66: "Hombres apuestos he inconscientes al 2x1"


Nuevo capítulo. Es algo corto, pero entretenido.
Para mañana espero subir la continuación.
Por ahora disfruten 😸👋

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Mientras el público seguía ovacionando a Dada y este mientras se moría de vergüenza y bajaba su cabeza nuevamente hacia todas las direcciones. Ching y Pucca sacaban al inconsciente de Abyo del hoyo que había provocado por la increíble caída.

En cuanto a Tobe, no le interesa en lo absoluto la condición de Abyo, de hecho se regodeaba en su desgracia. Después de todo, estuvo actuando muy arrogante durante el combate y merecía que terminará con un final miserable.

Pero en eso se le ocurrió una brillante idea, y es que su inesperada aparición le pareció una buena oportunidad para usarla como pretexto para cambiar de lugares y así sentarse al lado de su amada azabache.

Así que se paro rápidamente y con una expresión dolida se acercó a las dos chicas. —Oh, pobre Abyo! Que desgracia que le ha infortunado! ¡Rápido!..Pongamoslo en mi asiento. —Con una desvergüenza inconmensurable, Tobe actuó lo más preocupado y servicial posible hacia Abyo. Después le pidió otro asiento a los ninjas, y exudando un aura de santidad, sé mostró solidario y caballeroso al decir. —Uf! listo! Pues bien, sería molesto cambiarlo de lugar y claro que no dejare separados a la linda pareja, así que sin molestia alguna tomare mi asiento extra y me sentare con.....con....! —Tobe creía firmemente que su plan funcionaria. Su actuación era impecable y si no fuera porqué la azabache conocía de antemano sus verdaderas intenciónes, sinceramente se lo habría creído.

Pero como dijimos, ella ya lo sabia, y por esa razón Tobe término tartamudeando al final de su comentario al ver como Pucca lo observaba fríamente, fulmilandolo con la mirada.

—[Si terminas la oración "te mueres"] —Era lo que Tobe podía interpretar mientras la observaba perplejo y aterrado. Simplemente no podía decir lo que pensaba.

Por ende, amargamente mantuvo su sonrisa actuada y expresando con un tono nervioso, al final término diciendo. —¡Con...con...uf! "me sentare a su lado! —Las últimas palabras las expresó en completa depresión en tanto habría la silla extra y cabizbajo se sentaba al lado del inconsciente de Abyo.

—Hmph! [Tonto! ¿Acaso crees que nací ayer?..¡Eres como un libro habierto, no intentes actuar como un santo frente a mí!] —Ante la conducta desvergonzada de su amado, Pucca resolplo enojada y con una actitud indiferente apartó la mirada, sin importarle lo deprimido que su amado estuviera.

Si Tobe quería acortar la distancia, la azabache por supuesto que no le daría ninguna oportunidad de acercamiento. Después de todo, no sabría lo que pasaría si no estuviera Ching para separarlos. Ya de por sí, no podía evitar observarlo cada vez que mantenía una conversación con su amiga. Por lo cual, comparado con Tobe que sé hundía en la depresión, la azabache al contrario sé sentía aliviada y a gusto que ahora hubiera otra persona más para distanciarlos.

No por nada, aparte de tener una expresión gruñóna he indiferente, también podía verse como sus rojizos, carnosos y suaves labios seductores se curbaban ligeramente hacia arriba, mostrando una bella y encantadora sonrisa de triunfo al saber que pudo arruinar con facilidad los planes de su apuesto pretendiente.

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Despues de terminar el duelo de miradas contra Tobe, la azabache volvió a concentrarse en el problema actual que estaba preocupando a su amiga. "Que su novio Abyo aun seguía inconsciente"

—Uy Pucca! ¡Abyo no se despierta! ¿Qué vamos a hacer? —Ching pronunciaba estas palabras muy afligida, en tanto abofeteaba a su querido novio repetidas veces en la cara con tal de que pudiera recuper la conciencia, aunque lamentablemente sin resultado.

Esto empezaba a preocuparle. Por lo general Abyo se despertaba rápidamente con una de sus bofetadas. Pero ahora, incluso teniendo las mejillas infladas y coloradas, al punto que parecía haber sufrido una reacción alérgica severa, el tonto bronceado seguía sin habrir los ojos.

De ser necesario Ching tendría que llevarlo al hospital y dejar que un profesional capacitado se encargue de el. Un consejo muy razonable que la azabache estaba apuntó de darle.

No obstante, suspirando impactada, Pucca se percató de un fallo catastrófico en su gentileza, que iba a afectarla de manera considerable.

—Hah!! [¡Espera! Si Ching lleva a Abyo al hospital, ¿no quiere decir eso que me quedaría a solas con Tobe? ¡No puedo permitir que eso pase!] —Efectivamente, si Pucca le aconsejaba esto, se convertiría en vano el esfuerzo que se tomó en su insistente negatividad para obligar a Tobe a mantenerse alejado de ella.

De ser así, cuando ellos se vallan, la barrera que la separa de Tobe ya no existiría y por lo tanto, Tobe ya no tendría ningún impedimento en proseguir con lo que más deseaba hacer en este momento, "sentarse a su lado".

Pucca por supuesto que no quería qué eso suceda, pero tampoco podía dejar a Abyo sin atención. Después de todo no era solamente el novio de su mejor amiga, también era uno de sus muy importantes amigos, y al igual que ella, también sentía preocupación por su estado actual. Pero simplemente no podía decidir cual era la mejor opción a seguir. Por ende se encontraba en una difícil encrucijada.

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A veces, es gracioso lo poco creativa que puede ser Pucca para inventarse alguna excusa. Es decir, en ningún momento se le llego a ocurrir que simplemente podría acompañarlos. Ya que, como dijimos antes, Abyo es un amigo muy importante para ella, así que sería un buen pretexto para marcharse.

U otra idea más conveniente, decir que debe volver con sus tíos y prepararse para la última competencia. Una excusa factible ya que realmente era el caso. Solo que aun le queda tiempo para eso.

Pero no, para ella no existen otras rutas disponibles, otras opciones que podrían ayudarla a salir del posible predicamento. No, ella se obliga así misma a no tener más remedio que quedarse junto a Tobe.

En efecto, "se obliga". Pucca, a pesar que ahora mismo no parecía tener un pensamiento ágil, es en realidad una chica muy lista y perspicaz. De hecho, si Tobe no estuviera involucrado, no le tomaría ni dos segundos inventarse un pretexto para irse.

Pero en vista que estaba incluido en su decisión, inconscientemente negó cualquier posibilidad de escape.

Ella no quería tener otras opciones a seguir. No quería tener una excusa para irse. Ya que, como de costumbre, le costaba mucho sincerarse y admitir que realmente quería pasar mas tiempo con el.

Sin embargo, aquí viene el problema y es que, a pesar que le encantaría, quedarse a solas con Tobe también le causaría mucha vergüenza.

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Esto nos lleva al meollo del asunto. Como a Pucca le resulta absolutamente imposible inventar algún pretexto y le resulta aun mas imposible quedarse a solas con Tobe, no podia dejar que sus amigos se vallan. Por lo tanto, rápidamente pensó en alguna otra posible solución para qué Abyo se recupere y no terminen por irse.

Hasta que finalmente. —Ah!! —La azabache suspiro con la sorpresa mostrándose en todo su bello rostro. Por suerte, no tuvo que pensar demasiado. Una idea surgió en su cabeza tras recordar un evento pasado.

Había recordado que en el Goh-ryong, tras el final de su combate contra Garu. Este al igual que Abyo había términado inconsciente y sin saber la condición en la que se encontraba. No podían saber cuanto tiempo seguiría de esa forma, pero milagrosamente Tobe había intervenido, logrando qué Garu recuperé la conciencia al instante.

Si pudo hacerlo con Garu, Pucca tenía confianza que también podía ayudar a Abyo. Lo que llevo a que inmediatamente no pudiera evitar mirar á su amado con mucha expectación.

—Hmm?! ¿Qué sucede Pucca? ¿Acaso Tobe puede ayudarnos? —Ching notando la reacción de su amiga, supuso que Tobe talvez podría solucionar el problema que la agobiaba, así que sorprendida y con mucha intriga, también se quedó mirándolo, expectante de como respondería.

Sin embargo, la reacción de su heroico salvador, fue muy diferente a lo que esperaban. —Huh?! ¿Que? ¿Que pasa conmigo? Whaaah!! —Despues de que su plan fallará, Tobe se encontró muy deprimido y esto causó que no prestara atención a la conversación que estaban teniendo. Así que al momento de escuchar su nombre, asomo su cabeza intrigado por saber de lo que estaban hablando. Pero al momento de terminar la pregunta, exclamó sorprendido al ver como las dos bellezas se le quedaban viendo con tal intensidad que lo dejó aturdido. —Wow, wow! Espera! No, noo!! Auch!! —Lamentablemente tanto así, que además de exclamar exaltado, por reacción se tiro hacia atrás y como su peso más el empuje estaban concentrados en un solo lado de la silla, al final término cayendo de ella en una posición muy vergonzosa.

—Hahh! —En cuanto a Ching y Pucca, al presenciar como Tobe se quedaba patas arriba ante ellas, solo pudieron suspirar mientras tapaban sus bocas impactadas y algo arrepentidas por la cómica escena que habían provocado.

Jamás pensaron que Tobe reaccionaria de tal forma solo por ver sus rostros. Así que, entre dientes y comentando encantadoramente, le sonrieron y dijeron en un tono nervioso. —Ugh! Hehe! ¡Lo siento Tobe! —Por supuesto que no iban a disculparse con sinceridad. Después de todo, solo fue un pequeño accidente, de modo que soltaron pequeñas risillas mientras se disculpaban.

Sin embargo, había un problema y es que extrañamente Tobe no refutada ni una palabra. —Ehm..Tobe, ¿te encuentras bien? —Ante la extrañeza, Ching inmediatamente pregunto algo intranquila, ya que Tobe no parecía mover un dedo desde la pequeña caída. Pero notando que no respondía, ambas preocupadas se asomaron, solo para terminar viendo a un Tobe inconsciente, con sus ojos convertidos en espirales giratorios y una hinchazon rojiza del tamaño de un puño brotando de su cabeza.

Fue por pura coincidencia, o talvez debería decirse que fue inevitable. Si Tobe no se hubiera corrido unos centímetros de su distancia anterior, habría caído cómodamente en la cálida arena y al instante se habría levantando con una sonrisa tonta, mientras se reía de si mismo y aceptaba las disculpas de sus bellas acompañantes.

Pero en cambio, al haberse cambiado de lugares, su cabeza término por sentir dolorosamente la dureza de una roca enterrada en la arena. Provocando así su inevitable desmayo.

—Hagh! No puede ser! —Ching y Pucca, solo pudieron golpearse la frente y suspirar pesadamente, sabiendo que ahora tenían que encargarse del segundo accidentado del grupo.

Sinceramente jamás se imaginaron que su día de relajación y entretenimiento, significaría actuar como enfermeras y cargar por segunda vez a un hombre semidesnudo.

Definitivamente, este día sería uno que jamás olvidarán.

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Voten o comenten bye 😸 👋

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