Karasuno (1/2)
La cabeza te dolía demasiado, tenias escalofríos y sentias que todo era un sueño, (N) estudiante del Karasuno se encontraba enferma, para su mala suerte estaba a miles de kilómetros de su madre
-puta la wea - murmuraste mientras te acurrucabas en tu cama, si ya te sentias miserable estando enfermo aún más miserable era estar enfermo en un país ajeno al tuyo, donde nadie podía cuidarte o eso pensaste hasta que recordaste a tus hermosos chicos y chicas - que soy weona, mis bebés me cuidarán - durante el tiempo que estuviste en Japón estableciste una relación poliamorosa con los miembros del equipo de voleibol del Karasuno y obviamente con sus hermosas manager. Tomaste tu celular y con todo tu esfuerzo escribiste en el chat grupal
"Estoy enferma, envíen ayuda"
Con eso enviado cerraste tus ojos y te dormiste con el celular en la mano, mientras tanto el equipo de voleibol se encontraba preocupado, su novia y manager (N) había faltado a su entrenamiento, eso nunca había pasado y cuando todos recibieron una notificación rápidamente fueron a revisar
-¡nuestra (N) está enferma! - grito Tanaka primero
-¡Voy a ir de inmediato!- Nishinoya tiro el balón que tenía en sus manos y ya parecía que iba a correr fuera del gimnasio pero el entrenador estaba tapando la puerta
-¡Entiendo que estén preocupados pero entrenar es importante, así que solo uno de ustedes irá a cuidarla!- los chicos se miraron entre ellos y comenzaron a discutir, mientras tanto las dos managers suspiraron
Shimizu Kiyoko
-Yo iré a ver a (N)-san- aviso Kiyoko a la menor y aunque ella también quería ver a su novia simplemente asintió, la mayor era la más indicada para esta situación. En silencio y sin que los chicos se dieran cuenta la pelinegra salió del gimnasio
-¡Bien! Kiyoko-san ya fue a hacerse cargo, hora de entrenar - los chicos miraron sorprendidos al entrenador, habían sido derrotados por la hermosa manager
El sonido de tu celular te saco de tu ensueño, al ver el nombre de tu amada pelinegra sonreíste y contestaste
-Kiyoko~ -saludaste adormilada
-(N)-san, estoy fuera de tu departamento ¿Puedes abrir? -la voz de la chica traía tanta paz para ti que te quedaste unos segundos en silencio antes de procesar la información- ¿(N)?
-¡Oh! Si voy de inmediato - te levantaste lo más rápido que tu condición te permitia y tomaste una mascarilla que tenías en tu mesita de noche, no querías contagiar a tu amada, abriste la puerta y la expresión preocupada de Kiyoko no se hizo esperar
-(N)-san, tu rostro está muy rojo - se adentro a la casa y puso sus manos en tu rostro, estaban frías y se sentían bien, pusiste tus manos sobre las suyas para que no las quitará -¿Tomaste medicina? -negaste débilmente
-Busque pero no tengo nada- murmuraste con los ojos cerrados, totalmente concentrada en el tacto de la contraría, esta te miro con ternura
-Ve a acostarte, voy a preparar algo de comer y te llevaré medicina -negaste con la cabeza y apretaste con delicadeza las manos de la chica
-Tus manos se sienten bien- la ojigris suspiro y quitó con delicadeza sus manos haciendo que soltaras un ligero gruñido de protesta
-Traje compresas frías, te las pondre asi que ve a la cama por favor- hiciste un puchero que debido a la mascarilla la contraria no podía ver y fuiste a tu cama, la mayor te seguía, una vez en la cama la chica sacó de una bolsa que no habías notado unas compresas frías y pego una en tu frente
-Se siente bien -murmuraste y cerraste tus ojos, sentiste como la chica acariciaba suavemente tus cabellos - mmm~ - emitiste un sonido de satisfacción, la soledad que sentías antes ya no estaba, definitivamente estabas feliz de tener a la chica contigo
-Iré a traerte algo de comer, descansa- la chica siguió acariciando tu cabellos hasta que te dormiste - (N)-san - escuchaste que te llamaban y abriste lentamente los ojos ¿cuánto habías dormido? No estabas seguirá pero frente a ti estaba Kiyoko con una bandeja que contenía un plato de gachas
-¿Es un ángel lo que veo? - la mayor sonrió levemente y negó con la cabeza
-Hora de comer -te acomodaste y extendiste tus brazos para recibir la bandeja pero la chica negó- te daré de comer - tu asentiste, no ibas a protestar ¿Quién se negaría a ser consentido por tu pareja? pensaste mientras te quitabas la mascarilla
-Estar enfermo ya no suena tan mal~ - canturreaste mientras la chica te alimentaba
-No digas eso (N)-san, estábamos todos muy preocupados cuando supimos que estabas enferma, además me gusta cuando estas enérgica - la sonrisa que te dedico la chica hizo que tu corazón se agitara
-Maldición, tengo tantas ganas de besarte justo ahora -te quejaste haciendo que las mejillas de la contraria se pintan levemente de carmín
-No suelo enfermarme, así que probablemente si lo haces no me ocurra nada, además yo también quiero hacerlo - sonreiste ampliamente, amabas lo directa que era
-Entonces... no me culpes si te enfermas -murmuraste antes de unir tus labios con los de ella, fue un beso lento y suave, te alejaste de sus labios con una sonrisa- sabes...me sentía muy sola, estar en un país diferente sin que nadie te cuide es solitario pero recordé que los tenía a ustedes, me hizo muy feliz que vinieras Kiyoko, te amo - la contraria te dedico una cálida sonrisa y beso tus labios nuevamente, esta vez fue un beso corto
-Los chicos también querían venir pero mm yo fui más rápida supongo- soltaste una ligera risa - bien, toma tu medicina y duérmete, me quedaré aquí esta noche si no te molesta
-Nada me haría más feliz~ - canturreaste mientras tomabas tu medicina, te tiraste nuevamente a la cama y nuevamente la chica comenzó a acariciar tu cabello- tus manos se sienten bien -murmuraste antes de dormirte
-Descansa (N), te amo -susurro antes de depositar un beso en tu frente
Sawamura Daichi
—Un capitán debe preocuparse de todos los miembros de su equipo, yo iré — antes de que siquiera alguien se quejara Daichi había salido de gimnasio
—¡Bien, Daichi ya se hizo cargo! ¡A entrenar! — las quejas de los chicos se hicieron escuchar pero el entrenador los ignoro
El sonido de tu celular te saco de tu sueño, viste el nombre de Daichi y sonreíste antes de contestar
—(N), estoy afuera ¿Puedes abrirme?
—Ya voy—murmuraste antes de colgar, te pusiste la mascarilla que había en tu mesita de noche y te dirigiste a la puerta— Daichi-san~ —canturreaste perezosamente, este te sonrió cariñosamente y puso sus manos en tu rostro
—Estas muy caliente —murmuro y tu soltaste una risa tonta —ni digas lo que estás pensando —dijo el chico con un ligero tono carmín en sus mejillas
—Yo no dije nada — susurraste antes de abrazar al chico y acurrucarte en su pecho— gracias por venir
—No podía dejar a mi novia sola en esta situación — deposito un suave beso en tu frente y te apartó de su cuerpo con suavidad — bien, traje compresas frías así que ve a acostarte, te haré algo de comer y tomarás tu medicina — asentiste y te dirigiste lentamente a tu cuarto con el chico a tus espaldas, una vez en la cama el chico puso compresas frías en tu cabeza — ¿Quieres comer algo en particular?
—¡Oh! En mi país cuando estás enfermo te hacen sopa de pollo ¿Podrías hacerme sopa de pollito? —el chico acaricio tu cabeza suavemente y asintió
—Voy a prepararla, descansa — viste como el chico salía de tu habitación y antes de darte cuenta estabas dormida — (N), despierta — la voz del chico te saco de tu sueño y gruñiste suavemente — sé que estás cansada pero tienes que comer, luego podrás seguir durmiendo— abriste tus ojos y te quitaste la mascarilla, revelando un puchero que hizo sonreír al contrario — vamos, te daré de comer — al escuchar eso sonreiste
—Capitán mimame~ —canturreaste mientras el chico te alimentaba, mientras comias el te comentaba lo que había pasado en el día con los dos demás y te reiste al saber que se habían peleado por quien iría a verte— no puede ser, Daichi se volvio corrupto — el chico rio y acaricio tu mejilla, te miraba cariñosamente y no pudiste evitar sonreir
—No pude evitarlo, cuando supe que estabas enferma quería venir a cuidarte lo más pronto posible — viste como lentamente se acercaba a tus labios pero los cubriste
—Si hago enfermar al capitán me sentiría muy mal— el chico hizo un pequeño puchero y beso tu nariz antes de volver a sonreir
—Esta bien — te entrego una pastilla y un vaso de agua — ten — rápidamente lo tomaste y luego suspiraste
—Me siento tan feliz de tenerte aquí, tu presencia es reconfortante —el chico tomo tu mano y tú apretaste la suya en respuesta— me sentia un sola y algo asustada estando aquí… pero cuando te vi en la puerta todas mis preocupaciones se fueron volando —levantaste la mano del chico y depositaste un suave beso en esta — muchas gracias por venir, te amo Daichi — un ligero rubor se instaló en las mejillas del mayor, esta vez el acerco tu mano a sus labios y la beso suavemente
—Siempre vendré corriendo cuando me necesites, cualquiera de nosotros lo haría, te amo (N) —el chico se levantó y acarició tu cabeza — me quedaré esta noche a cuidarte así que puedes descansar tranquila
—Gracias otra vez —te acomodaste en tu cama y lentamente fuiste cerrando los ojos hasta quedarte dormida
—Descansa (N) — dijo antes de depositar un pequeño beso en tu frente
Sugawara Kōshi
Mientras los chicos discutían Sugawara se fue retirando lentamente de la escena
—Les enviaré sus buenos deseos— dijo antes de cerrar la puerta del gimnasio
—¿Eh? — fue el ruido de todos al ver a Suga irse
—¡Bien, Suga se hará cargo! ¡Hora de entrenar!
El sonido de tu celular te sacó lentamente de tu sueño y cuando viste el nombre de Suga en la pantalla sonreiste
—Suga~ ¿viniste a salvarme? — escuchaste la suave risa de Suga al otro lado del teléfono
—Sip, abre la puerta —colgaste y te levantaste lentamente y para dirigirte a la puerta no sin antes ponerte una mascarilla, cuando la abriste sin dudarlo un segundo te lanzaste a los brazos del mayor, su presencia era reconfortante en muchos sentidos — (N) ¿Como estas? — preguntó mientras acariciaba suavemente tus cabellos
—Mejor ahora que estás aquí—murmuraste acurrucandote en su pecho, el chico te alejo suavemente y puso su mano en tu frente
— Vaya, tienes la cara muy caliente — asentiste levemente y el chico te sonrío con dulzura — ve a la cama, te haré algo de comer ¿Si?
—Quiero verte cocinar~ — en vez de ir a la cama fuiste al sofá de la sala, el chico suspiro y fue a tu habitación a traerte una manta
—Esta bien, pero cubrete —asentiste y te rodeaste con la manta, el chico se dirigió a la cocina y comenzó a relatarte lo que había pasado durante el día, su voz era relajante, sentir la presencia de alguien más en la casa te hacía sentir tan tranquila, tan segura, lentamente tus ojos comenzaron a cerraste—¿(N)? —Suga se asomó desde la cocina cuando dejaste de responderle y una ligera sonrisa se dibujó en sus labios cuando te vio dormir —te dije que fueras a la cama — murmuró antes de ir hacia ti y levantarte con delicadeza, te puso en la cama suavemente y puso una compresa fría sobre tu cabeza antes de volver a la cocina
Mientras dormías soñaste con tu madre, en tu sueño estabas enferma y ella te cuidaba amorosamente como siempre, lentamente fuiste despertando y cuando te diste cuenta que todo era un sueño una sensación agridulce te invadio
—(N) a comer —Suga entró con una bandeja de gachas —¡Oh! Ya estas despierta — al ver la triste expresión que tenias se preocupó de inmediato, dejó la bandeja sobre la mesita de noche y se sentó a tu lado— ¿Que paso? ¿Te duele algo? —al ver la expresión preocupada de Suga no pudiste evitar ponerte a llorar
—Kōshi — lo abrazaste y el comenzó a acariciar tu espalda suavemente— extraño mucho a mi mamá, soñé que ella estaba aquí y me sentí tan triste cuando desperté y me sentí tan sola, pero cuando te vi me di cuenta que no era así, estoy tan feliz de tenerte conmigo
—Tranquila (N), se que extrañas tu hogar, no me imagino lo duro que debe ser estar lejos de tus seres queridos por tanto tiempo pero quiero que sepas que no estas sola, yo y los chicos estamos aquí contigo para todo lo que necesites —el chico se alejo y juntó su frente con la tuya — te amamos mucho y estaremos contigo, apoyándote y cuidándote — puso sus manos en tu rostro y seco las lágrimas que caían de tus ojos para luego depositar suaves besos sobre el rastro que habían dejado, causando que rieras suavemente
—Muchas gracias por venir Kōshi, no sé qué habría hecho sin ti aquí
—No tienes que agradecer, hago esto porque te amo —se alejo de ti y tomo la bandeja nuevamente— ahora deja que tu novio te consienta y te cuide —quitaste la mascarilla de tu rostro y le sonreiste
—Te amo Kōshi — el chico respondió con una sonrisa y comenzó a alimentarte, mientras comias te contó algunas tonterías que habían hecho Nishinoya y Tanaka antes de que llevarás al Karasuno, sus historias te hicieron reír y pronto ese sentimiento agridulce que tenías fue desapareciendo, ahora solo te sentías feliz
—Bien, toma tu medicina y descansa un poco — el chico te dio agua y una pastilla— yo me quedaré contigo hoy, para cuidarte —obedeciste y una vez acostada le diste un espacio en tu cama
—¿Puedes dormir conmigo? —ante la pregunta el mayor se sonrojo levemente y asintió mientras te dedicaba una cálida sonrisa. Una vez los dos estaban en la cama lo abrazaste, su aroma y su calidez eran tranquilizadores, lentamente fuiste cayendo en el reino de los sueños
—Descansa (N) — murmuró mientras acariciaba suavemente tu cabeza
Hinata Shoyo
La discusión entre los chicos había empezado y Hinata no estaba dispuesto a perder
—¡Bien suficiente! — grito el entrenador — van a elegir al azar —mientras discutían al entrenador le dió tiempo de cortar unos papelitos que contenían el nombre de cada uno de los chicos y de las dos manager —Daichi tu sacarás el papel, quien salga irá a ver a (N) y los demás seguirán entrenando —el capitán se acercó y sacó uno de los papeles, antes de abrirlo deseo con todas sus fuerzas que fuera su nombre
—Shoyo —dijo decepcionado y el mencionado dio un salto de alegría
—¡Voy a cuidar a (N)-chan! — dijo mientras tomaba sus cosas y salía alegremente del gimnasio
Antes de ir a tu casa paso por una tienda a comprar gachas y medicina, antes de ir a pagar fue a buscar a la sección de dulces y saco el que recordaba era tu favorito, el sabia que cuando te sentias mal siempre buscabas comer algo dulce, se fue trotando contento hacia tu departamento. El sonido de tu celular te saco de tu sueño y viste el nombre de Shoyo en la pantalla, una sonrisa se dibujó en tus labios antes de contestar
—(N), vine a cuidarte ¿Podrías abrir la puerta?— la animada voz del chico te hizo sonreír aún más
—Voy — te pusiste la mascarilla que estaba en tu mesita de noche y fuiste a abrir la puerta, no pudiste evitar sonreír al ver al pelinaranjo, tenía las mejillas ligeramente rojas y una gran sonrisa en sus labios, su sola presencia te hacía sentir un poco mejor —Shoyo, me alegra verte aquí — una vez dentro del departamento el chico se dirigió rápidamente a la cocina
—(N)-chan, ve a la cama en un momento te llevaré algo de comer —asentiste y fuiste a esperar a tu habitación en poco tiempo el chico estaba allí con una bandeja — traje gachas pre hechas espero te gusten —rio nervioso y tu asentiste
—Muchas gracias —el chico se acercó con la bandeja y con un rubor en sus mejillas comenzó a darte de comer, el gesto se te hizo sumamente adorable y no pudiste evitar sentir ganas de besarlo pero sabías que podrías contagiarlo así que te aguantaste
—¿Cómo está? Prometo la próxima vez hacerte algo yo mismo ¡Oh! Te traje algo más —el chico se levantó antes de que pudieras decir algo y tu solo reiste, ese chico era como un tierno torbellino, volvió con un plato y tus ojos brillaban ¿Era ese tu dulce favorito?
—¡Shoyo! Te amo, eres el mejor — cuando te escucho decir aquello sus mejillas se sonrojaron y sonrió orgulloso
El chico se sentó a tu lado nuevamente y te dio de comer el postre, mientras tanto te contaba lo que había pasado durante el entrenamiento de la mañana y la discusión que tuvieron en la tarde sobre quien vendría a verte, aquello te hizo reir
—Gracias por venir Shoyo, tu sola presencia es muy reconfortante —tomaste las manos del chico y sus mejillas se pusieron un poco más rojas, se iba acercando lentamente a tus labios y tu te alejaste — lo siento pero no quiero que te enfermes — el chico hizo un puchero
—Dicen que el resfriado se pasa más rápido si se lo das a alguien —te reíste mientras negabas con la cabeza
—Mejor no lo comprobemos, si te enfermas no podrás jugar voleibol y yo amo verte jugar — luego de aquello se quedaron hablando un poco más, hasta que el sonido del celular de Shoyo los distrajo
—disculpa — el chico contestó y escuchaste claramente la voz de su mamá del otro lado, viste la hora, era bastante tarde — si, me quedaré en casa de un amigo — lo miraste ligeramente sorprendida y él tomó tu mano— adiós — cuando colgó suspiro y te sonrio nervioso— ¿Puedo quedarme a dormir? No quiero dejarte sola — tu corazón se agitó y no pudiste aguantarlo más, besaste suavemente los labios de Hinata logrando que sus mejillas se tiñeran de rosa pero correspondió alegremente
—Es imposible contenerme si eres tan adorable —el chico te abrazo y tu hundiste tu cabeza en el espacio de su cuello y su hombro, definitivamente el sentimiento de soledad se había ido a penas Shoyo había aparecido
—Te amo (N) —susurro suavemente en tu oído y tu sonreíste, estar enferma no parecía tan malo
Yamaguchi Tadashi
Daichi se acercó y sacó uno de los papeles, cuando lo abrió suspiro decepcionado
—Yamaguchi — el mencionado sonrió emocionado y tomó rápidamente sus cosas para irse
—Les estaré informando como esta —hizo una leve reverencia antes de irse y se fue rápidamente hacia tu departamento
El sonido del celular te despertó de tu sueño y cuando viste el nombre de Yamaguchi en la pantalla sonreíste, te levantaste mientras contestabas
—(N)-chan estoy en la puerta — la dulce voz del chico hizo tu razón saltar y te dirigiste rápidamente a la puerta, por un segundo olvidaste que estabas enferma
—Tadashi —sonreíste dulcemente cuando lo viste y saltaste a sus brazos
—(N), no hagas eso, estas enferma —el chico se abrazó mientras habla nervioso, el chico era tan adorable —vamos, ve a la cama, te haré algo de comer —de mala gana te alejaste del más alto y fuiste hasta tu habitación, apenas tocaste tu cama el cansancio volvió a invadirte y te dormiste plácidamente —(N), despierta —la dulce voz del chico te despertó y sonreiste mientras lo mirabas soñolienta, el corazón del chico se aceleró al verte asi y sus mejillas se pusieron rojas, se veía tan adorable
—Que lo primero que vea al despertar sean tus hermosas pecas me hace tan feliz— el sonrojo del chico no hizo más que aumentar y desvío la mirada nervioso
—Por favor (N) sabes que me da vergüenza que digas esas cosas —murmuró y tu sonreiste, el chico era infinitamente adorable — ¡Bien! Come antes de que se enfríe — el chico cambió el tema y aunque querías seguir molestandolo el hambre era más grande, el chico te dió de comer, se le veía nervioso pero aún así siguió haciéndolo, mientras comias te hablaba de lo que había pasado en el día y como habían llegado a la decisión de quien iría a cuidarte
—Vaya~ debo disculparme con el entrenador cuando vuelva —reiste levemente pero después de un rato una leve sonrisa se instaló en tus labios— sabes esta mañana me sentía muy sola, estar enferma me recordó inevitablemente lo lejos que estoy de casa, ustedes me hacen muy feliz pero...no puedo evitar extrañar a mi madre y a mis amigos —el chico te miro preocupado y acarició suavemente tu rostro
—(N) sabes que puedes contar con nosotros, cada vez que te sientas sola puedes te vendré a hacer compañía —el chico se acerco y deposito un suave beso en tus labios, te sorprendiste y sonreíste cálidamente cuando viste sus mejillas rojas
—Gracias Tadashi, te amo —abrazaste al chico
—yo...yo también te amo (N) —susurro nervioso
Cerraste tus ojos y dejaste salir un suspiro, era inevitable extrañar tu hogar pero tener a los chicos contigo lo hacía todo más fácil
Iba a escribir todo hoy pero ya me dio sueño~ espero les haya gustado, a mi me gusto escribirlos
Atte
Cain-sama
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top