Remordimiento (Parte I)

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Sus dedos se movían ágiles sobre el teclado, no era un trabajo tan pesado como lo había supuesto, era demasiado simple que no le tomo más de media hora en terminarlo. Apenas la barra color violeta marco el 100% todo se había terminado y su trabajo como haker de Ladybug también, cerro la computadora extendiéndola a su "compañero" para después quitarse los guantes negros con total calma... la otra persona guardo la laptop dentro de una mochila para después también quitarse un par de guantes.

-¿Quién será el siguiente?- pregunto Juleka, la persona simplemente se encogió de hombros, sabia quien le sustituiría pero lo mejor era no decir nada.

-No lo sé, pero sé a quién sea me dará muchos dolores de cabeza.

-No debería porque... te iras a Brasil muy pronto ya no será tu responsabilidad.

-Estar en estas cuatro paredes incomunicada te deja muy retrasada en noticias. Hawk Moth cambio de planes y mi traslado se retendrá... no puedo dejar a mi adorable "hermana" en momentos difíciles.

-Me odias tanto como yo te odio Alix, ese cuento de la preocupada hermana mayor díselo a otro que te crea. – sentenció, la de cabello rosado entre cerro los ojos mirándole fijamente ¿Cómo fue que ambas terminaron trabajando para las mismas personas?

Ya lo recordaba, a pesar de tener solo un año de diferencia, Alix se había dado a conocer como una ladrona de farmacéuticos a los quince años para después venderlos en las calles más peligrosas de la ciudad. Curiosamente nadie sospechaba de ella y las grandes cantidades de dinero que llegaba a conseguir, por eso había estudiado enfermería entrar a donde los medicamentos, sacarlos y venderlos no era cosa difícil, ella corría con mucha más suerte que Juleka quien a los dieciséis ya había sido detenida y puesta tras las rejas en más de una ocasión por acoso o hakeo de computadoras. Ladybug se había puesto en contacto con ella un año atrás, y junto a su haker acordaron una reunión para conocerse y establecer un acuerdo, grande fue su sorpresa al encontrar a su hermana como "ayudante" de esa mujer.

-Me viene dando lo mismo lo que pienses, el odio mutuo es lo que nos tiene unidas, además ya no juegas en esto, un consejo como profesional enfermera es que ahora descanses mucho y te estés tranquila, siempre abra malas noticias.

-Lose... creo que ya estoy psicológicamente preparada para lo que me tengan que decir... pero dime algo ¿Perdí a mi bebe?- pregunto, Alix le miro seriamente.- lo sabía, seguro la maternidad no estaba hecha para mí.

-Yo no afirme nada, realmente no sé y no me importa podría ver tu tablilla y decirte lo que pasa, pero no es de interés así que espera a que el medico te diga algo o ese sujeto que llamas pareja.

Sin más que decirle tomo sus cosas para salir de la habitación. Nathaniel alzo la cabeza al escuchar la puerta abrirse, Ella respingo en su lugar, estaba segura de que no había nadie afuera cuando entro... ¿Cuándo fue que llego?

-Alix... que...

-Quería ver como estaba.- dijo rápidamente.- ya no son oras de visita ¿Qué haces aquí?

-No puedo verla, pero por el momento me siento más tranquilo esperando en este lugar.- respondió.

-Ella está dormida... a partir de mañana puedes entrar a verle y darle noticias... piensa que realmente ha perdido al bebe, solo fue una amenaza de aborto, es grabe pero el niño sigue con vida.

-Solo uno.- respondió ella le miro con los ojos abiertos ¿Qué quería decir?- tenía un embarazo gemelar solo perdió a uno de los niños.

-Ya veo... pues mejor... olvídalo, intenta no desvelarte mucho o tendrás una recaída y sería un fastidio para mí atenderte. Buenas noches.

Por otro lado las horas de tención pasaban demasiado lentas para Gabrielle y su tío quien había regresado de su viaje apenas recibió la noticia de Adrien, les informaron que ya estaba fuera de peligro, la bala no había perforado ningún órgano, pero si rosado su apéndice, por lo cual tuvieron que extraer el órgano por precaución.

Poco a poco el empezar a tomar conciencia y respirar le estaba doliendo, sentía que algo le oprimía los costados, pequeños gemidos salían de sus labios mientras sus ojos se abrían lentamente, blanco... era lo único que veía, sus sentidos captaron el sonido de una sonda y de una silla siendo empujada con brusquedad.

-¡Adrien!- las sombras poco a poco fueron tomando forma su padre y prima le miraban preocupados ¿Qué paso? no conseguía recordarlo.- Gracias al cielo despertaste.

-¿Dónde...?

-En el hospital.- respondió su padre.- te dispararon y te trajeron de emergencia.

Los recuerdos fluyeron rápidamente, alguien apuntaba a Lila a la distancia mientras él impedía se llevaran presa a Marinette, el primer disparo había fallado, mientras que el segundo había impactado en él. Inconscientemente llevo su mano hasta donde el dolor era más punzante, soltando un gran gemido por él dolor al haberse presionado donde tenía la herida.

-Lo más recomendable seria no hacer eso.- la castaña tomo su mano quitándola de la herida.- intenta descansar sí. Tuvieron que sacarte el apéndice.

-Pensé que solo era una bala la que tenía dentro.- intento bromear, pero incluso reír le dolía.

-La bala roso el apéndice, los médicos por precaución decidieron extirparte el órgano.- dijo su padre.- felicidades si lo que querías era arruinar una nueva oportunidad para ser modelo ya lo has conseguido. A todo esto ¿Por qué tu esposa no está aquí?

Ante aquella pregunta, la castaña le miro sorprendida, entonces era cierto... Marinette era la esposa de Adrien.

-Se la llevaron detenida.- dijo de forma seca. Ambos le miraron serios y un tanto sorprendidos por sus palabras.- yo... no estoy para decir los detalles si... ya lo sabrán más tarde ahora... debo irme y hablar con Lila. Mi compañera vendrá a hacer algunas preguntas, yo tengo que irme.

-Gaby...-antes de salir la chica se giró a ver al rubio quien le miraba un tanto serio, si pensaba preguntarle o decirle algo respecto a Marinette ella no diría nada y saldría rápidamente.- Deje solo a mi gato, cuídalo por favor.

A la mañana siguiente, Marinette apenas y había podido dormir estando en los separos, agradecía estar en una celda lejos de esos sujetos los cuales desde que llego no hacían más que silbarle y haciendo comentarios poco agradables para una mujer. Se abrazó a sus rodillas en una de las esquinas de la celda el frio le calaba hasta los huesos.

En las oficinas Gabrielle llegaba demasiado cansada no había dormido más que unas tres horas en el departamento de Adrien, el muy idiota estaba a punto de morir y le preocupaba su gato, además tenía que buscar cierta evidencia que le quitara dudas sobre esa extraña relación de esposos que hasta el día de ayer ella consideraba una extraña amistad. Alya le observo llegar con la jaula del animal en la mano derecha, mientras regresaba su vista a la caja de cartón sobre su escritorio.

-¿Cómo sigue?- pregunto la morena, Gabrielle dejo al gato sobre su escritorio para suspirar pesadamente.

-Ya despertó, y para haber sido operado y baleado está muy bien... es como si le hubiesen robado una de sus ocho vidas, parece un gato.

-Te creo...- un pequeño maullido se dejó escuchar, Alya miro nuevamente dentro de la caja sonriendo, la castaña se acero para ver el interior de la caja...

-¿Tikki?- pregunto, Alya le miro con duda.- perdona, es la gata de Marinette.

-Pues sí, la encontramos cuando hacíamos la investigación del intento de asesinato, ahora que su dueña está en los separos no tuve corazón para dejar a estos animales indefensos. Y por lo que veo tú tampoco para la mascota de tu primo.

-Presiento que no son los únicos animales que guardan secretos...- sin pensarlo dos veces, Gabrielle saco a Plagg de su jaula acariciando su cabeza, lo acerco hasta la caja dejándolo ver desde su brazo a la gatita y su cría, el gato negro comenzó a ronronear. Plagg fue dejado con cuidado dentro de la caja donde lo primero que hizo fue comenzar a lamber a la cría y después a Tikki quien también comenzó a ronronear.

-Qué lindo, parece que encontramos al padre de su cría.- dijo Alya, Gabrielle rodo los ojos, tres animales que cuidar, sería una tortura... cuatro si juntaba a Adrien en cuanto saliera del hospital.

-Los animales están prohibidos en la oficina.- Lila apareció de inmediato dejando sus cosas en el escritorio de Adrien.- abra que llevarlos a la perrera.

-Son las mascotas de mi primo... solo estarán por hoy cuando llegue mi receso los llevare a mi casa... por cierto Lila... Marinette decía la verdad, Adrien y ella están casados.- de sus cosas saco un folder con unos papeles, Lila los examino rápidamente, aunque fueran copias eran legales.

-¡Wow! Adrien casado... pensé que no estaba listo para "atarse"- comento Alya, Gabrielle asintió de forma seria a sus palabras dándole a entender que ella estaba de más en esa conversación. No deseaba se lo tomara a mal.- entiendo... voy a hablar con Damocles sobre los mininos.

-Honestamente no me importa si son legales, Marinette no está presa por decir mentiras, es sospechosa de múltiples asesinatos. Además tengo que ir a con Adrien a interrogarlo.

-¿También lo mandaras a prisión?- le pregunto, Lila rodo los ojos tomando sus cosas.

-No... Marinette es mi sospechosa y fue supuestamente años atrás atacada por Adrien, lo que lo hace pieza clave, si ella dice la verdad él lo va a confirmar y si no, lo dejo tranquilo.

-No te entiendo... pero esas declaraciones me interesan yo iré.

Las visitas para Juleka ya habían sido permitidas. Más Nathaniel aun no encontraba un modo para darle la noticia... sumado a eso tenía una nueva preocupación, aquella mujer que le estaba buscando desde hace tiempo, ya no encontraba el modo de quitársela de encima, un simple NO, ya no le bastaba... su móvil comenzó a sonar... era ella nuevamente.

Te veo en la cafetería en diez minutos.

Suspiro, si lo mejor era decirle que no a la cara... dudaba que le dejara de molestar pero tenía que hacerlo, pues el, ya trabajaba para otra persona. Diez minutos fue lo que tardó en llegar a la cafetería del hospital, con la mirada busco hasta encontrar a una mujer pelirroja la cual portaba un vestido rojo con lunares negros, una vestimenta muy llamativa a su parecer. Camino con paso firme hasta ella.

-Puntual, eso me agrada.

-Muchas veces me has buscado, y la respuesta es la misma.- dijo de forma seca.- no voy a trabajar para ti.

-Piénsalo mejor, aquel hombre realmente no te paga nada por tus servicios, solo mantiene a la policía lejos de ti, yo por otra parte puedo hacer eso y más.

-La respuesta sigue siendo no, no trabajare para ti Ladybug, no hoy ni nunca.- la pelirroja suspiro, ese hombre era necio y le agradaba.

-De acuerdo, te doy una última oportunidad.- sobre la mesa dejo un pequeño móvil sencillo color azul.- tienes hasta esta noche para regresarme la llamada, de lo contrario, no solo vivirá sabiendo que has perdido a un hijo, sino a tu mujer y al niño que aun sobrevive, si quieres cargar con sus muertes solo no me regreses la llamada y espera a la cruel noticia de los médicos.

-No serias...

-Oh Claro que si querido... ves esto.- dijo mostrando un pequeño control remoto.- hay una pequeña bomba en el cuarto de Juleka, nada grabe pero si la libero la bomba soltara un gas tan toxico que con solo respirarlo su vida se abra condenado, morir mientras duerme, no sufrirá y no hagas tonterías, porque entonces yo misma les matare en tu presencia.

Ladybug se puso de pie dejando el dinero sobre la mesa, y después golpear el pecho de Nathaniel con un sobre blanco el cual contenía una pequeña pero grata cantidad de dinero.

Para Juleka el que Nathaniel aun no le visitara era un tanto devastador, se sentía sola, abandonada ¿Acaso el ya no le quería por a ver perdido al bebe? Fue su culpa... si no se hubiese esforzado de más intentando ocultar su evidencia... de tratar de verse igual de inocente que Nath para no levantar sospechas... la puerta de la habitación se abrió, rápidamente limpio sus lágrimas, no quería que le viesen llorar.

-Perdona si me retrase.- comenzó a hablarle Nathaniel.- tenía que hablar con mi médico, necesitaba un poco de tiempo para que la medicina hiciera su efecto.

-Se me avía olvidado.- susurro.- das miedo cuando tienes esos arranques de ira.

-Lose y lo siento si te asuste... Juleka el medico que te atiende me dijo...

-Dime la verdad... ¿Perdí al bebe?- pequeñas lagrimas escaparon de sus ojos rodando por sus mejillas, Nathaniel limpio sus lágrimas con suavidad, regalándole una triste sonrisa que le confirmaba a medias la verdad.

-Si... pero escúchame, no todo está perdido, el médico me dijo que solo perdiste a uno de los gemelos, tu embarazo era gemelar, uno de los bebes ocultaba al otro.- juleka le miraba incrédula por sus palabras ¿Gemelos? Ella esperaba gemelos y había perdido a uno.- aún nos queda una vida por la cual luchar y salir adelante.

Nathaniel, abrazo a Juleka con cuidado, tenía miedo de lastimarla, la noticia parecía asimilarla, aunque algo le decía que desde que estaba en esa habitación Juleka ya se daba a la idea de haber perdido al bebe. Él cerro los ojos con fuerza, tenía que seguir luchando, ellos eran importantes en su vida habían logrado sacarlo de un profundo hoyo de depresión al creerse solo... muy a su pesar ya había tomado una decisión.

El padre de Adrien se había retirado para descansar dejándole solo. Las visitas aun no le estaban permitidas por la reciente operación, por lo menos y según lo que el medicó dijo tendría un mes de incapacidad hasta recuperarse por completo. Había corrido con mucha suerte... la puerta se abrió dejando ver a Lila y Gabrielle entrar, por cortesía les regalo una débil sonrisa como saludo, saludo que no le fue regresado por ninguna de las dos.

-Creo que Gabrielle ya te abra puesto un poco al corriente.- Dijo lila apenas estuvo a su lado en la camilla.

-Que terminaste por meter a Marinette tras las rejas, si y créeme que no me ha dejado dormir el saber eso.- respondió tajante. Gabrielle se mantenía al margen del a situación, más que por su trabajo está por mera curiosidad.

-Por demás ayer mientras estabas en quirófano paso algo interesante, tu "amiga" confeso ser tu esposa y que por razones personales que no me interesan viven separados.- comenzó Lila.- pero lo más curioso es que lo confeso para salir librada de todo esto.

-¿A qué punto quieres llegar Lila? Si lo que quieres es que lo afirme, si, Marinette y yo estamos casados, vivimos separados fingiendo ser solo amigos hasta que mi traslado sea ya un hecho.

-Marinette tiene una cicatriz en el pecho.- soltó Gabrielle, dándole dos fotografías a Adrien, una era donde aparecía Ladybug en Italia hace cuatro años y la otra era una fotografía de la cicatriz de Marinette.- ella dijo que esa marca tú se la hiciste hace tiempo ¿Es cierto?

Adrien apartó la mirada, cerro sus ojos dejando que los recuerdos regresaran a él... llanto, suplicas, forcejeos y al final dolor, mucho dolor que a pesar de los años no podía borrar de su mente.

-Si.- contesto.- pero eso fue hace tiempo, por eso yo también dudaba de que ella fuera Marinette, cuando se fue a Italia se fue marcada por mí.

-Entonces, es verdad que la violaste bajo el efecto de alcohol y drogas.- más que una pregunta, Lila lo estaba afirmando. Adrien negó con la cabeza.

-En aquel momento no voy a negar que no ingerí alcohol, si lo hice pero no estaba del todo perdido, las drogas que ingerí fueron lo que me llevaron a actuar de ese modo esa noche... la fiesta se descontrolo, y yo solo buscaba pelear con quien tuviera en frente... Marinette me llevo a una de las habitaciones para intentar controlarme y al final... yo termine lastimándola.

-¿Cómo lograste hacerle esa marca?- pregunto su prima, su historia y la de Marinette concordaban aunque solo fuera un pequeño resumen por su parte.

-En uno de los forcejeos de Marinette, terminamos por quebrar un espejo, tome uno de los trozos y lo demás ya lo pueden imaginar.

-Gabrielle, podemos hablar un momento, ya regresamos.- dijo Lila, ambas mujeres salieron de la habitación dejándole solo.

Respiro profundamente, quejándose del dolor en su costado... Lila o Gabrielle no debían de haberse enterado de aquello, razones habría tenido Marinette para contarlo... ahora se preguntaba si ese dolor era más fuerte al que sintió Marinette esa noche, de seguro... su dolor a comparación al de ella no podían compararse.

*****

Aquella noche la recuerda perfectamente, Nathaniel no era una de las mejores influencias para Marinette, siempre metido en problemas, más de una vez le sorprendieron fumando tras el gimnasio de la preparatoria y él mismo lo había sorprendido en los baños tomando alcohol. Los padres del pelirrojo habían salido dejándole la casa completamente sola a su disposición. Fue entonces que Marinette le invito a aquella fiesta. Se había negado un par de veces de increíbles formas tajantes y crueles, más ella no se daba por vencida.

-Si te doy un jodido "Si" dejarías de estarme jodiendo.- Marinette asintió.- ¡Bien! te espero a las siete frente a la escuela, si llegas a tardarte un segundo puedes irte a la mierda ¿correcto?

-Adrien por favor, ambos sabemos que soy extremadamente puntual, de hecho soy yo la que tiene que esperarte como una hora a que estés listo siempre que paso por ti para venir.

-Si claro, por eso los profesores se quejan de tu impuntualidad. Por mí jodida culpa.

-Sabes, tus palabras no me hieren, al contrario eres pésimo diciendo groserías.

-Puedo herirte de otra forma si me apeteciera, de cualquier modo ya sabes, un segundo tarde y me largo.

Efectivamente, Adrien se había retrasado una hora, hora que Marinette permaneció esperándolo para ir a la fiesta, hasta ese punto él pensaba que ella era una estúpida por soportar todo eso, esos tratos, cualquier chica ya le hubiera golpeado y no le hubiese regresado ni el saludo. Pero Marinette era completamente diferente... masoquista a su punto de vista. Para cuando llegaron a la fiesta el olor de cigarrillos, alcohol y hierba les inundaron de golpe. La azabache se quejó por lo bajo cubriendo su nariz y boca, buscando un lugar lo más cerca posible de una ventana para soportar todo eso. Permaneció alrededor de una hora sentado con la azabache en un sofá con una cerveza en la mano, Marinette solo tenía un vaso con agua que había sacado del a cocina.

-Linda fiesta.- dijo sarcástico.- me muero de diversión

-Perdón, pensé que sería más interesante...

-Iré por otra cerveza.

Al levantarse, el rubio camino hasta una mesa notando que el anfitrión ya estaba perdido, durmiendo de lo lindo sobre una silla, el pobre no tenía buena resistencia al alcohol, quiso burlarse, alguno de sus invitados se aprovecharía de esa patética situación, para su sorpresa Nathaniel comenzó a reír de forma descontrolada, sus ojos rojos, pupilas dilatadas... estaba drogado.

Uno de los chicos se acercó hasta él tambaleándose, sujetándole del hombro comenzando a reír hablaron un poco sobre lo divertido que se veían las cosas con "aquella cosa" cuando el sujeto le tendió una pastilla blanca similar a una aspirina, Adrien sonrió, sería divertido probar cosas nuevas. Y entonces paso. Media hora después Adrien había golpeado a Nath tan fuerte que le había roto la nariz, Marinette intento controlarlo, alejarlo de todos, no sabía que pasaba con él

-Adrien cálmate.- le pidió sujetándolo del brazo.- por favor tranquilízate.

Sin recibir respuesta por su parte comenzó a jalarlo hasta llegar a las escaleras y subir al segundo piso, más de una vez el rubio le regresaba los jalones con fuerza intentando ir a seguir peleando. Entraron a una de las habitaciones, la cual ella se aseguró de cerrar con seguro, esos no eran efectos del alcohol, a Adrien le habían dado algo y lo que fuera no podía dejarlo solo, no podía regresar en ese estado a su casa.

-¡Déjame salir!- grito, Marinette se encogió de hombros por el miedo, parecía un león enjaulado a punto de saltarse encima de su presa.

-No, no lo are, Adrien... tú no eres así, le rompiste la nariz a Nathaniel... por favor tranquilízate.

-Y tú qué sabes si ni siquiera me conoces.

-¡Si te conozco! Soy tu amiga... por favor tranquilízate.

Adrien se acercó hasta ella colocando su mano tras su nuca juntando su frente mirándole a los ojos, Marinette soltó un pequeño grito, el rubio le estaba tomando con fuerza del cabello, en aquel momento comenzaron a forcejear, intentando ella liberarse, Marinette había logrado arañarle la cara y los brazos hasta que le soltó, por desgracia Marinette termino rompiendo el espejo que se encontraba en la habitación. El tomo uno de los cristales mirando fijamente a Marinette, los botones de su blusa parecían a ver sido arrancados dejando al a vista su pecho; una sonrisa se formó en sus labios. Con el cristal en su mano sujeto a Marinette de la muñeca tirándola al suelo colocándose sobre ella.

-Dices ser mi amiga ¿no?, ser mía solo mía...

-A-Adrien detente.- le imploro, sus ojos solo podían mirar el cristal que el sostenía, tenía miedo, miedo de él.

-Dilo, di que solo eres mía.

-S-soy tuya... por favor... déjame...- su sonrisa se intensifico, el filo del cristal paso de su mejilla a su cuello y de su cuello a su pecho donde él comenzó a hacer presión hasta que un delgado hilo de sangre comenzó a aparecer.- ¡ADRIEN DETENTE!

Las suplicas entre llantos de Marinette mientras le marcaba nunca las podrá borrar de su mente, su aterrado rostro mientras su ropa era prácticamente desgarrada jamás lo podrá olvidar. Al día siguiente de esa noche, cuando tomo conciencia de sus actos bajo el efecto de las drogas, Marinette parecía querer fundirse en una de las esquinas del a habitación, su rostro bañado en lágrimas sus ojos hinchados y su cuerpo temblando fue lo que le hizo caer en cuenta de la clase de monstruo que se había convertido.

-M-Marinette...

-Ya... por favor... no me lastimes.- pidió con la voz ronca por tanto gritar y llorar.

-Yo... no quería... yo... lo siento...

*****

-¿Por qué regresaste después de causarte tanto daño?- murmuro para sí, la puerta de la habitación se abrió nuevamente solo Lila ingreso a ese lugar.

-Hable con Gabrielle, tu esposa será sometida a un nuevo interrogatorio, de pendiendo de la situación se le condenara solo a que cumpla horas de arresto o se pague una fianza.

-Supongo que ahora con esto sabes que ella es inocente.

-Te equivocas, esa mujer oculta más cosas y tú también.

-Sabes, nunca serás de mi agrado, desde que empezaste a interrogarme, supe que serias peor que una patada en los bajos.- Lila sonrió, esa sonrisa le hizo comprender a Adrien que no era la primera vez que escucha esas palabras.

-Nunca paso por mi mente ser de tu agrado, pero gracias por el dato.

En un sorpresivo momento para Adrien, Lila presiono con un poco de fuerza su reciente herida haciéndole cerrar los ojos por el dolor, era una maldita, una mujer de lo peor, pero lo peor paso después aprovechándose de ese momento, unió sus labios a los de él en un beso que le desconcertó y claramente no respondió, al contrario, apenas logro empujarla lejos de su rostro.

-No es la primera vez que un matrimonio se desase por mi culpa.- dijo con burla para retirarse.

Esa mujer... no solo estaba loca, Adrien tenía una sensación inquietante... más que nunca debía de cuidarse y sea lo que sea... Marinette no estaba segura cerca de Lila.      

Notas finales:

Dios que me ha costado un mundo escribir esto. Como verán no detallo a fondo lo ocurrido con Adrien y Marinette en el pasado, solo como le hizo la marca, muchos aún se preguntan por qué ella regreso con él y eso lo explicare más adelante (Saben que mi especialidad es dejarlos con la intriga xD)... bueno ahora se sabe que el haker en el cual se había fijado Bridgette fue en Nathaniel y este tendrá que aceptar trabajar para ella.

Espero les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización n.n


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