Dejándose llevar
El beso comenzó a hacerse más intenso a cada momento, forzaste tu lengua dentro de su boca y él la aceptó, permitiéndote explorarla a tu gusto.
Bucky te tomó en sus brazos, y poco a poco fueron retrocediendo hasta su cama cuando ambos cayeron en ella riendo ligeramente, Bucky quedando encima de ti y sujetándose con la mano izquierda y la derecha acariciaba tu cintura.
–¿De verdad quieres seguir con esto?–Te preguntó mientras acariciabas sus mejillas.
–¿Acaso tu no?–Le preguntaste con una sonrisa, pasando tu nariz por la suya.–¿O me vas a decir que prefieres a Le—. Ni si quiera al canzaste a terminar, cuando te volvió a besar con mayor intensidad ésta vez.
Bucky llevó sus manos a tu blusa para desabrochar los botones y quitártela, dejando besos por tu mejilla donde estaba la cicatriz, bajando a tu mandíbula, cuello, y luego al espacio entre tus pechos cubiertos por tu brasier.
–Tienes condones, ¿verdad?–Le preguntaste agitada jalando de su cabello.
Bucky volvió a subir dejando besos hasta llegar a tu boca, como si se tomara su tiempo para adorar cada centímetro de tu cuerpo.
–Encontré una caja de condones en mi maleta el día que guardé mi ropa en el closet, asumo que fue Sam quien los puso ahí.–Rió ligeramente estirando la mano hacia la mesita de noche para abrir un cajón y sacar uno de la caja.
–Perfecto.–Dijiste con una sonrisa coqueta, haciéndole darse vuelta y quedar recostado en la cama contigo encima y el condón en la mano.
Besaste sus labios con posesividad y escupiste en su boca, bajando por su cuello dejando marcas a tu paso, luego por su pecho para morder y succionar en su pezón, provocando que soltara un gemido ante la sensación.
Seguiste bajando hasta llegar a sus shorts, y los quitaste para dejarlos en cualquier lado de la habitación.
Tomaste su erecto miembro en tu mano y comenzaste a masajearlo, dejando un beso en la punta sin romper el contacto visual.
–Mierda...–Dijo con los dientes apretados sintiendo tus besos en su miembro, mientras apretaba las sábanas con fuerza.
–Me pregunto cuantas veces habrás soñado con esto... conmigo teniendo tu pene hundido en mi garganta... suerte para ti, que aquí estoy yo para cumplir tus sueños...–Le dijiste con voz suave antes de meter poco a poco su miembro en tu boca.
Bucky soltó un gemido y llevó su mano a tu cabello para jalar de él, pero no con tanta fuerza.
Comenzaste a mover tu boca a lo largo de su miembro, respirando por la nariz para poder meterlo más al fondo sin hacer arcadas, y comenzaste a hundir las mejillas para succionar y moverte con más rapidez.
–Mierda T/N... tienes razón... te imaginé muchas veces así...–Dijo con los dientes apretados, ligeramente avergonzado al sentir que su orgasmo ya se aproximaba.
Lo sacaste de tu boca y seguiste con tu mano, poniendo tu dedo pulgar en su punta y apretándolo ligeramente para dejar tu mano quieta y acercarte a sus labios.
–Aún no, niño bonito...–Le susurraste con tu boca a centímetros de la suya.
Te alejaste de él y terminaste de quitarte la ropa bajo su atenta mirada, mientras él se ponía el condón con rapidez.
Tu cuerpo desnudo y lleno de cicatrices quedó descubierto ante sus ojos, y eso solo le hizo pensar que eras aún más hermosa todavía.
Bucky te tomó de las caderas y te acercó a él para sentarte en su regazo, él mismo sentándose en la cama y besando tu cuello.
Llevó su mano izquierda a tu entrepierna y separó tus pliegues, para luego insertar un dedo en ti y luego otro, estimulando tu clítoris con su pulgar.
–James...–Gemiste dejando caer la cabeza hacia atrás, dándole más acceso a tu cuello para besar y sin dejar de mover sus dedos dentro de ti.
–Desde que llegamos a Italia que soñaba con poder tenerte así...–Te susurró metiendo un pecho tuyo en su boca.
Comenzó a morder y succionar, haciéndote que gimieras y movieras tus caderas en sus dedos para conseguir más fricción.
Al sentir tu orgasmo avanzar, apartaste su mano de ti y lo dejaste recostado en la cama para elevarte y pasar su punta por tu entrada.
–Te necesito dentro de mi, James...–Le dijiste agitada, deslizándote poco a poco en él.–Mierda... eres... eres muy grande...
–Y solo tuyo también...–Te dijo con los dientes apretados, con sus manos sujetando tus caderas y dejándolas marcadas.
Una vez entró por completo, soltaron un gemido y dejaste ambas manos en su pecho, para poco a poco moverte de arriba abajo en su miembro, embistiéndote a ti misma.
Comenzaste a moverte con más rapidez, llevando tu mano derecha a su cuello hasta su mandíbula para apretarla, y te acercaste apoyando tu mano izquierda junto a su cabeza y escupiste en su boca, provocando que cerrara los ojos y tragara soltando un gemido.
–Di que eres mio... di que me perteneces...–Le ordenaste haciendo fricción con tus caderas en las suyas, refregándolas juntas y con la respiración agitada.
–Soy solo tuyo, T/N... de nadie más... soy tuyo...–Te susurró para después poner su mano en tú nuca y estrellar sus labios con los tuyos, para después darse vuelta aún dentro de ti y sin dejar de besarte.
Enrollaste tus piernas en sus caderas y llevaste tus manos a su cabello para jalar de él con fuerza, besándole con desesperación y sus lenguas luchando por dominar.
Bucky comenzó a embestirte con fuerza y rapidez, haciendo que la cama se golpeara contra pared y sus pieles chocaran creando un fuerte y obsceno sonido que se mezclaba con los gemidos de ambos, dejando sus boca juntas y abiertas mientras gemían.
Bucky tomó ambas de tus manos con la suya izquierda y las dejó sobre tu cabeza, dejando besos en tú cuello y embistiéndote con fuerza y velocidad, para después volver y dejar besos desordenados en tu boca.
–Eres hermosa... eres perfecta... nadie sabe apreciarte como yo lo hago...–Te dijo con la voz agitada, viéndote a los ojos.
Volvió a besar tus labios con desesperación, sintiendo como su orgasmo se aproximaba.
–T/N ya... ya no aguanto más...–Susurró dejando ir tus manos para sujetarse en la cama y dejando su rostro escondido en tu cuello.
–Aguanta solo un poco, James...–Le dijiste al oído, llevando su mano a donde sus cuerpos se conectaban para que masajeara tu clítoris con rapidez al mismo tiempo que lo hacías con tu mano también.
Comenzaste a sentir esa sensación en tu abdomen y apartaste sus manos de ti, moviendo tus caderas para alcanzar sus embestidas y tomaste su rostro por la barbilla con fuerza para verle a los ojos.
Ambos gimieron y sus orgasmos arrasaron con los dos al mismo tiempo.
Bucky llenó el condón de una manera en la que nunca antes lo había hecho, y tú te corriste a su alrededor, acercándote para morder su hombro con fuerza y dejar tus dientes marcados junto con las demás marcas que habías hecho.
Bucky se detuvo poco a poco, respirando agitado y escondiendo su rostro en tú cuello.
Salió de dentro de ti y se recostó a tu lado, aún asimilando lo que acababa de ocurrir.
–Nunca antes había tendio sexo con mi jefa...–Dijo viendo hacia el techo.
–Siempre hay una primera vez para todo... también se puede volver a repetir...–Le dijiste con una sonrisa, volteándote hacia él.–A no ser que quieras que sea algo de una sola vez y ya...
–Eso jamás.–Respondió con rapidez, dándose vuelta hacia ti para dejar su mano en tú mejilla y acariciarla.–Lo que dije antes es verdad... soy tuyo, T/N... solo tuyo...
Una gran sonrisa se formó en tu rostro y te acercaste para besar sus labios con dulzura.
Bucky devolvió el beso mientras acariciaba tu espalda y caderas con cuidado y delicadeza, antes de separarse y tu volver a recostarte a su lado.
Se levantó y se quitó el condón, para luego ir al baño y tirarlo a la basura, y después volvió con una toalla mojada.
Abrió tus piernas con cuidado y las limpió, para después recostarse a tu lado y taparlos a ambos con las frazadas.
Te atrajo hacia su pecho y te abrazó, dejando un beso en tu cabeza mientras los dos se dormían en los brazos del otro.
A la mañana siguiente...
–¡Signorina T/N, Bucky, svegliati!–Escucharon a Scott decir del otro lado de la puerta.
(Despertien/despertar)
Ambos dieron un pequeño salto, mientras Bucky estaba recostado con tu espalda en su pecho y tu te apoyaste en tu codo, pasando una mano por tus ojos.
–¡No traten de ocultarlo, sé que están los dos ahí! ¡Signorina T/N, ya todos la están esperando en su oficina! ¡Y Bucky, el desayuno está listo!
–Mierda.–Murmuraste por lo bajo, levantándote de la cama y comenzando a buscar tu ropa.–¡Gracias Scott! ¡Diles que ya voy!
–¿Por qué no nos quedamos otro rato más aquí?–Te preguntó Bucky tomando tú mano una vez te pusiste tus bragas, brasier y te estabas abrochado la blusa, y te sentó en su regazo mientras besaba tu cuello, aún algo dormido.
–James no podemos, hoy de verdad tengo una reunión, y enserio voy DEMADIADO atrasada.–Reíste ligeramente acariciando su cabeza, para después tomar su rostro con ambas manos, pero volvió a besar tu cuello.–Además, hoy en la noche hay una fiesta aquí en la finca y debo arreglar todo para la noche.
–¿Hay una fiesta?–Te preguntó extrañado, alejándose de tu cuello para verte con el ceño fruncido pero sin soltarte.
–Si, así es. De hecho, era una de las cosas que venía a hablar contigo anoche, pero nos desviamos un poco del tema.–Le dijiste mientras te volvías a levantar y te ponías tus pantalones.
–Deberíamos desviarnos del tema más seguido.–Te dijo con una sonrisa coqueta, haciéndote reír mientras abrochabas tu blusa.
–Cómo sea, le pedí a Vision que te llevara ahora en la mañana a comprarte un traje. Así que date una ducha, vístete, ve y come algo, que Vision ya debe estar esperando por ti en el comedor.–Le dijiste acercándote para dejar un beso en sus labios.–Nos vemos más tarde.
Tomaste tus zapatos y saliste lo más rápido posible de la habitación para ir y darte una ducha rápida en tu baño privado.
Bucky sonrió para sí mismo y se volvió a recostar en la cama, con ambas manos cubriendo su rostro.
(.....)
Bajaste las escaleras con aún el cabello mojado y arreglando tu ropa, y te encontraste con Vision en su sitio de siempre en la mesa.
–Veo que al fin te dejaste llevar...–Te dijo con una sonrisa, dejando su taza de té de vuelta en el plato, y cruzándose de brazos.–¿Cómo se siente por fin tener lo que tanto querías?
–Cierra la boca, ya voy tarde por culpa del "déjate llevar, ¿qué es lo peor que puede pasar?"–Dijiste tomando un pastelillo de la mesa.–Voy a perder un negocio por eso. Ahí está "lo peor que puede pasar".
Saliste corriendo de la casa mientras Vision reía y Bucky bajaba las escaleras.
–Buenos días.–Le dijo tomando asiento.
–Buenas tardes serán, ya es hora de almorzar, Bucky.–Le dijo con sarcasmo y una sonrisa pícara.
–¿Por qué me ves así?
–Nada... linda mordida la de tu hombro, por cierto.–Le dijo señalando hacia la zona que se veía debajo de su playera, con una sonrisa, para después darle un mordisco a su pastelillo.
Bucky le dirigió una mirada con una pequeña sonrisa, agachando la cabeza mientras comenzaba a servirse desayuno.
–Dudo que hayan hablado mucho anoche, pero T/N hoy dará una fiesta para dar a conocer sus más recientes vinos y licores. Será una degustación, y tú vas a asistir. Lo ideal hubiese sido que ella te invitara, pero lamentablemente no lo hizo.–Le explicó tomando un sorbo de su té.–Me pidió que te llevara a comprar un traje, así que a eso iremos. Y lo lamento mucho, pero no tienes tiempo de desayunar.
Vision se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta, mientras Bucky bebió rápidamente su café y luego tomó un pastelillo y una tostada, para salir corriendo detrás de él.
–¡Eshpera!–Exclamó con la tostada en la boca.
(.....)
–Okey, ya estoy aquí.–Dijiste algo apresurada, acomodando tu cabello llegando a la sala de reuniones donde viste a Marc fuera.
–¿Y a ti qué te pasó?
–¿Tú que estás haciendo aquí? Te dije que volvieras con Layla.–Le dijiste con el ceño fruncido.
Marc solo rodó los ojos antes de que su mirada se suavizara.
–Déjame ayudarte, querida. No puedes presentarte así.–Te dijo acercándose a ti para acomodar tu blusa y cubrir las marcas en tu cuello, y luego arregló un poco tu cabello.
–Gracias chicos. Y mejor vayan ahora mismo con Layla si no quieren que yo me haga cargo del asunto.–Les dijiste apuntándole con el dedo índice mientras entrabas en la oficina.
–Vuilvi coin Liyli... bli bli bli...–Se burló de ti rodando los ojos, para después entrar en la gran habitación.
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