–¿Mi dama uste' 'tá bien?–Te preguntó Jake mientras conducía el auto de vuelta a la finca.–Casi ni habló en la reunión y ahora menos.

–Si, si, tranquilo. Todo está bien.–Le dijiste pasando una mano por tú rostro.

–¿Acaso tu crees que no nos damos cuenta de lo que te pasa?–Te preguntó tomando el control del cuerpo provocando que te voltearas hacia él.–T/N ya debes dejar de castigarte por lo que pasó, no fue tu culpa.

–No es eso.

–¿Entonces?

–James recuerda todo, o al menos la gran mayoría, las partes más importantes. Eso fue lo que me dijo ayer.–Le dijiste viendo hacia tus manos.

Marc soltó un pequeño suspiro y te dirigió una rápida mirada antes de volver al camino.

–¿Y cómo te sientes al respecto?

–No lo sé la verdad... él... él quiere intentar, quiere acercarse pero—

–No quieres porque tienes miedo de que algo le pase.–Dijo aparcando el coche fuera de las bodegas cerca de la casa en la finca, volteándose para verte.

–Exacto... y-y Loki está aquí también, y realmente no sé qué hacer. Él insiste en salir conmigo y en pasar tiempo juntos, y lo hago, salgo con él, cenamos y todo eso... pero no se siente... no es lo mismo...

–Bueno... ya deberías comenzar a pensar en resolver esto entre ustedes dos porque ya queda una semana para la fiesta, luego la inauguración y después de eso Barnes debe volver a Broocklyn y tu te vas a quedar acá.–Te dijo con una pequeña sonrisa.

Tu le quedaste viendo por unos segundos y asentiste con la cabeza, antes de sonreírle tristemente y bajar del coche.

Entraste en las bodegas y subiste hasta tu oficina, donde encontraste a Loki sentado en una de las sillas esperando por ti.

–¡Ah! Mi querida, llegaste. Estaba esperándote.–Te dijo con una sonrisa, poniéndose de pie para besar tu mano.

–¿Qué necesitas?–Le preguntaste soltando un suspiro y pasando una mano por tú rostro, dándole la espalda para acercarte a la pequeña mesa donde tenías las botellas de whisky y una de vino.

Te quedaste observando las botellas por unos segundos, inhalando profundamente antes de servirte un vaso de whisky y beberlo de una sola vez antes de volver a servirte otro poco.

–Venía a invitarte a que cenaras conmigo hoy.–Te dijo con una sonrisa, rodeando tu escritorio para ponerse de pie frente a ti.

–Loki...–Soltaste un suspiro dejando el vaso en el escritorio.

–Reina mía, sé que no quieres salir, y lo entiendo, pero dame una oportunidad.–Te dijo tomando tú mano para acercarla a su corazón, mientras que la otra la tenía bajo tu barbilla para acariciarla viéndote a los ojos.–Déjame quitar ésta tristeza que tienes, lo único que te pido es una oportunidad. Nada más... déjame demostrarte que puedo hacerte feliz.

Tragaste el montón de saliva en tu boca y lo quedaste viendo a los ojos sin saber qué hacer, mientras que sus rostros estaban a tan solo pocos centímetros, sintiendo su respiración en tu piel.

Loki levantó ligeramente tu cabeza por la barbilla y se acercó hasta el punto en que sus labios rozaban, y esperó un par de segundos en caso de que mostraras señales de rechazo, pero al no ver ninguna acortó la distancia y besó tus labios, acariciando tú mejilla con su mano.

Frunciste el ceño devolviendo el beso, y abriste tu boca para aceptar su lengua mientras llevabas tu mano hacia su cabello para jalar de él.

Loki apartó el vaso y te sentó en el escritorio, posicionándose entre tus piernas sin dejar de besarte mientras que se volvía más y más salvaje cada vez, tus piernas alrededor de su cintura mientras tú mano jalaba de su cabello y la otra apretaba su chaqueta. A la vez que Loki llevaba una mano para sujetar tu pierna derecha y la otra en tu espalda.

Comenzó a dejar besos por tu cuello y comenzó a succionar en cierto punto, mientras tu tenías los ojos cerrados.

–L-loki...–Dijiste agitada mientras él volvía a dejar besos hacia tu boca y te besó nuevamente, pero tomaste su rostro con ambas manos y lo alejaste de ti.–Esto está mal...

–¿Y eso por qué?–Te preguntó con una pequeña sonrisa viéndote a los ojos.

–Yo no estoy bien, lo sabes... y tampoco quiero usarte, no quiero darte esperanzas cuando—

–Lo entiendo, reina mía. Pero no me estás usando.

–Aún así... no quiero hacerte pasar por esto, no te lo mereces.–Le dijiste acariciando sus mejillas

Loki te ofreció uan sonrisa y tomó tu mano para besar la palma de ésta, sin romper el contacto visual.

–Está bien, querida. Tu sabes que siempre me vas a tener aquí, no importa lo que pase.–Te dijo con una sonrisa, posando sus dedos bajo tu barbilla para dejar un beso en tu mejilla y luego se alejó para salir.

Tu te quedaste sentada en tu escritorio, y una vez escuchaste la puerta cerrarse, soltaste un suspiro pasando tu mano por tú rostro antes de tomar el vaso y beber lo último que quedaba.

–¿Cómo fue que me metí en esto...?–Te dijiste a ti misma mirando el vaso vacío en tus manos.

MÁS TARDE ESA NOCHE...

Bucky no podía dormir.

Estaba en su habitación dando vueltas de a un lado a otro. Llevaba ya una hora así y todavía no podía volver a conciliar el sueño.

Bucky se quedó recostado en su espalda con un brazo sobre su cabeza viendo hacia el techo, pensando en lo que había pasado el día anterior.

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–¡PORQUE NO QUIERO QUE SALGAS LASTIMADO OTRA VEZ!–Le gritaste con vez temblorosa, provocando que se quedara callado observándote.–¡No quiero que salgas lastimado de nuevo por mi culpa! ¡Casi mueres en mis brazos, James! ¡Tuve que pasar por el horrible momento de cuando despertaste no sabías quién era! ¡Tuve que alejarme de ti para dejarte sanar sabiendo que no me recordabas!

(...) ¡Tú me hiciste amarte! ¡Arriesgué mucho por ti! Y dejarme llevar fue el peor error que pude haber cometido. Jamás debí haberme dejado disfrutar el momento porque eso solo me trajo dolor. Y discúlpame si quiero protegerme de eso. Discúlpame si no quiero tener que pasar por eso otra vez.

~~~~~

Bucky soltó un suspiro y pasó ambas manos por su rostro, antes de levantarse salir tal y como estaba. Sólo con sus shorts y nada más puesto.

Salió de su habitación y le dirigió una rápida mirada a tu puerta, y bajó las escaleras sin hacer ruido a pesar de que Steve y Sam dormían en el tercer piso, pero tu estabas al final del pasillo.

Se dirigió a la cocina y llegó hasta la puerta desde donde te vio con la espalda apoyada en el mesón detrás de ti, viendo hacia un vaso en tus manos con una botella detrás de ti.

–Creí que ya no bebías más.–Te dijo apoyándose en el marco de la puerta y de brazos cruzados.

Al escucharlo, levantaste la vista hacia él y luego terminaste de beber lo que había en el vaso.

–Es difícil dejar las viejas costumbres.–Le dijiste antes de volver a servirte otro vaso.

Al momento en que habías levantado la vista, Bucky frunció el ceño al ver una marca morada en tu cuello descubierto por tu playera de dormir delgada con escote.

Bucky se acercó e hizo que te voltearas, dejando el vaso en el mesón y puso su mano en tú mejilla para mover ligeramente tu cabeza y así darle más espacio de ver lo que adornaba tu cuello.

–¿Qué está haciendo?–Le preguntaste confundida, mientras que a Bucky se le formó una pequeña celosa sonrisa en el rostro.

–Veo que no haz estado perdiendo el tiempo desde nuestra conversación ayer.–Te dijo viéndote a los ojos con algo en ellos que no sabías descifrar bien qué era.

Frunciste el ceño y bajaste la vista para ver la marca en tu piel, y tragaste el montón de saliva en tu boca.

–Lo que haga o no haga no es de su incumbencia.–Le dijiste apartando la vista.

–Apuesto a que yo lo puedo hacer mucho mejor.–Te dijo con una sonrisa, provocando que fruncieras el ceño y te volvieras a girar hacia él.–¿Deberíamos intentarlo?

–¿Q-qué...?–Preguntaste confundida y nerviosa.

Bucky con aún su mano en tú mejilla volteó un poco tu rostro dejando al descubierto tu cuello y apartó tu cabello, para luego acercarse y comenzar a dejar besos húmedos alrededor de la marca.

El aire quedó atrapado en tus pulmones y ambas de tus manos fueron a sus hombros para apretarlos, mientras su mano libre estaba en tu cintura presionando su cuerpo contra el tuyo.

Bucky comenzó a dejar marcas en todo tu cuello por ambos lados, mordiendo, succionando y dejando un rastro de marcas a lo largo de tu piel, mientras que tu tenías los ojos cerrados.

Sabías que eso no estaba bien, y querías tanto poder decirle que se detuviera, pero había algo dentro de ti que te decía que no lo hicieras, muy probablemente la mujer primitiva llena de deseo que en el fondo quería que te bajara los pantalones y te partiera a la mitad en el mesón de la cocina.

–J-james...–Trataste de no gemir, pero sin saber realmente qué decir.

–Ya está...–Dijo alejándose para ver su obra de arte con una gran sonrisa.–Te ves tan hermosa así, pero necesito que respires.–Soltó una peña risita acariciando tus mejillas con ambas manos.

–¿Qué...?–Preguntaste confundida aún con los ojos cerrados.

–Respira, muñeca.–Te dijo viéndote con una sonrisa.

Abriste los ojos inhalando profundamente, apartando la mirada avergonzada.

–Y-yo... ya debería... amm...–Dijiste cerrando los ojos para poder concentrarte y gesturando hacia la puerta con la mano.

–¿Irte a dormir?

–S-si... mañana tengo una reunión y mucho trabajo y—

–No tienes que explicarme lo que vas a hacer, muñeca. Solo cuídate, y por favor deja de beber. No quiero que nada te pase.–Te dijo con una sonrisa.

Frunciste el ceño viéndole a los ojos, y Bucky se acercó para dejar un beso en la parte donde terminaba tu boca.

Se alejó y te quedó viendo a los ojos  y después de unos segundos, por fin reaccionaste y saliste de la cocina lo más rápido posible, subiendo rápidamente las escaleras.

Cuando llegaste a tu habitación, cerraste con el seguro y fuiste al baño para ver en el espejo todas las marcas que dejó en tu cuello.

–Maldito bastardo posesivo...–Murmuraste por lo bajo con una diminuta sonrisa.

Saliste del baño y apagaste la luz, sacando del cajón de tu mesita de noche un vibrador grande y te recostaste en la cama, quitándote toda la ropa y abriendo las piernas para posicionar el objeto entre ellas.

–Estúpidos y sensual Barnes que me tienes haciendo esto todas las putas noches.–Te quejaste metiendo el objeto y luego lo encendiste, comenzando con tu larga noche.