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Era el momento.

—No puedo mentirte más Hyunsok, no es justo para mí. No quiero seguir fingiendo que estoy feliz cuando no es cierto. —Haneul se paró en el borde de la cama mientras Hyunsok sentía que el mundo se derrumbaba sobre él, sus pulmones se comprimían haciéndole más difícil respirar y las palabras de Haneul resonaban en su mente. ¿Estaba teniendo una pesadilla?—Te ves tan miserable mirándome con esos grandes ojos rogándome que te diga lo que quieres escuchar, pero afortunadamente ya no tengo que hacerlo. Ya no estoy atada a mis padres, ni al que dirán porque ya llegué a mi límite. Ese veneno está en ti, Kim Hyunsok y no hay nada que puedas hacer para detenerlo.

El sentimiento de traición destruyó todas sus paredes. Y el hecho de no poder ocultar su dolor lo hacía todo mil veces peor. ¿Esa era la verdadera Haneul? Tardó un poco en procesarlo y entonces sus ojos se clavaron en los de ella.

—¿Cómo has podido? —vio como su ceño se fruncía—¿Estas consciente de lo que estas haciendo, Haneul? Confíe en ti, te he dado lo mejor de mi y ahora quieres matarme. —su voz tembló— ¿Cómo puede ser posible?

Trató de levantarse, pero todo su cuerpo se sentía pesado. Lo único que pudo hacer fue sentarse como un espectador ante la tragedia de su vida. La mujer que había amado durante toda su vida lo quería muerto. La persona que había admirado desde que eran niños, parecía querer estar en cualquier lugar que no fuera junto a él.

La almohada que ella había puesto tras su cabeza era lo único que lo ayudaba a mirarla a los ojos mientras lo rompía con sus palabras.

—No eres el indicado para hablar, Hyunsok.

—¿Disculpa? No puedo entender tu motivación para hacer esto. —su voz se quebró—¿T-Tú realmente quieres matarme?

Haneul no podía creer que Hyunsok aún mantuviera el acto de niño inocente, como si no lo mereciera, como si ella fuera la mala del cuento. —¿Cómo puedes ser tan hipócrita y actuar como si realmente fueras la víctima? —Hyunsok solo frunció el ceño y se removió en la cama. Haneul podía sentir las lágrimas en sus ojos.—¿Te quiero muerto? Sí lo hago, mis razones son lo suficientemente fuertes para querer algo como eso y no soy la única, pero puedo entender el razonamiento de los demás y se que no me juzgarán porque ellos harían lo mismo que yo.

—¿Los demás? ¿Cómo puedes decirme esto, Haneul? —Hyunsok se llevó las manos a la cabeza tratando de convencerse que era una pesadilla.

La sangre de Haneul hervía, el hormigueo tan molesto en su cuerpo la impulsaba a actuar, pero los puños apretados de alguna forma eran lo único que la mantenían firme. —¿Por qué te ves tan confundido? ¿Por qué finges no saber nada? Eres un descarado, siempre finges ser mejor persona de lo que eres, haces parecer a todos los demás como malas personas cuando eres tú la peor excusa de ser humano. Ahora estoy casada contigo y me arrepiento de haber aguantado tanto.

—Si casarte conmigo es lo peor que podría pasarte ¿porque lo hiciste? ¿porque aceptaste esto? ¿Por qué hacer algo tan vil?

—¿Vil? Cuando vas a entender que nunca fue mi elección, obtuve tanta presión de tus padres y de los míos. ¿Qué esperabas? —Haneul estaba desahogándose, necesitaba terminar con esto. —Deja de fingir que no sabes porque hago esto, es inútil tener esperanza porque ya lo sé todo

—¿Saber qué? No sé que razón pudo motivarte a hacer algo como esto. —Hyunsok hizo un esfuerzo por levantarse. Pero solo pudo sentarse en la cama con impotencia. —Pero está no es la forma.

El cuello y hombros de Haneul se tensaron. Este hombre realmente sacaba toda sus emociones negativas. ¿Cómo podía actuar con inocencia?

—No voy a negar que también me case contigo solo por ver esa expresión en tu rostro, ¡para ver lo miserable que mis palabras podrían hacerte! —Haneul se acercó a la mesita y le mostró su copa vacía. Limpiando las lágrimas de sus ojos con la otra mano.—Al menos está copa fue la única cortesía que tuve contigo en este matrimonio, valórala porque más no habrán.

Volvió a colocar la copa en la mesa.

—No puedes hacerme esto, no va a terminar bien para ti.—Hyunsok se limpió a sudor de la frente — Si todo esto es por la boda podemos solucionarlo de otra forma, pero no hagas esto. Se que no me amas, pero ¿llegar a los extremos?

Haneul no podría creer que Hyunsok siguiera con la máscara y tratara de solucionarlo como si fuera tan fácil.

—¿Extremos? Esto no es sólo por la boda Hyunsok, no puedes ser tan crédulo.—se mordió el labio y apretó los puños— Fui una cobarde, podría haber roto este compromiso hace mucho tiempo diciéndole a todos que a la persona a quien realmente amo es a tu hermano.

Los ojos de Hyunsok se abrieron con horror. Su estómago dio un vuelco en ese momento y su cerebro trató de procesar la información.

Silencio.

—...¿S-Seokjin? —El dolor y la incredulidad eran imposibles de ocultar, no solo era físico. ¿La mujer que amaba estaba enamorada de su hermano? No podía ser posible. —¿¡Desde cuándo!? ¿¡Cómo!?

—No es reciente, tampoco es algo que yo decidiera, solamente pasó.

—¿Cómo que no es reciente?—Hyunsok tembló tratando de recordar, nunca se había dado cuenta de las señales— Eso quiere decir que mientras yo trataba de ganarme tu corazón, ¿tu ya se lo habías entregado a él? ¡Responde Haneul!

—No tienes derecho a preguntarlo.

—¿Él lo sabe? —Pregunto con voz ronca, la garganta se sentía como lija— ¿Seokjin sabe que tiene tu corazón?

Haneul asintió. —El sabe que le pertenezco tanto en cuerpo como en alma.

—Lo sabe, claro que lo sabe pero él-

—Y yo se que él también me pertenece. —su corazón se sintió cálido recordando el día en el que él la besó por primera vez y se le confesó.— Seokjin quiso hacer pública nuestra relación pero sabíamos que no terminaría bien, no cuando estaba prometida a su hermano. Se suponía que huiríamos antes de la boda.

—N-no, estás jugando con esto—Hyunsok negó con la cabeza. Su ceño fruncido. —No puede ser posible. ¿Mi hermano? ¡Deja de bromear con eso! ¡No pu-

Otro ataque de tos.

Haneul saltó por la forma en la que Hyunsok se había exaltado. Miró su mano y la extendió hacia él, que apenas se recuperaba del ataque de tos para mirarla con el ceño fruncido. —Me dió esta amatista como símbolo de su confianza y amor, era de su madre. El tiene un colgante con la misma piedra, se lo regalé yo. ¿Cómo es que nunca te diste cuenta?

Haneul sabía que Seokjin había sido muy cuidadoso con eso. Pero revelar la verdad de su relación no podía ser más satisfactorio incluso en esa situación.

—¿Cómo se atrevieron a hacer algo como eso? ¿Cómo pudiste? ¡Es mi maldito hermano!

—¿Tu hermano? Ahora sí lo llamas tu hermano, pero cuando tú madre lo maltrataba eso se te olvidaba. ¡Seokjin siempre fue acosado por ella! Constantemente se metía en problemas. ¡Muchos de los que tú fuiste el causante! ¿!Creíste que no me daría cuenta, Hyunsok!? —la impotencia recorría todo su cuerpo, conocía el sufrimiento de Seokjin. Hoseok había sido su confidente cuando eran niños, y ella era muy observadora. Aunque el tratara de ocultárselo, el niño siempre terminaba rompiéndose en compañía de los hermanos Jung. Su pecho se apretaba solo de recordar las cicatrices en su espalda. Las veces en las que era castigado sin comida y las que tuvo que dormir en los establos porque no se le permitía entrar en casa. La señora Kim siempre aprovechaba cuando el padre de Seokjin salía de viaje y Hyunsok sabía que hacer para que los castigos tuvieran lugar. Afortunadamente su amado creció y pudo manejar a esa mujer.—Tuvo una infancia horrible por tu culpa y la de tu madre, así que no vengas a exigir un título que nunca te ganaste.

—Pensé que lo habíamos solucionado. —la respiración de Hyunsok podía escucharse en toda la habitación. 

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