63: "Declarando la guerra"
Listo el capítulo. 😸 👋
Perdonen la tardanza tuve problemas para terminar el capítulo por tantas veces que lo corregía.
Intentaré subír el próximo más rápido.
También agradecía un voto o un comentario, cualquiera de los dos me motiva a escribir con mayor frecuencia x3
Bueno que disfruten.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Un minuto antes de que Pucca se encontrará con Garu.
—Hah! Hah! ¡Oigan, esperen! —Ching sin comprender la razón corria y jadeaba exasperadamente intentando alcanzar a sus dos amigos.
No tenía idea lo que había pasado, estaba muy confundida. En un segundo se encontraba tan relajada pensando en el castigo que le daría a Tobe por humillarla, que para cuando se dio cuenta, Pucca desapareció de su vista sin siquiera avisarles.
No tuvo tiempo para pensar en la posible razón de su anormal conducta ya que Tobe fue el siguiente en moverse y Ching aturdida por esto no tuvo de otra que ir tras ellos.
Por sobre todo conocía perfectamente la velocidad de la azabache y sabia que si no la seguían deprisa, muy pronto la perderían de vista.
Aunque bueno, por suerte ese no era un problema en esta ocasión debido a que el pisar de la azabache era tan poderoso que creaba una nube de arena por donde iba. Así que no resultó un inconveniente el saber por donde iba, el problema real era igualar su velocidad.
Como poderosa, Pucca también sobresalía al ser increíblemente veloz y esto provocaba que fuera muy difícil para cualquiera seguirle el paso. Incluso alguien tan habilidosa como ella tenía dificultades para acortar la distancia. No por nada Pucca no sólo era considerada la mas bella de la aldea, sino que también la mas fuerte y habilidosa en las artes marciales.
A pesar que era hija de una familia de guerreros, Ching no tenía nada de que avergonzarse. No era como Garu obsecionado con ser el guerrero mas fuerte, en realidad tenía pensado un futuro muy alejado de las artes marciales, por lo que no se sentía menos que Pucca en cuanto a su destreza marcial.
Sin embargo una cosa es que le fuera difícil alcanzar a Pucca, pero no podía creer que Tobe, que hace unos momento estaba corriendo a solo dos metros de distancia adelante de ella, en un parpadeo la sobrepasará por diez metros de distancia. De hecho seguía en aumento e iba tan rápido que llego a un punto en que solo podía verse una mancha borrosa de su figura.
—¡¿Pero que...?! ¡¿Como es posible que sea tan rápido?! —La velocidad de Tobe para lograr que desapareciera de su vista fue suficiente para dejar a Ching boquiabierta en asombro y perplejidad.
Después de ver su destreza en la primera competencia comprendió que eran legítimos los rumores de que logró vencer a Garu sin esfuerzo. Fue inesperado saber que ya no era el guerrero débil y torpe del pasado, es mas, incluso lo llego a considerar como el segundo más fuerte de la aldea. Justo detrás de Pucca, ya que era risible pensar que alguien podría superar a la belleza azabache que con un simple golpe puede destruir una pequeña montaña.
No obstante, este hecho que creía absolutamente irrefutable se volvió objetable después de ver a Tobe correr. No solamente su destreza física era sobresaliente, de hecho a la velocidad que iba era más que seguro que podría haber alcanzado a Pucca si quisiera. Sin embargo por lo poco que podía notar desde tan lejos, Ching se quedó extrañada ya que por alguna razón Tobe mantenía su distancia de ella. Justo en el rango perfecto en que podía ver su figura a la perfección pero sin ser notado por ella. Así que supuso que no quería interrumpirla mientras veía hacia donde se dirigía.
Esta capacidad para controlar su velocidad era anormal, ya que de por sí, era sorprendente que alguien tuviera la necesidad de contenerse mientras soportaba el ritmo al que iba la azabache. *¿Acaso eso no significaba que si fuera a su velocidad habitual podría no solemnemente igualar su ritmo sino que en realidad podría superarla?* Esta pregunta no necesitaba una respuesta. Aunque parezca imposible, Ching no tenía dudas que el Tobe que estaba presenciando ahora podría vencer a Pucca si llegarán a enfrentarse.
Y no lo afirmaba por algo tan sencillo como ganar unas carreritas. En verdad tenía la seguridad de que Tobe podría obtener la victoria debido a la técnica divina de pies que estaba utilizando para desplazarse a gran velocidad.
No lo podía comprender y jamás lo había visto antes, por esa razón Ching lo llamaba una técnica divina. Fue por unos instantes, justo antes de perderlo de vista Tobe había utilizado una técnica de pies, que al contrario de Pucca, no era como el pisar destructivo y caótico de un camión-monstruo con los frenos averiados. De hecho más que pisar era como si flotara, como si tuviera alas en los tobillos y se deslizara apenas rozando la superficie de la arena que sobrepasaba.
El movimiento de sus piernas era tan suave y elegante, que a Ching le parecía el aleteo de un cisne blanco queriendo dar vuelo hacia el cielo.
Y no solamente era elegante, también era rápido y preciso. Sus pies eran como una lanza fantasma que iba y venia constantemente. Se lanzaba con gran velocidad hacia la arena con la intención de apuñalar y justo cuando la punta de sus dedos tocaba la superficie, rápidamente se retraia y comenzaba su ataque nuevamente.
Era simplemente un movimiento magnífico, incluso la analogía se quedó corta y sin comparar a la perfección la magnificencia de su técnica. Obviamente era algo que las personas comunes y corrientes no podrían notar, y solo alguien como ella, alguien con una considerable cantidad de experiencia en artes marciales, lograria percibir en detalle la azaña impresionante que Tobe había ejecutado.
Su técnica realmente era algo fuera de este mundo, o por lo menos era una técnica maestra tan avanzada que le era muy difícil de comprender con su limitado conocimiento.
Al ver una técnica tan extraordinaria, Ching no tenía dudas que no era la única habilidad que podría mostrar. Por ende llego a la conclusión que si las demás eran igual de majestuosas, no había forma que su mejor amiga, aunque increíblemente fuerte, tuviera alguna oportunidad contra el.
De hecho, mientras corria, suspiro una gran bocanada de aire, ya que estaba aliviada que estas supremas habilidades no hubieran sido utilizadas cuando era su enemigo.
No sabía cual era la razón de que justo ahora demostrará su verdadera fuerza, pero en realidad no le importaba. Solo estaba agradecida que pudiera utilizar su potencial para el bien y haber dejado de desperdiciarlo en unas peleas de venganza sin sentido. Más ahora que necesitaba dar todo lo que tenia y sin contenerse para lograr que su terca y muy indecisa amiga pudiera fijarse en el.
…………………………
—Hah! ¡Por fin los alcanzo! —Ching después de seguir a la pareja a toda potencia, finalmente noto que habían detenido sus pasos, y muy exhausta se detuvo detrás de Tobe mientras se encorvaba sosteniendo sus rodillas, intentando recuperar el aliento. —Oye, ¿acaso no me oíste cuando te grite que me esperes? Tobe, ¿me estas escuchando? —Estaba algo molesta por ser ignorada, y su enojo aumento ya que estaba detrás suyo, pero Tobe seguía sin prestarle atención.
Sin embargo, al dirigir su mirada hacia adelante, hacia la dirección que Tobe observaba, comprendió al instante la razón de su indiferencia. —¡Qu..¡¿Garu?! —Ching no pudo evitar exclamar pasmada por lo que veían sus ojos.
Se había distraído un poco al quedarse cultivada por la destreza de Tobe, pero aún si concentrará sus pensamientos en descubrir la razón por la que Pucca salio corriendo, jamás pasaría por su mente que hubiera sido por Garu.
Por lo menos no ahora, no esté día, ya que Pucca durante el tiempo que paso sola hasta encontrarla y durante el tiempo que paso a su lado, jamás tuvo la urgente necesidad de verlo. Es mas, ni una vez se le paso por la cabeza el preguntar en donde estaba y sugerir buscarlo. Lo cual llevaba a pensar que Pucca estaba dejando o ya había dejado de sentir algún sentimiento romántico por Garu.
O por lo menos eso era lo que pensaba Ching de manera muy positiva. Un problema menos de que preocuparse, en realidad un gran problema menos de que preocuparse, ya que Garu era el principal inconveniente para lograr que Pucca pudiera enamorarse de Tobe, y dado que el camino por fin estaba libre, Tobe simplemente tenia que pasar mas tiempo con su terca amiga para cumplir su deseo de estar juntos.
Pero ahora parecía que sus ojos le estaban jugando una mala broma, una broma muy desagradable y muy odiosa. Incluso se frotó los ojos varias veces no pudiendo creer lo que estaba viendo.
—Tch! ¿Porque justo cuando salimos del pozo, nos volvemos a caer? Gugh! No lo entiendo! —Ching se mordía la uña sintiendo mucha angustia al saber que el enamoramiento que su amiga azabache tenía con el ninja de coletas no había desaparecido.
Mayormente se sentía molesta debido a que su conjetura de que Pucca había dejado de amarlo había resultado incorrecta. Le amargaba el saber que se había equivocado, pero al menos no tenia dudas que sentía algo por Tobe, solo que aún no lo sabía.
Este hecho la reconfortaba ligeramente. Tobe seguía en la carrera, por un milagro de que no sabía, había calificado para ganar el corazón de Pucca, simplemente la meta se encontraba mucho más lejos de lo esperado.
Era una lastima que Garu también fuera un participante, lo peor es que le llevaba una gran ventaja, tanto que se encontraba justo a un paso de la línea de meta. Sin embargo era un participante que no deseaba ganar y por lo tanto jamás cruzaría la meta. Así que Tobe solo tenia que mantener un ritmo lento pero constante y tarde o temprano saldría victorioso obteniendo así lo que tanto deseaba, el tan preciado corazón de Pucca.
………………………
Regresando al tema principal, la verdad Ching seguía muy confusa respecto al asunto con Garu. Anteriormente Pucca no le importaba ni siquiera si estaba vivo o muerto y de repente apenas aparece ante su vista, se vuelve el centro de su mundo. Pucca ya la había desconcertado varias veces al mostrar inesperadas reacciónes emocionales que jamás había tenido el lujo de presenciar durante su larga amistad.
De hecho eran más de las que podía soportar sin sentirse mareada. Pero esto, comparado a las otras locuras que había mostrado, era la cúspide de su desenfreno emocional.
Al ver como la azabache pasaba más tiempo con Tobe, logró comprender lo que sentía por el. Sin embargo había un gran inconveniente para que su relación fuera fructífera, y es que también estaba enamorada de Garu, o por lo menos es lo que parecía, porque ahora no lo podía saber con certeza por las razones que anteriormente se había cuestionado.
Ya no sabía lo que Pucca quería. Parecía una extraña ante sus ojos y no podía mas que angustiarse al saber que ya no podía comprender a su mejor amiga. —¡Esperen un momento...¡¿acaso?! —Sin embargo, esta depresión solo duro un segundo. No se puede subestimar la intuición de Ching, ya que al segundo siguiente logró entender el razonamiento incoherente de la azabache. —¡Que tonta soy! ¿Si incluso yo no puedo entender lo que quiere, como ella va a saberlo? ¡Por Dios! ¡Ni siquiera sabe lo que siente por Tobe! Hahh!..Era algo tan fácil de ver! ¿Como me tarde tanto en entederlo! —Ante la obvia respuesta Ching cerro los ojos y suspiro profundamente.
De manera sorprendente llego a la conclusión exacta que Pucca tampoco sabía lo que quería y por esa razón actuaba de una forma tan irrazonable. Esto por supuesto la llevo a curvar los labios ligeramente hacia arriba y reír.—Fufu! Creo que mi querida amiga a crecido tanto, pero apenas ahora está queriendo escuchar a su corazón! Fufu! Que chica tan problemática. —La ponía muy complacida el saber que finalmente su amiga comenzaba a tener un crecimiento emocional, estaba madurando. Lo cual, aunque era un incordio muy desesperante, era un buen inicio para así descubrir lo que realmente quiere y en especial a quien de los dos elegirá al final.
Por supuesto que Ching haría todo lo posible para que el elegido resultase ser Tobe. En vista que era el único de los dos que verdaderamente la amaba de todo corazón, y por sobre todo, ahora que conocía mejor a Tobe y sabia la gran persona que era en realidad, creía sinceramente que no había un mejor hombre para ser su pareja.
…………………………
Cada vez que Ching intentaba comprender las emociones de su extraña y muy querida amiga, su perspicacia parecía alcanzar un nuevo nivel de razonamiento. Sin embargo, tenía un mal hábito que no podía corregir y es que cada vez que se sumergía en un asunto que le intrigaba demasiado, se quedaba tan absorta intentando darle una explicación coherente que se olvidaba de todo lo demás a su alrededor.
Especialmente de un grave asunto que había mantenido apartado en una esquina sin prestarle atención. —Oh! Cielos! Me olvide de Tobe! —Efectivamente, solo después resolver las dudas que tenía respecto a la conducta irracional de la azabache, es que finalmente se percató de la presencia de Tobe y se tapo la boca infartada y avergonzada de si misma por haberlo descuidado, siendo que este era el mas afectado por la escena frente a sus ojos.
De hecho, ya se imaginaba el tormento emocional por el que estaba pasando. Después de todo, nadie podría soportar el ver al amor de su vida luciendo feliz y acaramelada junto a otra persona. Así que el dolor que debería estar sufriendo ahora mismo debía ser inimaginable.
—Hey Tobe! Escucha...! —Ching de alguna forma quería consolarlo para que así pudiera recuperar los ánimos. Sin embargo, justo antes de terminar la oración sus palabras fueron cortadas cuando Tobe interrumpío diciendo.
—¡Garu es……increíble! —Comento con una mirada solemne mientras mantenía su vista hacia adelante.
—¿Que dijiste? —Ante lo oído, Ching se quedó pasmada en asombro, no pudiendo creer lo que había escuchado.
Jamás pensó que en tal situación, lo primero que saldría de su boca sería un honesto cumplido sobre su rival en el amor. Fue tan impactante que rápidamente habrío la boca queriendo preguntar con gran intriga sobre los pensamientos que tuvo para terminar halagando a su ex enemigo. Pero ni siquiera tuvo que soltar sílaba alguna, ya que Tobe al instante continuo diciendo.
—¡La verdad, no se me ocurre una mejor frase que exprese cuanto me impresióna! Es decir, solo mira lo feliz que se ve Pucca a su lado. Yo pongo todo mi esfuerzo en intentar acercarme a ella, siempre recibiendo miradas frías y llenas de indiferencia, incluso casi muero al querer iniciar una conversación, y todo....con la sola intención de recibir algo de su cariño. ¡En cuanto a Garu el..! —Tobe se sentía amargado mientras pronunciaba su nombre. —¡Yo podría hacer muchas cosas para obtener su afecto, podría darle el mundo entero si así pudiera hacerla feliz! ¡Pero el no necesita hacer nada! No necesita darle ningún obsequio, ningún afecto, ni siquiera tiene que interactuar con ella. ¡El solo necesita estar presente para que Pucca le habrá su corazón y muestre una sonrisa radiante y llena de cariño y corra directo a sus brazos sin preocuparle nada más. Ni siquiera..! —Frustrado por sus inútiles intentos y por lo injusta de su situación, Tobe no pudo evitar suspirar depresivo mientras se miraba así mismo con decepción y decia. —¡Ni siquiera...mi insignificante presencia que hasta ahora la estuvo acompañando!
Después de terminar confesando la amargura que arraigaba en su corazón, Tobe se sentía muy desanimado, ya no quería seguir mirando, así que cabizbajo cubrío su visión con su mano izquierda y soltando una risa desolada se hizo una pregunta a si mismo. —Hehe! ¿Me pregunto si de verdad tengo los requisitos para competir contra alguien tan impresionante como el?
…………………
—Oh, Tobe! —Mientras tanto detrás suyo, Ching se compadecia por el dolor que expresaba en sus palabras. De hecho, podía hasta sentir la tristeza que desprendía a través de su temblorosa espalda. Se veía tan solitario, tan deprimido que extendió su mano queriendo consolarlo.
Ella sabía que el sentimiento de inferioridad del que sufría era debido al lento progreso que estaba teniendo con Pucca y el pensamiento superficial de que no importa lo que hiciera, Garu fácilmente y sin ningún esfuerzo siempre sería el favorito en su corazón.
Sin embargo esa era una idea equivocada. Puede que fuera lento, pero el progreso que estaba consiguiendo al acercarse a Pucca era un resultado mucho más satisfactorio del que podía imaginarse.
Aunque el objetivo de primeramente obtener su amistad no estuviera yendo tan rápido como esperaba. Sin darse cuenta había logrado que Pucca obtuviera un sentimiento mucho mayor que la amistad hacia el. "Un sentimiento romántico."
Esta revelación ciertamente le daría la suficiente motivación para reponerse y continuar con su conquista. Sin embargo, Ching lamentablemente no podía permitir que lo supiera. Aunque pudiera animarlo, el saber que Pucca ya tiene sentimientos por el, lo pondría muy ansioso y sin darse cuenta apresuraria demasiado sus planes con tal de que Pucca finalmente acepte lo que siente.
Estas acciones talvez podrían funcionar con otras mujeres, pero Pucca no se encontraba muy estable respecto a sus emociónes. No sabía lo que quería, por lo que apresurar las cosas solo terminaría por asustarla y distanciarse, perjudicando de manera desastrosa todo lo que había logrado. Por lo tanto su interacción debía hacerse lenta y con intensiones amistosas, tal como lo estaba haciendo hasta ahora. Y aunque Pucca supiera que ese realmente no era su propósito, no se sentiría tan oprimida y solo así tendría el tiempo necesario para aclarar sus emociónes, darse cuenta por si misma lo que siente y admitir sin ninguna duda lo enamorada que esta de el.
—kugh! Lo siento Tobe! —Ching suspiro internamente con angustia. Le dolía tener que mantener la boca cerrada, pero era la decisión correcta para lograr que su relación fuera exitosa. Así que solo podía decirle comentarios superficiales para intentar reanimarlo.
Sin embargo, justo cuando estaba por tocar su hombro y aliviar sus inseguridades, se detuvo aturdida ya que de repente empezó a escuchar murmullos salir de su boca. —Eh?! ¡¿Acaso Tobe esta....llorando?! —es lo primero que se le cruzó a la mente, no pudiendo creer que le había afectado a tal punto que tuviera que lanzar lágrimas.
—kuss-kus-haha-hahahahaha!! —No obstante Ching se quedó confundida, en vista que lo que creyó que eran lloriqueos llenos de desesperación, comenzaron a sonar mas como risas muy bajas. Pensó que había escuchado mal, sin embargo las risas sonaron mas y mas fuertes hasta que Ching se quedó boquiabierta al ver como Tobe apuntaba su vista hacia el cielo y lanzaba una gran carcajada. —Haha! Es..Haha...Es algo nostálgico cuando lo pienso! ¡Había olvidado el sentimiento de impotencia que tenía cada día y noche, pensando que jamás podria derrotar a Garu! —Tobe entonaba palabras deprimentes pero mantenía intacta una sonrisa radiante y confiada en su rostro. —¡Pero ahora todo es diferente! En realidad no es solamente Garu, no hay nadie en este mundo que no pueda vencer ¡Ni siquiera Pucca! —Es entonces, que volvió a dirigir su mirada hacia el amor de su vida, y caminando rebosante de determinación hacia ella, declaró unas últimas palabras. —¡Puede que ahora se este haciendo la difícil, puede que ahora no sea nada para ella más que una molestia. Pero no tengo dudas que si logre lo imposible una vez podré hacerlo de nuevo. ¡Algún día ella será mía y haré que lo entienda! —No había titubeos en su caminar ni en sus palabras. Tobe tenia bien en claro lo que quería y no le importaba lo difícil e infructuosa que fuera la travesía, no descansaria ni un segundo hasta obtener el corazón de su amada.
—Fufu! Ay Tobe!..Supongo que no eres tu, si no eres tan cabeza dura! Hahh! Parece que me preocupe por nada! —Observando con gran asombro lo positivo que se encontraba Tobe respecto a un asunto que provocaría la renuncia de cualquiera, Ching suspiro aliviada que su terca obsecion por la victoria fuera uno de los puntos malos que no desapareció tras su increíble transformación como persona. Dado que, como había mencionado, se tenía que ser muy cabeza dura para mantenerse inmutable contra su bipolar y muy terca mejor amiga.
Sin embargo, mientras seguía sus pasos desde atrás, Ching pensativa no pudo evitar recordar algo que su madre le dijo una vez cuando era niña. —"Escucha pequeña, puede que los hombres se vean rudos y fuertes por fuera, pero por dentro su corazón es como un cristal, es tan frágil y tan fino que puede romperse con gran facilidad! ¡Por eso recuerda...cuando quieras vengarte de un hombre, debes hacerlo emocionalmente. ¡Solo así los bastardos que se atrevan a herirte sabrán lo que es el verdadero dolor y sufrimiento!" —Quitando de lado la siniestra enseñanza de su aterradora madre, Ching confiaba que Tobe lo daría todo por conseguir a Pucca, pero a su vez las palabras de su madre la hacían sentir algo insegura.
Sabía que él corazón de Tobe, en comparación con el resto era mucho más resistente. Sin embargo, a pesar que podía soportar varios golpes desmoralizantes de su amada azabache, su corazón seguía siendo de cristal y podía agrietarse. Así que Ching solo esperaba, de hecho imploraba a los cielos que Tobe pudiera alcanzar su objetivo antes que su perseverante y delicado corazón se rompiera en mil pedazos.
……………………………………………………………………………
Volviendo a retomar donde se quedaron, lo que parecían ser una introvertida pareja, que no eran exactamente una pareja, ni mucho menos buenos amigos.
Como Pucca había terminado de aclarar sus pensamientos, o mejor dicho, de sustituir las acciónes que evidentemente habían sido provocadas por su amor por Tobe. Rápidamente tomo a Garu por el brazo, con la intención de que fuera su acompañante mientras veían la competencia junto a Ching y especialmente junto a Tobe.
Se veía con una expresión dichosa mientras pensaba.. —Perfecto! Ahora que tengo a Garu conmigo, mi cariñito no va a poder intentar nada conmigo! ¡¡Quie..Quiero decir Tobe!!..El molesto, muy molesto de Tobe, no va a poder intentar nada conmigo. Aaargh! Tonta!..mi cariñito es Garu, no Tobe! —Eso pensaba con un refunfuño sonrojado mientras corregía su vocabulario mental. Sin darse cuenta, que aparte de equivocarse sobre a quien darle el apodo cursi, en ningún momento tuvo el pensamiento de tratar la compañia de Garu como una buena oportunidad para tener una cita romántica. Simplemente iba a utilizarlo como un muro entre ella y Tobe, así podía descansar de sus efectivos afectos cariñosos.
Esto ciertamente comprobaba que Pucca había perdido todo interés romántico por el ninja de coletas. Ni siquiera lo seguía tratando como a alguien a quien adoraba con toda su alma. De la noche a la mañana Garu había sido convertido de su tesoro más querido y más preciado, a un objeto barato y disponible a la ocasión del cual podía beneficiarse. Pero la despistada azabache jamás podría darse cuenta de esto, ya que su cabeza se encontraba llena con inútiles ideas para lograr que Tobe se alejé de ella. Siendo algo irónico y ridículo que deseara esto, cuando ni siquiera podía hacer algo tan simple como alejarlo de sus pensamientos.
—Kugh! ¿Pero que? ¿Tan rápido se acostumbro al mal olor? ¡Maldicion! —En cuanto a Garu, al principio se encontraba feliz y literalmente bailando de alegría al saber que el olor a algas había evitado el manoseo de su molesta acosadora, pero para su infortunio la felicidad que sentía solo duro unos instantes, porque al momento de distraerse fue furtivamente agarrado del brazo y siendo llevado a quien sabe donde por sus diabólicas garras.
—Fufufu! —Pucca sonreía radiante y emocionada mientras llevaba a su, entre comillas, enamorado para ver los combates.
—Oh, dios! ¿A donde me lleva? ¡¿Que es lo que tiene pensado hacer conmigo?! Aaahhh!!..¡¡Tengo que escapar!! —Por el contrario, Garu al no tener idea de las, por así decir, buenas intenciones de la azabache, le invadía el pánico el saber a donde lo estaba llevando, así que con gran exasperación intento librarse de su agarre. No obstante, rápidamente se dio cuenta de lo inútiles que eran sus acciones, debido a que importa cuanto tratará no podía competir contra la monstruosa fuerza de la azabache.
Incluso intento frenar sus pasos y así obligarla a detenerse, pero nuevamente resultó inútil, ni siquiera necesitaba caminar ya que Pucca sin esfuerzo alguno lo arrastraba mientras creaba dos líneas del recorrido de sus pies en la arena. De hecho, el cuerpo de Garu le parecía tan frágil que ni siquiera había notado sus infructuosos intentos por liberarse, por lo que tranquilamente y sin preocupación continuaba su glacial caminar hacia las gradas de la competencia.
—¡¡Un momento ustedes dos!! —Sin embargo, a pesar que Garu no pudo hacer nada, una voz profunda e imperiosa reverbero en la distancia que hizo que Pucca se quedara tan aturdida que la obligó a detener sus paso y dirigir su mirada hacia el dueño de esa voz.
Era Tobe por supuesto, que cruzandose de brazos con una postura erguida y valerosa, se mostraba sonriente y listo para declarar con orgullo sus intenciónes.
—Hahh! —Al momento de ver a Tobe Pucca no sabía como responder, le afecto tanto su repentina aparición que por un segundo había dejado de respirar.
Esta reacción suya se debía a que comprendía porque se interpuso en su camino y cuales serian las siguientes acciones que tomaría. Lo cual la llenaba de nervios y la ponía muy inquieta, pero a su vez provocaba dentro de ella un agradable sentimiento que no podía comprender con claridad.
—Hahh! —En cuanto á Garu, tuvo la misma reaccion que Pucca al verlo, sin embargo al contrario que ella, sabia perfectamente cuales eran los sentimientos que regían en su interior.
"Odio, rencor, ira, humillación" Solo de mirar su petulante y odiosa cara, le hacía recordar con enfado la última batalla que tuvieron y como fue vencido de manera desastrosa por una de las sucias y cobardes trampas que siempre utilizaba.
Solo de recordarlo le provocaba ganas de vomitar sangre por lo encolerizado que estaba. Encima, como si no estuviera lo suficientemente irritado de ver su asquerosa cara sin poder tomar medidas vengativas en su contra. Tobe gozando la reacción que ambos ponían comenzó a caminar hacia ellos mientras le decía con gentileza a su amada.
—Perdona Pucca! Es muy amable de tu parte invitar a Garu a ver los combates con nosotros! Pero no creo que tenga el tiempo para desperdiciarlo en entretenimientos. ¿No es verdad...¡Señor tercer lugar!? —De lo que parecía ser un simple comentario indulgente para evitar que Pucca prosiguiera con sus planes. Término por ser una descarada provocación contra Garu, mientras se posicionaba frente a él y utilizaba su altura superior para mirarlo hacia abajo con arrogancia y burla.
—Tu...Tu....!! ¡¡Bastardo!! —Al momento de escuchar lo que dijo, la tez de Garu se puso rojo de ira mientras una vena en su frente palpitaba con tal intensidad que estaba apuntó de explotar.
Ya se esperaba que apenas se cruzarán diría algo para hacerlo enfurecer. Como su derrota pasada, o su insípido aroma, pero no se imagino que comenzaría a hablar sobre la calificación que tuvo en la primera competencia.
Al principio no lo comprendió y la verdad no era un asunto tan mortificante para ofenderse. Después de todo, el se excusaba de no haber dado todo lo que tenia y por eso no salio en primer lugar. No obstante al pensarlo un poco comprendió lo que quiso decir, causando de esa forma su encolerizada expresión.
El insulto en cuestión, era que Garu no solamente había quedado en tercer lugar. Había quedado en tercer lugar después Dada, conocido por ser el hombre más inútil de la aldea.
Se concentró tanto en haber perdido contra Tobe que apenas ahora entiende la humillacion de haber terminado en tercero detrás de Dada y Tobe sin dudarlo le estaba remarcando ese hecho, convirtiéndolo a él en el tipo más inútil.
Para Garu un escupitajo en la cara habría sido menos ofensivo que el denigrante apodo que le puso. Por supuesto, que las ansias que tenía de matarlo eran inconmensurables, pero por su orgullo mantenía reprimido esos impulsos, debido a que por nada del mundo quería ser el primero en dar el primer golpe.
Lo peor es que sus palabras no contenían falsedad, era una trágica realidad que todos habían visto, así que no podía darse el lujo de reprochar. Y aunque quisiera no podría, todo gracias a su voto de silencio, por lo tanto ni siquiera podía defenderse de sus burlas.
Solo podía observar con extrema amargura su odiosa sonrisa de satisfacción al notar que su provocación había funcionado y escuchar como volvía a alterar sus nervios con una última y extremadamente egolatra proclamación.
—Hey Garu! ¿No te estás relajando demasiado? Porque debes saber que no te la dejare fácil en la última competencia..¡Voy a darlo todo para ganar y conseguir los premios! No me importa si eres tu o cualquiera de los don nadie que también participan..¡Los premios son míos! Si se atreven a desear lo que me pertenece, los aplastare como las basuras insignificantes que son. ¡¿Me entiendes?! ¡Nadie obtendrá los premios más que yo! ¡¡Nadie!! ¿Así que porque mejor no te largas y dejas de perder el tiempo antes que vuelvas a quedar humillado? —Con sus últimas palabras llenas de desprecio, señaló con su dedo pulgar hacia la izquierda, incitando que se fuera cuanto antes de su vista.
—Hmph! Ma..Maldito fanfarrón! —Cuanto Tobe término de hablar, Garu bufo con molestia, como si todo el tiempo hubiera escuchado a una asquerosa mosca zumbando en sus odios. Pero a pesar de lo molesto que resultaban sus palabras, contenían una presión tiránica tan aberrante que lo hizo sobresaltarse en aturdimiento.
Esto provocó que su mal humor fuera el triple de lo que era antes, incluso temblaba en la frustración al no poder hacer nada mas que quedarse quieto y contener sus emociónes al presiónar sus puños con tanta fuerza hasta hacerlos sangrar.
Quedarse más tiempo no era bueno para sus salud mental y como no había sentido en seguir recibiendo sus maltratos verbales, forzó su brazo con fuerza para liberarse del tedioso e incomodo agarre de Pucca, y con una última mirada hacia Tobe resolplo fríamente y para no darle el gusto, camino hacia la dirección contraría que había señalado. —Hmph! Maldito infeliz, te crees mucho solo porque me venciste una vez. ¿A quien diablos le interesan los premios? Pero si competir es lo que quieres, te demostrare de una vez por todas quien es la verdadera basura!
Garu no tenía pensado competir seriamente en la final, ya que para el no tenía sentido ganarle a Tobe si no era en un combate real. No le daría la misma satisfacción conseguir una victoria en estos juegos. Pero Tobe lo había irritado demasiado, asi que se propuso así mismo a darlo todo y devolverle por multiplicado toda la humillación que recibió y dejar por los suelos su despreciable y desvergonzada altanería.
………………………………………
—Ko-hum! —Despues de ver a Garu marcharse, Tobe produjo una toz falsa mientras evitaba mirar a Pucca e inmediatamente comenzo a explicar sin culpa ni vergüenza. —Oh, vaya!..Quería incitarlo un poco para que así la final no fuera tan aburrida, pero supongo que exagere con mi actitud. ¡Lo siento Pucca, por mi culpa Garu perdió el interés en acompañarnos! Pero no te preocupes, nos vamos a divertir aunque no esté. ¡Ahora vamos que se nos hace tarde para ver los últimos encuentros! —Tan pronto como termino de hablar se adelantó rápidamente, temeroso de como su amada reaccionaria después de su intrépida travesura.
Lo que si, se sentía aliviado de ingeniosamente haberse inventado una excusa creíble que explicaba las razones de su agresiva y egoísta actitud. Como también, porque mencionaba con tanto desesperó conseguir los premios de la final, o mejor dicho a ella. Cuando anteriormente había mencionado explícitamente que no le interesaban.
Ahora no tenía que preocuparse que pudiera descubrir algo sobre lo que siente por ella. No obstante todavía estaba el tema de arruinar la acaramelada cita que estaba por tener con Garu.
Ya se podía imaginar lo enloquecida que se pondría, después de todo, lo que más odiaba en el mundo era el ser interrumpida mientras disfrutaba un grato momento con el ninja de coletas. Lo sabía de primera mano ya que aun recuerda las cientos de veces que fue apaleado cuando se aparecía repentinamente y se interponia en su camino para obtener la tan afamada venganza que siempre mencionaba.
Tan solo esperaba que su disculpa despejara un poco su mal humor. Por supuesto sabía perfectamente que no sería suficiente para expiarse, pero al menos era un comienzo. Sin embargo, por extraño que pareciera, el espero, espero y siguió esperando pero el castigo que se merecía jamás fue ejecutado.
—¿Que sucede? No lo entiendo..¿porque no me golpea? —Tobe comenzó a sudar en frío mientras caminaba adelante. No sabía lo que Pucca estaba pensando lo cual era un asunto que le aterraba profundamente.
Esto se debía a que si no le hizo nada hasta ahora, solo podía pensar que tenía preparado algo mil veces peor que un simple castigo físico y lo más terrorífico es que no podía saber cuando y donde se lo proporcionaría, lo cual le ponía la piel de gallina.
…………………………
—Fufu! ¿Pucca te ocurre algo? Te veo muy pensativa. —Mientras tanto, detrás del paranoico ninja, Ching satisfecha por como terminaron las cosas, sonreía dulcemente mientras le preguntaba a la azabache sobre sus malestares, aunque sabía perfectamente cuales eran. Ya que Pucca completamente inconsciente sobre sus acciones no podía dejar de observar hipnotizada la tonificada espalda de su galante e intrépido pretendiente.
—Hmm?! Um-Um! —Cuando Pucca se percató que Ching le había preguntado algo, respondió con una sonrisa medio forzada y luego negó dos veces con la cabeza indicándole que no sufría de ningún problema.
Después de eso, como si no hubiera pasado nada volvió a dirigir su mirada hacia la espalda de Tobe, mientras que Ching no podía dejar de sonreír internamente por su intrigante y a su vez grasioso comportamiento.
Contrario a lo que Tobe estaba pensando, Pucca no tenía planeado causarle ningún daño, ni siquiera estaba enojada, mucho menos se encontraba deprimida que su "amado Garu" sé hubiera marchado. De hecho solo se dio cuenta de su retirada cuando Tobe comenzó a disculparse por entrometerse, y aun cuando sabía que podía ir tras el nuevamente, no le importó y en vez de eso decidió seguir a Tobe.
Por lo general jamás hubiera tomado esa decisión, Garu siempre era su primera opción. Pero después de escuchar la declaración de guerra que había hecho, algo le sucedió y no pudo despegar la vista de su figura mientras repetía en su cabeza una y otra vez las intensas, posesivas y arrogantes palabras que había plasmado en su corazón.
*Hey Garu! ¿No te estás relajando demasiado? Porque debes saber que no te la dejare fácil en la última competencia..¡Voy a darlo todo para ganar y conseguir a Pucca! No me importa si eres tu o cualquiera de los don nadie que también participan..¡Pucca es mía! Si se atreven a desear lo que me pertenece, los aplastare como las basuras insignificantes que son. ¡¿Me entiendes?! ¡Nadie obtendrá a Pucca más que yo! ¡¡Nadie!! ¿Así que porque mejor no te largas y dejas de perder el tiempo antes que vuelvas a quedar humillado?*
Pucca sabía a lo que Tobe se estaba refiriendo con "los premios", así que podía leer con perfecta claridad lo que realmente significaban sus palabras, así como también que no lo decía solamente por la competencia.
No podía evitar enrojecerse cada vez que las recordaba. Que Tobe estuviera enamorado de ella no era sorpresa, pero es la primera vez qué dice habiertamente que va a luchar por su amor con tal de hacerla suya.
No sabía qué sentir al respecto. Sin embargo no era un sentimiento que le resultará incomodo o perturbador y esto se podía notar al ver la satisfecha sonrisa que mostraba resplandeciente en su bello y enrojecido rostro.
Tobe no tenía conciencia sobre lo que había provocado en Pucca. Pero el resultado de esta ocasión logró por fortuna acortar un poco la larga distancia en la que se escontraba para ganar la carrera. Un poco más cerca de la meta, como también un poco más cerca de finalmente conseguir su corazón.
………………………………………………………………………………………………………………………………
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top