Una tarde en la bella Italia
Para que quede claro, Cassie aquí tiene 18.
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Vision llevó a Bucky a dar un paseo a un pueblo cercano y muy pintoresco que se encontraba a tan solo treinta minutos más o menos de la finca.
Después de caminar por las calles, ambos llegaron a una playa donde se sentaron en unas rocas frente al mar mientras disfrutaban de un helado.
–¿Puedo hacerte una pregunta, James?–Le dijo Vision.
–Por supuesto, pero por favor, solo dime Bucky.–Le dijo con una sonrisa para después volver a voltearse hacia el mar mientras seguía comiendo su helado.
–Durante el día después de recogerte en la finca pude notar que estabas algo más distraído a diferencia de cuando recién llegaste. ¿Está todo bien?–Le dijo algo más serio.
–Sí... tranquilo. No pasa nada, es solo algo tonto y sin importancia.
–Escucha, Bucky. Sé que nos conocimos hace tan solo un par de horas, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Todo el trabajo que vas a hacer para mi boda es impresionante, y me gustaría poder devolverte ese favor de alguna manera, aunque sea con tan solo escucharte.–Le dijo viéndole fijamente a los ojos.
Bucky apartó la mirada y soltó un gran suspiro.
–Es mi ex. Leah, no deja de insistir que en volver a intentar. Rompimos hace no mucho... fue ella quien arruinó las cosas. Ya llevábamos saliendo tres años... yo... de verdad creí que pasaría el resto de mi vida con ella. Pero no fue así.–Le explicó mirando hacia sus manos donde tenía el embase vacío de su helado.
–Entiendo... ¿aún la amas?
Bucky se quedó en silencio, realmente no sabía cómo responder a esa pregunta. Estaba tan cegado y enfocado en la idea de lo que Leah había hecho, que no se había puesto a pensar si aún la amaba.
En realidad estaba confundido. ¿Le tenía cariño a pesar de todo? Por supuesto, fueron tres años de su vida con ella. ¿La amaba? Eso es algo que no sabía. ¿Volvería a estar con ella? Tampoco lo tenía claro. No después de conocerte a ti...
"¿Después de conocer a T/N...? ¿Por qué estoy pensando en ella ahora? Es mi jefa, si vuelvo con Leah o no es algo totalmente ajeno a ella". Pensó viendo hacia las olas chocar contra algunas rocas.
–Estás confundido.–Le dijo Vision, captando su atención y haciendo que levantara la vista hacia él.–No sabes qué hacer.
No sé lo que te hizo esa chica, pero estoy seguro de que tuviste tus razones para alejarte de ella. Pero por lo que puedo ver, ni si quiera estás seguro de si la amas. Y tengo el ligero presentimiento que tiene que ver con cierta mujer con un gran gusto por el alcohol.–Habló con una sonrisa en el rostro, dejando el embase de su helado a un lado.
–¿T/N? Oh, no. Claro que. No, no. Ella es mi jefa, jamás podría fijarme en ella. Además, la conozco hace muy poco, y no tiene nada que ver con Leah. Sólo estoy confundido porque no sé si aún sigo molesto o no. Pero nada más.–Le dijo hablando cada vez más rápido.
–Nunca dije que fuera T/N, pero si eso es lo que tu piensas.–Rió tomando el embase de su helado y poniéndose de pie.–Mejor ya vamos de vuelta a la finca, hombre confundido. La cena ya debe estar casi lista.–Comenzó a caminar de vuelta fuera de las rocas.
–No la mencionaste pero te referías a ella.–Murmuró para si mismo, poniéndose de pie y siguiendo a Vision hacia su coche.
(.....)
Bucky y Vision ya habían llegado a la finca y se encontraban cenando en el comedor lo dos.
–¡Buenas noches, caballeros! Lamento la demora. La reunión tardó un poco más de lo que esperaba.–Dijiste con una gran sonrisa, sentándote en la cabecera junto a Vision y Bucky frente a él.
–Es bueno verla otra vez.–Te dijo Bucky con una sonrisa.
Vision se aclaró la garganta y gesturó con su mano hacia su rostro en su mejilla izquierda, señalando para que limpiaras unas gotas de sangre que tenías en tu propia mejilla.
–Oh, lo siento.–Reíste limpiándote con una servilleta mientras Scott servía tu comida.
–Aquí tiene, el plato favorito della signorina.–Te dijo con una sonrisa, para después servirte una copa de vino.
–Grazie mille, Scott.–Sonreíste hacia él, para que después dejara la habitación.–Lamento la tardanza, pero ya estoy aquí. ¿Cómo estuvo su paseo?–Les preguntaste mientras tomabas un gran sorbo de vino.
–Muy bueno, la verdad. Recorrimos bastantes partes y luego nos sentamos en las rocas a ver el mar.–Te dijo Vision con una sonrisa.
–Es todo muy hermoso aquí. Parece de ensueño.–Dijo Bucky con una gran sonrisa.
–Y eso no es todo, mi querido James. Hay mucho más por conocer y explorar. La gran Italia tiene muchos lugares que sé le van a fascinar. Uno de estos días lo voy a llevar personalmente a recorrer.–Le dijiste dando un bocado a tu comida.–Me voy a encargar de hacerle olvidar todas sus preocupaciones y que aparte de trabajar, disfrute de lo que hay para ofrecer aquí.
Bucky soltó una pequeña risita llevando comida a su boca mientras tú le veías atenta, tomando un sorbo de vino y Vision los observaba a ambos.
–Bueno, yo ahora debo irme. Hay asuntos que debo atender antes de llegar a casa y hablar con mi hermosa prometida. Fue un gusto conocerte, Bucky. Nos veremos mañana.–Se levantó de la silla y extendió su mano hacia Bucky para estrecharla.
–El gusto fue mio.–Le dijo poniéndose de pie y después sentarse.
–Faresti meglio a prenderti cura di lui.–Dijo Vision tomando tú mano para acercarla a sus labios y besarla.
(Será mejor que lo cuides)
–¿Per chi mi prendi? Ovviamente mi prenderò cura di lui.–Le respondiste con una sonrisa pícara, antes de que se fuera.
(¿Por quien me tomas? Por supuesto que me ocuparé (cuidaré) de él.)
Bucky simplemente veía entre ustedes dos hasta que Vision dejó la habitación, y enseguida esa sensación de nerviosismo comenzó a crecer dentro de él al estar a solas contigo.
Bajó la vista hacia su plato, sintiendo tu intensa mirada sobre él.
–No lo voy a morder, James. No es necesario que esté tan nervioso conmigo.–Le dijiste con una sonrisa pícara, tomando un sorbo de tu copa de vino.
–¿Q-qué? Oh... no... lo sé..–Rió visiblemente nervioso.
–¿Está listo para mañana conocer a su equipo?–Le preguntaste inclinándote en la mesa para cambiar de tema.
–Sí, la verdad estoy bastante ansioso.
–Hubo un cambio de último momento. Cassie, la hija de Scott también se unirá. Esa niña es quien mantiene todo verde y hermoso aquí, la conozco desde que era una niña pequeña. Créame cuando le digo que es la mejor en lo que hace por aquí. Es una chica muy responsable, se lo digo yo que prácticamente la crié.–Le dijiste con una sonrisa.
–¿Usted la crío? ¿Qué hay de su madre? ¿O Scott?–Preguntó confundido.
–Su mamá falleció un año después de dar a luz. Scott ya trabajaba aquí para ese entonces y se encargó de criarla hasta que cuando ella tenía tres lo enviaron a prisión por robos que había cometido en el pasado. Mientras tanto Cassie se quedó conmigo hasta que Scott salió de prisión cuando ella tenía siete.
Dentro de la prisión conoció a Luis, su mejor amigo y mi jefe de seguridad aquí y en todos lados. Por eso es que quiero a Cassie como a una hija.–Le explicaste suavemente, recordando con una sonrisa aquello años.
–Y es por eso que tu eres como mi mamá.–Dijo la chica entrando a la habitación y acercándose para abrazarte por la espalda.–Soy Cassie Lang, es un gusto conocerlo, Señor Barnes.
Hubiese esperado hasta mañana para conocerlo, pero es que ya no podía de lo ansiosa que estaba.–Le dijo con una gran sonrisa, extendiendo su mano hacia él.
–El gusto es mio, Cassie. Tu papá me habló un poco de ti hoy.–Le dijo también sonriendo mientras ella se sentaba frente a él donde Vision estuvo anteriormente.
–He visto algunos de sus trabajos, Señor Barnes. Y me encantan... la verdad es que soy fan de usted.–Rió nerviosa, jugando con sus manos sobre la mesa.
–Oh... no sabía que tenía una fan... la verdad es que no me considero así de bueno en lo que hago.–Rió ligeramente.
–Debería acostumbrarse.–Dijiste mientras bebías de tu copa de vino.
–¡Cassandra, è ora di andare, piccola pulce!–Escucharon a Scott gritar desde la entrada.
(Es hora de irnos, pequeña pulga)
–¡Sto arrivando, papà!–Exclamó poniéndose de pie, extendiendo la mano hacia Bucky.–Fue un gusto, Señor Barnes. Lo veo mañana.–Dijo antes de tomar un pastelillo que había en la mesa y después salir corriendo hacia la puerta.
(Ya voy, papá)
Tu solo reíste y terminaste de beber tu copa antes de ponerte de pie.
–Ya es tarde y mañana tenemos cosas que hacer. Le acompaño a su habitación.–Le dijiste con una sonrisa mientras los dos subían las escaleras.
–Muchas gracias otra vez por ésta oportunidad, realmente significa muchísimo para mi.–Te dijo una vez llegaron a su puerta.
–No es nada, James. Sólo disfrute de la bella Italia mientras esté aquí.–Le dijiste antes de caminar hasta el fondo del pasillo.–Buona notte ci vediamo domani, Signore Barnes.–Le dijiste antes de cerrar la puerta.
(Buenas noches, nos vemos mañana)
Bucky sonrió para sí mismo antes de entrar y cerrar la puerta de su propia habitación.
En Broocklyn
–¿Guardaste las semillas que llegaron hoy?–Le preguntó Steve a Sam donde estaba sentado en el mesón de la caja registradora anotando unas cosas.
–Pfff, obvio que si.–Rió nervioso, terminando un arreglo floral.
Steve levantó la vista molesto, listo para hacer un comentario cuando la puerta de la florería se abrió y Leah entró por ella.
–¡TU NO ERES BIENVENIDA AQUÍ, BRUJA SARNOSA!–Exclamó Sam poniéndose de pie y caminando hacia ella, pero Steve se apresuró para ponerse frente a él y detenerlo.
–¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí?–Le preguntó el rubio con el ceño fruncido.
–Solo quiero saber donde está Bucky. Dijo que estaba fuera del país. Necesito verlo, necesito hablar con él y arreglar las cosas.–Les dijo con tono de voz desesperada.
–¿Y para qué? Ya arruinaste las cosas al revolcarte con el otro cerdo. Así que mejor vete de aquí antes que—. Le iba diciendo Sam molesto.
–Samuel, ya basta.–Le regañó Steve con el ceño fruncido, para después voltearse hacia ella.–Leah, escucha. Bucky ya te dejó claro que no quiere volver a saber de ti varias veces. Respeta su decisión. Si sigues insistiendo lo único que vas a conseguir es que se aleje aún más.
–Por favor, Steve... solo quiero disculparme, explicarle lo que sucedió.
–No, Leah. Ya basta. Voy a tener que pedirte que por favor te vayas y no vuelvas. Deja a Bucky en paz hacer su vida. Déjalo ser feliz.–Le dijo abriendo la puerta, mientras Sam la veía molesto y cruzado de brazos.
Ella soltó un suspiro y agachó la cabeza, caminando hacia la puerta para salir y Steve la cerró detrás de ella.
–Cómo ODIO a esa perra.–Se quejó Sam rodando los ojos y volviendo a lo que edtaba haciendo.
–Mejor no le digamos nada a Bucky. Ya tiene suficiente con su trabajo, hay que dejar que se distraiga un poco.–Habló mientras se acercaba al mesón y volvía a sentarse ahí.
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