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—Ouch!..Eso si que fue inesperado. Hehe! —Despues de caer al suelo, Tobe soltó varias risillas de alivio, al ver que podía moverse y hablar con normalidad.

Y sabiendo esto, no se tomó ni un respiro en continuar con el entretenido juego de la azabache. —Hehe! Okey Pucca, me atrapaste!..¿Y ahora que hacemos? —Dijo con un tono ansioso y picaresco, expectante de lo que la azabache haría y diría a continuación.

Lo único que esperaba es que no fuera la misma tortura de antes. Ya que odiaria tener que destruir más de sus películas favoritas.

Pero entonces, Tobe se percató que su amada no parecía haberlo escuchado. Es mas, podía sentir como su cuerpo temblaba, además que parecía estar respirando con mucha dificultad. —Hmm..?! Pucca, ¿que sucede? ¿Te encuentras bien? —Sintiendose preocupado por su bienestar, Tobe le pregunto si tenia algún problema.

A lo que la azabache respondió con un tono bajo y entrecortado. —Hah! Hah! T-Tobe..! Yo..! Yo..! —La respiración de Pucca era cada vez más antinatural. Parecía tan exhausta que ni siquiera podía continuar la oración.

—¡¡Pucca!! —Ante esto, Tobe grito su nombre extremadamente preocupado.

Por supuesto que deseaba ayudarla, pero por desgracia estaba sufriendo el mismo inconveniente anterior. Su cuerpo no respondía a lo que su mente le ordenaba. —[Oh, no!! ¡¿Y ahora que demonios pasa?! ¡No me puedo mover!! Dios!! ¡¿Porque no dejan de suceder cosas malas?!] —Tobe solo pudo renegar en sus pensamientos ante la impotencia frente al predicamento de su amada.

—Oye, Pucca!!! ¡¿Me escu..?! —Siendo qué lo único que podía hacer en esta situación era abrir la boca, Tobe volvió a intentar preguntarle a Pucca sobre su estado.

Sin embargo, antes de que Tobe pudiera terminar la oración, la azabache lo interrumpío con una muy atrevida declaración.

—T-Tobe..! Yo..! Yo..! "¡Te deseo!" —Dijo Pucca sin vacilar y denotando una clara codicia y anhelo en su tono, al decir la última palabra.

Además, no se detuvo solamente ahí. Al instante se levantó con fiereza y mientras se sostenia de sus tonificados pectorales, se quedó observando a su amado con una mirada extasiada he insaciable, lista para atacarlo a la menor oportunidad.

En cuanto a Tobe, debería estar ahora mismo exclamando un grito bociferante en sorpresa, pero ante las palabras y la mirada penetrante de la azabache, se quedó tan estupefacto que solo pudo decir.. —Eh?! Perdona, ¡¿que dijiste?! —Su tono al preguntar fue tan calmado, que parecía inconciente sobre lo que Pucca le había confesado.

Pero en realidad, Tobe la había escuchado perfectamente, pero le resultaba difícil creer que su amada lo deseara con tanta pasión. De hecho, su incredulidad era tal, que al momento de preguntar su cara se volvió completamente plana he indiferente. Como si hubiera sido dibujada por el trazo torpe de un niño de cinco años.

Mientras tanto, la azabache al ver que Tobe no entendío el claro mensaje, prosiguió a cambiar de método y expresarlo de una forma diferente. Una más...."Física".

—Waaah!!..Pucca, pero qué estás..?! —Tobe exclamó pasmado y sus mejillas se ruborizaron al ver que su amada comenzó a masajear sus pezones, seguido de otras zonas erogenas de su exquisito y sensual cuerpo.

Jamás pensó que la chica adorable he inocente, que hace unos segundos atrás deseaba atrapar y apretujar en sus fuertes brazos, de un momento a otro exhibiera un comportamiento tan agresivo y sumamente travieso.

—Fufufu! Hah!~ Asi! Hah!~ Gime más!..Gime mas para mi! —Entre tanto, la azabache reía extasiada, escuchando sus tenues gemidos. —¡Tobe, mi amor!..Por fin estas en mis manos! ¡Ahora eres solo mio y no te dejare ir nunca! Fufufu!..Seras mi lindo juguete del placer para toda la eternidad! —Pucca declaró dominante, con una respiración existada y una sonrisa maliciosa, mientras su cola peluda no podía parar de agitarse de la emoción.

Era evidente por sus palabras posesivas, ligeramente sádicas, además de su expresión tan llena de gozo, su incesante manoseo y el movimiento emocionado de su cola, que estar junto a Tobe y sentir cada fibra de su ser, era su mayor felicidad.

En cuanto a Tobe, siendo que estaba inmóvil y sometido ante los juegos indecentes de su amada, no sabía que pensar sobre su extraño he inmoral comportamiento. —[No puedo creerlo! ¿De verdad es Pucca?] —Pensaba con incredulidad. —[Es decir, me siento feliz que me desee tanto, ya que es lo que siempre quise. ¡Pero...esta actuando muy extraño! La verdadera Pucca jamás de los jamáses mostraría un comportamiento tan pervertido. Ella es una chica dulce he inocente, que se pone timida al extremo cuando ve el cuerpo semidesnudo de un hombre. Alguien así nunca se atrevería a montarse sobre mi y empezaría a darme un masaje erotico mientras me mira con una expresión tan lasiva. ¡Ni en mis sueños más locos podría imaginarme a Pucca actuando de esta manera! Definitivamente algo muy raro sucede.] —A pesar de sus involuntarios gemidos, Tobe por dentro mantenía completa calma y negaba rotundamente que su amada Pucca y la que estaba encima suyo, fueran la misma persona.

Sin embargo, aún así no estaba completamente seguro de esto. De modo que pensando exhaustivamente, intento hallar las respuestas de las incongruencias que lo agobiaban. No obstante, aunque su perseverancia era admirable, no podía ver la solución más simple y entender que solamente se trataba de un simple sueño. Como también, no estar consciente sobre la realidad de que en el mundo exterior, su amada he inocente Pucca estaba haciendo exactamente lo mismo, que en su ingenuidad, creía cómo imposible.

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De verdad un hecho sumamente intrigante del porque Tobe podía saber con exactitud las acciones de la azabache. Y dando un breve resumen, primeramente diremos que las razones no se deben a una casualidad y tampoco se deben tanto al sentido del tacto y del oído, debido a que si este fuera el caso, Tobe no podría estar escuchando la voz de Pucca.

Sobre esto último, es un tema sencillo de explicar. Incluso sin tener su memoria eidética y aunque pasarán días, meses o años sin oír su bella voz. Del gran y profundo amor que le tiene, Tobe puede recordar como si hubiera sido ayer cuando los dulces labios de su amada pronunciaron su nombre. Un bello he inolvidable momento que guardo eternamente en su corazón.

En cuanto a la causa de que Tobe pueda tener una imagen 95% exacta de lo que Pucca le está haciendo en tiempo real, tiene que ver con su sexto sentido. En otras palabras, la habilidad de percibir más allá de sus cinco sentidos.

En este caso, nos referimos a la habilidad de Tobe para percibir el peligro de amenazas que atentan un riesgo a su vida. Otra forma de llamarlo también podría ser instinto asesino o sed de sangre. En algunas ocasiones lo hemos visto utilizarlo para asustar a sus oponentes, pero también puede ser utilizado para detectar enemigos en las sombras.

Una habilidad impresionante, nacida de la experiencia y el riesgo al filo de la muerte, que le ha sido muy útil a lo largo de años de entrenamiento y misiones ninjas. Pero en esta ocasión, esta habilidad resultó en una peculiaridad nueva y jamás vista para Tobe.

El peculiar caso vino por supuesto de Pucca, más específicamente hablando de sus emociones. Al momento de acercarse a Tobe, ella claramente tenía intenciónes maliciosas. Intenciónes, que sin darse cuenta las desprendía como señales de ondas de radio frecuencia que podían ser fácilmente interceptadas por una antena receptora, en este caso Tobe.

Si la azabache hubiera seguido mandando estas ondas agresivas y amenazantes por unos segundos más, Tobe sin importar lo inconciente que estuviera, habría sentido el peligro he inmediatamente se habría despertado. No obstante, cuando Pucca cayó sobre el, estas ondas siguieron siendo igual de agresivas y amenazantes, pero con la diferencia crucial, que en vez de infundir peligro, la vibra que desprendía paso a ser inmoralmente viciosa. Por lo cual, como no había un peligro real a su vida, Tobe no pudo despertar.

Sin embargo aquí viene lo importante, y es que durante el sueño que Tobe estaba teniendo, instintivamente había detectado el instinto lujurioso de la azabache. De modo que mágicamente, producto de su habilidad, pudo reproducir exactamente todo lo que hacía. Desde sus acciones, como movimientos, expresiones y demás. Pero más que nada, poder escuchar durante el transcurso de su incansable toqueteo, los sentimientos que se ocultaban muy dentro de su corazón.

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Una habilidad fortuita sumamente impresionante. De modo que Tobe logró ver cada una de sus ocurrencias. Desde su face atrevida, hasta la face que verá ahora mismo, producto de la vergüenza pública que la azabache esta recibiendo. "¡La fase timida!"

—[Hmm?! Pucca, que sucede?] —Dijo Tobe entre dientes, con una expresión confundida al ver que la azabache había detenido sus movimientos. —[Que raro! Hace un momento no paraba de manosearme, pero ahora repentinamente..¿se detuvo? ¿Porque?] —En eso, Tobe después se percató que el cuerpo de Pucca temblaba, y al mirar más arriba hacia su rostro, noto que tenía una expresión alterada y con las mejillas sonrojadas. Incluso sus orejitas caninas estaban ligeramente caídas, lo cual lo desconcertó aun más. —[¡¿Pero que rayos?! Acaso no se ve asustada? No! Parece estar algo, o mejor dicho, muy nerviosa. Hmm..¿Pero cual será la razón?] —Invadido por la curiosidad, Tobe comenzó nuevamente a buscar una respuesta ante el comportamiento anormal de su amada.

Incluso se olvido por completo de la posibilidad de que no fuera la verdadera Pucca, ya que la conducta que mostraba ahora, era mucho más parecida a la original, por lo cual, no tuvo problemas en concentrarse en otro asunto. Sin embargo, era inútil cuanto quemará sus neuronas, jamás podría saber que la causa venia de las miradas curiosas atraídas por su obsceno comportamiento.

Entre tanto, mientras pensaba exhaustivamente, noto otra importante cuestión que había dejado de lado. —[Eh?!..Espera! ¿Ya me puedo mover?] —Penso boquiabierto en incredulidad. Estaba tan concentrado en resolver el enigma, que apenas ahora se da cuenta que acariciaba su barbilla durante su arduo pensamiento.

Pero en eso, al saber que recuperó su movilidad, además de ver la fase timida de la azabache, Tobe pensó que talvez había una similitud entre los dos. De modo, que uniendo las piezas, llego a la conclusión más factible. —Hah!! [Esperen un segundo. Acaso esto..! ¡¿Acaso esto no es como un cambio de papeles?!] —Exclamo con intriga y después sonrió.—Hehehe! Ya veo, eso debe ser! Ahora me toca ser el dominante. Admito que fue divertido ser el pequeño venado herido entre las fauces del lobo. O mejor dicho loba. Hahaha! Pero no importa si es en una pelea o en un momento de intimidad en pareja. No hay nada que me guste mas, que tomar las riendas durante la batalla. ¡Y yo siempre ganó las batallas!] —Tobe sonrió malévolamente en tanto se quedaba maravillado ante la vulnerable expresión que la azabache ponía en su bello rostro, y no pudo evitar lamerse los labios, sintiéndose ansioso y exitado. —[Oh, Pucca! Yo puedo intimidar a otros, pero nadie puede intimidarme a mi. ¡Ahora te demostrare lo que es ser un depredador de verdad!]

Con estas últimas y arrogantes palabras. Tobe sujetó a su amada gentilmente entre sus brazos y rápidamente comenzó su intrépida he impúdica ofensiva.

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