(Esto sucede al mismo tiempo que el capítulo anterior)
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–Ya estoy aquí. ¿Qué averiguaste?–Le preguntaste abriendo la puerta de tu oficina dentro de la construcción donde estaban todas las maquinas para hacer los vinos y licores, rodeando la habitación hacia una pequeña mesa donde había una botella de whisky y dos vasos. Todo eso después de haber dejado a Bucky en la finca.

–Pues la neta, no mucho. El pendejo nunca habló. O al menos no tanto como me hubiese gustado.–Te dijo Jake desde donde estaba sentado, o prácticamente esparcido en tu silla del escritorio, quitándose los guantes y dejándolos en la mesa para recibir el vaso, mientras tú te sentabas en la otra silla.

–¿Y tú crees que te estoy pagando para qué? ¿Para andar dándote vueltas por ahí? Necesito información, Jake. Necesito saber cómo es que Dreykov supo donde estaba ese día.–Le dijiste molesta dejando tu vaso en el escritorio y apoyando ambas manos encima, poniéndote de pie.–Ya llevas averiguando esto semanas, Jake. SEMANAS.

–Y yo le digo que aún no lo sé. El mamón no aguantó más y se pasó al otro lado. Ya está. Puf. Muerto. Se fue. Se chingó.–Te dijo tomando un sorbo de su vaso.

–¿Qué hay de Steven o Marc? ¿Alguno de ellos obtuvo información?–Le preguntaste volviendo a sentarte y bebiendo de tu trago.

–Lo único que dijo fue que al parecer Dreykov tenía a alguien siguiendo tus pasos.–Steven tomó el control del cuerpo y se sentó derecho, dejando el vaso a un lado para jugar con sus manos.

–¿Alguien cercano?

–Oh no, no. Al parecer un informamte anónimo te vio durante esos días por la ciudad y le avisó. Lo único que Jake pudo conseguir de ese tipo fue lo que ya sabemos, que Dreykov aún quiere deshacerse de la Señorita Romanoff por su traición y casi asesinar a su hija. También por eso está detrás de ti, por ayudarla.–Te explicó tomando un pequeño sorbo del vaso, y haciendo una mueca de disgusto al momento en que bebió el líquido.–Aunque hay algo más que descubrí, pero no tiene nada que ver con Dreykov.–Dijo Marc tomando el control y dejando el vaso a un lado para acercarse a ti y sentarse frente tuyo en el escritorio.

–¿Qué ocurre?–Le preguntaste con el ceño fruncido, aún con el vaso en la mano, viéndole fijamente.

–Sharon Carter llamó ésta mañana. Rumlow ha estado preguntando por ti en Madripoor.–Te dijo con suavidad pero a la vez seriamente, viendo atento tus expresiones.

–¿Cómo supo que estuve en Madripoor?–Le preguntaste bajando la mirada para jugar con tu vaso.

–Aún no lo sé, es lo que trato de averiguar. Pero Steven y Jake no saben de esto. Preferí hablar contigo antes, de todas maneras Carter no dijo nada.–Te explicó con el mismo tono de voz.

–Okey... ¿terminamos ya?–Le preguntaste poniéndote de pie y bebiendo de una sola vez tu trago, dejando el vaso en el escritorio.

–T/N.–Llamó tu atención con voz firme pero suave a la vez, tomando tú mano en la suya, haciendo que le vieras a los ojos.–Debes estar tranquila, Rumlow no se va a volver a acercar a ti.

–Él no me asusta, Marc.–Le dijiste seriamente viéndole a los ojos.

–¿Entonces?

–No lo sé... solo quiero dejar eso atrás e intentar seguir con mi vida. Ya fue suficiente el daño que me causó, solo quiero cerrar ese capitulo y seguir adelante. Que ya deje de buscarme. Eso se terminó hace ya tres años.–Le explicaste sentándote a su lado en el escritorio.

–Debiste haberme dejado deshacerme de él cuando tuve la oportunidad.–Te dijo mientras jugaba con tu mano y tu dejabas tu cabeza en su hombro.

–Lo sé, pero no quería involucrarte en eso. Ya habías dejado tu vida como mercenario.

–Sabes que haría cualquier cosa por ti, linda. Eres prácticamente como mi hermana.–Dejó un beso en tu cabeza y te abrazó por los hombros.

–De todas maneras no habría servido, solo nos habría traído más problemas de los que ya hemos tenido. Rumlow también tiene sus contactos.–Te enderezaste para verle a la cara mientras hablabas.

Marc te ofreció una pequeña sonrisa y dejó un beso en tu frente, para después ponerse de pie y tomar los guantes y boina de Jake que estaban encima del escritorio.

–Ya debo irme. Veremos qué más podemos averiguar acerca de lo de Dreykov y te lo haremos saber.–Dijo mientras se acercaba a la puerta para abrirla, pero se detuvo cuando te escuchó hablarle.

–Marc.

–¿Mhm?–Se volteó hacia ti.

–Vuelvan a Londres. Descansen un poco. Yo me haré cargo de lo demás, hablaré con Nat para que averigüe o tal vez me contacte con Shang y Xialing que tienen conocidos y contactos en todos lados. ¿Hace cuanto que no ves a Layla?–Le dijiste con voz suave sin moverte del escritorio.

–Ya habrá tiempo para eso.

–No es una sugerencia, es una orden.

Marc soltó un pequeño suspiro y asintió con la cabeza firmemente, para después cerrar la puerta e irse.

Tu teléfono vibró y lo sacaste del bolsillo de tu vestido.

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Sharon C: Imagino que Spector ya habló contigo, pero de todas maneras te lo digo.

Sharon C: Rumlow estuvo aquí consultando por unas pinturas que quería para su colección, y también preguntó por ti. Dijo que le llegó la información de que estuviste aquí en Madripoor.

Sharon C: No sé qué es lo que se trae entre manos, pero cuando le dije que no tenía contacto contigo pareció quedarse tranquilo. Aunque no creo que me haya creído.

Sharon C: El hombre parece no olvidarte.

T/N: Suelo tener ese efecto en la gente ;)

Sharon C: Créeme, lo sé. De todas formas te estaré avisando si sé algo más.

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Te quedaste viendo por unos segundos tu teléfono para después dejarlo a un lado y luego posar tu mano en la cicatriz cubierta por el maquillaje en tu mejilla derecha.

–¿Signorina T/N?–Escuchaste a alguien decir por detrás de la puerta.

–¿Si?

–Abbiamo scoperto chi ha venduto i gioielli falsi. È pronto per essere interrogato.
(Encontramos a quien vendió las joyas falsas.)

–Perfetto, grazie mille. Ci vado proprio ora.–Le dijiste de vuelta antes de escuchar como bajaba las escaleras y se iba.
(Perfecto, muchas gracias. Voy ahora mismo)

Tomaste tu teléfono para marcar a alguien y lo llevaste a tu oreja, aún sentada donde mismo.

–¿Vision? Acaba de surgir un inconveniente, encontraron a quien me vendió las joyas falsas... Mhm, así es... ¿tal vez puedas entretener a James mientras no estoy? No quiero parecer una mala anfitriona... Si, si, intentaré llegar para la cena. Pero primero debo atender esto... Muchas gracias, nos vemos más tarde.–Luego de hablar, colgaste la llamada y caminaste hacia la puerta para dirigirte a una bodega bajo tierra donde solías hacer éste tipo de trabajos.