16|Recuperando las memorias.1

I'm back, luego de un bloqueo de casi medio año eterno. :)



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16|Recuperando las memorias parte 1.

MAKO

Ringo, Sina, Ramsés, Gala, Lee- Joon y Hanssen han mantenido la mirada clavada sobre Magnum que nos acompaña en la misma mesa, sólo que ignora nuestra presencia mientras come sin parar.

—¿Este es tu plan? —sisea Hanssen a mi lado —. Me debes una explicación.

—Aceptó cooperar, en dado caso que sea lo contrario, no dudaré en perforarle la cabeza.

—Yo me ofrezco como tributo —interfiere Ringo tras echarle una mala cara al vicepresidente —. Pero comenzaría con una tortura lenta y dolorosa.

—¿Cómo crees que va a ayudarnos? Estamos atrapados.

—Conejito, confía en mí.

—¿Conejito? —del otro lado de la mesa Lee Joon nos mira con curiosidad ante el apoyo —. Los humanos son tan raros poniéndose sobrenombres.

—Joon —interviene Galatea —. Concéntrate.

—Ya, ya. A veces me gana la curiosidad por los humanos.

—Como sea, ¿podemos llegar al grano de todo esto? Porque ver a este sujeto solo me dan ganas de golpearlo.

Le doy la razón a Ringo. La tensión ha incrementado en fracción de segundos en la búsqueda de una solución.

—Diles sobre lo que hablamos —le hago un gesto a Magnum con la mano.

Por su parte, pausa su comida y se acomoda en la silla echándonos una rápida mirada.

—He decidido cooperar para regresar donde pertenecemos. Abandonaré esta guerra... —hace una pequeña pausa y traga con dificultad —, pero deben entender que Monarca no se detendrá, puede que no estemos justo ahora presenciando sus planes, pero siguen trabajando. La cabeza, es decir, mi padre, es un hueso duro de roer. Si regreso me encerrará por no cumplir sus órdenes.

—Luego arreglas tus problemas familiares, solo ve a lo más importante.

Le lanzo una rápida mirada a Ringo y sólo encoge los hombros como respuesta. El resto se queda en silencio para proseguir.

—Prosigue.

—Como decía. Puede que haya una manera de volver. Estamos en otro mundo, pero hay probabilidades que podamos encontrarnos con una variación temporal.

Es lo más lógico —responde Lee y Gala en coro.

—Estoy acostumbrado al término, si se me permite opinar —comenta Lee- Joon chasqueando la lengua —. Las variaciones se encuentran en cada universo y es posible dar con alguien de su mundo.

—¿Así podríamos regresar?

—¿En serio quisieran arriesgarse a regresar? —interrumpe Ramsés con preocupación —. No he querido decirlo en voz alta, pero lo pensé muchísimo y suena peligroso. Y eso que he vivido algunos con criaturas espeluznantes.

—Yo soy una criatura espeluznante.

—Joon, no entras en esa clasificación si no eres una sombra.

Él hace un "bah" a la vez que torna los ojos como si el comentario le hubiera ofendido.

—Ya nos hemos vuelto a desviar del tema —comenta Sina —. Esto ya es exhaustivo para nosotros.

—Otro día sin encontrar una solución —murmura Hanssen agotado.

—¿Qué— no acaban de escucharme decir sobre las variaciones? Es nuestra única oportunidad. Hay posibilidades que alguien de este mundo haya podido tener ideas sobre Monarca.

—¿Cómo estás tan seguro? —le cuestiono.

—Monarca maneja tecnología avanzada. ¿Acaso ya olvidaron como llegaron a las instalaciones? No creo que haya sido por arte de magia —se mofa sin ninguna gracia —. Este viaje les ha hecho daño a sus memorias. Como decía, en las instalaciones somos cuidadosos, algunas veces escuché el término transportador universal, nunca le había dado importancia hasta ahora. Que sea el vicepresidente no significa que sé todo lo que maneja mi padre, hay ocasiones en los que no puedo interferir. Es todo lo que sé.

—Quizás pueda hacer algo al respecto y buscar algunas pistas.

Lee-Joon se pone de pie con entusiasmo, se frota las manos y camina hacia donde Magnum se encuentra. Él, al percatarse de las intenciones del chico/criatura, se congela en su asiento sin quitarla la mirada de encima.

—No intentes tocarme.

—Sólo leeré tu mente, no te quemaré las neuronas o el cerebro.

—¡Me niego! Esto no era parte del trato —me reprocha a lo que encojo los hombros.

—A estas alturas haré lo que sea para regresar y liberar a mi padre.

—¿Quieres tener en libertad al hombre que te involucró en esta guerra?

—Es mi padre —suspiro con resignación —, ya no importa lo que haya hecho en el pasado o hasta ahora, ese hombre me dio un hogar. Estaba furiosa con él por muchas cosas, no fue un excelente padre, lo admito, pero... Lo he perdonado.

«¿Realmente lo he hecho o solo quiero parecer fuerte frente a todos?».

Una mano termina apoyada sobre mi hombro para darme un suave apretón. Hanssen hace un gesto con la cabeza haciéndome saber que está conmigo en lo que decida.

Asiento con la cabeza y regreso la mirada hacia Joon que enarca una ceja igual transmitiendo que está listo para proseguir.

—Hazlo.

—¡¿Qué mierda...? ¡Hammada!

—Tranquilo, niño bonito. Esto será rápido, relájate.

—Espero que puedas acceder a todos sus recuerdos, algunos han sido bloqueados —le informo ignorando a Magnum.

Esto parece interesarle a Joon.

—¡Maravilloso! Puedo encargarme de ello.

—No tengo ningún recuerdo bloque...

En cuestión de segundos Magnum cae en una especie de trance, mientras que Joon ha puesto sus manos a los costados de su cabeza, sus ojos se han tornado por completo de color gris. Presenciarlo es demasiado escalofriante que me hace pensar en todas las criaturas que pueden estar viviendo en todos los universos.

Hasta este punto, ya todo puede ser posible.

Pero eso no es todo, toda la habitación del comedor comienza a ser cubierto por una espesa neblina que ha brotado del suelo. Ninguno de los presentes nos movemos de las sillas.

—Miren, en el techo —dice Sina.

Le hago caso sin dudar, frunzo el ceño de inmediato intentando procesar lo que sucede frente a nuestras narices. En el techo se ha proyectado unas imágenes como si se tratara de una película.

—Tal parece que son sus recuerdos —susurra Ramsés.

—Pongan atención a cada detalle —prosigue Galatea —. Cualquier cosa servirá.

En menos de un parpadeo, las partes también son invadidas por las proyecciones. El primer recuerdo que comienza a aclararse es de cuando Magnum era un adolescente, se está mirando frente al espejo con la expresión horrorizada por lo que lleva puesto, nada más y nada menos que un uniforme militar en color azul. Aunque no puedo escuchar lo que dice está claro que lo aborrece.

Luego la imagen cambia a otro momento, todo lo que vemos es a través de los ojos de él. Magnum corre a través de un campo lodoso mientras la lluvia no cesa, no va solo, también hay otros jóvenes con el uniforme y portando armas.

—Joon, si me escuchas. Trata de profundizar sus recuerdos, por ejemplo, su infancia —le pido.

—Bien. Aunque está luchando —aprieta la mandíbula con fuerza —. En definitivo hay algo que lo bloquea.

—Vas por buen camino.

Las imágenes se esfuman y cómo si fuera otro capítulo, aparecen los recuerdos de la infancia. Como era de esperarse, Magnum va de un lado a otro de la mano de su padre en una especie de pasillo blanco lleno de habitaciones. Este recuerdo no lo había antes.

En cuanto su mirada se encuentra en una ventana, noto la ropa que lleva puesto: blanca.

Me concentro en cada movimiento y cada cambio de los recuerdos.

—Momento —me levanto de la silla cuando algo me ha llamado la atención. Abandono la mesa para acercarme a una de las paredes —. Eso parece una sala de reuniones, miren lo que hay en la pared.

—Parecen unos planos, pero no se logran ver. Joon, ¿le puedes hacer zoom?

—Debes estar bromeando, Ringo.

—Oye, es una super criatura. Al menos debería venir con esa actualización, ¿no lo creen?

—Joder, si tan sólo pudiéramos escuchar.

—Solo miren nuevamente —pido entrecerrando los ojos —. Creo que Magnum está escondido, nadie lo ha volteado a ver, ¿ya?

—Típico de los niños pequeños.

Analizo el recuerdo con más precisión entrecerrando los ojos. En efecto, Magnum versión pequeño está tratando de esconderse, de inmediato un grupo de hombres y mujeres vestidos de traje y otros en bata acceden a la sala de reuniones, el niño trata de escabullirse, pero en cuanto la habitación es sumida en la oscuridad, su atención es llamada por aquella pantalla donde se proyectan muchas imágenes.

Con los planos de la pared y todo lo que se proyecta en la pantalla parece relacionarse.

—Él... está luchando —nos hace saber Joon apretando los dientes.

—Mierda.

Las imágenes comienzan a difuminarse. Niego con la cabeza, no podemos quedarnos nuevamente a medias.

—Tengo una idea —comento —. Joon, te ayudaré.

—¿Estás segura, Mako? —me cuestiona Hanssen con preocupación —. Es mucha energía.

Asiento con seguridad.

—Si sus memorias son la única alternativa que tenemos, lo tengo que hacer. Debe haber algo.

—Entonces yo también lo intentaré.

—Chicos, ¿no creen que tanta energía pueda tostarle el cerebro? —nos cuestiona Ramsés.

—Es un buen sacrificio —responde Ringo —. Solo digo.

Realmente no sé si lo lograremos, pero tengo que intentarlo. Una pista bastará, solo una.

—Es peligroso —informo —. Y todavía necesitamos a Magnum, aunque no lo crean, si logramos regresar él nos servirá como guía para acabar con todo esto.

—Necesitaremos un ejército, lo cual justo ahora no tenemos.

—Pensaremos en eso después —le digo a Sina y asiente.

Hanssen me echa una última mirada y aunque sé que está preocupado, su semblante se mantiene neutra, es su manera de querer que no lo haga, mi única respuesta es encoger los hombros y acercarme de una vez hasta donde se encuentra Joon.

Carezco de información de cómo demonios usar mis habilidades, simplemente funcionan cuando se les da gana.

Sin perder más el tiempo, extiendo la palma de la mano en dirección a su cabeza, Joon aprieta con fuerza la mandíbula y de inmediato recibo un pinchazo en el interior de mi cerebro como si algo se hubiera conectado, nada más dura unos segundos. Respiro hondo y cierro los ojos, es ahí cuando difusas imágenes comienzan a pasar frente a mí como si fuera una plataforma de películas.

HANSSEN

Mako entra en una especie de trance al momento de conectarse a las memorias de Magnum, las imágenes a nuestro alrededor regresan a como estaban anteriormente ocasionando que se retome donde nos quedamos.

Solo piensen el control que tendríamos en nuestras manos con algo tan pequeño en nuestras manos.

—Joder, ahora podemos escuchar todo —susurra Ringo del otro lado de la mesa —. Hasta la calidad aumentó en 4k, vaya.

—Shhh...

¿Y piensa que esa maquinita nos ayudará?

No es una "maquinita" —responde el hombre de traje con seriedad —. Con un microchip podríamos controlar el mundo entero.

—¿Y estás seguro que funcionará, señor Brown?

El padre de Magnum, bingo.

Se ve como el niño se remueve desde su escondite escuchando lo que platican los adultos, está claro que está desconcertado.

Por supuesto, yo mismo estaré escogiendo los sujetos de pruebas y monitorearé con mi equipo cada movimiento. Será uno de los inventos más codiciados para las naciones, ¿se imaginan contar con los mejores soldados? El mundo entero nos envidiará.

Todavía no me convence, Brown —responde un hombre de traje —. Además, eso significa que cada sujeto será sometido a una cirugía, ¿y si mueren? ¿Qué excusa les darás a las familias?

Sé que les inquieta, pero les aseguro que todo será un éxito y si no me creen... —hace una pausa y escanea a todos los que están sentados alrededor de la mesa —. Pondré a alguien cercano a mí como parte del experimento, les doy mi palabra.

De repente, todo cambia, ya no sé si estar pendiente de las memorias o de Mako, si llegara a excederse, colapsará. Todavía no domina sus habilidades y eso me preocupa.

Formo un puño con las manos y maldigo en mi interior, no puedo intervenir.

Ahora todo pasa muy rápido frente a mis narices.

Un niño llorando, personas portando batas, el niño es rodeado por ellos, él grita por ayuda una y otra vez pronunciando "papá", un quirófano, el pitido de las máquinas, oscuridad por un breve momento y luego una habitación.

La imagen salta a la siguiente, esta vez el niño está en una enorme habitación con paredes blancas, hay juguetes en cada rincón, libros y otras cosas llamativas.

Lo siguiente, es nuevamente Magnum, pero esta vez de adolescente, lo sé porque se está mirando frente al espejo con disgusto mientras porta un traje militar.

No tengo todo tu tiempo, soldado.

Ya voy padre... digo, señor.

La reunión empieza en quince minutos, como mi sucesor te quiero ver ahí, se puntual.

¿Es necesario? —suspira —. Esas reuniones son aburridas, hablan de máquinas e inventos estú...

La palabra queda a medias tras ser intervenida por una cachetada.

Cierra la maldita boca. Mi trabajo ha hecho que vivas con lujos, si no te parece te echaré a la calle sin nada. Hoy es un día importante, no quiero escuchar otra maldita palabra saliendo de tu boca. Tendremos a un invitado especial, uno de ellos presentará un proyecto que su familia lleva queriendo hacer realidad por generaciones.

Magnum no tiene otra opción que seguir a su padre como si nada hubiera sucedido. Durante la reunión en aquella sala que ya habíamos visto en sus memorias de la infancia, hablan sobre máquinas que jamás se trabajaron en el pasado, temas malditamente locos, vale, no tanto porque ya sé que los viajes en el tiempo existen.

Personalmente he realizado mi primer viaje a otra dimensión.

—¿Qué? —se escucha la voz de Magnum —. ¿D-Dimensiones?

¿No lo entiendes?

Otto, tantas horas de trabajo te han hecho delirar.

Otto Eisner. Lo recuerdo y a sus malditos perros guardianes.

—No es una broma, señor Brown.

El señor Magnum hace una señal para que continúe. Eisner le hace caso y prosigue con la exposición de su prototipo. Es aquí cuando comienzo a suponer que el padre de Magnum le borró esta parte de su memoria.

No. Por supuesto que lo hizo.

—Basta, ¡maldita sea, deténganse! —grita Magnum, provocando que mis pensamientos se esfumen. Se pone de pie bruscamente de la silla alejando a Joon y a Mako —. No vuelvan a tocarme, se los advierto.

—Magnum, cálmate —le dice Mako cuando se recupera —. Sabemos que es difícil para ti creer lo que acabamos de ver, pero es cierto, fuiste uno de los primeros sujetos de prueba y te bloquearon las memorias, no solo una vez, en varias ocasiones.

Niega rotundamente como si las pruebas no fueran suficiente. Le cuesta digerir la verdad, por poco me apiado de él, por poco.

Nos rastrea con la mirada hasta que se desploma cayendo al suelo.

—Está exhausto —comenta Joon con tranquilidad —. Se le pasará, ¿alguien me ayuda a levantarlo?

—Pues el suelo no se ve incómodo para él —le responde Ringo que desde que llegamos a este lugar ha estado molesto por su presencia —. Bueno, ¿y qué vamos hacer? No encontramos nada valioso que pueda llevarnos de regreso, sólo información que ya sabíamos.

—Volver a intentarlo —volteo a ver a Mako —. Él mismo nos dijo que su padre tenía un convenio con Otto de su transportador, debe haber más, solo que seguir rebuscando dentro de su cabeza será agotador para él, así que lo dejaremos descansar por al menos una hora y cuando se recupere lo volveremos a intentar.

—Si nos sobrepasamos, esta vez si se le quemará el cerebro —informa Joon con seriedad —. Gracias a tus habilidades o lo que sea que tengas las cargas se elevaron, ni en mi vida había sentido tanta energía, no creo que yo pueda resistir como tú.

—Mako, él tiene razón.

Tuerce la boca haciéndome saber que está en desacuerdo, abandona la habitación sin nada más que decir.

—Iré con ella.

—Te acompaño, Sina.

Lo chicos nos quedamos en el comedor igual de callados.

—Si ese tal Eisner pudo viajar a otras dimensiones y llegar hasta aquí, ¿podríamos encontrarlo?

—Es posible, pero carezco de esa habilidad —Joon se sienta en el suelo cruzando las piernas manteniendo la mirada fija en Magnum evaluándolo —. Son muy pocos que pueden rastrear a una persona con tan solo echarle un vistazo a su rostro, hoy en día las criaturas como yo se esconden de los humanos, el mundo cada vez se pone más peligroso con los cazadores. Hace unos meses se extendieron rumores que algunas criaturas fueron descubiertas mientras merodeaban por las calles, los atraparon y las aniquilaron.

—¿Hay alguna otra opción? No sé, ¿qué sucedería si uno mi habilidad, con la tuya y la de Mako?

—No funciona para viajes en el tiempo.

—A menos que sigan existiendo las esferas transportadoras del tiempo, ¿no? —masculla Ramsés con interés —. Yo destruí una la última vez, je. Si no lo hubiera hecho posiblemente les hubiera servido.

—Bien hecho, genio.

—A ver, si no lo hacía, la humanidad ya estuviera bajo el poder de sombras malignas y no me apetecía ser esclavo de un desalmado que le faltaba varios tornillos.

—Pues buena suerte encontrando a un veterano que tenga idea de las esferas, serían super útiles.

—Debieron contar con alguna página de magia en línea, les hubiera servido de maravilla —comenta Ringo.

—Entonces debemos ponernos en marcha y encontrar a las criaturas que tengan alguna información, ¿no lo creen?

—¿Hablas en serio?

—Sí, tú mismo lo acabas de escuchar Ringo. Alguien ahí afuera debe tener idea de cómo ayudarnos. Andando. 

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