𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼#23 ( Parte I).
"A veces nadie logra leernos realmente, porque la mayoría sólo te leen como quieren, y no cómo tú lo necesitás ".
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Inglaterra,Londres/15 de septiembre.
𝐆𝐚𝐥𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐨𝐬.
Cuando perdonas y sueltas todo aquello que reteniste en tu ser. Sientes esa paz de no estar atada constantemente a algo, cambiando de una forma el sentimiento de atadura por una libertad llena de paz.
Ya que, todas las personas constantemente piensan que los trastornos no son más que una etiqueta médica o una anormalidad del cerebro; pero en realidad es una sensación dentro de nosotros que nos dice que algo está mal. Aunque no podamos verlo. Y supongo que reconocer que no estamos del todo bien, nos motivará siempre a buscar la curación necesaria.
Por eso, la sanación es más bien una montaña rusa, dónde cada curva, bajada, o subida puede sorprenderte en el momento menos esperado. Debido a qué sanar no solo significa "Estar bien" tampoco significa " tener estabilidad", es más bien un camino lleno de obstáculos donde puedes visualizar una meta, y al mismo tiempo regresar al inicio.
Y supongo que en algún momento cada uno de nosotros pasamos por ese proceso de reiniciación. Dónde creímos haber logrado llegar al final cuando en realidad nos faltaba mucho camino por recorrer.
Es por tal motivo que todo puede pasar en trascurso de segundos. Cómo una cuenta regresiva en dónde explotara una boba. Así mismo, fueron las semanas que pasaron.
Una explosión de emociones confusas, que te golpeaban al mismo tiempo.
La primera semana me sentí viva por primera vez en mucho tiempo. Me sentí llena de alegría,con una vida normal, y con muchas cosas nuevas por descubrir. Pero después los días pasaron velozmente, y ese vacío en mi interior, me consumía cada vez más. Era cómo una llama de fuego que consume un trozo de papel de manera lenta con el fin de provocarle dolor, y al culminar dicha tortura. Solo dejá las cenizas de aquel sufrimiento.
Exacto... Cómo... Cómo un recuerdo fugas que aún te deja seguir.
Entonces de la nada llegó la segunda semana, la cuál llamé "Un mar de emociones". Esos días fueron dolorosos, como una ancla pesada que llevaba incrustada, y que solo te hunde cada vez más en la profundidad. Aún cuando te aferras a permanecer en la superficie.
Pero sin importar lo mucho que intentemos estar en la superficie de igual forma nos caeremos al abismo.
Porque aferrarse siempre te lleva al vacío.
Sentir el fuerte impacto causado por "Un ataque de pánico". Fué el denotante más fuerte,mis miedos pasaron de manera tan rápida, como recibir un balde de agua fría.
Primero, el temblor del cuerpo te quiebra en fragmentos en cada instante. Segundo, crece un miedo acechador que solo invade cada milimétro de tu ser, y por último la respiración se te acelera de una forma desgarradora que sientes con lentitud que te desangras.
Cada una de esas sensaciones juntas provocaron la caída más fuerte que he recibido.
Nunca he hecho nada malo para merecer el dolor que me ha invadido por años. Y en el unico momento donde por fin sentía qué recibía algo adicional como la famosa felicidad. La vida me la arrebato aunque no pude disfrutar ni un milésimo segundo de ella.
Pero después de todo aquél recorrido. De nada valía rendirme, tampoco era necesario quedarse estancada, así que reuní la valentía de volver al inicio.
Y ahora estoy aquí nuevamente.
Frente a frente con mi psicóloga. Sintiendo que todo lo que avance lo retrocedí en menos de lo que esperé.
—Hola querida,cómo has estado.—Me pregunta con tranquilidad.
La repuesta a aquella pregunta era instantánea... Me sentía fatal, horrible, y cualquier otro terminó despreciable que tuviera sentido.
—He tenido días mejores.—Admití.
Lo peor de la situación fué eso volver a recaer, volver a sentir que no avance, que todos mis esfuerzos se fueron tan rápido cómo llegaron. Y no me gustaba aquel sentimiento de decepción que experimentaba.
—Galia, no te cierras por el miedo. Y expresame lo que sientes.— Me mirá con aquella comprensión animándome a que hablé.
Pero no puedo... Siento que entre más trató de pensar en lo positivo que ha pasado, vuelvo de una manera un poco horrible, a ser arrastrada por lo negativo.
—RETROCEDÍ.—Confesé un poco fuerte.—He pasado un camino lleno de demasiados obstáculos, y cuando por primera vez creo alcanzar la meta. La vida me devuelve al inicio como sí todo el esfuerzo que hice no valiera nada.
Vale eso sonó más brusco de lo que pense. Pero no puedo simplemente olvidar lo horrible que fue presenciar ese ataque de pánico cuando un día creí haberlo vencido por completo.
—No has retrocedido nada.—Asegura con una sonrisa triste.—Cuando entraste por esa puerta temblando del miedo. Estaba frente a mí, una chica con millones de inseguridades,que odiaba tomar medicacion, y qué pensaba una y otra vez que ésto no funcionaría.—Suelta cada una de sus palabras de manera sincera.— Pero cuando miras esta nueva versión de tí misma, es imposible no sentir orgullo, porque ahora no vives la vida por vivirla, sino que la vives de verdad.
»Hoy no eres esa persona que tiene miedo a reconocer sus heridas, tampoco la que minimiza sus experiencias.
Eres aquella, que reconoce que todo lo que sientes es válido. Está bien llorar, está bien no poder con todo siempre. Y solo aceptando cada una de nuestras emociones, y reconociendo cada uno de nuestros sentimientos. Seremos capaces de sanar para volver a brillar nuevamente.»
Una cantidad de sentimientos y recuerdos me invadieron atraves de sus palabras. Desde aquellos tristes, hasta los más felices.
De un momento a otro, recuerdo cada una de las veces que intenté suicidarme, cada uno de aquellos ataques de pánico que me dejaban sin aire por transcursos de minutos. Y de ese segundo a otro también reconozco todo lo que he conseguido.
Hoy me amo, lloro, vivo, grito y expresó cada emoción con mucho mayor entusiasmo. Por lo cual, he comprendido que el proceso de sanción no solo consiste en subir, también consiste en bajar. Un día podemos estar en lo más alto de la montaña sin temor a caernos, como otras veces podemos estar en lo más bajo de aquella cima.
Pero lo bueno de llegar a la profundidad del mar. Es que la única opción que te queda es subir a la superficie.
—Creo que aún tengo miedo .—Expreso con sinceridad.
Sus ojos avellanas me visualizan de una manera tan analíticamente profunda qué siento que logra ver en ellos mi alma.
—Galia, ya hemos hablado de que tener miedo es algo constante en la vida.—Me recuerda.— Equivocarse nos ayuda a aprender, caernos nos muestra la única opción que tenemos para levantarnos, y sentir temor es importante para que aprendamos a vencerlo. Todas nuestras experiencias tienen algo valioso que enseñarnos.
Entonces...
¿Cómo explicó este absurdo sentimiento de confusión?. Me pase toda la vida creyendo que la paz la encontraría cuando el causante de mis sufrimientos pagará las consecuencias de sus actos. Pero no fue más que una fachada de defensa, por qué hoy soy feliz a pesar de lo sucedido.
—¡Esto es algo absurdo, Luz!.
—¡No, no lo es!, Hay tantos sentimientos envueltos en soltar el pasado, y a las personas vinculadas.—Me asegura con una sonrisa.—¡Y no, es tú culpa!, Pasaste mucho tiempo creyendo que la justicia te entregaría la paz, cuando en realidad conseguiste la paz, sin importarte la injusticias que pareciste.
No dije nada. No sabía que decirle.
—Aun te sientes atada a esa parte de tí que creías que siempre estaría contigo. Pero también puedes darte cuenta de que soltar esa parte de tí, es un camino importante del proceso de crecer y sanar.
Tiene razón, es muy difícil soltar algo que nos ha lastimado en el pasado, ya sea una experiencia o una persona. Por eso, tengo que aprender a dejar ir ese algo, aún cuando pueda tener dificultad en hacerlo.
No obstante, eso es parte de la naturaleza humana, el poder cumplir un reto que ayuda a reencontrarte con tú estabilidad.
— Gracias Luz, Ahora entiendo que no pierdes todo lo que avanzas. Más bien los experimentas, y los sientes de la manera que debe ser.
Me sonríe genuinamente.
—¡Querida!, El único modo de apreciar tus pasos, es amar el caminó recorrido.—Me aconseja.—Enamórate de los desafíos que te otorga la vida,y quizás algún día atesores las experiencias que te obsequio cada uno.
Me levanto para caminar en su dirección. Y envolverla con mis brazos. Refugiando nuestra amistad en ese abrazo de muchos sentimientos.
—Nos vemos luego, Luz Torrez.—Le aseguro con una sonrisa cálida.
—Hasta luego, Galia Roos.
Salí del consultorio con una tranquilidad trascendental. Pase con calma alrededor del extenso pasillo, y cuando llegó a las escaleras, baje cada escalón con calma, sin apuros, o presiones.
«« Vivir no es salir corriendo para disfrutar todo lo que aún no has experimentado. Sino experimentar todo lo que la vida te ofrece por descubrir.
Hay qué recordar que el reloj de nuestra existencia corre velozmente, sin pausas o descansos. Y es por eso que debemos disfrutar el tiempo obtenido, ya sea una hora, un minuto, un segundo e incluso un instante »».
"Disfrutemos de cada momento de nuestra historia antes de que llegue el final ".
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La preparatoria Wilson.
"Hogar de los Alcones".
Un instituto donde los estudiantes corren de un lado a otro. Los salones de clase se llenan, los profesores caminan desesperados por llegar a tiempo, y algunos alumnos también corren apresurados por no quedar por fuera. Pero en medio de todo ese alboroto, estoy yo mirando mis alrededores.
Mientras me preguntó: "Será que en verdad valoran su vida".
Es tan fácil tomar por sentado la vida saludable, y la sana que tenemos. Hasta que nos golpea la tormenta de alguna enfermedad o trastorno.Pero, ¿Por qué tenemos que sufrir para apreciar las cosas que tenemos?, ¿Por qué no podemos apreciar las cosas que tenemos antes de que sean perdidas?.
¡Ese es un reto que nos asalta a todos!
Nos pasamos la vida anhelando cosas imposibles,y en vez de valorar la que ya tenemos, las menospreciamos como un desperdicio que se desecha a la basura. Cuando hay tantas personas en el mundo que anhelan de una manera tan dolorosa, lo que tu desperdicias como algo insignificante.
Lo cuál es cruel de nuestra parte, que a veces olvidemos que tenemos pequeños obsequios que muchos quisieran tener. También somos algo ingenuos al centrarnos en nuestro dolor cuando existen tantas personas sufriendo. No quiero irme al lado negativo, pero hay tantos bebés que ni siquiera pudieron ver la luz del sol, tantas personas sufriendo, pareciendo, y llorando por alguna enfermedad.
Y tú, que estás aquí hoy, sano, alegré,
y lleno de vida. Deseó que aprendas que la vida es valorar cada segundo, abrazando los recuerdos con los seres que tanto amamos.
Porque en ocasiones es triste pensar en todas las cosas que podríamos haber apreciado más si nos hubiéramos dado cuenta antes de lo preciosas que eran.
Y esa es una lección poderosa para compartir siempre.
Me dirijo al salón antes de que llegue tarde a mi primera asignaturas. Este lugar es hermoso, pero también es enorme. Están fácil perderse, que casí terminó en el lugar incorrecto.
Cuando ingreso la profesora aún no ha llegado lo cuál me hace suspirar en alivio. Hay algunos estudiantes en los cuales logré ver a unas tres chicas, que me imagino que son populares por cómo van vestidas.
Decido ignorarlas mientras me siento en unos de los últimos puestos del lugar. Enciendo mi teléfono intentadolo leer algo para pasar el rato. Al sumergirme en la lectura todo mi alrededor paso a un segundo plano, hasta que alguien me interrumpe.
—Eh... Hola.— Me saluda una chica morena, que me mira con profundidad con aquellos ojos grisáceos.—Perdon por molestarte.
Le regaló una sonrisa cálida.
—No te preocupes.— Aseguro.— Puedo ayudarte en algo.
Juega con sus manos debido a los nervios. Mientras yo intento no hacerla sentir intimidada. A simple vista parece una chica agradable, sus lentes le dan ese toque de madurez y de nerd al mismo tiempo. Y los colores de su ropa son tan llamativos que es imposible que pase desapercibida.
—Me llamó Carla.—Se presenta.— Sólo quería conocer a la chica que al parecer se volvió el tema de conversación de todos los estudiantes de la preparatoria.—Comenta con simpleza. Lo cual me hacé mirarla con la boca abierta.
Vale eso no me lo esperaba.
Conocer a una persona que sea capaz de decirte la verdad en tu cara, sin camuflar su hipocresía, sino yendo directo a lo que le interesa es algo admirable.
—Entonces que haces hablando con alguien que crees conocer a través de los rumores esparcidos.
Sonríe como sí le hubiera dicho justo lo que esperaba.
—Soy alguien lo suficientemente coherente, cómo para saber que los rumores que alguien dice sobre una persona nunca son ciertos.— Me dice con sinceridad.—Eres una chica agradable, y no estoy aquí hablando contigo sólo por afirmar los rumores esparcidos. Sino para hacerte compañía durante el día.
Nunca creí conocer a alguien que se expresara de la manera que Carla lo hace. Es sincera con el resto de las personas, y consigo misma. Tiene esa aura de seguridad que grita a los cuatro vientos ,"no me interesa lo que pienses".
—Por qué alguien tan poco interesada en las personas como tú,quiere hacerme compañía.—Le pregunto confundida.
Se encoge de hombros.
—Supongo que todas las personas llevamos alguna carga pesada encima.—Me informa.— Y no es justo, dejar que otros luchen con ese peso solos.
Eso es lo último que dice antes de marcharse. Ni siquiera me dio tiempo de dar una opinión sobre aquello que comento. Simplemente se alejó sin dejarme decir nada más.
Y entiendo a Carla perfectamente, siempre es necesario tener a una persona que no permita que nos hundamos por tener una carga pesada.
Ya qué, la fragilidad de las situaciones es lo que más nos representa como figuras o fragmentos de nuestras debilidades
Decido olvidarme de aquella conversación que me dejó con más dudas que respuesta. Las puertas del salón se abren, e ingresa el chico más engreído del mundo, "Emiliano Reyes".
Su mirada se pasea por todas las personas que están en el salón,hasta que recae en mi presencia. A zancadas camina hasta dónde me encuentro para luego sentarse a mi lado.
—¿Cómo está la chica más hermosa del mundo?.—Me pregunta mientras me regala una de sus hermosas sonrisas.
Creo que nunca dejará de mencionar lo mucho que sus sonrisas derriten mi corazón.
—Pues... Viva.—Le digo con ironía.
Y el se ríe a carcajadas.
—Desde cuando mí chica se volvió tan sarcástica.—Inquiere mientras me acaricia las mejillas, y dejá un tierno beso en mi frente.
Algunos de nuestros compañeros se sorprenden. Pero tratan de disimularlo.
Aunque eso deja de importarme en el momento en que nuestras miradas se encuentran. Sus intensos iris marrones se mierden en los míos, como sí una fuerza magnética nos arrastrará cada vez más hasta quedar uno frente al otro.
—Creo que volvió una versión mejorada de Galia Roos.—Le digo con sinceridad.
—Entonces te informo que aún seguiré siendo tú chico engreído.—Me advierte.—Porque estoy enamorado de cada versión de tí.
Sonrió con ternura.
—Y yo, tambien amo todas tus versiones.
Justamente en ese momento la profesora de matemáticas entra al salón. Emiliano se levanta, y se posiciona en unos de los asientos más cercanos al mío.
La asignatura comienza con la explicación de algunos ejercicios que a simple vista son sencillos, y fáciles. Pero después de una hora de clase, no tengo la menor idea de dónde salieron aquella cantidad de números. El pizarrón que por cierto, es enorme, esta lleno con un solo ejercicio donde se reflejan diversos signos.
Cuándo la clase finaliza agradezco internamente que toda la tortura de los números haya terminado. La profesora se marcha del salón, y la mayoría de los estudiantes lo hacen con ella.
Mi castaño se siente nuevamente a mi lado. Mientras saca de su mochila varios sandwiches de una bandeja.
—¿Quieres comer conmigo?.—Me preguntar, y yo sonrió.
No hay un día que no me sienta afortunada por tener a alguien tan especial como él, en mi vida.
—Me encantaría.—Le digo con honestidad.
Con una sonrisa en el rostro me siento, y juntos comenzamos a comer, en la ausencia del silencio que sé expandía a nuestro alrededor.Aunque cuando estoy a su lado no tengo la necesidad de sacar temas de conversación, tampoco de pronunciar palabra. Todo entré nosotros siempre fluye lentamente.
Cuando terminamos de devorar nuestro desayuno. El me mira con esa calidez, y ternura que me desarme en instantes.
—Me estás mirando como sí fuera perfecta—Le digo en broma.
Coloca ambos hombros en la mesa y se acerca a centímetros de mi cara.
—¿Y que te hace pensar que no lo eres?.— Inquiere enarcando una ceja.
Me quedo en silencio por algunos segundos en los que proceso sus palabras tratando de encontrar una respuesta .
—Nunca pense que alguien seriá capaz de enamorarse de mis imperfecciones. No cuando siempre he sido la primera en odiarlas.
Sus ojos marrones me miran con intensidad. Como sí quisiera afirmar que acabo de decir la mayor estupidez del mundo.
—Galia, no son tus virtudes,sino tus defectos lo que te hacen perfectamente única.—Dice con una sonrisa cálida.—Toda la perfección que alguna vez buscaba, lo encontré en tí.
»Eres un caos maravilloso, y estoy atrapado en él, desde que te conocí. Por qué no importa cuán difícil sea o cuán dolorosos son los momentos, quiero estar siempre contigo,Chica boba. Por eso, nunca olvides la tormenta que desatas en mí.»
Cómo se respira después de haber escucho algo tan hermoso, tan sutil, y delicado, como lo que acaba de expresarme.
—Tu siempre sabes que decir.— Le digo con una sonrisa radiante.
Me acerco a centímetros de su rostro dónde dejó un tierno beso en sus labios. El me corresponde con devoción como sí quisiera saborearme. Cuando intento profundizar el beso, escucho el chasquido incómodo de alguien. Y con rapidez me separó del castaño.
—Hay lugares más privados, tortolitos.—Comenta Carla con una mueca de asco.— Al parecer los estudiantes no se equivocaron en ese de que ustedes eran novios.
Me encogí de hombros.
—En algo debían tener la razón.
Su sonrisa crece.
—Eso es cierto.—Afirma.— Así como nunca serás igual a Bianca.
Emiliano se tensa con la mención de aquel nombre. No tengo la menor idea de que significó aquella chica en la vida del castaño. Pero sin duda tuvo que ser una persona importante como para que todas las personas de su entorno, me comparen con ella.
—¿Qué tiene que ver ella en todo ésto?.— Inquiero molesta.
—Bianca era mi mejor amiga, una chica increíble, pero que llevaba consigo una carga demasiado pesada que la hundía cada vez más, y en ese momento de sufrimiento,Emiliano era lo único que la mantenía a flote.—Confiesa con sinceridad.— Y aún así ,decidió dejarla sola mientras la marea la arrastraba al fondo.
Sus palabras son como una daga venenosa que intoxica todo a su pasó.
—A veces no podemos ser los salvavidas de las personas que saben nadar.—Intervirne el castaño en nuestra conversación mientras mira a la morena.—Acepto que no debí dejarla sola, pero tampoco podía seguir llevando un peso que no me correspondía.
Algunas lagrimas caen del resto de aquella chica. Y la entiendo quería demasiado a su amiga, pero también está consciente que no somos culpables de las decisiones que Bianca haya tomado en su debido momento.
—No debiste dejarla.—Le reclama entre sollozós.
—Carla, En esta vida nadie puede ser nuestro salvavidas, porque cada quién debe salvarse así mismo. Y aunque reconozco que en ocasiones necesitamos de ese alguien que nos mantenga a flote durante un tiempo.—Le expreso con sinceridad.— No podemos asegurar que siempre estará para evitar que nos hundamos. Por eso, depende de nosotros recuperar la fuerza para aprender a nadar.
Cuando terminó de decir todo aquello. Ella me abraza con fuerza, al principio me sorprende dicho acto,
pero luego la envuelvo con mis brazos mientras llora liberando todas las emociones que siente.
La vida pone un peso determinado en el hombro de cada persona. Sin embargo, solemos hacernos responsables de las cargas de otros cuando ni siquiera podemos con la nuestra.
Y está bien, querer mantener a cualquier persona a flote, pero no podemos pasarnos toda la vida sosteniendo su carga solo para que no se hunda.
A veces tener miedo de tocar fondo nos obliga a permanecer en dónde estamos. ¿Y que pasa sí dejamos caernos?.
Dicen que estar en los más oscuros de las profundidades marítimas, es lo único que nos impulsa a nadar a la superficie.
¿Entonces a qué le tenemos temor?.
Caernos del precipicio al que un día llamamos palacio. No es perder todo el esfuerzo, también es encontrarlo.
¿Quien dijo que no se aprende de los escombros?.
Cuando es ahí donde recordamos los cimientos, y nos esforzamos por reconstruir nuevos pilares que sostengan mejor el templó.
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Nota de la Autora: Lamento haberme perdido pero la verdad estoy en un bloqueo lector enorme, que no me deja conectar con ninguna de las historias :'(.
No sé, como terminé este capitulo pero lo agradezco infinitamente.
Consejos sobre los temas:
✓ Cuando tengas una recaída.
Recuerda que estar en el piso, es lo único que nos permite descubrir la causa del tropiezo.
✓ Tocar fondo. Siempre nos impulsará a nadar a la superficie, ya que la vida consiste en caernos para luego levantarnos.
✓ Aunque intentes ser un salvavidas. No puedes cargar con un peso que no te corresponde. Mucho menos cuando tú carga debe estar rebosandose.
MUAK los quiero 💘
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