CAPITULO 30 PERDONAME...
Jin
Me ha despertado la luz que se cola por entre las cortinas, mis ojos los sentía hinchados, unas manos sobre mi pecho, levanté el cabeza asustado, pues no recordaba donde estaba, hasta que vi su cabello castaño, sentí su aroma, la vi dormida plácidamente en mi regazo, desnuda. Me moví suavemente para poder abrazarla, mientras besaba su cabeza, mis manos acariciaban su espalda, hasta sus caderas, apretándola hacia mí, busqué su boca para besarla, ella ya estaba lista para recibir mi beso, mis labios, mi lengua, pues quería sentirla nuevamente vibrar para mí.
Hicimos el amor, antes de que todos despertaran, fue mía nuevamente, completa. La acompañe al baño, mientras caricias acompañaban nuestros cuerpos, es como si nos tuviéramos solo para nosotros en una burbuja, en un espacio, solo de los dos.
Al estar ya listos, tomo mi rostro, beso mis labios y nos encaminamos hacia la cocina.
Victoria
Hoy es un comienzo, no será fácil. pero se que es necesario todo lo que viene.
después del mejor despertar que he tenido en años, bese a Jin y lo tome de la mano para sujetarnos los dos ante el muro que se había levantado por mi madre, suspire y avance hasta la cocina pues allí es donde se escuchaban los ruidos de la mañana. Al entrar a la cocina, vía a una Antonia, abriendo los ojos y ponerse colorada, la conozco, pero también sé que es razonable, mi madre sirve el café y le paso una taza a Jin, la cual la recibe con todo el protocolo de un yerno. Mi prima lo único que hizo fue mirarla - ¡Tía!, Sabias que estaba aquí!!!- a lo cual ella asintió.
Madre
-Si, lo vi cuando de rodillas lloraba pidiendo que lo perdonara, desayunemos después conversamos. -
Antonia
Al parecer soy la única que esta enojada, creo que debo hablar con Tae, antes de que pierda más por algo que no es mi problema.
-Jin, si la cagas de nuevo, esta vez no seré yo quien te abofetee, bienvenido, tía luego comemos juntas, debo ir a rogar mi perdón, LAS AMO. -
Sali, llamando a Tae, debo hablar con él.
Victoria
estábamos embelesados tomando café, no nos dimos cuenta cuando Sebas se había sentado a nuestro lado, cuando dejo de sobar sus ojitos, mi madre los vio y con lágrimas, se acercó a mí y me abrazo fuerte, saliendo de la cocina.
-Hola guapo, como dormiste. - solo me miro con la carita aun hinchada de dormir - Tengo que presentarte a alguien- levanto sus ojitos mirándome expectativo, volteo a mirar a Jin, por primera vez vi lo idénticos que son...
Jin
-Espera, aun no, voy a hablar con tu mama- Me levante y fui a buscar a la mama de Victoria, mi suegra, la busque en el cuarto al final del pasillo, toque, esperando una voz para hacerme seguir, pero me sorprendió cuando la puerta se abrió y me dio paso para continuar, cerrando a mi paso.
Me pare al frente de ella, comencé con una reverencia, la cual termino con mis rodillas en el suelo, pues ella es una persona mayor y merece todo el respeto antes de cualquier cosa.
-Entiendo su malestar para conmigo y le pido que me escuche antes de juzgarme, pues tengo que hablar y contar lo sucedido desde mi perspectiva, sé que he hecho daño y Victoria ha sufrido más, pero yo también, cuando nos despedimos hace años, no deje claro cuanto la amaba y cuanto la necesitaba en mi vida... ella salió y sin mas no pude volver a encontrarla, llore varias noches, muchas para ser exacto- solloce, mi voz se empezó a quebrar - largas noches me acompañaron mientras miraba el techo... intentando entender por qué lo había hecho, si ella estaba bien o si pensaba en mi como yo en ella... sentí como mi corazón se quebró cuando no volví a verla, ni a escuchar su voz, ni una llamada, ni un mensaje de texto.- Me quebré, empecé a llorar desconsoladamente, el silencio de ella era aterrador. - Un día antes del debut, mi intranquilidad era absoluta, no me hallaba, mi corazón necesitaba saber de ella... ahora ya se, el motivo, mi hijo estaba llegando al mundo, mi intranquilidad fue tanta que mis hermanos me consolaron, lamento no haber estado allí y no sabe cuánto me duele no haber recibido a mi hijo... no hay excusa por cómo me he comportado, me llene de ira, pensando en que ella seguía su vida, sin querer saber cuánto la amaba y cuanto la extrañaba. Me siento torpe al enterarme que soy padre y que viene otra luz a mi vida, espero me perdone por haber dejado a Victoria a su cargo, por las tristezas que cause me siento impotente al no devolver el tiempo, quiero que me perdone.-
Me incline haciendo la reverencia ante la madre de Victoria, la cual con llanto se abalanzo a mí y me abrazo, levantándome afanosamente para después abrazarme mientras los dos llorábamos desconsoladamente, nos quedamos así por unos minutos, hasta que sentimos una pequeña vocecilla preguntando si podía pasar, era Sebas, con el también debía hablar, tengo que disculparme por perderme sus primeros años de vida.
Al abrir la puerta, entra mirándome desconcertado y molesto, me da una patada, entra a abrazar a su mamita, como él la llama, me miro y empuño sus manitas y dio una patada al suelo, pidiendo una explicación de por qué estaba llorando y en el suelo, la mama de Victoria, se le acerco y lo abrazo y le explico que estábamos hablando y que se puso sentimental, por eso su llanto.
No dejaba de mirarme mal, sus ojos verdes, eran más claros y su mirada profunda, sus labios rojos carmín y sus orejitas y cuello rojo como los míos cuando estoy enojado. Es mi hijo.
Me puse a su altura, mientras lo miraba. -Sebas, debo hablar contigo, en privado, como dos hombres debo explicarte muchas cosas- El miro a su abuela, ella haciéndole un gesto de aprobación, le pide que me acompañe.
Subí rápidamente por un suéter para él y otro para mí, pues esta charla debe ser con algo fuerte, algo como un helado.
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