Pastelillos y cerezas
–¿Encontraron algo?–Preguntó Wanda llegando a la mesa donde estaba Scott con una laptop, Cassie sentada a su lado, Sam bebiendo un café y Bucky caminando ansioso en círculos.
–No... aún estoy intentando conectar con el GPS en su pierna, es un dispositivo antiguo por lo que tarda un poco en encontrar la señal.–Dijo Scott soltando un suspiro.
–¿Y cuanto más va a tardar?–Exclamó Bucky soltando un suspiro cansado, deteniéndose para ver a Scott.–¡Ya van dos días que no sabemos nada de ellas! No sabemos si están vivas, si están... s-si les hicieron algo, nada. No sabemos NADA.
–Buck tranquilo, ya vamos a—. Le iba diciendo Sam dejando su taza en la mesa y acercándose a él para poner su mano en su hombro, pero Bucky se apartó molesto.
–¡No, Sam! No me pidas que me quede tranquilo, T/N está desaparecida, al igual que Natasha, ¿y enserio me pides que me quede tranquilo mientras no sé si mi futura esposa sigue viva o la mataron?–Le preguntó con el ceño fruncido.
Todos se quedaron en silencio y Bucky negó con la cabeza saliendo de la habitación para caminar hacia la puerta de entrada y salir de ahí.
–Marc dijo que la buscaría por su cuenta, Sharon también. Y Tony se pondrá en contacto con conocidos suyos en caso de que alguno sepa algo de su paradero.–Dijo Wanda jugando con el teléfono en sus manos.–Avísenme si saben algo.
–No te preocupes, te llamaré si tengo información.–Dijo Scott con una pequeña sonrisa, mientras Cassie veía la escena ansiosa.
Wanda asintió y luego le dirigió una rápida mirada a Sam antes de darse media vuelta y salir.
Se dirigió al pequeño granero cerca de la casa donde había sido su boda tiempo atrás.
Cuando llegó a las puertas soltó un pesado suspiro, y algo dudosa abrió y entró. No había estado en ese lugar desde el día que supo la verdad acerca de Vision, por lo que era difícil estar ahí.
Vio a Bucky sentado en la primera fila de bancas cerca de donde aún estaba el altar ya sin las flores, y caminó lentamente hasta ahí para sentarse a su lado en silencio.
–No venía aquí desde mi boda...–Le dijo con voz suave después de unos minutos con la mirada fija en el altar.–Jamás podría haber imaginado que Vision... que sería capaz de hacer todas esas cosas.
–Fue un día difícil para todos.–Le dijo Bucky viendo hacia sus manos jugando con la flor que había puesto en tu cabello el día que te fuiste la cual dejaste en tu habitación.
–Sí... T/N sufrió mucho si ti.
Ambos volvieron a quedarse en silencio por unos minutos, cada uno sumergidos en sus propios pensamientos y recuerdos de los últimos meses.
–¿Crees que siga con vida?–Le preguntó levantando la vista hacia ella con los ojos llorosos.
Wanda inhaló profundamente y le quedó viendo con una pequeña sonrisa.
–Eso espero... las dos son fuertes y han pasado por bastantes cosas. Pero si no, entonces... e-entonces no sabría qué hacer.–Dijo Wanda soltando un suspiro y tragando el nudo en su garganta.–Supongo que solo debemos esperar a que Scott las encuentre.
Bucky bajó la vista y asintió con la cabeza, volviendo a ver la flor en sus manos.
De pronto ambos escucharon las puertas abrirse, y al voltearse vieron a Cassie corriendo hacia ellos.
–¡Signore Barnes! ¡Wanda! ¡Tenemos algo! ¡Mi papá encontró algo! ¡Hay una señal!–Dijo agitada después de haber corrido con toda su velocidad hasta ahí.
–¿A qué te refieres?–Preguntó Bucky con el ceño fruncido.
–¡E-el rastreador de Natasha! ¡Envió una señal! ¡Creemos que pudo haberlo activado ella!–Exclamó con las manos temblorosas.
Wanda se volteó a ver a Bucky, y ambos se pusieron de pie con rapidez para correr de vuelta a la casa con la chica detrás.
MIENTRAS TANTO...
Nat estaba en una esquina tirada en el piso con las manos esposados a unas cadenas, al igual que sus pies, sentada con la espalda en la fría pared detrás suyo.
Tenía varios cortes en el rostro y sangre en el cuerpo, además de que todo en ella dolía, y estaba segura de que incluso su cabello le causaba dolor en ese instante.
–¿Estás bien?–Te escuchó preguntarle desde el otro lado.
–Sí... mejor que nunca.–Te respondió con una diminuta sonrisa que no podías ver, pero no te reíste.–Esto no es tu culpa, T/N.
–Te está haciendo esto solo para lastimarme a mi, tu no deberías estar aquí.–Le dijiste con voz triste del otro lado.
–Tu tampoco deberías estar aquí, deberías estar planeando tu boda. Y aún así, no sabías que esto podría ocurrir.–Te dijo examinando la habitación con detenimiento.
Era prácticamente una celda, una puerta pesada y una ventilación en lo más alto que daba a la habitación contigua que era la tuya, por ahí podía oír tu voz.
Las paredes estaban sucias y eran muy frías al igual que el suelo, y lo único que había eran las cadenas sujetas a la pared, sin embargo no veía ningún indicio de que pudiera haber alguna cámara o micrófono oculto.
–De todas formas, ahora deberías estar con Wanda planeando sus cosas, saliendo juntas, o no lo sé. Pero no aquí.–Te escuchó decirle.
Su mirada cayó en un trozo de metal afilado, algo de no más de tres centímetros de ancho y cinco de largo, pequeño, pero con filo.
–Ajá... si...–Respondió sin realmente prestar atención, frunciendo el ceño y ladeando la cabeza ligeramente.
–¿Eso es lo único que tienes para decir?
Nat se quedó en silencio y trató de llegar al trozo de metal, sin embargo sus manos no alcanzaban, por lo que estiró su pierna e intentó acercarlo con el pie.
–¿Nat?
–¿Los pastelillos pueden ser manipulados a mano?–Te preguntó observando el objeto en sus manos, probando el filo con su dedo.
Al principio frunciste el ceño ante lo extraña que sonaba su pregunta, sin embargo luego captaste que estaba hablando en clave.
Años atrás cuando pusieron los rastreadores en sus piernas, fueron denominados como "pastelillos" en caso de que hubiera gente alrededor.
–Puedes robar la cereza y ver si alguien lo nota.–Respondoiste haciendo referencia al diminuto botón rojo en el pequeño aparato.
Nat sonrió y bajó como pudo sus pantalones hasta la rodilla, sujetando con fuerza el metal en sus manos.
–¿Quieres que robemos cerezas?
–Solo yo, solo esperemos que nadie lo note.–Te dijo llevando el metal a su pierna.
Pasó la punta de sus dedos por el interior de su muslo buscando un pequeño tumulto en él, hasta encontrarlo provocando que sonriera ligeramente.
Enterró la punta afilada del objeto en su pierna apretando los dientes con fuerza a la vez que un poco de sangre comenzaba a caer.
Hizo un pequeño corte y luego metió su dedo índice dentro para buscar el GPS, hasta que encontró algo del tamaño de un botón diminuto.
Como pudo logró sacarlo respirando agitada y tratando de no quejarse, hasta que lo tomó entre sus dedos y lo llevó para verlo frente a ella.
Soltó una pequeña risita y lo limpió con su playera para ver bien el diminuto botón rojo en el centro, lo cual era lo único que tenía, además de que si se le daba vuelta tenía una diminuta luz apagada.
Al apretar el botón, la luz se encendió y activó el dispositivo provocando que soltara una risa de victoria.
–Creo que sí se darán cuenta de que robamos las cerezas.–Te dijo volviendo a introducir el objeto en su pierna, cortando un poco la camiseta manga corta debajo de su playera y la envolvió alrededor de su pierna antes de subir su pantalón y no dejar evidencia.
–Esperemos no se molesten entonces.–Reíste ligeramente al igual que Nat.
La rusa escuchó pasos, por lo que rápidamente escondió el metal en la banda elástica entre sus bragas y pantalón donde había un bolsillo secreto, y luego se quedó en la misma posición de antes, esperando a que abrieran.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top