5|Una verdad añadida a la lista.

5|Una verdad añadida a la lista.

MAKO

Los dedos me pican de la curiosidad al recordar lo de la nota una y otra vez hasta sentirme mareada, es cuando decido salir de la ducha envolviéndome con una gran toalla alrededor de mi cuerpo, el vaho ha empañado los vidrios en especial del espejo cerca del lavabo. Dejo un pequeño rastro de gotitas de agua al caminar donde está mi ropa interior no tardo en visualizar las prendas que hay sobre la cama al alzar la cabeza

Echo un vistazo por la puerta, pero no hay nadie, salgo de puntillas directo hacia la cama donde está la ropa, se trata de una blusa de cuello redondo sin mangas color blanco y unos pantalones oscuros, a un lado en el suelo están mis botas trenzadas reluciendo como si fueran nuevos, vaya atención.

Me visto a toda prisa y me seco el cabello hasta que queda totalmente húmedo para luego salir.

He estado alejada del área de entrenamiento de los soldados, me transmiten temor con tan solo cruzar miradas donde se percibe la frialdad y la falta de sensibilidad que se aloja en cada uno. No quisiera tener a otro enfrente o me terminaré escondiendo en el armario.

Antes de poder llegar a la sala que me indicó Magnum horas antes, decido tomar un desvío tratando de pasar desapercibida entre los científicos y otras personas con uniforme que andan por los pasillos, me doy prisa hasta que me detengo frente a la puerta de la pequeña estética donde conocí a Sina esta mañana. No lo dudo y entro, el lugar que sigue impecable, le echo un vistazo a mi alrededor, más adelante hay una cortina gris que no dudo dirigirme hacia allá siendo con pasos sigilosos.

En cuanto cruzo la cortina, me encuentro con un pequeño apartamento y vaya que lo es al tener a la vista la cocina, al fondo una cama pegada a la pared separado por otra cortina, otra puerta que supongo que debe ser el baño y una mesa. Me sobresalto al escuchar el sonido del escusado y doy un paso hacia el frente al momento que la puerta se abre.

Sina pega un rebote llevándose una mano al pecho.

—Joder, me has dado un susto, linda —frunce el ceño —. No deberías estar aquí, te meterás en problemas.

—¿En más? —escaneo mi alrededor para luego regresar a ella —. Necesito que me expliques sobre la nota, ¿quién eres?

—Ya te dije, no puedo involucrarme, mejor vete.

Intenta enroscar su mano alrededor de mi muñeca, soy más rápida que la esquivo ocasionando que presione los ojos a la vez que suelte una maldición.

—¿Qué es lo que quieres de mí? —inquiero —. La nota decía que puedo confiar en ti, ¿por qué lo haría? No nos conocemos.

Sina parpadea ladeando la cabeza y niega.

—De acuerdo, abrir la boca me traerá problemas, ¿gustas un té?

—No tengo mucho tiempo, tengo un almuerzo especial sobre no sé qué y a Magnum le disgustaría.

—¿A cuál de los dos?

—Al más joven.

—Es sexy —se ríe con desgano —. En cambio, su padre da miedo.

—Bueno sí, pero no te vayas por las ramas, ¿podemos vernos más tarde? —le lanzo una mirada de súplica.

—Veré que puedo hacer, cada empleado tiene un horario, pero podré escaparme sin que lo noten —se encoge de hombros —. A medianoche es donde hacen el cambio de turnos de los guardias, por lo que se toman su tiempo y me sé el horario de quien monitorea las cámaras.

Sonríe con esta satisfacción.

—Perfecto, vendré a medianoche.

Su sonrisa se borra enseguida mirándome con desconcierto.

—¿Estás loca?

—Gracias por notarlo —le sonrío antes de girar sobre mis talones y agito la mano a modo de despedida —. Regresaré, no te vayas a ningún lado.

—Como si pudiera

...

Hay una mesa adornada con un mantel blanco reservado a mi nombre en una sala que parece exclusiva donde solo los de clase alta y con pensamientos enfermos vienen aquí a hacer tratos con Monarca, valeee, es lo que estoy suponiendo porque hasta hay un mini bar VIP y no hay de esos en el comedor donde se reúnen el resto de los trabajadores, solo gaseosas con saborizantes.

Tengo ganas de pedir una bebida con alcohol.

Pero se me hace imposible llegar a la barra cuando soy interceptada por un camarero que ha salido de la nada, niega con la cabeza y me señala que lo siga de vuelta. Plasmo una mala cara ya digna de mí y no me queda remedio que regresar hacia la mesa donde hay una vasija carísima. El camarero hace para atrás la silla para que tome asiento, ni siquiera habla, solo hace un gesto de cabeza y se retira.

Repiqueteo los dedos sobre la mesa, la espera no tarda en cuanto siento la presencia de alguien a mis espaldas.

—Oh, llegas antes que yo, eres muy puntual —saluda con una leve sonrisa, el camarero se acerca con agilidad para hacer el mismo gesto que hizo conmigo hace unos segundos —. Gracias, caballero.

—¿Doctora Nakamura? ¿Usted organizó esto?

—Por supuesto —asintió —. Necesitaba este momento para hablar sobre asuntos más serios, ¿y como no hacerlo de esta manera?

—Es que no entiendo qué es lo que quiere hablar conmigo si ya está clara mi respuesta.

—Hablaremos sobre ti —puntualiza —. Sé que tienes preguntas con respecto a tu pasado, a lo que eres realmente y por qué te necesitamos aquí en Monarca, me parece justo contarte lo que sé sabiendo que tú colaboraras. Hay muchos secretos prohibidos, Mako, algunos es mejor mantenerlos encerrados para mantener la paz y otros que merecen ser contados, es por eso que debo ser franca contigo, yo no soy un monstruo.

—No, porque yo lo soy.

—No, Mako. Tampoco lo eres, solo eres diferente a como creías, te ocultaron muchas cosas durante años por tu bien y tu padre solo quería lo correcto a pesar de traicionó a los suyos —hace una pausa y pasa saliva para luego proseguir hablando —. No miento cuando te he dicho que eres importante con esas capacidades que tienes y puedes llegar a hacer grandes cosas con un poco de ayuda de nuestra parte.

La miro entrecerrando los ojos, es difícil confiar en sus palabras, ¿cómo sé que no es una trampa para que baje la guardia? ¿Y si solo me quiere lavar el cerebro?

—Sí, es demasiado evidente que algo me está ocurriendo —digo —. Es como si un interruptor dentro de mi cabeza haya sido activado mostrando una parte de mí que jamás conocí hasta ahora. ¿Qué soy realmente? ¿Acaso soy una máquina?

—Eres humana, Mako.

—Que alivio.

—Pero hay algo más inquietante que descubrí luego de revisar tus análisis, no le había tomado importancia hasta que sucedió el accidente con esas guardias —la doctora apoya los antebrazos sobre la mesa, su expresión se torna más profesional —. ¿Podrás creerme luego de que te cuente la verdad? Necesito que estés preparada, Mako, no será fácil digerir la información.

Aunque esas palabras me han causado escalofríos, asiento sin pensarlo dos veces. Formo ambos puños con las manos bajo la mesa preparándome para recibir el golpe.

La doctora enarca una ceja intentando procesar mi respuesta, echa la espalda hacia atrás apoyándola sobre el respaldado de ma silla.

—Creo que es un buen momento para pedir algo de vino, ¿te parece?

—Al fin estamos de acuerdo en algo —asiento con la cabeza.

La doctora hace un gesto con la mano llamando la atención de camarero que se acerca, ella le pide que nos sirvan dos copas de vino lo antes posible. Nos llenan las copas de un líquido de color morado oscuro, frunzo el ceño enseguida, no imaginaba el vino fuera de ese color.

Tomo la copa entre mis dedos y con desconfianza huelo el interior que desprende un aroma suave.

—Bebe, es delicioso —me invita la doctora dándole un sorbo.

—Nunca antes he tomado vino.

—Todo va estar bien, a menos que te bebas toda la botella entera, ahí no podré hacer nada si terminas ebria.

«Quizás es lo que necesito».

Me llevo la copa sobre mis labios inclinándola para poder sentir el líquido filtrándose en mi boca, hago una mueca cuando se apodera de mis papilas gustativas. Joder, que asco.

Necesito más.

Así que tomo la botella y vuelvo a rellenar la copa hasta la mitad.

—Vale, terminemos con esto y cuénteme cuál es ese secreto prohibido del que tanto me han ocultado.

—Tu padre había pedido que no le contáramos a nadie.

—Debe estar muerto.

—No, Mako.

—Sí, un ejército de Monarca nos sorprendió y logró aniquilar a medio escuadrón, de seguro él estuvo ahí.

Ni siquiera siento dolor.

Ella no insiste y procede en darle otro sorbo a su copa y comenzar a hablar.

—Es una anécdota muy cruda y entenderé si quieres que me detenga en cualquier momento, Mako. Pero todo esto empieza desde tu nacimiento —cierra los ojos con fuerza por unos segundos y los abre, me lanza una mirada en la cual duda si lo que está haciendo es lo correcto —. La verdad de tu anomalía, la verdad que está detrás del motivo del por qué tus padres decidieron abandonarte es porque se dieron cuenta que eras diferente y peligrosa, creyeron que alejándote ellos estarían a salvo y fue cuando poco después llegó Simu, él no sabía de tu condición hasta después de las pruebas, creemos que fue lo que activó tus habilidades y nosotros decidimos bloquearlas pars que vivieras como una niña común, no obstante, nos dimos cuenta de nuestra error, de que tú siempre fuiste importante para la ciencia. Otros pensaban que eras una amenaza para el mundo que te quisieron muerta, por eso se decidió que era mejor que se fueran a pesar de que no estaba de acuerdo con la idea, estuve al contacto con el general por un corto periodo preguntando como progresabas, también intentamos contactar a tus padres para informarles sobre ti, pero ellos...

No sé en qué momento sucedió, pero de repente mi vista se ha nublado a tal punto que he empezado a llorar.

—¿E-Ellos están vivos?

—Hasta donde supe, sí —tuerce la boca —. Viven en Japón, es toda la información que llegó a mis manos hace unos años.

—Siempre supe lo de mi madre, pero nunca me imaginé que me abandonara por esa razón, yo soy un monstruo.

—Mako, tener habilidades no te hace un monstruo, eres extraordinaria que puede llegar a hacer el bien.

Esto da un giro drástico a mis planes nunca antes imaginado que me dan ganas de saber cuál es mi verdadera versión y las capacidades que podría lograr si me desbloquean las memorias, ¿qué clase de monstruo ha estado dormido todo este tiempo en mi interior? ¿En serio soy una amenaza o podría llegar a hacer el bien?

Me limpio las lágrimas del rostro, unas cuantas lograron colarse a mi boca que siento el sabor salado.

—¿Y cómo fue que sucedió? Debe haber una razón para haber adquirido esa anomalía y poder hacer... pues lo que hice con las manos, no es normal.

«Seguro soy una Mutante digna de ser reclutada por Charles». Sería una idea loca.

—La única forma de saber es lograr desbloquear tus memorias a profundidad, el cerebro funciona como un disco duro que almacena y separa información, si nos das acceso, entonces encontraremos la respuesta, pero también pienso que deberías estar dentro del programa —niego rotundamente —. Será para que aprendas a controlar tu habilidad, no te mandaremos a misiones, esa no es tu responsabilidad. Te entrenará gente capacitada y cuando te sorprenda nuevamente sabrás manejar la situación. Debes evitar que te lastimes.

—¿Qué obtendré a cambio?

—No puedo prometerte nada, sabemos que la cabeza de todos esto son los Brown, por eso hay que demostrarles de lo que eres capaz y así posiblemente obtengas tu libertad.

Enarco una ceja de forma inquisitiva analizando su propuesta bastante tentadora para alguien como yo. Pero no conozco al director de todo eso y su hijo parece un poquito accesible hasta donde he podido notar, quizás él sea más comprensible a pesar de que me apuntó con una pistola, pero, hey, mi novio también lo hizo desde un principio.

Por otro lado, no puedo evitar sentir una presión en el pecho respecto a toda la información que sigo procesando, me duele muchísimo que mi familia biológica haya tomado la drástica decisión de alejarse de mí, aunque puedo comprender lo asustados que estaban al tener a una mutante como hija.

¿Qué si estoy enfadada? Claro, hasta tengo ganas de gritar hasta desgarrarme las cuerdas vocales antes que seguir llorando, ya estoy harta de derramar lágrimas y no es porque sea una imagen que transmita debilidad, todos lloramos, pero ya no quiero pasar por ellos.

Se acabó, ¿para que seguir huyendo sabiendo que me volverán a encontrar de nuevo? Monarca es una organización astuta y si quedarme evita lastimar a Hanssen y a Ringo, entonces cederé por completo. Necesito volver a ser la Mako de antes o quizás ya no exista del todo.

—O sucede eso o termino sirviendo como una máquina de matar.

—No lo permitiré, Mako, te lo aseguro —me lanza una mirada de preocupación —. Puedo hacer que Magnum entre en razón, es un chico joven con ambiciones, en cambio su padre, será un hueso duro de roer, por eso sí ve tus resultados de cada prueba.

—¿Cómo sabe que no lo utilizarían para sus soldados? —ahora soy yo quien apoya ambos antebrazos sobre la mesa acercándome un poco para que nadie más nos escuche, estamos solas, pero soy preventiva —. Ellos son controlados para seguir órdenes, ¿no? Asesinan para borrar a sus presas del mapa, pero, ¿y si lo que pasa conmigo se utiliza como un arma?

La doctora Nakamura abre la boca con la expresión estupefacta, enarco una ceja demostrándole que estoy comprendiendo estos gajes del oficio, pero por dentro solo quiero aguantarme la risa porque si soy sincera, he visto tantas películas de Marvel que hasta puedo sacar mis propias teorías, aunque fueran ficticias. No seré al fan número uno, pero lo soy.

—Me empieza a gustar como piensas, Hammada —me da la razón —. Pero los soldados pasan también por aquellas pruebas y no soportarían tus habilidades, es como un don y no es para todas las personas, ¿comprendes?

—Vale, pero no hay que descartar mi teoría.

—Claro, lo tomaré en cuenta, tenlo por seguro —lanza una risita —. ¿Qué te parece si pedimos que nos traigan la comida? Llevo horas sin probar bocado.

—Magnum mencionó antes que tenía una sorpresa para mí —frunzo el ceño —, que iba a sorprenderme.

—Más bien... a molestarte.

—¿De que habla?

—Te mencioné respecto a tu padre, cariño. Él no está muerto, sino retenido en una sala de aislamiento, sufrió algunos raspones y ha estado inconsciente, ya los médicos lo han estado vigilando. Estará bien.

Casi mi atraganto con mi propia saliva.

La doctora me pregunta si gustaría ir a verlo luego de la comida a lo que me niego varias veces, si está en buenas manos estará bien, no quiero acercarme a él o acabarán las cosas mal.

Luego de terminar de comer, lo cual acabé más llena de lo que creí, doy una vuelta por las instalaciones, entro a una sección que parece un jardín con extensas áreas verdes, al alzar la cabeza visualizo un domo de cristal, se trata de un vitral donde no se puede ver el exterior, el lugar es bonito, que me recuerda a uno de los parques de Azalea donde solía ir luego de la universidad, solo que aquí no apesta a basura o no hay ratas gigantes merodeado por el área para quitarte la comida.

Sentada comienzo a preguntarme lo que habría sucedido si hubiera mandado al chico deseo, (que solo fue una farsa,), por un tubo y regresado a trabajar, ¿las cosas seguirían iguales?

Antes luego del trabajo en la feria llegaba a casa y hablaba con mis plantitas y Nugget, joder, como extraño a mi conejo, sentía que él me entendía.

Regreso a la realidad dándome cuenta como desde el vitral la luz solar va desapareciendo hasta convertirse en oscuridad, las luces de los pequeños postes se encienden.

—Oh, aquí estás —dice una voz masculina.

—¿Ahora que quieres, Brown? —le lanzo una mala cara.

—Solo vine a preguntar como te fue.

El muchacho de porte elegante presiona la tablet contra su pecho mientras me regala una sonrisa, que ya me lleva desesperando sus aires de tranquilidad. Cuando toma asiento en la misma banca que yo, me hago a un lado para estar muy lejos de él.

—Tranquila, no soy de los tipos que muerden —bromea —. Sé que piensas que soy el malo, Mako.

—Ajá.

—¿Viste a tu padre? —inquiere cambiando el tema y le echo una mirada de soslayo —. ¿Cómo está?

—No creo que te importe sabiendo que tú lo hiciste.

—¿Yo?

—Tú y esos soldaditos que controlas, no vengas aquí a echarte otro dialogo sobre tu misión, pareces disco rayado, mejor graba un podcast y súbelo a Spotify —respondo girando la cabeza para mirarlo —. Estoy cansada de lo mismo, ¿vale? Ya obtuviste lo que querías, trabajaré con la doctora, me harán las pruebas que se les pegue la gana, felicidades Magnum Brown.

Magnum se relame los labios pálidos antes de tirar las comisuras hacia arriba, su mirada transmite diversión al instante. No comenta respecto a lo que he dicho, en cambio, desvía los ojos para echarle un vistazo al panorama.

—Hace mucho que no venía aquí —dice —. No se puede comparar con un parque de verdad, ¿no? He estado muy pocas veces en el exterior, crecí aquí, en cambio tú, tuviste suerte, Mako.

—No es para tanto, los parques suelen estar infestado de palomas y otros animales que transmiten enfermedades.

—Qué va, aun así, hubiera hecho lo que sea para vivir esa experiencia.

—Eres un rarito —me cruzo de brazos.

—Soy un rarito que maneja toda esta organización cuando mi padre está ocupado, así que sí, lo soy.

Blanqueo los ojos con diversión y dejo de mirarlo.

—Mako, tú has vivido muchas experiencias ahí afuera, cualquiera querría estar en tu lugar.

—Ajá, ¿para terminar trabajando en un puesto de comida rápida donde te paguen poco y no te alcance para el alquiler?

—Pero de seguro pasaste por buenos momentos.

—¿Qué quieres saber Magnum?

—Solo he tenido curiosidad, nada más. Las personas solo tienen esa perspectiva como la tuya, no todos se concentran en lo que pasa realmente en las calles, hay muchos peligros, como aquellas personas que se han convertido en demonios y han sido corrompidos, aquellos deben ser eliminados para que el resto del mundo viva en calma y feliz, ¿lo sabías? Ese es nuestro verdadero trabajo, aunque admito que no le veo nada mal aceptar uno que otra misión sucia.

—¿Tratas de decir que Monarca es una clase de superhéroe? —escupo anonadada —. ¡Son mercenarios! Y el gobierno los respalda, no tengo duda.

—Puedo darte la razón, el gobierno suele ayudar cuando lo necesita, así se mueve todo, Mako, sin ensuciarse las manos no habría beneficios y la economía y todo lo que conocemos colapsaría.

Me pongo de pie, no quiero seguir hablando sobre el tema, así que sin decir nada me marcho y espero que de la medianoche para reunirme con Sina, al menos espero sacar más información. 

🦋🦋🦋

¿Les causaría conflicto si Magnum llega a coquetearle a Mako? *Inserte risa siniestra*. Is just a question. 🤣

(A Hanssen no le gusta este comentario).

Sé que quieren acción y lo tendrán. 😎

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