Disfruten el capítulo x3
voten y comenten bye.

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—Aargh! ¡Esa niña desobediente! —Despues de que Tobe le explicará la coincidente reunión que tuvo con su hermana menor, la señorita Yuan-Zi comenzó a frotarse la frente muy enojada por sus acciones.

Sin embargo, al ver sus rozados y dulces labios curbandose hacia arriba, Tobe comprendió que su enojo era minino comparado al orgullo que sentía por su querida hermanita.

No estaba de acuerdo con lo que hizo debido a que era muy sobre protectora y no le gustaba que fuera sola a lugares desconocidos sin avisar.

No obstante sabía que al igual que ella solo pensaba en el bienestar de las dos y que deseaba hacer algo para ayudar a aligerar un poco la pesada carga de tener que criarla.

El orgullo que sentía por supuesto es porque entendía que si algo le llegara a pasar, su hermanita siendo aun tan pequeña, era lo suficientemente fuerte en espíritu y madures para arreglárselas sola sin ningún problema.

—Bueno señor Tobe! Debo apresurarme y alcanzarlos! —Dijo Yuan-Zi con una linda sonrisa mientras terminaba de arreglarse.

—Okey! Pero si deseas puedes quedarte y esperarlos. Los ninjas que envié con la pequeña Lie, son sufientes para cargar todas sus pertenencias y llevarlas a mi residencia. —Propuso Tobe amablemente.

—No, no! Esta bien! —respondio Yuan-Zi rápidamente mientras negaba con las manos. —Pue...Puede que no sea muy femenina, pero hay prendas que una mujer debe mantener alejadas de las manos de extraños y en especial de su querida he inocente hermanita! —Termino con las mejillas sonrojadas al terminar de decirle esto.

Con su encanto de guerrera marimacha fria y orgullosa, no parecía ser el tipo de chica que tuviera vestimentas provocativas, pero incluso ella soñaba con algún día encontrar a su enamorado soñado y quería estar lista para cuando tuviera su tan esperado momento especial.

No obstante y para su desgracia, la fría actitud que a tenido y su agresividad sádica durante las misiones, le habían dado una pésima reputación y provocaba que su encanto femenina quedará por los suelos.

Por lo tanto, las prendas que muy emocionada había comprado para cautivar a su futuro pretendiente, para lo único que habían servido hasta ahora fue para juntar polvo en su armario.

—O..Oh! Hehe! —Las mejillas de Tobe se pusieron igual de sonrojadas cuando entendío a lo que se refería y no pudo evitar soltar pequeñas risillas por lo incomodo que se encontraba sobre esto. —Ejem! Disculpa mi falta de tacto. —decia mientras se rascaba la cabeza y esquivababa su mirada. —Bueno, supongo que no hay otra opción más que irte, y no te preocupes en alcanzarlos, apenas te vallas les avisaré a los ninjas que escoltan a la pequeña Lie que vallan un poco más lento y no tardaras más de media hora en llegar junto a ellos.

—¡Eso es perfecto! Muchas gracias señor Tobe —Yuan-Zi sonrió con gusto y mostró una ligera reverencia en agradecimiento. No sólo por su ayuda, sino porque desde ahora se había convertido en su nuevo maestro.

Además no quería decirlo, pero la razón principal por la que quería irse, es que aun le daba mucha pena el recordar el momento íntimo que tuvo con el. Por lo que era mejor irse antes de que su corazón terminará por estallar.

*Atención damas y caballeros* *La continuación de la segunda competencia esta apuntó de comenzar*

Con la información recibida por el parlante, aunque Tobe no tenía que participar, deseaba ver los combates de su torpe discípulo por lo que la entretenida conversación que tenía con su nueva subordinada debía llegar a su fin.

Yuan-Zi también comprendía esto. Sabía que Tobe no tenía el tiempo para desperdiciarlo en una charla ya terminada, así que fue la primera en dirigir la palabra.

—Bueno señor Tobe, es hora de irme, le deseo suerte en ganar la competencia. Aunque la verdad no creo que haya ningún participante que pueda provocarle alguna desventaja hahaha! —Yuan-Zi rió adorablemente al recordar lo fuerte que era y no pudo evitar sentir lastima por los competidores que tendrían que enfrentarlo.

—Hahaha! Pues no te equivocas en eso. Esta competencia la tengo ganada desde el momento que me inscribí. Pero igual agradezco tu apoyo. —Tobe carcajeó con gran arrogancia y no tuvo ningun escrúpulo en expresar la confianza que tenía en sus habilidades.

—Fu fu! Supongo que tienes razón! —Respondio Yuan-Zi mientras cubría su boca y reía estando de acuerdo.

Al contrario que antes, Yuan-Zi no demostró ningún desagrado ante la poca humildad que su nuevo maestro exhibía, de hecho increíblemente le parecía adorable ya que ahora lo veía como una galante altanería y no podía expresarse más que feliz de verlo actuar así.

—Okey! Nos volveremos a ver mañana en la mañana en tu residencia. —Yuan-Zi cargo en su espalda el ligero equipaje que había traído y se dispuso a encontrarse con su hermana.

—Pues bien! Tendrán una habitación lista cuando lleguen y después hablaremos más tranquilamente sobre el entrenamiento y las misiones que recibirán por mi desde ahora. —Tobe se despidió sonriente y espero a que Yuan-Zi se marchará.

Creyó que ahí terminaría la conversación, pero Yuan-Zi tenía otros planes de acabar el tema. Ya que con un bello susurro angelical furtivamente se acercó a su oreja y le pronunció algo que lo dejó helado de pies a cabeza.

—Por cierto señor Tobe! Aunque fue un malentendido. Estaré complacida si en algún momento necesita una "atención especial" que requiera mis servicios. Fu fu! ¡Si entiende a lo que me refiero!

—Espe..!! Que?! Tu?! Ehhhh?!!! —Al escuchar lo que dijo, el cerebro de Tobe estaba tan revuelto que no podía pronunciar las palabras en orden.

Apresuradamente quería explicarle que sus intenciónes, aunque eran halagadoras, jamás podían resultar ser posibles. Después de todo, de la única que quería, no, que deseaba con intensa lujuria una atención especial, era obviamente de su hermosa y adorada Pucca.

Sin embargo su lengua seguía con un nudo muy apretado ante la provocativa proposición de antes y además, apenas Yuan-Zi término de decirle eso, inmediatamente se fue corriendo fuera de su vista.

No hace falta decir que Yuan-Zi estaba increíblemente avergonzada de darle esta propuesta. No fue para nada fácil decirle eso, y por supuesto que no era una mujerzuela que le andaba proponiendo una noche placentera a cualquiera y menos ella que no tenía ningúna experiencia en ese tipo de escenarios.

Pero sintío en su corazón que si era Tobe, entonces no tenía ningún problema y sentiría mucha felicidad en entregarle su primera vez. Por lo que al final con toda la valentía que había juntado dentro de su pecho, decidío confesarle esto antes de marcharse apresurada.

Toda la valentía que había juntando, desapareció rápidamente en ese susurro, por lo que ahora ni siquiera podía mirarlo a la cara, de hecho literalmente no podía mostrar su cara completamente enrojecida y la cubrío con sus manos mientras corria velozmente fuera de su vista.

Al ver esto Tobe no sabía de que estar mas conmocionado. De lo que Yuan-Zi acaba de decirle, o por su excelente agilidad y percepción al esquivar a todas las personas mientras tenía la cara tapada.

—Uf!..¿Y ahora que voy a hacer? —Mientras la veía partir, Tobe masajeaba su cuello exasperado al tener que enfrentar el problema venidero.

No le gustaba romper las esperanzas de una mujer y hacerla entristecer, es mas, nunca en su vida de soltería había tenido que afrontar este tipo de predicamentos ya que recién ahora se daba cuenta de lo aterradoramente popular que era con las mujeres.

Pero debía ser claro y firme con este asunto. Solo así Yuan-Zi podría proseguir con su vida y encontrar al hombre indicado que le hará feliz por el resto de su vida.

—Rayos! De verdad..¿Porque siempre término siendo el malo de la serie? —Observando hacia el cielo con desdicha, Tobe maldijo internamente al tener que seguir haciendo el trabajo de un villano.

Ya estaba acostumbrado a masacrar el corazón de muchos mal vivientes, pero jamás pensó que tenía que hacerle esto a una mujer. Por lo que se encontraba suspirando muy abatido y esperar que este asunto no creará ningún problema en el futuro siendo que ambos forman parte del mismo equipo.

—Buff! Será un problema para otro momento! Por ahora lo mejor es que me apresure y vuelva a....! —Suspirando profundamente, Tobe con facilidad dejo esas molestas acciones al Tobe del futuro y decidió concentrarse en lo que tenia que hacer ahora. Observar a su discípulo y ganar la competencia para obtener un beso de su amada Pucca.

Sin embrago los problemas que debe afrontar no se van tan fácilmente. Cuando menos te lo esperas un nuevo problema surge inmediatamente después del anterior. Como por ejemplo, lo que le está apuntó de suceder a nuestro desdichado protagonista.

—¡Hola Tobe! —justo antes de darse la vuelta, la gentil y melodiosa voz de un ángel resonó en su oído detrás de el, que en vez de darle calma y alivio, hizo que se le pusieran los pelos de punta y temblara como nunca antes lo había hecho.

La dulce voz, a pesar que sonaba alegre y amigable al saludarle, contenía una intención asesina tan intensa y diabólica que le hacía sudar en frío por montón y sus instintos le advertían que detrás de el había un guerrero supremo he indestructible que jamás podria derrotar.

Nada más cercano a la realidad ya que decididamente se dio la vuelta y al ver al enemigo que tenía que afrontar, comprendió que sus instintos estaban en lo correcto.

—¡¡¿Chi...Ching?!! —Efectivamente era Ching el nombre que dijo con total nerviosismo, que lo miraba con una expresión cálida y floreciente, pero su adorabilidad quedaba opacada con el aura negra y demoníaca que la cubría a su alrededor y solo la hacían ver mucho más aterradora.

No tuvo la oportunidad de decir nada más, cuando se percató que a su lado estaba la persona que había querido ver desde hace bastante, pero que ahora se maldecia por justo encontrarla en esta precisa y difícil situación.

—¡¡¿Pu..Pucca?!! —El miedo que sentía antes, no se podía comparar a lo que sentía ahora. Su amada tenía una expresión fría y sin emoción como si estuviera mirando una pila de basura y emitía un instinto asesino más intenso que el que recibía de Ching.

Tobe estaba asustado y muy confundido. Sabía que Ching aunque no lo demostraba, seguramente estaba increíblemente furiosa por lo sucedido anteriormente con Yuan-Zi, pero lo que no entendía es porque razón su querida Pucca estaba más enojada que ella.

Lamentablemente ni siquiera tuvo tiempo de llegar a una conclusión cuando Ching se acercó rápidamente a su lado sin siquiera notarlo, y al poner su delicada y suave mano en su hombro le pregunto con ternura.

—Fu fu fu! No es que sea de mi incumbencia pero ¡¿puedes decirme por favor quien era la chica que acaba de irse?! ¡¡Tienes 10 segundos!!

—kugh! Pues...! —Una simple he imponente pregunta fue suficiente para que Tobe le rezará a los dioses y les implorara que le manden un milagro para salir vivo de esta difícil situación.

La delicada y tersa mano de Ching en su hombro podía verse amigable para otros, pero Tobe tenía la piel de gallina al sentir que en realidad era la mano huesuda de la muerte, que con frialdad arrancaría el alma de su cuerpo si la respuesta que le diera no le llegaba a complacer.

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