–¿Te gusta eso, muñeca?–Te preguntó Bucky dejando su mano enredada en tu cabello para dejar tu cabeza pegada en tu escritorio de lado, tu mejilla en la madera con un pequeño hilo de saliva corriendo por tu boca, mientras te embestía por detrás con fuerza y su otra mano hacía círculos en tu clítoris.–Te gusta que te follen duro en tu oficina, ¿no es así?

Tu pantalones estaban abajo al igual que tus bragas, tu blusa desabrochada y Bucky tenía sus pantalones abajo mientras te embestía con fuerza y brutalidad por detrás.

Bucky te jaló del cabello para enderezarte un poco, dejando ambas de tus manos en el escritorio y arqueando la espalda dejándole llegar más profundo, mientras que se acercaba dejando su pecho en tu espalda para susurrar en tu oído.

–¿Para esto me llamaste? ¿Para que te cogiera así de duro mientras los demás afuera piensan que estamos en una reunión?

–S-si... si James si...–Dijiste agitada y soltando un gemido. Normalmente no te habrías atrevido a dejarte manipular así por alguien, mucho menos dejarle verte o tenerte en una manera tan vulnerable, pero era Bucky, y él jamás te haría daño, así que confiabas en él.

–¿Qué pensarían tus socios si supieran que dejas a tu simple florista cogerte así de duro sobre el escritorio donde firmas sus papeles y contratos? ¿Uh? ¿Te gustaría que se enteren de lo sucia que eres?–Te preguntó dejando ir tu cabello para tomar tus caderas y comenzar a embestirte más fuerte.

Aferraste tus manos a tu escritorio mientras sus embestidas se volvían aún más salvajes y se movía con ferocidad dentro y fuera de ti, apretando tus caderas con tanta fuerza que podrían dejar marcas que admirarías por el resto del—

~~~~~

–¿Mamá?–Escuchaste a Cassie golpear la puerta del otro lado, provocando que dieras un pequeño salto en la cama donde estabas recostada boca abajo con un pequeño hilo de saliva corriendo hacia la almohada.

–¿Uh? ¿Qué? ¿Qué pasa?–Preguntaste confundida viendo a tu alrededor con el ceño fruncido.

–Mio padre mi ha mandato a cercarti. Ha detto che ti stanno aspettando nel tuo ufficio.–Te dijo mientras te sentabas en la cama, pasando ambas manos por tu rostro.
(Mi padre/papá me envió a buscarte
Dijo que te están esperando en tu oficina)

–Mierda...–Murmuraste pasando ambas manos por tu cabello, para luego dejarlas en tu regazo.–Sarò lì tra pochi minuti.
(Estaré ahí en unos minutos)

Escuchaste a Cassie alejarse y soltaste un gruñido pasando ambas manos por tu rostro, dejándote caer en la cama otra vez.

–Estúpidos recuerdos. Estúpidos sueños. Estúpido Barnes con esa cara. Estupidas ganas de que me la metas y me— ¡ya basta! No tengo tiempo para esto.–Comenzaste a hablar sola mientras te levantabas e ibas hacia el baño de tu habitación.–No tengo tiempo para éstas estupideces. Solo lo va a hacer todo más difícil y complicado de lo que ya parecía y que OBVIAMENTE es.

(.....)

–¡T/N! ¡Buenos días! Creímos que no ibas a bajar.–Te dijo Sam con una sonrisa sentado junto a Cassie, y Bucky donde siempre con Steve a su lado desayunando.

Bucky se volteó a verte mientras bajabas las escaleras, tratando de ocultar su sonrisa.

–Buenos días caballeros, y a ti también hija.–Les saludaste caminando para quedar de pie detrás de tu silla en la cabecera de la mesa.–Por asuntos de trabajo no podré acompañarlos hoy, pero mi hija Cassie les dará un recorrido por el recinto y también si quieren por la ciudad. Luego más tarde a las cinco tienen una reunión para conocer a su equipo aquí mismo en la finca en el jardín.

Yo misma me haré cargo de todos los gastos monetarios tanto personales como laborales, así que no deben preocuparse por eso. ¿Alguna pregunta?–Dijiste tomando en tu mano un pastelillo que Cassie te entregó para comenzar a comerlo.

–Sí, yo tengo una duda. ¿Cuando es que se hará ésta fiesta de inauguración?–Te preguntó Sam.

–Dentro de dos semanas será la fiesta aquí en la finca, al día siguiente será la inauguración del restaurante. ¿Alguna otra pregunta?

–¿Quién estará a cargo de dirigir todo?–Te preguntó Steve.

–¡El Signore Barnes!–Dijo Cassie antes de que pudieras decir otra palabra, provocando que te voltearas a verla.

–¿Yo? Pero creí que tu—

–Es que usted es un profesional y así también me sirve para aprender, ¿verdad mamá?

–Sí... si, si, tienes razón. Como sea, ya voy atrasada. Cualquier duda o pregunta hablen con Cassie o Scott.–Les dijiste antes de salir por uno de los grandes ventanales detrás de Cassie para caminar hacia los viñedos que estaban a una poca distancia de ahí, mientras que discretamente sacabas una pequeña botella del interior de tu chaqueta y bebías un poco antes de guardarla.

–Te dije que era una gran oportunidad laboral.–Le dijo Sam con una sonrisa a Bucky que se había quedado viendo en dirección hacia donde te fuiste.

(.....)

–Lamento mucho la tardanza, hubieron algunos contratiempos pero ya estoy aquí.–Le dijiste a la persona que estaba en tu oficina, caminando para rodear tu escritorio y dejar tus cosas encima de éste.

–Oh, no hay porqué pedir disculpas, mi querida.–Te dijo con una sonrisa.

–Es muy poco profesional llegar tarde, Señor Laufeyson. Usted lo sabe muy bien.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, mientras él rodeaba el escritorio para tomar tú mano y besarla, sin romper el contacto visual.

–Por favor, querida, solo dime Loki. Nos conocemos demasiado como para usar formalidades entre nosotros, al menos en privado.–Te dijo acercando tu mano y dejándola en su pecho sobre su corazón.

–Mmm... si... eso es verdad.–Le dijiste con una sonrisa, dando un paso hacia él para arreglar su traje con tu mano libre.–No esperaba verte por aquí hasta al menos poco más de una semana.–Hablaste con una sonrisa levantando la vista para verle a los ojos.

–¿Es muy malo que haya querido verte antes, mi querida reina?–Dijo Loki llevando su mano para acariciar tu mejilla, viéndote con una sonrisa.–Puedo notar cierta tristeza detrás de tus hermosos ojos... ¿está todo bien?

–Sabes que siempre estoy bien.–Le respondiste con una sonrisa, dejando tu mano que arregló su traje en su pecho.

Ambos estaban muy cerca del otro, cuando la puerta se abrió y los dos se separaron, aclarando sus gargantas mientras Loki llevaba ambas manos a sus bolsillos.

–Parece que interrumpo.–Dijo Yelena para nada sorprendida y realmente sin interés alguno, encogiéndose de brazos antes de hablar.–No importa. Tarakan uzhe gotov i zhdet vas.
(La cucaracha está lista y esperándote)

–¿Chto ty sdelala seychas, T/N?–Te preguntó Loki con una pequeña sonrisa y algo confundido.
(¿Qué has hecho/hiciste ahora, T/N?)

–Ay que bien, y habla ruso el niño de porcelana éste.–Rodó los ojos Yelena.

–Nada de lo que tengas que preocuparte.–Le dijiste con una sonrisa dándole una suave palmada en el pecho, para luego seguir a Yelena fuera de tu oficina.

(.....)

–Tenemos que buscar una forma de acercar a mi mamá al Signore Barnes.–Le dijo Cassie a Sam mientras lavaban los platos en la cocina, y los otros dos estaban en sus habitaciones.–Sé que está tratando de alejarse de él lo máximo posible.

–¿Y qué podemos hacer? Es una mujer ocupada, no va a ser fácil.–Dijo Sam lavando un plato, mientras que Cassie iba secando y guardando.

–Sobre todo teniendo en cuenta que el Señor Laufeyson se encuentra aquí en Italia con ella en éste preciso momento.–Dijo Scott entrando en la cocina para guardar algunas cosas en el refrigerador.

–¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?! ¡LA FIESTA ES EN VARIOS DÍAS MÁS! ¡NO DEBERÍA HABER LLEGADO TODAVÍA!–Exclamó la chica volteándose para ver a su padre.

–¿Y ese tal Laufeyson es...?–Preguntó Sam confundido.

–¡Uno de los grandes amores de mi mamá! ¿Qué acaso no recuerda lo que le dije?–Le preguntó Cassie.

–¡Ay si es cierto! ¿Y ahora qué hacemos?

–Yo no voy a participar en eso, solo sepan que ambos aún tienen mucha química y se quieren bastante. Además acaban de estar los dos solos en su oficina conversando.–Les dijo Scott antes de desaparecer nuevamente.

Cassie soltó un suspiro pasando ambas manos por su rostro y apoyando la espalda en el mesón de la cocina.

–Hay que encontrar una manera de sacar al Signore Laufeyson de la ecuación cuanto antes. No se suponía que él debía venir. Si hubiese sido Thor, todo habría sido más fácil.–Se quejó ella.–Hay que despejar la "X" que sería mi mamá para que se quede con el Signore Barnes. Pero si hay números de por medio, será muy difícil.

–Tus metáforas son algo raras... ¡pero no te preocupes! Vamos a encontrar la manera, ya vas a ver. Tu mamá y tu padrastro están destinados a estar juntos.–Le dijo Sam con una sonrisa, posicionándose junto  ella y dándole un suave empujón con el codo.

–El Signore Barnes no es mi padrastro.–Le dijo ella algo confundida.

–Lo fue antes, y lo va a volver a ser. Yo lo sé. Y se van a casar y van a tener tres hijos, ya vas a ver.–Dijo Sam con una sonrisa antes de volver a lavar platos.