lado mientras le seguía el paso.

— No me importa —respondió indiferente.

— Me llamo Kai. Mucho gusto —le tomé del brazo e hice que se detuviera para luego sonreírle, aun traía la caja encima y las manos ocupadas. Quedo enfrente de mí, cerró los ojos y suspiro, para luego mirarme a ver.

—Mucho gusto, Kai. Ahora me tengo que ir —y siguió su camino.

—¿Esa caja pesa mucho? —

— ¿Te importa? —

— Bueno, tal vez... si pesa podría ayudarte con ella, no creo que con tu estatura puedas... —

— Espera... — se detuvo abruptamente — ¿Me estas diciendo chaparro? —alzo una ceja y de nuevo ahí se encontraban los ojos del demonio.

— No dije eso... — aunque sí lo pensé.

— Tampoco lo estás negando. —Contrólate, Kai... No llores, Kai... no creo que pueda matarme, ¿o sí?

— ¡Ash! ¿Por qué eres tan difícil? —KyungSoo se sorprendió ante la pregunta y desvió la mirada. — Mira, si te ofendí, perdón, si te dañe de alguna manera, lo lamento — debía ganarme a este chico, pero el solo estaba serio. —. Déjame invitarte a algo de tomar como disculpa —sonreí ligeramente.

— No es necesario — respondió secamente aún sin mirarme a ver.

— Bueno, acéptalo como TUS DISCULPAS por haberme golpeado hace rato. —¿Ahora cómo te escapas de esta?

Al parecer debió entender que no desistiría y no lo haría, así que soltó otro suspiro y murmuro un pequeño "Esta bien".

Caminamos un par de cuadras, yo termine llevaba cargando la caja después de insistir demasiado y sonreí triunfal. Llegamos a un parque que se encontraba en medio de la plaza comercial, por lo que sus alrededores se encontraban llenos de locales y tiendas. Personas pasaban caminando o se encontraban sentadas en el césped leyendo, platicando o simplemente escuchando música. El lugar era muy lindo y tranquilo, niños corrían de un lado a otro e incluso mascotas se divertían.

— Quédate aquí. Ahorita vengo. —Lo deje sentado en unos arriates en la entrada del parque y le puse la caja a un lado.

Comencé a buscar un local donde vendieran bebidas y me encontré con uno dónde vendían blubbletea's (Si mi amigo Merlu, Sehun, viera esto, iría corriendo, compraría cincuenta y sin ninguna intención de invitar a alguien), fui y compré dos para regresar lo más pronto posible con mi humano.

— ¡KAI! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!

Esa voz la podría reconocer en cualquier lugar.

Fui hasta el lugar dónde provenía el llamado y me encontré a un asustado KyungSoo arriba de los arriates, sujetando fuertemente los hierros que lo rodeaban y con un pie intentando alejar a un perro que le ladraba frenético. Gracias a mi extraordinaria vista, pude ver su rostro: se encontraba rojo y sus ojos amenazaban con botar lágrimas, gimoteaba palabras intendibles.

— KAI... POR FAVOR... REGRESA...

Entre sus sollozos pude escuchar claramente que me llamaba. ME LLAMABA. El pequeño me necesitaba y mi corazón se puso feliz al saber que lo requerían a él, a nadie más.

Corrí hasta llegar a ellos.

— ¡HEY, TU! ¡FIRULAS! —chifle —. No, no, no, no... Deja de asustar al pequeño conejo. —El perro me miro a ver y al entender el regaño, calló y agacho la cabeza mientras soltaba pequeños quejidos. — Vamos... ¡ushale! —Hice un además con las manos para que se fuera y obedeció sin rechistar. Los animales siempre nos obedecían. KyungSoo aún se encontraba fuera del alcance del perro y unas lágrimas traviesas rodaron por sus mejillas, tenía la mirada perdida. — ¿Estás bien? —Me acerque suavemente a él.

— ¿Se fue? —Asentí al entender que hablaba del perro. Se limpió los delicados ríos y tomo de nuevo su semblante serio, pero bajo la cabeza.

— ¿Qué fue eso? —

— Esperaba, pero de la nada el perro se acercó y comenzó a gruñir y ladrarme...

— Eso no, ¿por qué lloraste? — pase mi mano por su mejilla izquierda, aún podía sentirla húmeda y tibia. Su cara se pintó de rojo y no subió la mirada.

— Cuando tenía 4 años, un chihuahua se escapó de su dueño y comenzó a perseguirme, yo tropecé y el perro se me subió encima y comenzó a jalar mi ropa con sus dientes. Yo gritaba y mis padres me rescataron... — Termine de escuchar su relato y no pude evitar soltar una carcajada. Me imagine a KyungSoo siendo atacado por el animal, que en definitiva, sería más grande que KyungSoo de 4 años. — ¡¿QUÉ ES TAN DIVERTIDO?! —cuestinó irritado.

— P-perdón, pero... — me cortaba por las carcajadas.

— ¡No he dicho nada gracioso! —La cara de KyungSoo se fue tornando roja de furia.

— Ok, me calmo. — No es que le tuviera miedo a su mirada de asesino en serie, noooo, fue por respeto a sus tristes recuerdos *Que te compré quien te crea, JongIn* Shhh, los ángeles no necesitamos conciencia.

— Pfff... —mi humano inflo sus mejillas y miro a otro lado "terriblemente" molesto.

— ¿Qué tienes en la caja? —Mi curiosidad me ha estado matando desde hace rato.

— Ah, esto... —tomo la caja y la abrió mostrando su contenido. — , es lo que sobró de la tienda. Xiumin intenta llevarse todo pero no lo dejo comer mucha azúcar, a diferencia de los demás, a él lo calma y terminara durmiendo todo el día, es capaz de comerse un pastel completo y dormir por una semana, así que deje que llevara algunos para su niño y aunque crea que no lo noté, también se metió rebanadas de pastel al bulto. Kris no es de comer muchos dulces, pero se llevó algunas galletas de mantequilla y chocolate.

Mi sentido del gusto comenzó a hacer huelga y estaba babeando... realmente quería probar aquellas delicias que se encontraban dentro de la caja de cartón.

— ¿Quieres uno? —Preguntó KyungSoo. ¿Qué si quería uno? ¡QUIERO LAMER HASTA EL CARTÓN!

— Aliméntame —dije sonriendo de lado. Realmente no esperaba una respuesta, pero de repente sucedió.

— Di "Aaaaahh" —y tomo una pieza de pay.





××××
Este capítulo es de mis favoritos, 💕
Estoy pensando comenzar a subir otro fic, ChenMin por supuesta (uwu)r
Así que trataré que las actualizaciones de este sean más seguidas, para terminarlo antes de empezar a subir el otro.
Lilium fuera~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top