12


La oscuridad lo cubrió todo por varios segundos, empezando a disiparse lentamente un par de minutos después. Poco a poco dejando que la luz entrara con lentitud, la borrosidad obstaculizaba toda su visión. Apenas podía distinguir la silueta de una mujer sentada de espaldas al borde de la cama. Con un poco más de esfuerzo logró ver a la mujer vestida de blanco temblaba, ¿pero porque temblaba? Le tomó un poco más de un minuto darse cuenta de que era Haneul.

¿Por qué Haneul se de encontraba de esa forma?

—Han—Hyunsok gruñó un poco intentando aclarar su garganta e intentó sentarse también pero su cuerpo se sentía pesado y solo quedo en la misma posición—¿Haneul? —se llevó una mano a la cabeza mientras trataba de recordar que había ocurrido para que el se sintiera de esa forma, estaba besándola y de pronto todo fue como si se hubiera quedado dormido. ¿Se había desmayado? —¿Qué ha pasado?

Haneul trató de detener el temblor en su cuerpo, respiró con fuerza y volteó a mirarlo.—T-Te desmayaste, con todo el estrés por la boda no es raro. Pero Minseok vino...

—¿Minseok? —Esa incomodidad en el estómago y la cabeza era extraña, también se sentía mareado.

Haneul asintió—Si vino hace un momento, al parecer ocurrió algo en los alrededores y parte de la guardia se desplazó para cerciorarse de que no fuera nada que amenace tu seguridad.—cogió su mano y la apretó suavemente, mirándolo a los ojos.—Parece que te sientes mal, podría pedirle a la señora Kang que traiga algún te.

—No, no te molestes mi flor. Creo que solo tengo que descansar un momento. —Hyunsok suspiró, Haneul tomó una almohada y lo ayudo a ponerla bajo su cabeza. —Gracias, solo tu presencia me hace sentir mejor, así que quédate aquí conmigo.

Haneul se sentó más cerca de él y observó por la ventana tras la cama el paisaje que había en el patio de la casa de verano. Una suave sonrisa se formó en sus labios hasta que sintió a Hyunsok acariciar el dorso de su mano.—¿Sabes porque me gustan tanto la primavera Hyunsok?

Hyunsok intentó comprender el porque de la pregunta, pero viendo la expresión suave en el rostro de Haneul no la cuestionó. No solo su cuerpo se sentía pesado, su mente también estaba nublada—No, siempre te vi admirar el cambio de estación con entusiasmo pero nunca supe porque.

Haneul sabía que necesitaba hablarlo, necesitaba sacar sus sentimientos a flote, no podía seguir escondiéndolos más. —Tal vez te parezca un razonamiento un poco tonto, pero es que no puedo evitar pensar en mí hermano y su extraña obsesión con el florecimiento de las flores de los árboles en nuestro jardín cada primavera. —Un recuerdo de su hermano más joven insistiendo con que lo acompañará a ver el florecimiento de los cerezos apareció en su memoria. El dolor en su pecho acompañó el recuerdo. —El lo convirtió en nuestra tradición durante los siguientes años, Siyeon fue incluida en nuestras reuniones, fue tan bonito hasta que los perdí a ambos.

Había estado inmersa en el recuerdo que no se había dado cuenta de lo mal que se veía Hyunsok. —Si esa es una temporada importante para ti, también lo será para mí.

Mostrando su preocupación se acercó más a Hyunsok y se sorprendió de la temperatura cuando colocó la mano en su frente. —Hyunsok tienes fiebre. ¿Por qué no me dijiste nada?

—Solo es momentáneo, no deberías preocuparte por eso. Déjame disfrutar de tu compañía.— Hyunsok tomó su mano y la puso sobre su pecho. Aunque se sentía enfermo no podía negar la dicha de tenerla a su lado, observó el anillo que ahora se había convertido en la promesa de su matrimonio, junto a él una delicada amatista sobre una banda de plata lo hizo sonreír. Ese anillo parecía haberla acompañado durante los últimos tres años, desconocía su origen pero sospechaba que había sido un presente de Hoseok. Cada cosa que para ella fuera importante, también era especial para él; sin importar lo pequeño que fuera.

—De verdad que no me importaría traerte un poco de agua—ella acarició su mano y suspiró de nuevo.—Después de todo no va a hacer nada contra el veneno que ya está en tu sistema.

Silencio.

—¿Perdón? —una risa brotó de sus labios, no entendía como podía bromear de esa forma y hacerlo tan creíble. Era la primera vez que veía esa extraña expresión en el rostro su amada. —Tu sentido del humor es muy extraño mi flor, pero no voy a negar que tienes talento para las artes escénicas.

—Es la primera vez que tienes razón al elogiarme por algo. —una risa amarga dejó sus labios y se apartó de el limpiándose los ojos—Te tengo aquí ante mí y todavía no puedo creerlo. Pero estás en lo correcto al elogiar mi actuación, no se cómo, pero he aguantado toda la ceremonia manteniendo está máscara de dicha y ya no puedo más.

—Por un momento tu seriedad casi me engaña, ven siéntate y cuéntame cómo se te ocurrió algo como esto mi flor.

—Oh pero no es ninguna broma, aunque se suponía que el veneno te mataría parece que ha empezado con tus neuronas.

—Mi fl-

—¡No me llames así!

La sonrisa de Hyunsok se hizo pequeña. Un escalofrió recorrido su espalda. Trató de tragar saliva para aliviar el picor de garganta. Sentía que esta broma se le estaba saliendo de las manos. Pero estaba seguro de que solo era su esposa tratando de asustarlo.

—¿Por qué haces esto mi flor? No creo que sea correcto que hagas este tipo de bromas, cualquiera podría malinterpretarlo.

—Dijiste que Minseok y la señora Kang serían los únicos que nos acompañarían, y tenias toda la razón. — Haneul resopló cruzándose de brazos. — Minseok ya se encargó de la señora Kang, así que en este piso solo estamos tu y yo.

La tensión se deslizó por toda la habitación como si fuera una serpiente.

El ceño de Hyunsok tembló. —Esto no me está gustan-

Fue interrumpido por un ataque de tos. Sentía como si se le desgarra la garganta con cada esfuerzo que hacía por toser.

Hyunsok se llevó la mano a la boca intentando sofocar la tos, pronto se calmó y respiró profundamente. Pero el sabor metálico y la sangre en sus manos hicieron que sus ojos se posaran en Haneul que lo observaba con una mirada vacía.—Ahí tienes la prueba.

El siempre había gozado de buena salud, entonces, ¿cómo era posible que un simple ataque de tos lo hiciera sangrar?

Se le secó la boca y sintió como si la cama se hundiera bajo su peso.

Trató de aclararse la garganta, pero cerró los ojos antes el dolor que sintió y con un poco de esfuerzo habló.—Esto no puede ser cierto Han, es una broma ¿verdad?

Todavía tenía la esperanza de que todo fuera una estúpida broma, pero se estaba empezando a sentir real.

En cambio Haneul sentía como si un peso desapareciera de sus hombros. El miedo y los nervios que habían entrado con ella ahora no eran más que un débil susurro en el aire. Todos esos sentimientos se desvanecieron al tener a Hyunsok postrado en esa cama sin poder ocultar la incredulidad que sentía hacia la situación. ¿Debería haberse sentido mal? Tal vez, en otra situación, con cualquier otra persona, pero con él no podía sentir más que desprecio. 

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