𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼#15.
"Yo lo amaría hasta el final de mis días. Pero mi amor no sería lo suficientemente profundo para él como para llevarme al final de los suyos".
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Inglaterra, Londres/ 12 de Julio.
𝐆𝐚𝐥𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐨𝐬
Los días ha pasado tan rápido. Todo en un transcurso de tiempo tan pequeño. Han pasado ya varias semanas en dónde, Emiliano y yo muy poco nos hemos hablado.
Y el sentimiento que me ocasiona esa situación, es desgarrador. Nunca imaginé que después de amarme tanto alguien me haría dudar de mi propio amor.
Sin embargo, olvide que Emiliano fué el causante de que yo misma logrará amarme. Una meta que veía muy lejos, hasta que él me demostró la seguridad, la fortaleza y la esperanza.
Nunca imaginé que una persona con pequeños detalles pudiera demostrar amor. Hasta que comprendí que de ese amor que recibimos podemos aprender a amarnos así mismo .
Sólo que nunca tuve en cuenta enamorarme. Jamás paso por mi mente la idea del poder amar a alguien más.
Pero ahora que lo amaba, el no deseaba ser amado. Algo que me estaba consumiendo por completo.
Y aunque tratara de contener este sentimiento. Me costaba demasiado y lastimosamente culpaba a mi corazón por nos saber callar.
Paso mis manos con frustración por mis rostro, mientras me recuesto en la cama sin querer levantarme. Escucho la puerta de la habitación ser abierta. Así que me siento en la cama y al ver esos ojos marrones conectar con los míos .Ya mi pobre corazón estaba acelerado.
Veo al castaño, con una bandeja en dónde trae unos panqueques, una taza de café y un jugo de naranja. Yo lo miró sorprendida. Y el me regala una sonrisa.
—Como amaneciste.—Me pregunta con amabilidad. Colocando mi desayuno en la cama .
Amandote, quisiera decirle pero sé que eso acasionaría muchas cosas que no creo estar dispuesta a soportar.
—Bien.—Le digo con una sonrisa forzada.—Gracias por preparar el desayuno, chico engreído.
El me sonríe y se acerca para besar mi frente con delicadeza. Ese simple contacto hace que mi cuerpo no reaccione, o sea capaz de asimilar la situación. Emiliano se marcha y mi pobre corazón sufre en silencio.
Ingiero mis alimentos con avidez. Salgo de la habitación para dirigirme al pasillo y de esté llego a la cocina. Con mucho cuidado lavo los trates y me encamino a la sala en dónde me encuentro a una muy sonriente Ivy.
—Otra vez necesitando de la soledad.—Inquiero al ver que ninguno de los chicos, estaban presentes.
—Supones bien.—Dice ella un poco desanimada.
La miro preocupada al no entender el motivo de su tristeza.
—Te Ha sucedido algo.—Le pregunto preocupada por su estado de ánimo.
— Tengo miedo de qué él pasado. Pueda revivir algo en mi presenté.— Me dice cabizbaja.
—No te estoy comprendiendo.—Le digo con sinceridad. Sentándome a su lado.
—Yo también sufrí depresión y ansiedad Galia.— Me asegura con aquella mirada de tristeza y dolor.— Cuando te ví por primera vez. Fué cómo si me hubiese visto reflejada en tí. Era como si la vida me hubiera demostrado mi versión más rota. Para que me diera cuenta de esta versión nueva de mi misma.
Sus palabras me hacen reflexionar sobre mi vida .Yo soy una guerrera que aún está luchando para librar su batalla. En cambio ella ya ganó la guerra.
Sin embargo, nadie nunca nos digo como vivir con las cicatrice que quedan por siempre.
—Supongo que lo que más duele del pasado, es ver esa versión rota de ti misma. Y sentir cómo en el presente té está quebrando de nuevo.—Le digo con honestidad.
Ella me mira con profundidad entendiendo el pesó de mis palabras.
—Muchos hemos sufrido por pasados dolorosos. Y los momentos más difíciles , cómo la vulnerabilidad del mismo es lo más difícil de borra en nuestra vida. —Me Asegura ella, basándose en su experiencia.— Pero recordemos que el sanar es un viaje de procesos. En dónde cada pasó, cada guerra y cada derrota nos llevarán a una gran victoria.
—En eso tienes mucha razón. Pero
Recordemos también que la depresión es una enfermedad que no se cura con un paseo a la playa o una actitud distinta.—Le notificó con sinceridad.—Es una enfermedad que te controla, te sube o te baja en un instante. Un día puedes sentirte con vida y al otro querer dejar de vivir. No porque veas a una persona depresiva reírse significa que está bien.
—Por eso es muy importante tomarse el tiempo necesario.—Me recuerda Ivy con esa calma tan propia de su ser.—Porque no es algo sencillo. Dejar un dolor atrás, es algo profundo. Lo bueno es que tú lo reconoces, tú te das cuenta de eso. Así que no te apresures, porque cada persona es un mundo. Y tu tiempo es tuyo, tu sanación es tuya. Y todos tenemos diferentes maneras de sanar.
—¡Exacto!.— Le digo con honestidad.—La mano que siempre tendrás cerca, en realidad, es tu propia mano. Esa conectividad con uno mismo es muy poderosa.—La miro y le regala una sonrisa comprensiva.— Eso es lo que hace que realmente puedas valorarte y valorar tus experiencias.
—Por esa razón es importante darse a sí mismo la oportunidad de conocerse, conocer nuestros miedos, los sentimientos y las emociones, sin rechazarlos—Me notifica Ivy con esa calma que me brinda seguridad.—Eso realmente te hará sentirte mejor. Con la nueva versión de tí misma.
—Ivy, supongo que a veces es difícil perdonarse por las cosas que te han lastimado en el pasado. Pero es importante recordar que tú no eres tu pasado.— Le digo sosteniendo su mano. Y mirándola con compresión absoluta.
—¡Entonces!, Porque siento que me limita tanto.— Inquiere la morena mirándome directamente. Buscando en mi una respuesta.
—Porque no te has dado cuenta del hecho de que te has convertido en una persona fuerte y valiente que ha superado sus propios trastorno. Y éso es un logro enorme.— Le digo con sinceridad. Apretando su mano con delicadeza para darle apoyo.—No dejes que el pasado te controle y continúa mirando hacia el futuro.
—Aveces las personas solemos olvidarnos de todo lo que afrontamos para estar en dónde estamos.¿Y no debería ser así?.—Me dice en reproche.—Todos tenemos un pasado y es parte de lo que nos ha hecho quienes somos.
Yo le sonrió orgullosa y la abrazo. Ella no se lo esperaba pero aún así me corresponde.
— En ocasiones vemos nuestro pasado como algo que nos hace débiles, pero podemos convertir nuestro conocimiento del pasado en una fuente de poder.— Le aseguro rompiendo el abrazo y mirándola a los ojos.
—Te agradezco mucho todas tus palabras, Galia. Las necesitaba.— Me dice con la sinceridad reflejada en su rostro.
—No me agradezcas Ivy. — Le digo sonriéndole tiernamente.—Yo de cierta forma también las necesitaba.
Su sonrisa se extiende por todo su rostro. Y la felicidad que me enbargaba por eso era indescifrable.
"Jamás seremos cocientes de como las palabras pueden cambiar nuestros estados de ánimo. Así como también pueden afectar cómo nos sentimos sobre nosotros mismos.
Pero recuerda que tu valor y tu amor por tí, no se mide por las palabras de los demás. Si no por las nuestras"
Nunca nadie te criticará tanto como lo hacemos nosotros mismo. Pasamos la vida buscando que cosas deberíamos mejorar y cuáles no. Sin embargo, todos tenemos imperfecciones, y esas imperfecciones son parte de lo que nos hace humanos.
Ser perfecto no es lo que importa, sino aprender a aceptarnos a nosotros mismos tal cómo somos.
Desde cuándo lo había entendido. Supongo que desde que había creado mi amor propio.
Uno que me enseñó que todo lo que sube, en algún momento baja. Porque aunque muchos esten en la cima, eso no quiere decir que nunca vayan a bajar. Y tampoco quiere decir que lo que están abajo nunca vayan a subir.
"La vida tiene sus altos y sus bajos, sus antes y sus después, pero tú tienes el poder de decidir quién quieres ser, y cómo quieres vivir tu vida".
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Cómo controlar los sentimientos hacia otras personas. Si al mirarla ya sientes que nada importa.
"No puedo obligar al corazon a guardar silencio. Cuando lo único que desea es gritar amor" .
Yo no tenía idea de cómo controlar mis sentimientos. Pero supongo que tampoco podía hacerlo. Y sin saber que hacer para alejarlos, decidí ir hacia afuera de la granja. Dónde caminé al bosque hacia el lugar donde había ido días anteriores con Emiliano.
El trayecto era tranquilo, la brisa desordenaba mi cortó cabello. Y los rayos del sol en algunos árboles eran reflejados. Seguí caminando y al ver al chico dueño de mi corazón sentado bajo aquel hermoso árbol, con un cuaderno escribiendo. Mi sonrisa se dibujo en mi rostro.
El tona mi presencia y al darse cuenta que soy yo. Me regala una de sus cálidas sonrisa. Haciendo que mis pobres sentimientos se descontrolen.
—Hola chica boba.— Dice animado, colocando su cuaderno a un lado.— ¿Que te trae por estos lados.— Me dice enarcando una ceja.
Yo me encogo de hombros y le resto importancia.
—Queria aislarme un poco.— Le digo sosteniendole la mirada.
La realidad de todo esta situación, es que quería alejarme de él. Así como de los sentimientos que descontrolaba en mí. Pero no todo sale como lo planeamos.
—Y tú qué haces aquí.— Le pregunto confundida. Centrándome en el cuaderno que tenía hace unos momentos.
—Escribiendo.—Dice con simpleza. Evitando mi mirada.
Lo miró sorprendida y confundida al mismo tiempo.
—Pense que habías dejado ese sueño de lado.—Le recuerdo sus propias palabras. Y él solo se mantiene inexpresivo.
—Supongo que hay sueños imposible Por cumplir. Y Otros que se hacen realidad.—Dice minutos después él. Sorprendiendome completamente. — Pero también hay personas qué se vuelven la realidad de tus sueños.
Yo lo miró anotada por lo que acaba de decir. Pero aún así me alegro que haya vuelto a intentar lo que le apasiona.
—Lo dices como si ya hubieras conocido a esa persona.— Le digo yo mirándolo fijamente.
El se acerca hacía mí, y yo retrocedo por inercia. Pero antes de que pueda alejarme más, coloca una de sus mano en mi espalda pegándome a su cuerpo. Luego centra su mirada directamente a mis ojos verdes. Y ya en este momento mis piernas parecen gelatina.
—Galia eres el sueño por el que le susurraba a las estrellas cada día.—Me dice con sinceridad mientras mi corazón se quiere salir de mi cuerpo.— Tú eres la realidad que solo fuí capaz de ver en una fantasías.
—Y ahora porque le pides a esa fantasía que no sé enamoré de tí.— Le pregunto sin entender su comportamiento.
—No puedo decirte la razon exacta.—Me asegura. Soltándome con delicadeza. Y yo lo miró decepcionada.
—Emiliano quiero entenderte.— Le digo con sinceridad. Sintiendo como mi corazón está sufriendo por su actitud.—Pero simplemente no se cómo hacerlo.
—Chica boba. No trates de entenderme ,porque aveces ni yo mismo lo hago.— Dice el mirándome con compresión.— Pero puedo decirte que aquella inspiración que hacía perdida, tú la devolviste a mi vida.
—A qué te refieres.— Le pregunto confundida. Y el me sonríe con ternura.
—Mi sueño siempre fué ser escritor. Pero en un tiempo también fue mi pesadilla.—Me recuerda lo que me contó hace días.— Pero siempre en tú compañía fuí capaz de expresar lo que hace mucho tiempo había retenido.
—Eso es bueno o malo.— Le digo aún más confundida que hace unos minutos.
—Tú, solo tú...— Dice el centrando sus ojos marrones en los míos.—Tienes el poder de destruir mi corazón, y al mismo tiempo ser la única capaz de reconstruirlo. Y no te imaginas lo vulnerable que eso me hace bajo tú presencia.
Sus palabras hacen que el centener de mariposas en mi estómago revoleteen.
Y no se imaginan que tan aterrador es ésto que siento por él.
—Sabes yo también debo agradecerte—Le digo con honestidad.
—No tienes nada que agradecerme.— Me asegura él,envolviendome en sus brazos sin dejarme descripar.
La verdad en este momento no me importa darle la razón. Sólo dejo que sus brazos me brinde esa seguridad que el solo pueda brindarme.
El abrazo se vuelve hiptonico y especial. Duramos así por un tiempo hasta que Emiliano lo rompe.
—Puedo contarte una historia.— Inquiere entusiasmado. Y yo lo miró sorprendida.
—Me parece bien.— Le aseguro.
"En un hermoso cielo estrellado.
Vivian dos estrellas resplandecientes.
Una brillaba con tanta intensidad que hasta la luna misma sentía envidia de su luz. Sin embargo, su resplandor más especial se convertirá el final de sus sueños.
El corazón de la estrella ya no era capaz de deslumbrar. Y día tras día hiba muriendo ése brillo tan único que hacía que el universo resaltada.
La otra estrella siempre desconfío de su característico resplandor. Y por años vivió apacada por la oscuridad de las noches.
Ambas, eran tan diferentes.
Pero sus corazones eran tan similares apesar de todas las galaxias que la distanciaban.
Una noche el destino unió sus caminos.
Y aquella estrella que nunca pensó amarse logró ver lo hermosa que era cuando su brillo era capaz de alejar la oscuridad.
Todo gracias a que aquella que estaba desapareciendo le mostró su potencial.
Juntas danzaban bajo la luna brillando con esa intensidad que solo ellas mismas sabían mostrar.
Esa noche ambas expresaron sus sentimientos.
Creando de esa manera un amor indescriptible.
Y aunque quisiéramos que todas las historia terminarán con finales felices.
Ellas terminaron teniéndose pero extrañandose por toda la eternidad.
Porque lastimosamente sus corazones por mucho amor que sintieran. Jamás tendría el mismo tiempo de vida."
Esa historia había revivido algo en mí que todavía no era capaz de entender del todo. Pero la realidad es que la había sentido tanto en mi ser, que no me sentía capaz de olvidarla.
Miro al chico que tengo al frente. Está cabizbajo después de contarme esa historia. Así que con delicadeza levantó su rostro.
—Porque la estrella nunca se lo dijo.—Le pregunto interesada en la repuesta.
—Es la misma pregunta que me he hecho, Galia.— Dice el con honestidad.— Supongo que los sentimientos le ganan a la razón.
—El la amaba cierto.— Le pregunto viendolo directamente.
—Siempre la amó.— Dice el mirándome con profundidad.—Pero el ritmos de sus corazones hiban en diferentes sentidos.
— Pero si ambas estrellas se amaban, como sus corazones estarían en diferentes sentidos .— Le pregunto con curiosidad. Y su mirada se vuelve penetrante.
—Porque aunque se amaran el siempre la protegió de su guerra.— Me dice con simpleza . Y yo centro mi mirada en sus ojos marrones.
—Apesar de que eso la lastimaria.—Le digo incrédula sin poderlo creer.-—Ella lo amaba , y no le hubiese importado tener que soportar el dolor de su corazón, si con eso ambos permanecían juntos.
—Pero a él, si le importaba.— Dice finalmente. Y mi corazón se rompe en pedazos con sólo ésas palabras.— A veces debemos proteger los corazones de las personas más importantes en nuestro vidas. Ya qué no seríamos capaces de ver cómo alguien sufre por nuestras causas.
—Pero si puedes ver cómo sufre por tu legania, ¿Cierto?.— Le digo molesta y dolida al mismo tiempo.
—Galia.— Dice el con sutileza, tratando de acariciar mis mejillas pero su contacto me quema la piel y lo apartó bruscamente.
—Responderme Emiliano.—Le digo seriamente con mis ojos cristalinos.
—Mi alma se consumiría al verla partir.— Me asegura con la mirada perdida y la tristeza reflejada.—Pero más me desgarraria verla sufrir por mantenerla a mi lado.
—Pero tú una vez dijiste que no te importaría ser débil si el precio era amar a esa persona.— Uso sus propias palabras en su contra. Y sus ojos se cristalizan.—Tú me dijiste que te habías enamorado y que era la sensación más maravillosa y aterradora del mundo.
—Ella nunca supo y jamás sabrá que la amo.—Dice seriamente y mi corazón lo tenía hecho pedazos en éste momento.
—La alejaste cierto.—Le digo con el dolor reflejado en mi mirada.
—Es lo que intento hacer.— Dice finalmente.— Nunca ames a un corazón qué está guerra porque solo querrá protegerte de la destrucción.
—Aunque eso signifique tener que soportar el dolor del mío.— Le reclamo ya con lágrimas en mis ojos.
—Aunque signifique tener que soportar tu propio dolor.— Me asegura. Mientras yo lo miró decepcionada.
No comente nada solo asentí en repuesta para luego darle la espalda y marcharme rápidamente sintiendo como las lágrimas inundando mis ojos y corrieron por mis mejillas.
Caminó lo más rápido posible por el bosque. Dejando que las lágrimas fluyan libremente.
Nunca nadie me dijo que el amor dolía a tal intensidad. Pero porque arrepentirse si no podemos contener nuestros sentimientos más sinceros.
Yo lo amo.
Tanto que duele.
Y es muy difícil tratar de parar el latir de un corazón.
Más aún cuando esa historia me había pegado tanto en el alma. Porque sabía que quizás nosotros éramos esa estrellas. No tendríamos por un segundo pero nos extrañariamos toda la vida.
"No obstante,mi corazón era capaz de disfrazar el mayor dolor del mundo. Y soportar el sufrimiento más doloroso en silencio. Pero jamás de ocultar sus sentimientos".
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La puesta de sol era una vista maravillosa que la naturaleza nos regalaba cada día. Sólo que en medio de mi dolor no era capaz de apreciar por completo aquella belleza.
El silencio de la soledad y esa compañía con nosostros mismos era necesaria. Pero aveces también era de gran ayuda poder desahogarnos con otras personas a nuestro alrededor.
Sólo que yo estaba sentada en el lago. Muy lejos de todos el mundo. No tenía a nadie que pudiera entenderme, a excepción de yo misma.
Mi mirada se centra en disfrutar el atardecer. Dejando de esa manera todas mis cargas por un momento. Cierro los ojos disfrutando de la soledad y el silencio hasta que escucho una pequeña rama rugir. Abro mis ojos y volteo haber dónde proviene el ruido
Mi vista capta a Ivy qué está un poco apenada. Sin embargo, la morena me sonríe genuinamente y yo le regaló una sonrisa de boca cerrada.
—Necesitando de la soledad.— Inquiere ella y yo me limitó a asentir un poco desanimada.
Ivy me mira preocupada. Pero aún así no comenta nada al respecto. Y lo agradezco internamente. Se sienta a mi lado y ambos nos mantenemos en un profundo silencio.
—¿Qué haces aquí?.— Le pregunto con curiosidad.
—Estaba preocupada por tí.— Dice ella finalmente.— No has vuelto a la cabaña desdé que saliste temprano.
—No puedo estar hay evitando algo inevitable.— Le digo desviando la mirada para otro lado.
—Lo amas,¿Cierto?.—Yo la mira sorprendida. Y ella sólo me sonríe de manera comprensiva.— Amas a Emiliano.
Las lágrimas recorren por mis mejillas. Para luego sonreírle con tristeza.
—Lo amo Ivy.—Le confieso, aquello que había retenido tanto tiempo.—Y él no quiere ser amado. Pero la verdad no sé cómo callar a mí corazón.
—No lo calles Galia.— Me recomienda ella sosteniendo mi mano para darme seguridad.— Sé que será difícil pero lo mejor es que lo grites . Y se lo digas .
—Tengo miedo de las consecuencias que esas palabras puedan traer consigo.—Le expresó con sinceridad.
—Te entiendo, pero más complicado es obligar a tu corazón hacer silencio. Cuando su único deseo es gritarle al mundo lo mucho que lo amas.— Me dice ella con sinceridad.—No sigas reteniendo lo que sabés que en algún momento será descubierto.
—Es que ya no puedo retenerlo. Y lo que más temo es qué lo descubra.—Le hago saber y ella me mira con tristeza al saber mi miedo.
—Expresar tus sentimientos puede ser una forma de hacer las paces contigo misma y hacer que te sientas más segura y apoyada a pesar de lo difícil que puede ser.—Me recomienda ella abrazándome para hacerme sentir cómoda.—¡Eres una persona muy valiente y fuerte, así que confía en ti misma y en tu corazón!.
—Es difícil tener sentimientos tan fuertes y no poder expresarlos.— Le digo con honestidad.—Pero yo quiero expresarlos. Y estoy dispuesta a asumir ese riesgo.
—Esa es la chica valiente que conozco.—Dice orgullosa apretando mis manos con delicadeza para darme apoyo.
Yo asiento en repuesta. Mientras le sonrió un poco de más animada.
—Creo que deberíamos volver ya está anocheciendo.— Le hago saber y ella asiente.
Ambas nos levantamos y nos encaminamos al extenso terreno de la granja. En un trayecto silencioso pero no incómodo. Dónde la luna poco a poco era más visible ante nuestros ojos.
Llegamos a la cabaña ninguno de los chicos estaban y como lo agradecía. Así que me despedí de Ivy en la sala. Para luego encaminarme al pasillo donde estaba mi habitación.
Al entrar me deshice de mi ropa e ingresé al cuarto de baño. Encendí la regadera y el agua de la misma caía sobre mi cuerpo relajándome en el proceso. Al terminar mi ducha salí del baño al pequeño armario donde me decidí por una camisa morada de tiros y un shorts corto.
Me miró en el espejo y la verdad veo poco a poco, a esa chica tan enamorada de la vida. Supongo que a la final paso a paso se llega a la meta. Le sonrió a mi propio reflejo y orgullosa salgo de la habitación.
Me encamino por el pasillo hasta la sala dónde no visualizo a nadie. Un poco confundida decido ir a la cocina.
Pero antes de ingresar escucho una discusión un poco fuerte .
Me acerco un poco y veo a Liam con Emiliano. Discutiendo algo que no entiendo.
—Siempre has ayudado a las personas. Sobretodo a las chicas como ella.—Le reclama su amigo y no logro comprender nada.— No me digas que Galia, es otra Bianca en tu vida.
Bianca,¿Quién es esa chica?. Acaso será la misma persona de la que Emiliano está enamorado.
Dios y si me enamoré de alguien que no me ama.
—Ella nunca será una Bianca en mi vida.—Le asegura él castellano a su mejor amigo. Y esté solo se ríe sarcásticamente.
— A Bianca la hiciste sentir especial. La ayudaste con su problema de depresión, estuviste para ella cada vez que tenía un ataque de pánico. O cuando era ingresada al hospital por intentó suicidas.— Le recuerda Liam con molestia.—¿Y que hiciste Emiliano?. La alejaste de tu vida después que habías Sido lo único que la mantenía a flote.
—Liam no es lo que tú crees.— Le dice el castaño para que entre en razón.
—Entonces explícamelo Emiliano. Porque para mí es igual. Estás haciendo lo mismo con Galia. ¿Y luego que?. Comenzarás a alejarla por tu cobardía cómo hiciste con Bianca.
El chico del cuál estoy enamorada no dice nada. Solo se mantienen inexpresivo lo cuál confirma todo lo que dijo Liam anteriormente. Y sin querer escuchar nada más, me aleje de la puerta de la cocina mientras le lágrimas recorrían por mis mejillas.
Siempre estuve segura que para ese castaño yo era especial. Pensé que todo lo que había hecho por mi era porque en verdad le importaba.
Pero a la final solo fuí una ingenua que creyó en sus palabras. Cuando esas mismas palabras la utilizaba con alguien más.
Me dirige a la salida de la cabaña. Donde el cielo iluminado por estrellas era él único testigo de mis lágrimas y como estaba sufriendo por alguien que nunca me amó.
La brisa fría de la noches me hacía temblar pero no quería moverme. No quería entrar y verlo. Seguí hay por minutos interminables hasta que escuche esa linda voz que me consume con sólo una sílaba . Pero que en este momento no quería escuchar.
—Galia estás temblando del frío.— Me dice el castaño preocupado. Pero yo no reacciono o digo algo.
Emiliano se acerca hacía mí y toma mis mano las cuáles están heladas. Pero yo sólo desvío la mirada para otro lugar.
—Chica boba, estás bien.—Inquiere él con un tono de preocupación —Me estás asustado.
—Claro que estoy bien.— Le digo con voz neutral. Tratando de no llorar frente a él.— Porque no lo estaría.
—No me mientas Galia.— Dice el pacíficamente.— Te conozco y sé por tu mirada de dolor que algo te sucede.
Yo lo miró sorprendida y desvío mi mirada nuevamente.
—Yo puedo ver en tí más de lo que eres capaz de ver en tí misma.— Me dice con sinceridad mientras me acaricia la mejilla. Y las lágrimas fluyan libremente.
—Asi como fuiste capaz de verlo en Bianca.— Le digo con dolor. Mientras el aparta su mano de mis mejillas.
—De dónde has sacado ese nombre.— Inquiere el confundido.
—Eso no importa Emiliano.— Le digo con frustración.— Solo respóndeme algo. Para tí soy solo la chica que pretendes hacer sentir segura para luego alejarla. O soy más que eso.
—Siempre ha sido más que eso.— Me dice con sinceridad.—¿De verdad piensas que todo lo que he hecho y te he dicho a ti, podría ser posible hacerlo por otra chica?. ¿Encerio crees que hago lo mismo por todas las chicas que he conocido?.
—No lo sé emiliano.— Le digo con honestidad mientras mis ojos se cristalizan.—Ya no sé que creer.
—Pues creé en mí Galia.— Dice mirándome con profundidad.
—Confio en tí más qué en mi misma.—Le aseguro desafiandolo con la mirada.— Pero alejaste a Bianca de tu vida y es lo mismo que quieres hacer conmigo.
El niega y me mira con dolor.
—No Galia, tu no eres ella, y jamás serás una Bianca en mi vida.— Me asegura centrando su mirada en mis ojos verdes.— Te lo dije una vez y te lo repetiré mil veces más hasta que seas capaz de entenderlo. Tú eres ese caos de emiciones que nadie quiere cerca pero que te aseguro que yo no puede soportar tener lejos.
—Y porque alejaste a Bianca, ¿Entonces?.—Le pregunto confundida y con curiosidad.
—Es algo que no puedo explicarte ahora mismo.— Me dice con sutileza.
— No te pido no estar cerca, porque mí corazón grita por tu ausencia. El único deseo que te pido es que no ames en vano.
—Ese es el problema Emiliano.—Le digo frustrada. Mirándolo fijamente.
—¿Cúal es el problema, Galia?.— Inquiere confundido.
En ese momento lo miro a sus ojos marrones tratando de que logré ver la verdad en los míos. Sin embargo no tengo otra opción que confesar lo que siento.
—El problema es qué te amo.— Le digo con honestidad. Mientras siento calma al expresarlo.—Si yo te cuento todo lo que grita mi corazón cuando estás cerca, mi aliento se quedaría atrapado en la tierra, y la luz se apagaría. Si fueras capaz de ver cómo brillan mis ojos al contemplarte, el universo se contaría como una fracción de mi amor. Y no te imaginas lo inefable que puede ser.
Él no dice nada sólo me mira con lágrimas en sus ojos. Mientras niega con la cabeza alejándose de mi.
—No hay palabras que puedan decir que no puedo amarte. Si eres el aliento que hace que mi corazón siga latiendo.—Dice besando mi frente mientras siento como mis lágrimas corren sin detenerse.—Aunque la guerra puede destruirte, tu amor es lo único que sostiene mi paz. Pero yo no soy capaz de ser espectador de tu destrucción.
—Emiliano.—Lo llamo con voz poco audible. Y el solo me mira con dolor.
—Perdoname Galia, no puedo amarte.
—Me dice con sus ojos cristalinos mientras se aleja de mí.
Solo esas palabras bastaron para dejar mi corazón en pedazos. Y mis ojos llenos de lágrimas.
Él no me amaba. Y yo me encontraba muriendo por la ausencia de su amor.
Con un poco de tristeza y lágrimas aún cayendo por mis rostro. Saque mi teléfono y llame a Marcus.
—Hola señorita Roos.—Le ha sucedido algo.
—Nada, sólo ven por mí.— Fué lo único que dije para luego colgar la llamada.
Mi corazón dolía ya no era capaz de estar en el mismo lugar. Dónde se encontraba el causante de su dolor.
Así que no tenía más opción que ir por mis cosas. Mientras mi corazón se desgarraba.
"En la vida, todos hablan de cómo amar, pero pocos hablan de cómo se siente cuando el corazón se rompe. Se habla de cómo el amor te llena, pero no de cómo te consume el dolor del desamor".
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Nota de la Autora: Hola mis queridos lectores. Apartir de ahora actualizaré un segundo cada domingo. No obstante puede suceder que tenga que hacer tarea y no tenga tiempo, o este libre y lo actualice antes, como sucedió hoy.
Estamos llegando casi a la mitad de esta historia. Pero no imaginan todo lo que esté capítulo me hizo llorar y gritar. Un segundo ha Sido mi historia más personal, una historia de enseñanza y realismo.Dónde cada capítulo ha dejado un huella imborrable en mí.
Perdón por el testamento.
¿Qué les pareció el capítulo de hoy?.
Perdonen los errores ortográficos. Trato de corregirlos siempre. :(
Hagan sus preguntas en mi cuenta de Instagram: gcvictoriaelizabeth.
Los espero ;)
Muak los quiero 💘
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