Capítulo 44: Joel mood Gato.

Wazzaaaaa, ahr jaja ¿Joel modo Chris? ¡Activado!  Disfruten el especial Jochris/Virgato, ¡Feliz día del amigo! COMENTEN, l@s amoooo 

Narradora.

     Christopher no entendía porqué razón su amigo le había pedido aquél favor, pero ya que obtendría algo bueno de ello pensó que no le iba a costar nada acercársele a Joel, ya que siempre que peleaba con él terminaban arreglando las cosas, una y otra vez...

Después de darse una ducha bajó al Living, se encontró con Zabdiel el cual le dijo que el rizado estaba encerrado en su habitación, la cual quedaba al lado de la del dominicano.

—Le toqué la puerta y no abrió —Comentó a Richard y le robó unas papitas, pero antes de que este hiciera algo Chris se fue entre risitas al ascensor.

Y más tarde, en el piso correcto, el ascensor abrió las puertas de metal y Christopher salió para con una vista rápida localizar la puerta de Joel.

—Joel, soy Chris —Tocó un par de veces y al no escuchar nada agregó: —¿No crees que es un poco inmaduro que sigas molesto conmigo por lo de esa noche wey?

«Todo tú eres inmaduro, Chrismoso» —Pensó Joel.

Joel no quiso responder, estaba viendo una película mientras que las sabanas lo envolvían, estaba muy cómodo como para hacerle caso a Christopher; él no quería abrir, pero tampoco quería ser tan grosero.

—Solo me enteré que por aquí hay un lugar donde venden productos de... —Hizo una larga pausa pensando qué excusa darle y Joel se acercó a la puerta solo para escuchar si él seguía allí —Podría conseguir descuento y tú tendrías una fabulosa chaqueta de Ed, o de Elvis —Negó frustrado, qué idea tan tonta.

Joel pasó las manos por su cara y negando con la cabeza cuestionó: —¿Me estas sobornando? ¿Qué quieres? ¡No tengo comida aquí!

—No, man, abre, solo quiero que arreglemos las cosas —Contestó Christopher del otro lado, cansado, no le gustaba esperar.

El chico de origen mexicano colocó sus zapatos con cierto ánimo de desinterés, se miró en el espejo, acomodó un poco su cabello, se colocó una sudadera gris y abrió la puerta dejando ver a Chris con una enorme sonrisa.

—Solo si pagas —Le dijo seriamente.

—Claro amigo, hay que compartir ¿no crees? —Reconoció pasando su brazo por el cuello de Joel. 

Estaba orgulloso de él mismo, no podía creer cómo siempre se salía con la suya.

—¿A dónde van? —Les preguntó Renato deteniendo su paso.

—Vamos a salir.

—Aja ya sé ¿pero a dónde? —Cuestionó.

—Tú dile a donde vamos Joey.

Joel miró a Chris con mala cara: —A... No sé —Contestó encogiendo los hombros.

—Allí mismo, a no sé —Bromeó Christopher.

—Si se acuerdan de lo que pasó en la mañana ¿verdad?

—Sí —Respondieron al unísono.

—Tienen ensayo en tres horas —Les recordó.

—Sip, lo sabemos, pero no vamos a tardar —Aseguró Christopher.

—Le diré a la recepcionista que llame a un taxista de confianza para que los lleve ¿están de acuerdo? —Renato soltó una risa cuando Christopher lo abrazó.

Al pasar unos cinco minutos los chicos salieron del hotel tratando de pasar desapercibidos, Renato les ordenó que regresaran en menos de dos horas y que pasara lo que pasara: llamaran.

—¡Hola! ¿Cómo estás? Mi nomble es Christophel ¿Cuál es el tuyo?

Joel no pudo evitar reír bajo al escuchar la voz con la que Chris se presentaba ante el señor que conducía el taxi, era tan inmaduro.

—Daniel, me llamó Daniel, joven, un placer —Contestó el flaco con una sonrisa.

—Y dígame señol Daniel... ¿Hay aquí en la capital un...? —Joel intentó acercarse ya que Chris se acercó al taxista y le susurraba cosas que no podía escuchar.

—Sí hay ¿Quiere que lo lleve a uno? 

—¿A dónde me llevas, Christopher? —Inquirió Joel con cierto temor.

—Nah, tu tranquilo, te voy a sorplendel —Contestó con voz de niño, otra vez.

Pasaron más de diez minutos en los cuales Joel veía a través del vidrio la avenida, el hombre que dijo llamarse Daniel solo conducía; el camino al lugar "A... no sé" era largo, Joel no sabía qué esperar de la imaginación de Christopher ya que para él el 22% de las ideas que este tenía eran cuerdas y lo demás solo era basura.

—Muchas gracias pol traelnos señol Daniel —Se despidió Christopher a lo que Joel negó con la cabeza y sacudió su mano derecha también despidiéndose.

—¿Un parque? —Inquirió Joel, incrédulo.

—Sí, así es —Chris volvió a pasar su brazo por el cuello del rizado y ambos caminaron hasta llegar a la entrada quien estaba resguardada por un hombre mayor.

—Está cerrado —Les informó el hombre cruzándose de brazos.

—Mucho gusto mi nombre es... —Joel inmediatamente le tapó la boca al mayor y este intentó morderle los dedos por lo qué el rizado se quejó asqueado por llenarse de saliva.

—Vendremos otro día —Dijo Joel viendo con los ojos muy abiertos a su acompañante. Era mala idea seguir, más bien tuvieron suerte que el hombre no los conocía.

—¿Cuánto vale el boleto? —preguntó Chris limpiando los cristales de sus lentes.

—Está cerrado —Volvió a repetir, su gestos eran cansados, no era para menos, el resplandor del sol no era agradable.

—Vélez vámonos, encontraremos otro lugar...

—¿A qué hora abren? —Preguntó ignorando a su amigo.

—Sábados, domingos y feriados de 14:30 a 21 horas —Contestó el portero.

—¿Y los días de semana?

—Sábados, domingos y feriados de 14:30 a 21 horas —Repitió luego de bufar.

Joel miraba la escena pensando en lo insólito que era todo eso, estaban perdiendo el tiempo, pero Chris no se iba a ir, como fuera iba a entrar.

—O sea que no abren los días de semana... —Comenzó a hablar Chris y él hombre asintió —¿Y por qué allí dice Lunes a Viernes 12am a 4pm? —A esto Joel rió.

—Está en mantenimiento —Respondió el portero volteando el cartel.

—Solo déjenos ir al parque de juegos —Insistió Chris con un puchero.

—Christopher, déjalo —Suplicó Joel cansado, el resplandor del sol no le gustaba.

—No, espera —Y como si lo hubieran practicado al decir esto tanto Joel como el portero resoplaron —Puedo darle dinero, solo es un rato, no podemos ir a otro lugar...

—No, está cerrado.

Joel casi gruñó cansado de todo eso y de inmediato sacó unos cuantos dólares de sus bolsillos y los puso en los brazos del hombre quien vio sorprendido la actitud.

—Solo una hora —Indicó luego de recoger uno de los billetes para abrirles una pequeña puerta.

—Aaaaaa que si querías entrar, pendejito —Habló Christopher entre risas.

Joel rió, aun no había reaccionado por lo que había hecho, y cuando lo hizo no podía creerlo: —Por eso no me gusta andar contigo, haces que haga cosas estúpidas —Expresó Joel enojado y Christopher solo corrió al ver un cartel grande con la palabra "Toboganes".

—Ven, ven, ¡ven! —Decía y el rizado caminó rápido detrás de él.

El ecuatoriano subió las escaleras de uno de los toboganes y pegó un gritó mientras se deslizaba por el cubo de este, cayendo en la grama.

Joel también lo hizo, lo estaba disfrutando.

Mientras caminaban se encontraban con diferentes maquinas de juegos, cualquiera que los hubiera visto habría dicho que...

—Parecemos niños, Chris.

Ambos rieron y se encontraron con el gran "estacionamiento" de carritos chocones, se miraron unos segundos con complicidad y saltaron la malla que impedía la entrada para cada uno subirse en un carrito.

—Ja, allí dice menos de 80 kilos —dijo el rizado con un gesto de burla hacia Chris.

—¿Ah sí? pues ahí dice que no aceptan a chicos —Hizo comillas: —vírgenes.

Joel borró la sonrisa que tenía y con rapidez encendió su carrito chocándolo con el del ecuatoriano, provocando una pelea entre coches.

—Una carrera de cuatro vueltas, el que llegue primero tiene que hacer lo que sea que el otro le diga —Pidió Joel en tono retante.

—Hablas con él rey de la formula uno amiguito, no te tengo miedo —Aseguró el otro.

Estacionaron los carros detrás de la línea azul, se miraron como si de una competencia entre vaqueros se tratase y antes de que Joel pudiera decir ¡Ya! Christopher arrancó.

—¡Bola de grasa!

La primera vuelta pasó rápidamente, el ecuatoriano llevaba la delantera, en la segunda vuelta Joel intentó alcanzarlo pero no lo logró; para la tercera vuelta el mayor bajó la velocidad quedando al lado del rizado y soltó una ruidosa carcajada haciendo que el chico de origen mexicano acelerara aún más, dejándolo atrás.

—Eres un bruto —Le juzgó Joel cuando cruzó la meta en la última vuelta.

—Te dejé ganar —Admitió Chris riendo.

—Son las dos, a las tres tenemos que irnos, creo que ya es suficiente —Consideró el rizado mientras llevaban los carritos a sus respectivos lugares, y en seguida saltaron la malla de nuevo.

—¿Y el reto qué?

—Nou, cuando lo tenga pensado te diré —Respondió malicioso haciendo que Chris le diera unas palmadas en el hombro mientras seguían caminando.

—¡Carrusel! —Exclamó el ecuatoriano con un brinquito señalándolo, y a los pocos segundos los dos habían encendido la maquina; el rizado se subió a un panda y Christopher a un unicornio los cuales subían y bajaban mientras daban un giro lento que los distraía —¿Joel?

—Dime, Christopher.

—¿Por qué no buscas a alguien con quien salir? —Sacó la conversación.

—No wey.

—Yo conozco a una chica —Confesó Chris sacando el teléfono de su bolsillo, buscando la foto de Lonnie —Si quieres puedo... —Iba a continuar pero el rizado al entender lo que hacia se sintió enojado.

—¿Es una intervención? ¿Por qué todos quieren que tenga una novia? —Inquirió incómodo, girándose hasta ver a Chris.

—No es una intervención, solo deberías olvidar a... —Dejó de hablar.

—De haberlo querido olvidar lo abría hecho desde hace tiempo.

—O sea que eres un man masoquista, ¡ay! qué madres —Consideró para luego reír.

—No es que sea masoquista Chris —Miró fijamente el pato que tenía delante buscando las palabras que debía decir —Si lo tengo la mitad del tiempo, como a ustedes, es imposible, y tenemos que tener una buena relación por esto, por CNCO.

—Pues yo no veo que intentes tener una buena relación con Erick.

—¡Vamos, Chris! Claro que lo intento, pero él hace tantas cosas... —Negó con la cabeza el rizado recordando el comportamiento del cubano —¿Cuántas veces no han discutido Zabdiel y Richard y lo han dejado a un lado? ¡Incluso you and me! Todos tenemos problemas y nuestro deber es resolverlos, pero él siempre lo friega.

—Hablaré con él.

—Gracias.

—No hay de qué, pero en serio la chica es muuy hermosa —Opinó —Eh, un bombón.

—Sí, ya vi —Admitió con una sonrisa —No quiero conocer a nadie más ahora, no hasta que arregle las cosas con Erick.

—De acuerdo —Le sonrió Chris.

Minutos después bajaron del carrusel, apagaron la maquina y se fueron alejando de allí como si nada entre ellos había pasado, dejando atrás nuevamente los malos ratos.

—Tengo hambre —Expresó Joel tocando su estómago.

—¡Por fin estamos de acuerdo en algo! ¡De verdad wey! lo grabaré en mi teléfono como: "Un día bueno de seiscientos malos con Joel Pimentel".

Joel sonrió pensando en que ese 22% de ideas malas de la imaginación de Chris tenía que cambiar a un 25%: —Dramático.

Abrazados por los hombros ya estaban aproximándose a la entrada, pero el chico ecuatoriano jaló del brazo a su acompañante, y en cuanto le hizo mirar lo que él había notado Joel se negó a lo que la mirada de Christopher le pedía.

—Está cerrado, no haremos eso Chris, es malo.

—Entramos, tomamos lo que queremos y dejamos el dinero en la vitrina ¿va?

Joel volvió a negarse: —No ¿Qué tal si hay cámaras encendidas?

—¡Es una tienda de menos de tres metros de ancho y largo!

—¿Y si el parque tiene cámaras?

—De todos modos ya nos jodimos si tienen cámaras —Contestó el mayor —¡Vamos, Joey! —Lo miró suplicante —Vamos a dejarles el dinero.

Joel no quería mirarlo pero el mayor hacía sonidos de suplica y un puchero se dibujaba en sus labios.

—Dime que no voy a hacer lo que quieres que haga wey.

—Sí, si lo vas hacer, man; entrarás en modo Christopher cuando está hambriento.

El ecuatoriano miró a todas las esquinas haciendo gestos y movimientos de espía tratando de distinguir alguna cámara, y las vio, pero se dio cuenta que estaban apagadas, lo que le dio la confianza de seguir el camino a la tienda de golosinas; Joel solo lo seguía.

—¿Qué haces? —Le preguntó el rizado al ver que Chris intentaba abrir la puerta.

—¡Intento abrir esta mierda, Joel! —Seguido de esto Joel le dio un trozo de alambre que estaba en el suelo y el mayor creó una "llave" con eso.

Un clic sonó y ambos se miraron, Chris abrió la puerta y miró con cara de orgullo por él mismo a Joel mientras este solo reía nervioso por la travesura que hacían.

Tomaron unos caramelos Candel, varios Ricardito, Jelly Berries, MaxMallows y Alfajores de dulce de leche.

—Creo que ya está —Le dijo el ecuatoriano a su amigo y dejaron algunos dólares según los precios que marcaban las bolsas para luego esconder todo entre sus ropas mientras comían lo demás sentados en unas butacas de madera.

—Hiciste que robara por primera vez —Discutió Joel sintiéndose mal mientras comía las gomitas de Jelly Barries, jurándose así mismo no hacer otra cosa como esa.

—Pero igual estas comiéndote todo; no mames wey le dejamos el dinero.

—Si les dejamos el dinero van a saber que alguien entró y él único que sabe que entramos fue el portero.

—Esconde todo, vámonos —Indicó de inmediato Christopher con cierto temor.

—No voy a salir contigo nunca más —Musitó tratando de esconder bien dentro de su sudadera las golosinas restantes —Haces que haga cosas estúpidas.

Chris rió ante el comentario. Se despidieron del portero simpáticamente y llamaron a Renato para pedirle que enviara a alguien para que los recogiera, y en cuestión de minutos el mismo taxista llegó por ellos.

—Hola señol Daniel —Saludo el mayor mientras entraban.

—Oye Chris, sigues hablando así y será el día seiscientos uno —Le advirtió el rizado —¡Y toma tus pinches dulces, chrismoso! —Dijo entregándoselos.

—Él me ama, me odia pero me ama —Comentó Chris a Daniel con un falso suspiro haciendo que Joel riera.

N/a2: Pregunta seria ¿A quién le gustó este especial? 👀 Con ese título seguro pensaron que el Chris iba a llevar a Joel a un burdel o qué sé yo Jajaja. Gracias por leer ❤

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