Primera Impresión

Hi!!!

Aquí un nuevo capítulo

Ojalá les guste

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Desde que había despertado podía contar las ocasiones en las que había sonreído genuinamente, sin duda todo lo que había pasado había sido muy duro de sobrellevar y agradecía infinitamente a su de por sí calmado temperamento, el haber impedido que explotase desde el primer día rompiendo cosas y golpeando a quien fuera que se le atravesara en frente; solo había necesitado descargar su furia en sacos de boxeo día a día y poco a poco su instinto había disminuido, permitiendo que pudiese disfrutar de una pelea de entrenamiento y sonreir mientras era completamente vencido, como en ese momento.

- ¿Se rinde, capitán?

-ahh... ahh - respiraba agitadamente tratando de recuperar el aliento - ¿tengo otra opción? Me venció completamente

La pelirroja sonrió y dejó ir el brazo del capitán con el cual lo mantenía boca abajo sobre la lona. Había sido una pelea difícil, pero se enorgullecía mucho de sus habilidades y su ego no pudo más que aumentar el momento en el que logró dejar al Capitán América bajo ella.

-Me debes 500, Barton - se dirigió hacia su mejor amigo, el cual todo el tiempo se había mantenido apoyado en la pared observando el intercambio de habilidades

-No es justo - hizo un puchero - Steve aún no ha practicado del todo los métodos de pelea actuales ¡exijo una revancha!

-Y la habrá - esta vez fue el rubio quien habló mientras se levantaba del suelo y tomaba un poco de agua - ¿le parece bien, agente Romanoff?

-Cuando quieras, Cap - Natasha sonrió - espero esos 500 antes de las 6, agente Barton - habló esta vez mirando al que consideraba un hermano con una expresión divertida

-Está bien, está bien

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Al estar el gimnasio y la zona de entrenamiento en la parte baja del edificio, no fue sino hasta que llegaron al primer piso que escucharon el escándalo que provocaban los gritos de la que parecía ser su superior la señorita Hill y alguien desconocido para Steve, que por el tono de su voz se trataba obviamente de un hombre adulto, de su edad o unos años mayor.

- ¡No puedes irrumpir así, Stark! ¡S.H.I.E.L.D no es una de tus propiedades!

- Oh, no me digas- habló con burla el castaño- ósea que tu queridísimo y adorado jefe sí puede irrumpir en mí empresa, pero ¿yo no?

- El coronel Fury tenía sus razones, unas que sobrepasan tu entendimiento y egoísmo, Stark

- Dejé pasar lo que hizo la última vez con mi I.A, pero lo de un espía ¡sobrepasó el límite!

- ¿Hay algún problema, Mayor Hill?

Steve intervino en medio del intercambio de palabras al notar que este no mostraba indicio alguno de parar en ese momento. Su superior solo lo miró y movió la cabeza en señal de negación, parecía querer decirle que le dejase ese problema a ella, pero Rogers no podía evitar querer ayudar, así era su personalidad después de todo.

El hombre de porte elegante, estatura pequeña y cabello castaño que le daba la espalda no hizo ademán de girarse, seguía viendo directamente hacia su superior sin importarle su presencia ni la de sus compañeros tras él. Steve no pudo evitar analizarlo un poco y se preguntó porque un hombre que parecía ser un empresario muy importante por la forma en que vestía se encontraría tan molesto como para irrumpir en la agencia y empezar a discutir con la señorita Hill.

"¿Qué es lo que pudo molestarle tanto?"

-Stark

Cuando Natasha pronunció aquel apellido, el rubio no pudo evitar agrandar los ojos sorprendido.

"¿Stark? ¿Howard Stark? No, es imposible, a estas alturas él no podría..."

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el hombre se giró y dirigió su mirada, una extremadamente irritada, hacia su compañera. Rogers al ver su rostro, supo inmediatamente que no se trataba de su antiguo amigo, pero el parecido le hizo suponer de forma acertada que este era un descendiente de él.

-Uhm- Tony sonrió sarcástico- no soy más ¿jefe, Tony?

- ¿Qué es lo que sucede aquí, Natasha? - Steve se dirigió a su amiga - ¿conoces al caballero aquí presente?

-Oh por supuesto que me conoce, musculitos- habló el castaño dirigiéndose por primera vez a él - es mi adorable y tierna secretaria, oh bueno, lo era hasta el momento que descubrí que se trataba de la Viuda Negra

-Lamento que haya terminado de esta forma, Tony - la pelirroja lo miró fijamente - pero era mi misión

- ¿El qué? - Stark descruzó los brazos y frunció el ceño, Steve observó que su rostro, a pesar de lo mucho que podía aparentar, se notaba cansado y presentaba unas ojeras algo notorias, la vida de un empresario debía ser dura- ¿el aprovecharte de mi confianza para espiarme? Te traté muy bien, Romanoff, te confié asuntos importantes y no hiciste más que apuñalarme por la espalda.

- Lo lamento

Steve podía notar culpa en la mirada que Natasha dirigía hacia el descendiente de Stark. A pesar de lo poco que llevaba conociendo a la agente Romanoff, se notaba lo seria y comprometida que esta era con su trabajo. Sin embargo, eso no significaba que estuviese de acuerdo con todo lo que se le encomendaba. Quizá esa fuese la razón por la que su expresión se mostraba tan compungida.

- Tus disculpas no me sirven de nada – estaba demasiado enojado. Acababa de enterarse que una de las personas en la que había llegado a confiar era una espía enviada por Fury para averiguar la razón del cierre de la sección de armamento de Stark Industries. ¿Esperaba que un lo siento lo arreglara todo? – No quiero que te vuelvas a acercar a mi empresa – se acercó hacia la pelirroja – y por si te lo preguntas... sí, es una amenaza

- Señor Stark, no tiene por qué ser tan rudo con una dama – Steve no pudo evitar intervenir. No sabía cuánto había cambiado aquella época, pero de la cuál venía hablarle así a una mujer estaba fuera de los límites

- ¿Y quién eres tú para decirme lo que tengo o no tengo que hacer?

Anthony estaba llegando a su límite. Lo mejor sería irse de allí, tomar un café bien cargado acompañado de unas donas glaseadas y pasar el resto de lo que quedaba del día en su laboratorio. Aunque antes, quería averiguar quién era aquel prospecto de Ken que hablaba como si estuviesen en los años 20.

"¿Nuevo agente de S.H.I.E.L.D?"

- Mi nombre es Steve Rogers – sin pensarlo claramente se colocó entre Romanoff y el castaño y extendió su mano en forma de saludo

- ¿Qué? – Eso debía ser una broma, a menos que fuera un homónimo claro estaba – ¿Tu papi era muy fan del Capitán América? – Tony sonrió y recorrió con su mirada al alto rubio. ¿Podía ser tanto el parecido? Algo no cuadraba.

- En efecto – Steve recordó en ese instante la conversación que había tenido con el coronel Fury – Ya que soy descendiente de su familia

- Oh, entiendo, así que ahora al parchecito se le da por contratar familiares de héroes fenecidos. Qué sorpresa

Stark no quería darle más vueltas al asunto y dejando con la mano extendida al tan Steve Rogers, colocó una de sus manos en su cintura, se giró sobre sus talones y comenzó a caminar alejándose de los presentes.

- Dale mis saludos a Fury, Hill – habló cuando pasó al lado de la mujer – y dile que no quiero que vuelva a meter sus narices en mi empresa si no quiere consecuencias

Sin más, el genio, millonario, playboy y filántropo abandonó las instalaciones de la organización más odiosa con la que le había tocado lidiar en su vida. Necesitaba urgentemente aquellas donas.

...

- Ahhh- suspiró - lamento que hayas tenido que lidiar con Stark tan pronto, capitán Rogers

María Hill era una persona paciente y muy pocas personas lograban sacarla de sus casillas. En ocasiones Barton y sus bromas o cuando su jefe se entercaba sin razón. Sin embargo, alguien que solía superarlos a todos era sin duda Anthony Edward Stark.

- No se preocupe Mayor Hill - Steve se preguntaba porque todos allí parecían llevarse tan mal con aquel hombre. ¿Qué no deberían colaborar con alguien como él para poder acabar con Hydra lo más pronto posible? Si el tan Anthony Stark era como su gran amigo Howard, entonces debía ser un genio, incluso más que eso – Si no es inapropiado ¿puedo preguntar quién era aquel hombre?

La agente Hill estaba por responder cuando su móvil vibró indicando que acababa de recibir un mensaje. Sacó el aparato y suspiró nuevamente tras leer de lo que se trataba. ¿No podía descansar siquiera un minuto de los problemas?

- Disculpen – habló para todos los presentes – tengo un asunto importante que atender en este momento – capitán – se dirigió al rubio – la agente Romanoff y el agente Barton contestarán todas sus preguntas

- Entiendo, no se preocupe

Hill se marchó dejándolo junto a Clint y Natasha. Esperó a que alguno de ellos dos comenzara a explicar la situación que había entorno a aquel hombre y no se sorprendió al ver como Barton fue el primero en acercarse a él y pasar uno de sus brazos sobre sus hombros. Le hacía gracia notar como el castaño en el poco tiempo que llevaban de conocerse le había tomado tanta confianza. Le recordaba mucho a su gran amigo Bucky.

- Capitán – habló Clint – vamos por una bebida y te cuento todo acerca de la diva de New York

"¿Diva?"

- ¿Te apuntas Nat?

La pelirroja observó a su amigo unos segundos para luego suspirar y asentir. Clint nunca dejaba ir una oportunidad para tomar un buen vaso de Bourbon.

...

- Anthony Edward Stark, hijo de Howard Stark y actual presidente de Stark Industries. Fue el responsable de llevar a la cima a la compañía fundada por su padre, sobre todo cuando explotó el área de armamento militar – Natasha levantó su vaso de vodka y tomó un sorbo – Sin embargo, hace aproximadamente seis meses fue secuestrado durante un viaje en Afganistán, donde fue a demostrar la eficacia de sus nuevos misiles Jericó.

- Espere, agente Romanoff

- Natasha, solo Natasha, cap – interrumpió la pelirroja

- Esta bien, Natasha – Steve sonrió. Tenía que acostumbrarse a tratar de manera más informal a sus nuevos camaradas – ¿El señor Stark en esa época tenía algún tipo de alianza con S.H.I.EL.D?

-No, no exactamente

-Stark diseñaba armas específicas y se las vendía a nuestra organización, pero no firmó ninguna alianza de manera formal – Clint tomó la botella de Bourbon y procedió a llenar su vaso vacío. No había nada como un buen trago en aquel clima algo caluroso - S.H.I.E.L.D se encarga de la protección del país, pero prefiere mantener todos nuestros asuntos de manera reservada

- Precisamente esa manera reservada de tratar los asuntos gubernamentales es la que nos ha llevado a la situación actual ¿No crees? – habló Natasha

- ¿A qué te refieres? – Steve tomó su vaso de limonada y bebió un sorbo. Nunca había sido bueno con el alcohol y a pesar de que el suero lo había hecho más resistente, prefería evitar el sabor amargo de aquellas bebidas

- Se movieron muchos recursos para rescatar a Stark, pero no lograron dar con su paradero. Incluso lo creyeron muerto, pero luego de tres meses fue hallado por el ejército en el desierto. Se le interrogó, pero no dio muchos detalles de quienes fueron las personas que lo secuestraron o cómo logró escapar.

- Solo hubo algo que sorprendió a todos – Clint tomó la palabra – apenas regresó, declaró el cierre de la sección de armamento de Stark Industries, oponiéndose incluso a una de las personas más cercanas a él, Obadiah Stane

- Nosotros suponemos que él tuvo que ver en el secuestro de Stark, ya que no solo no fue tomado en cuenta en la decisión de cerrar la unidad de armamento, sino que también fue despedido y nadie sabe su paradero actual

- Todo eso suena muy extraño

- Ni que lo diga capitán – Natasha lo observó fijamente – fue por esa razón por la que me infiltré en Stark Industries

- Y por la que te ganaste un enemigo como él, te compadezco Nat – sonrió el castaño

- ¿El señor Stark es muy especial?

- No solo eso – Clint rio recordando la personalidad de una de las personas más importantes del país – como él dice, es un genio, millonario, playboy, filántropo... en conclusión, una diva tal Taylor Swift

- ¿Quién es Taylor Swift?

- Olvídelo cap – Natasha sonrió – lo importante aquí es que desde entonces Stark no ha querido diseñar ni vender armas a S.H.I.E.L.D, hecho que ha enfurecido mucho a nuestro querido coronel

- Créeme Steve, el jefe ha intentado de todo para que seda, pero no ha logrado más que enojarlo y ganárnoslo como enemigo

Steve analizó lo que sus camaradas le contaban y se le ocurrió una idea. Quizá podía estar pecando de ingenuo, pero no creía que el hijo de su gran amigo Howard tras una conversación civilizada no estuviese dispuesto a ayudar. Solo debía idear una forma de explicar la complicada situación en la que se encontraban sin tener que mencionar el nombre de Hydra. Hablaría con el coronel Fury acerca de esto.

- Creo que se podría intentar disuadirlo, no creo que se niegue si sabe lo que implica su ayuda

- ¿A Stark? Jajaja – Clint rio. Rogers era tan divertido – Es más fácil convencer a Fury de que baile reguetón

- ¿Qué es reguetón?

- Olvídelo, cap – Natasha sonrió – ya te enseñaremos todo sobre esta época, será divertido

...

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Apenas dio un paso dentro de su penthouse lo primero que hizo fue llamar a su fiel amigo Jarvis y solicitar todos las fotos y archivos disponibles, como aquellos que no, sobre el glorioso héroe de América.

- No pueden parecerse tanto

En un instante decenas de fotos y documentos se proyectaron frente a él y en efecto, la persona que acaba de ver hace cuanto ¿45 minutos?, era una viva réplica del Capitán América.

- Jarvis, necesito que averigües si es posible resucitar a alguien

- ¿Disculpe, señor?

- El Steve Rogers que conocí hoy dice ser descendiente del Capitán América, pero se parecen demasiado – fijó su mirada en uno de los hologramas proyectados por su fiel I.A. – cada maldita facción es idéntica. El estilo de cabello y la ropa pueden engañar a la prensa, pero no a un genio como yo.

- Deme un minuto

Mientras Jarvis se dedicaba a "buscar archivos confidenciales de S.H.I.E.L.D", fue hacia su cocina y se sirvió una tasa de café. Si todo lo que pensaba era verdad, estaba seguro una sola taza de su apreciada bebida no sería suficiente.

"Faltan mis donas"

- Señor - Sin siquiera pedírselo, Jarvis proyecto los documentos que había logrado encontrar tras infiltrarse en la red de la agencia gubernamental – de acuerdo con mi análisis, la persona que conoció hoy es en un 99.98% es el señor Steve Grant Rogers, mejor conocido como Capitán América, héroe nacional nacido en 1918 y caído en batalla en abril de 1945.

- Lo sabía

De un sorbo tomó todo el líquido amargo que se encontraba en su taza y suspiró profundamente. Acababa de conocer al Capitán América. Ok. Debía mantener la compostura y no...

- ¡Carajo!

Tony corrió hacia su habitación y abrió de golpe su clóset. Tenían que estar por allí, recordaba vagamente haber colocado aquella caja en ese lugar.

"Tiene que estar aquí"

Tras unos largos minutos logró dar con el apreciado objeto y se sentó en el suelo de su habitación. ¿Hace cuántos años no veía aquellos juguetes?

Abrió la caja con cuidado y lo primero que hizo fue tomar entre sus manos aquel muñeco del héroe de América que su madre le regaló cuando tenía siete años. El color azul se mostraba un poco descolorido por los años y Tony no pudo evitar sonreír al recordar aquella vez cuando jugó a la guerra con Jarvis. Él siempre había sido su compañero de juegos. Siempre.

"Me haces mucha falta"

El castaño continuó revisando la caja y sonrío con nostalgia con cada muñeco, peluche, historieta o estampita que encontraba. El Capitán América, el héroe e ídolo de su niñez... no podía creerlo. Si el pequeño Anthony se encontrara en su situación, no había duda de que correría como un loco hacia las instalaciones de S.H.I.E.L.D a buscarlo. Gritaría su nombre hasta encontrarlo, lo abrazaría, le pediría un autógrafo y le pediría que le contase sus aventuras. Oh, aquel pequeño Anthony moriría de la felicidad.

Sin embargo, de aquel inocente y pequeño niño no quedaba absolutamente nada. Su padre se había encargado de convertir toda su admiración en odio. No hubo día en que no lo comparase con el perfecto Steve Rogers. No hubo día en el que no se dedicase a buscar sus restos. No hubo día en el que no le prestase más atención a un muerto que a su propio hijo.

- Está vivo – el rostro de Tony se encontraba rojo y con el ceño fruncido – maldición, ¡está vivo! – estampó sus puños contra el suelo y se dejó caer de espaldas. Tenía que ser una maldita broma ¿cierto? Después de todo el esfuerzo que realizó Howard durante tantos años no logró obtener nada y ahora el Capitán América aparece así ¿De la nada? ¡Mierda! Ahorcaría a Fury y lo obligaría a confesar todo.

- Todo esto es una maldita mierda

...

...

Y bien?

Bueno, espero tener inspiración pronto para el próximo capítulo

Nos leemos!

Pd: Adoro demasiado a Tony, es tan lindo

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