One-shot


Hermione se encontraba terminando de empacar sus cosas para el viaje que haría con sus padres, estaba muy emocionada por pasar tiempo con ellos.

No sabia como se dejo convencer por su madre para comprar esos trajes de baño tas sugerentes ("Eres joven y tienes un hermosos cuerpo para lucirlo, tienes que disfrutar de tu juventud no todo es estudiar. ") le había dicho su madre.

Sus cosas ya estaban listas solo faltaba que llegara la hora para partir hacia el aeropuerto.

Mientras tanto en una mansión "Malfoy Manor" para ser exactos,  cierto rubio empacaba sus cosas quería salir de ese infierno en el que se había convertido su casa.

Ya no aguantaba las exigencias y los reproches de su padre, así que tomo la decisión de irse de vacaciones sin contarle a nadie por lo tanto decidió ir al lado Muggle.

Nunca había viajado a ese lado  pero sabía que era el único lugar donde su padre no lo iba a encontrar.

Con sus cosas listas se fue por chimenea a El Caldero Chorreante de ahí fue al Callejón Diagon  y se dirigió a Gringotts para que le cambiaran algo de dinero muggle.

Y le dieron una tarjeta de plástico.

Draco miró el pedazo rectangular de plástico con asco y les preguntó - ¿Acaso se están burlando de mi? -

Griphook que era el Jefe Duende del banco le dijo - No Sr. Malfoy, pero es menos riesgoso para ud utilizar esta tarjeta en el mundo muggles, así evitará ser presa de los delincuentes. -

Con todo lo referente al dinero listos regreso a El Caldero Chorreante y cruzó al Londres muggle pregunto donde se encontraba algún lugar donde le dijeran lugares para viajar y lo mandaron a una agencia de viajes.

En la agencia le mostraron diferentes partes del mundo a donde podría viajar optó por un clima más agradable que contará con Playa, sol, arena y mucha diversión.

Compro los pasajes de avión salió de la agencia y tomo un taxi que lo llevaria al aeropuerto, una vez ahi le pidieron sus papeles y como él no contaba con ellos tuvo que realizar varios hechizos Confundus para que lo dejaran pasar sin problemas.

En Hawai  una castaña era el centro de las miradas de los bañistas que se encontraban en la playa traía un sexy traje de baño de dos piezas era en un color verde con encajes plateados que dejaba a más de uno con la boca abierta.

- (No se como deje que mi madre me convenciera de usar esto es demasiado Slytherin.) - Pensaba la castaña.

Recordaba muy bien lo que le dijo ("Tal vez y con esto puedas atraer al amor de tu vida") como le decía éso.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no noto como aparecía en la playa un rubio que robaba miradas del sexo femenino.

Draco por su parte observaba todo con curiosidad había llegado hace unas horas así que decidió salir a explorar los alrededores, se había asomado por su balcón y vio gente en la playa y decidió salir un rato antes de la cena.

Con lo que no contaba era con encontrarse con cierta princesa de Gryffindor, iba contemplando la playa cuando un destello plateado llamo su atención.

Cuando volteo a ver que era lo que brillaba noto que todos los hombres tenían su vista puesta en la misma dirección, mayor fue su sorpresa al descubrir qué él conocía a esa persona.

- Jamás imagine ver a la princesa de Gryffindor portando los colores de mí casa. - Dijo con una voz seductora.

Hermione sintió que su corazón se detenía al reconocer al dueño de ese palabras.

- Pero mira a quien tenemos aquí,  al rey de las serpientes. - Contesto tan altiva como pudo.

- No puedo creer que sea la siempre "Mojigata come libros" Y ve como estas aquí con un sexy biquini acaparando las miradas de todos. - Dijo el rubio mientras la observaba de arriba a abajo.

Y es que él rubio no podía evitar ver el cuerpo de infarto que tenía la castaña, piernas largas y bien torneadas, diminuta cadera, vientre plano y para terminar un par de hermosos y bien formados senos de tamaño considerable.

La castaña no pudo evitar que su cara se torneara de rojo ante las palabras dichas por él rubio, pero tenía razón observó a su alrededor y se percató que todos los ojos están en ella.

Su sonrojo fue mayor al ver como él rubio recorria su cuerpo sin pudor alguno.

- Pero ve nada más que color has obtenido en tu cara ¿Cualquiera diría que no tenias idea de que acaparabas todas las miradas? - Le dijo burlón.

- ¿Que haces aquí Malfoy? - Evadió la pregunta.

- Granger, Granger parece que no sabes que es de mala educación contestar con otra pregunta, no desvíes el tema. - Le dijo mientras la rodeaba observandola de arriba a abajo.

Eso solo consiguió que Hermione se pusiera más nerviosa.

- ¡No estoy desviando nada! Solo que nunca imaginé encontrarte aquí. - Le contestó.

- Te contestare solo porque yo si tengo educación, ya que tu evades mis preguntas te contestare. - La miro a los ojos.  - Solo quería pasar unos días lejos de todo y de todos. -

- ¡Me estas diciendo que estas aquí sólo! - interrogo la castaña.

- Sí,  es bueno de vez en cuando olvidar quien eres y solo disfrutar. -

Hermione no podía creer lo que estaba escuchando, no parecía el mismo niño mimado y engreído que conoció en la escuela.

Aunque observandolo bien no era un niño, era un joven de cuerpo muy bien formado espalda ancha, pecho músculoso,  brazos fuertes y piernas largas.

Se dio cuenta que todas las miradas femeninas estaban puestas en él y sintió un pinchazo en el corazón que no supo como identificar.

- Creó que tendremos unas vacaciones muy interesante por delante. - Comento como si nada a la castaña.

- Sí, ya veremos como se desarrolla esta pequeña peculiaridad. - Contesto la castaña sonriendo.

Al rubio le gusto esa sonrisa y sonrío con una genuina sonrisa ladeada que robo más de un suspiro.


Las semanas fueron pasando y la convivencia de los dos los fue acercando.

Una tarde mientras Hermione y Draco caminaban por la playa uno al lado del otro.

La castaña tropezó cerrando los ojos por inercia esperando la caída en la arena, Sin embargo, sintió como era rodeada por unos fuertes brazos y la pegaban al fuerte pecho del rubio.

Cuando abrió los ojos se encontro con unos hermosos ojos color plata que la dejaron en un trance, ninguno de los dos se explicaba por que motivo se fueron acercando el uno al otro.

Sintieron el contacto de los labios del otro sobre los suyos y cerraron los ojos,  se dejaron llevar por las maravillosas sensaciones que recibían a través de ese contacto.

Fue un beso lento cargado de mucho sentimiento, la castaña levanto sus manos y las metió en el cabello del rubio.

Draco afianzo su agarre en la cintura de la castaña y la atrajo más hacia él rodeando su cintura con sus manos

Fue un beso maravilloso con un atardecer espectacular de testigo del inicio del romance de los que en algún momento fueron "Enemigos jurados".

No supieron en que momento se enamoraron el uno del otro pero ya no querían estar separados, aunque sabían que era una locura pronto tendrían qué regresar y todo acabaría.


Era el día de la despedida ninguno de los dos quería decir adiós.

- Hermione estos días a tu lado han sido los mejores de mi vida, pero sabes que debo protegerte por lo tanto al volver todo seguirá igual. - La abrazaba el rubio.

- Lo se Draco, se lo que se viene y lo mejor para los dos es que nadie sepa lo que a pasado aquí. - trataba de retener las lágrimas.

Ninguno quería dar el adiós pero sabían que era inevitable, lo que no sabían era que el destino era muy caprichoso y siempre tenía la última palabra.



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