Capítulo 4: Shinobi... parte 3
Wow otro cap, bueno are corto la introducción, sin mas comenzemos.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
(Hablar) personaje pensando.
Hablar nombres de las técnicas.
(hablar) palabras del autor o aclaraciones.
Capitulo 4: Shinobi… parte 3.
En la casa del shinobi vemos actividad en unas de las habitaciones, sobre la cama la amazona peliblanca se recostó desnuda, está sonriendo vio al rubio recostarse sobre allá, este suavemente beso su cuello, sus manos ásperas y callosas comenzaron a acariciar delicadamente a la mujer que tuvo que morderse el labio inferior tratando de contener sus gemidos.
"Te amo" fue el susurro del Uzumaki que beso los labios de la amazona, esta alegre devolvió el gesto, pasando las horas los dos se entregaron a la lujuria, una vez se calmaron una cansada Perséfone cayo de espaldas en la cama tratando de recuperar el aliento, pero al sentir las manos del rubio sobre ella puso una expresión nerviosa.
"Oye tranquilo, aun no tienes suficiente" fueron sus palabras cansadas que lograron calmar la Uzumaki que decepcionado se recostó alado de su amante para abrazarla, esta acción iso que la amazona suspirara feliz, ella no podía seguir el ritmo del shinobi, pero debía admitir que sabia como satisfacerla como nunca lo había creído, "En unas horas debemos tener la gran cena debo de descansar" diciendo eso rápidamente se durmió con una sonrisa, a su lado el rubio solo permaneció quieto. Cerrando los ojos esta recordó cómo conoció a su ahora prometida.
Flas back:
Naruto estaba caminando detrás de Hipólita siguiéndola, la mujer lo llevaba a los calabozos, dentro de este se encontraban varias guardias que estaban atentas a cualquier movimiento del Uzumaki, ya avían pasado un año desde que comenzó a entrenar a Diana y bueno ahora tenía tiempo libre debido a que Antíope le pidió si podía darle unos meces para poder entrenar en privado a la pequeña princesa y bueno este acepto rápidamente ya que debía tener una buena razón para pedir eso.
La cuestión es que estuvo sin mucho que hacer estos días y como la reina noto esto le pidió un favor, finalmente los dos llegaron a una gran puerta de madera, abriéndola vieron a una sombría y callada amazona, siendo esta Perséfone que tomo su lanza y se puso en guardia al ver al shinobi, pero la bajo rápidamente al ver a su reina.
"Mi reina" dijo con respeto mientras se inclinaba, pero cuando iban a decir algo mas se escucho una oscura risa, el rubio miro una gran puerta metálica que era bloqueada por una gran cerradura.
"Valla… valla… Hipólita aun puedo sentir tu única fragancia, cuanto a pasado" por una pequeña rendija se vio unos ojos blancos con la pupila oscura, estos solo mostraban malicia y maldad, pero estos de enfocaron en el Uzumaki, "Jajaja… miren nada mas, han roto su mas antigua promesa, que acaso es mi sustituto para complacerte en la cama" esas palabras hicieron que el rostro de Hipólita se tornara sombrío.
"Este hombre será unos de los que hagan guardia… el se encargar de que no intentes nada… Ares" dijo lo último con un profundo odio la reina que resistió el reflejo de escupir, antes sus palabras solo se escuchó la fuerte risa del dios de la guerra.
"Si… si… si, otra forma de decir que el te satisface en la noche, solo eres una pu-" antes que el dios pudiera terminar un brazo entro por la ranura de la puerta, todas se sorprendieron al ver como naruto usando su brazo sostuvo la cabeza del dios para golpearlo con fuerza contra la puerta, después de mas de 20 golpes este lo soltó.
"Prisionero ahora estas bajo el cuidado del guardia Uzumaki Naruto, cuidado con lo que dices" diciendo eso con burla el shinobi saco una bomba de humo, tirándola por la ranura cerca la pequeña ventana, todos vieron como un extraño humo rojo se filtraba por la puerta.
"¡AAHHHHHH! ¡TE VOY A MATAR INFELIZ! ¡ESCUCHASTE TE MATERE!" fueron los gritos de dolor de Ares que golpeaba las paredes, al paso de los minutos todo fue silencio, sonriendo y silbando el Uzumaki tomo un banquillo para sentarse alado de la puerta, esto saco una pequeña sonrisa a Hipólita que se retiró en silencio, en cuanto a Perséfone esta seria se sentó de nuevo para hacer guardia.
"Y dime ¿Cómo estas?" pregunto sonriente el shinobi que miro a su compañera de guardia que solo frunció el ceño, esta ignoro al Uzumaki y miro la puerta de metal que contenía al dios de la guerra, esto hizo que la sonrisa del Uzumaki se tornara nerviosa, guardando silencio este saco un kunia y comenzó a tallar un pequeño tronco.
Pasando las horas el rubio tenía un pequeño zorro de madera en sus manos, tirándola a un lado tomo otro pedazo de madera para comenzar de nuevo, pero se detuvo al ver la expresión cansada de Perséfone, esta lentamente se durmió sentada, encogiéndose de hombros el Uzumaki invoco una manta del sello de su muñeca, con el mayor sigilo que pudo la coloco sobre los hombros de la mujer, pasando las horas la Amazona se despertó de golpe.
"…" curiosa vio la manta en sus hombros, mirando al frente vio a una tranquila Alexis leer un libro, un tanto adormilada vio a su lado una bandeja con comida y agua, "¿Quién dejo esto?" pregunto mientras tomaba una manzana, tranquila comenzó a comer.
"Fue Naruto, fue amable de su parte" dijo la peli naranja con calma mientras pasaba a la siguiente pagina de su libro, "Se fue hace unos minutos, dijo que tenía algo que hacer y bueno aquí estoy cubriéndolo" explico de manera vaga mientras seguía leyendo, la amazona peliblanca frunciendo el ceño y se levantó, su turno termino, debía descansar.
Otra noche vino y de nuevo Perséfone fue a tomar su guardia, pasando por las guardias de las puertas llego, levemente sorprendida vio al rubio silbando de manera alegre mientras barría con una escoba vieja, pero al ver a la Amazona la saludo alegre.
"Buenos días! ¿Cómo has estado?" pregunto ya parando de barrer, pero solo fue ignorado nuevamente, sin embargo para leve sorpresa de la amazona, este seguís sonriendo y hablándole de cualquier cosa, sin embargo su respuesta solo fue silencio de la amazona.
Hací pasaron varios meces, y la amazona se había acostumbrado a la compañía del shinobi, sin embargo Perséfone nunca le contesto el saludo o le dirigió la palabra, su odio por los hombres seguía firme, pero debía de admitir que el rubio optimista había hecho que la estadía en el calabozo para la guardia fuera más soportable, sin embargo este día el no llego.
"…" sin decir una palabra la mujer miro la puerta del cual se escuchó una oscura risa, frunciendo el ceño se puso de pie para darle la espalda a la puerta, tomando su lanza con fuerza miro esta vez la entrada del calabozo con su único ojo bueno, pasando los minutos la mujer suspiro.
"¿Qué paso el mortal no vino a verte?" fue la pregunta de Ares que asomo por la rendija de la puerta, su respuesta fue silencio, sonriendo el dios de la guerra miro la espalda de la amazona, "El tiene a miles de mujeres ahí afuera crees que tú le interesas" fueron las duras palabras del prisionero que solo sonrió mas al ver como la cabeza de la Amazona caía levemente.
"…" frunciendo el ceño miro aun la entrada esperando su relevo, una vez más estaba jugando con su mente, durante siglos seguía llenándole la cabeza con promesas vacías de gloria y riquezas inimaginables con el pago de dejarlo ir. Pero últimamente se ha vuelto mas audaz y manipulador.
"Te puedo dar algo que en esta isla y todas tus hermanas jamás podrán darte" dijo en un tono esta vez mas calmado y serio, esas palabras hicieron que la Amazona se diera vuelta de forma lenta y tomando su arma y golpe contra el suelo con fuerza, fisurando el suelo Perséfone miro con ira al dios.
"No me interesa…" dijo de forma lenta y amenazante, pero en sus adentros estaba la duda de que sería esa cosa que tanto presumía el dios, de lo que ella deseaba.
"Ha no… tal vez las amazonas sean guerreras de nacimiento, que no temen morir en batalla, que harían lo que sea por sus hermanas y que están más que dispuestas a sacrificarse por el bien se esta tierra… pero siguen siendo mujeres… y lo que más quiere una mujer es una familia… un hijo" esas palabras hicieron que la Amazona se paralizara, lentamente esta miro con su único ojo bueno al dios de la guerra.
"…como creerte" dijo con dureza mientras miraba a su prisionero que sonrió de forma oscura al ver que sus palabras fueron escuchadas.
"Abre la puerta y te juro que yo mismo te daré un hijo… y me asegurare de que nunca mas me veras"ofreció con una voz amable y determinada, siendo esta obviamente fingida pero el dios supo ocultarlo muy bien, poco a poco la amazona se acercó a la puerta, lentamente saco los candados y barras de metal que bloqueaban la puerta, retrocediendo vio como la puerta era abierta de una patada, "Bien hecho…" diciendo eso el dios camino asta la Amazona, una vez cerca este acaricio de forma lenta su mejilla.
"…" la amazona miro con esperanza al dios, que paso de tener una sonrisa suave a una sonrisa oscura y torcida, en un instante este elevo a la peli blanca tomándola por el cuello, "Tu-u lo prome-e-tiste" dijo como pudo mientras sentía como se quedaba sin aire, ente sus palabras el Dios de la guerra solo rio de forma oscura, tomando la lanza de la Amazona apunto al único ojo bueno de Perséfone.
"Mentí" terminando de decir eso uso el arma y la sangre salpico el suelo. Sin embargo la amazona no sintió ningún dolor, sorprendida noto que estaba en el suelo, mirando afrente vio en shock a Naruto que era atravesado por la lanza, este con preocupación miro a la Amazona.
"¿Estas bien?" fue la sencilla pregunta, su única respuesta fue la mirada cristalizada de la Amazonas que se cubrió su boca ahogando el grito, gruñendo el shinobi tomo la lanza de su pecho y se la saco, este con rapidez se curó, desde que tenía a Kurama ahora siendo este el nuevo juubi su regeneración se volvió muy acelerada.
"Solo has prolongado su vida unos segundo…" dijo Ares que de forma arrogante extendió sus brazos, apuntando al Shinobi el dios griego gruño con odio,"Ahora que soy libre yo-" antes que pudiera terminar fue pateado de forma brutal, volando de nuevo a su celda se estrelló contra la pared quedando incrustado en esta.
"Bla… Bla… Bla… Bla" fueron las palabras desinteresadas del Uzumaki que movió su mano comí si una boca fuera, cerrando la puerta coloco todos candados y seguros nuevamente, sacudiendo el polvo de sus manos suspiro tranquilo, Ares con sus muñequeras puestas por Hera era débil, muy débil al parecer del shinobi, que volteo para ver a Perséfone, esta estaba en posición fetal mientras se sostenía su cabeza, lagrimas comenzaron a bajar por el rostro de la chica que estaba en shock.
"Iba a traicionar a mis hermanas…" dijo mientras se sostenía con fuerza su cabello hasta casi arrancárselos, "… Iba a traicionar a mis hermanas…" se repitió nuevamente mientras las lágrimas de su ojo izquierdo seguían bajando, que avía hecho, por su debilidad libero al peor enemigo de las Amazonas y hubiera traído el mismo apocalipsis al mundo, todo por su estupidez y debilidad, "…Iba a traicionar a mis hermanas…" se repitió de nuevo.
Pero abrió los ojos al sentir unos brazos en volverla, usando todas sus fuerzas trato de alejarse del shinobi pero este se negó a soltarla, pataleando e incluso mordiendo intento liberarse pero el shinobi no aflojo se agarre, pasando los minutos la Amazona dejo de luchar, "Desahógate" fue el pedido del Uzumaki que acaricio la espalda de la mujer que comenzó a llorar en su hombros, haci pasaron los minutos, naruto consolando a Perséfone que se calmó. "¿Estas bien?" fue la pregunta de naruto que se separó de la mujer que en un estallido de velocidad le dio un fuerte derechazo al rubio izo a un lado la cabeza.
"¡DEJA DE DISIMULAR QUE TE IMPORTO! ¡TODOS LOS DIAS ES LO MISMO! ¡NO QUIERO TU LASTIMA!" fue el grito de ira de la peliblanca que golpe de nuevo al Uzumaki que no se defendió, golpe tras golpe los puños de la Amazona se comenzaron a manchar con sangre, "¡Tienes a todas las demás que se ofrecen a ti!" dando un último golpe este fue atrapado por el rubio que tenía su boca sangrando, este miro con tristeza como la mujer caía de rodillas, "¿Por qué me haces esto?" fue su última pregunta más siendo un susurro.
"Porque me importas…" fueron las palabras del rubio que le dio una pequeña sonrisa a la peliblanca, con calma el shinobi le ofreció su mano a la amazona que insegura tomo su mano, levantándose miro la gran sonrisa del rubio, que aun después de haberse desahogado de esa forma con el aun seguía sonriendo, "Nunca lo olvides" termino cerrando los ojos mientras tenia una gran sonrisa, que le fue contagiada a Perséfone que le dio una pequeña sonrisa. "Y para mostrarte cuanto me importas" diciendo eso el rubio coloco su mano sobre la cicatriz del lado derecho del rostro de la mujer, esta sorprendida sintió un agradable calor recorrer su cuerpo, "Tara" diciendo eso aparto su mano mostrando el vello ojo celeste de Perséfone que atónita vio que como recupero su ojo perdido.
Pasando los meces la peli blanca se volvió inseparable alado del rubio, ella dejo su guardia en los calabozos y volvió a las filas de las guerreras de elite de las Amazonas que algunas ver perteneció, la Amazona se volvió más abierta e incluso feliz por los nuevos momentos que compartía con el Uzumaki, sin embargo al paso de los años la peliblanca sintió que quería algo mas que la amistad del shinobi.
Ya había pasado 7 años desde que la amistad entre la amazona marcada y el shinobi floreció, ahora lo vemos al rubio cocinar en una gran hoya, a su alrededor había decenas de clones que estaban caminando al igual que el, hoy era un día especial siendo este el día que Naruto decidió mostrarles a las Amazonas la verdadera comida de los dioses, saliendo de la casa vio a las decenas de Amazonas con quienes tenía una relación muy cercana.
"Vamos tengo hambre!" fue el grito de Artemis que estaba impaciente por comer, a su lado su hermana Alexis suspiro.
"Tío naruto no encuentro a Kurama-chan" dijo una joven diana de 16 años que buscaba al Biju, siendo este el zorro que estaba encima de la casa descansando sin que nada lo moleste, o eso fue hasta que fue atrapado por la princesa adolescente, "Te encontré!" grito con alegría mientes frutaba su mejilla contra la mejilla de la bestia con cola que solo suspiro.
"Tienes suerte que me agrades mocosa… o estarías 6 m bajo tierra" fueron las palabra grabes del zorro que movía de forma perezosa su cola, antes las palabras de su amigo peludo la adolescente cargo al Biju para sentarse junto a su madre que estaba tomando te junto con su hermana.
Pasando unos momentos todas tenías un plato de ramen frente ellas, todas con duda comieron solo para sorprenderse por el buen sabor, pasando los minutos todos terminaron y comenzó la convivencia entre ellas, siendo Artemis desafiando al Uzumaki a una pelea, siendo esta la perdedora y siendo objeto de las burlas sarcásticas de Alexis.
"…" lejos de todos ellos estaba Perséfone que nerviosa jugaba con su cabello, respirando hondo la peli blanca se acercó al rubio que estaba dándole un libro de tapa naranja a una emocionada Alexis, esta rápidamente lo tomo para comenzar a leerlo, "Naruto" tratando de llamar su atención fallo cuando fue interrumpida.
"Naruto recuerda que mañana comienza la práctica con escudos" dijo Antíope que aun seguía entrenando con el Uzumaki al paso de los años, frunciendo el ceño Perséfone intento de nuevo pero esta vez fue interrumpida por diana que se subió a los brazos del Uzumaki.
"Tío Naruto cuando me enseñaras algo nuevo" fue el pedido de la adolecente que no le daba importancia la cercanía de ella siendo sostenida por el rubio que simplemente la soltó asiendo que esta caiga, "Oye!" gruño ante su caída pero consiguió la sonrisa burlona del shinobi.
"Debe ser paciente Dina-chan" dijo con calma mientras se daba vuelta para ver a una seria Perséfone, antes que pudiera decir algo este fue tomado por su chaqueta y fue besado, todas las amazonas vieron este acto con incredulidad, pero la más afectada pareció ser Diana que sintio un extraño dolor en el pecho al ver como su sensei era besado por la amazona peliblanca. Los dos adultos se separaron del beso, sonrojado y confuso el rubio se tocó los labios.
"Yo te reclamo a ti Uzumaki Naruto como mi concubino, mi amante y futuro esposo" dijo de forma seria la Amazona que sostuvo de cerca al shinobi que confuso solo balbuceo, abrazando de manera recelosa la peli blanca miro a todas sus hermanas con desafío, "El es mío ahora" al parecer el estar mas de un milenio separados de los hombres iso que el cortejo en la isla paraíso se tornara extraño.
"No espere eso" dijo una sonriente Hipólita que río suavemente al ver la cara molesta de su hija. En cuando a las demás amazonas se vieron confusas por la amenaza.
"Pues es tuyo…" hablo una desinteresada Artemis que tomo una botella de licor para beber con calma, Alexis a su lado se vio un tanto sombría pero la Amazona de cabello naranja no le dio mucha importancia.
Fin de flas back:
"Que recuerdos" despacio el shinobi se levantó de la cama, asiéndolo lo más despacio que pudo para no despertar a su amante que seguía descansando plácidamente, suspirando se fue a dar un baño, esta noche era el cumpleaños 18 de diana y se había acordado una celebración en el palacio.
Ya siendo de noche vemos a Naruto y Perséfone ir al castillo, los fueron recibidas por las guardias del castillo que les abrieron las puertas, entrando vieron una gran cantidad de mujeres hablando entre ellas y en el centro de todo estaba Diana que al ver a su sensei corrió hacia el, el shinobi atrapo a su alumna que casi lo derriba.
"Tio Naruto" dijo alegre mientras seguía abrazado del Uzumaki que no le dio mucha importancia pero al ver la molestia de su amante a su lado tubo que bajar a la princesa, obviamente esto no fue de agrado de diana que con una sonrisa forzada saludo a la Amazona peliblanca, "Buenas noches Perséfone"
"Buenas noche princesa" devolvió el saludo la mujer marcada, la atmósfera era tensa entre ambas, sin embargo este fue roto por naruto que tomo el hombro de diana para empujarla a lo de su madre.
"Vamos esto es una fiesta" animo el rubio que nervioso aparto a las dos mujeres que no se soportaban uno a la otra, pasando las horas la fiesta continuo hasta que Hipólita llamo la atención de todos, está junto a su hermana tenía algo para su hija/sobrina.
"Diana mi querida hija… desde ahora eres toda una mujer, por eso he de darte algo muy especial" diciendo eso la reina chasqueo sus dedos, rápidamente unas amazonas aparecieron cargando diferentes artículos, siendo esto un escudo, una espada, el lazo de la verdad y por ultimo unos brazaletes metálicos, "Estos objetos han pasado de generación en generación, fueron hechos por los mismos dioses, tal vez es apresurado pero veo que es hora que el mundo reconozca la existencia de nuestra representante… la mujer maravilla" anuncio mientras le entregaba con una sonrisa de orgullo los objetos.
"Gracias madre juro que no te decepcionare" dijo con convicción diana que empuño la espada y coloco el escudo en su espalda, colgando el lazo en su cadera y por último los brazaletes, (imagínense la vestimenta y equipamiento de wonder woman de 2017, solo que sin la quiara).
"Bueno… supongo que es mi turno" esta vez Naruto dio una paso afrente, primero saco un collar de su cuello, con una pequeña sonrisa se lo coloco a Diana, "Este es un collar muy especial… las personas que llevaron este collar lograron cosas increíbles y se que tu también la aras" dijo mientras miraba el collar que alguna vez perteneció a Hashirama Senju, a Tsunade Senju y luego a el, ahora sería bueno que tuviera un nuevo dueño, tomándose un momento naruto respiro hondo para mirar con orgullo a Diana. "No pude haber tenido un mejor alumno Dina-chan" sin poder evitarlo la amazona abrazo a su maestro que rápidamente fue devuelto. Todo fue un agradable silencio hasta que las puertas del castillo fueron derribadas.
"Que lindo momento… lástima que debe de ser interrumpidos" todas las amazonas reconocieron el intruso, era una hombre alto y grande, midiendo más de 2,80 m, su piel era bronceada y cubierta de cicatrices hechas por batallas pasadas, su físico era asta a cierto punto grotesco siendo este una musculatura fornida y marcada, el tenía el cabello corto oscuro y unos ojos igualmente de oscuros, su cabeza era cubierta por la piel de un leo que asia de capa, solo llevaba una falda espartana y estaba descalzo, en sus muñecas llevaba unos pesados grilletes de hacerlo. Detrás de este llegaron decenas de espartanos que armados, que tomaron posición alado del semi dios.
"Hércules…" fueron las amargas y venenosas palabras de Hipólita, al igual que todas las Amazonas la sola presencia del hombre hicieron que todas se pusieron tensas y que la ira burbujeara en ellas, el semi dios camino con imponencia, hasta que llego frente a la reina este sonrió de forma oscura.
"Llego la hora… e venido por mis hermanos"
Wow alto al odio Hércules, muchos quieren que este tipo sufra y no los culpo es un infeliz, su historia es mucho más siniestro de lo de que pensé, enserio no sabía en mi infancia que este personaje era tan desgraciado, pero no se si esto solo lo pintan en los comic o haci es en verdad, pero bueno les aseguro que el siguiente cap viene el choque entre titanes.
Sin mas CHAUUUUUUU y que les vaya bien.
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