Hola mis queridos fans. 🤣👋
Acá les traigo un pequeño extra, contando la escena después de que Tobe le pide a los ninjas que le saquen a Garu de encima.
Estoy seguro que a la mayoría seguramente les va a encantar. Ya que este ninja es alguien que conocen bastante bien. Pff por lo menos si leyeron mi otro fic tobecca.
Disfruten 😸👍
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En una parte no muy lejana del encuentro. Un vigorizante y joven vendedor y a su vez cocinero de algas marinas, bajaba exhausto de su bicicleta después de viajar un largo recorrido de ida y vuelta hasta su casa, por la búsqueda de su último barril de algas marinas.

—Uf! Me muero de cansancio! Hoy tuve un pésimo comienzo, pero ahora que tengo mis ingredientes, por fin podré comenzar a cocinar! —El joven sentía mucha satisfacción al saber que después tantas tribulaciones que tuvo este día, podría finalmente preparar su delicioso platillo, hacer mucho dinero con el y habrir su restaurante-tienda soñado.

Tuvo muchas dificultades al decidirse si debía traer lo último que le quedaba, pero esta gran reunión donde se ven tantos potenciales clientes solo sucede una vez al año y no podía perder la oportunidad de vender y publicitar su platillo.

Por esa razón mando al diablo todas sus preocupaciones y salió pedaleando a toda velocidad a buscarlo.

"Esta vez, todo le saldría bien al joven cocinero y vendedor de algas."

—¡Oye amigo, lo siento, pero necesito tomar prestado tu barril! —Por lo menos, eso fue hasta que un inesperado extraño vestido de ninja, apareció de repente detrás suyo tomando su último y preciado barril de algas.

—¡¿Pero que?! ¡Hey! ¡Espera! ¡¡¿que diablos haces?!! —El joven se quedó estupefactacto al ver como el ninja ladrón se llevaba su barril de algas.

No comprendía porque un ninja deseaba robar sus ingredientes. De hecho, le pareció aun más confuso el intentar comprender porque era un ninja quien se lo robaba, pero por ahora eso no era lo más importante. El punto era que se estaban llevando sus preciados ingredientes y no podía dejar que eso sucediera.

—¡Maldito rufián! ¡¡Devuelvemelo!! —El joven bocifero exasperadamente con todas sus fuerzas en un desesperado intento que el malvado ninja le devolviera su preciada pertenecía, sin embargo, para cuando comenzó a gritar había sido demasiado tarde, ya que el ninja apenas lo tomo en sus manos, como si fuera un jugador de rugby profesional, apuntó su mirada a un objetivo en especifico y como un maldito maníatico lanzó con todas sus fuerzas el barril de algas volando por los aires.

—Noooooo!!!!!! —El joven solo podía gritar desesperadamente al ver como sus últimas oportunidades de hacerse famoso y obtener su propia tienda-restaurante, se alejaban como sus anhelados sueños fuera de su vista. —¡Maldito infeliz! ¡¡No me importa quien seas, te voy a matar!! —Obvimente no estaba feliz con las acciones inescrupulosas del ninja, y a pesar que sabía las habilidades asesinas que poseían, su ira era demasiado intensa para preocuparse por eso y quería hacerlo pagar por arruinar su preciado sueño. —¡¿Eh?! ¡¿Pero que?! ¡¿Donde diablos se metió?! —Sin embargo, para cuando planeo darle una dura golpiza al ninja ladrón, en el lapso de un pestañeo había desaparecido de su vista, dejándolo amargado y muy deprimido mientras apretaba el puño sintiendo gran injusticia y maldiciendo a los cielos por una suerte tan mala en su vida. —Dios! ¿porque me haces esto?!..Eh? ¡¿Que es esto?! —No obstante, eso fue durante unos segundos, porque al momento siguiente de ver con tristeza el portaequipaje de la bicicleta donde anteriormente se encontraba su último barril de algas, se percató muy sorprendido al encontrar una paquete rectangular enrollado en papel con una nota pegada en medio.

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"¡Querido personaje secundario!
Lamento tener que hacer esto, pero por un asunto clasificado y muy gracioso, tuve que tomar su barril de no se que..y hacerlo volar por los aires! ¡Como agradecimiento le ofrezco esta humilde compensación como muestra de gratitud! Espero le guste! ¡Atentamente N.22! x.o.x.o x3

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—¡¿Pero que demonios?! ¿Que clase de disculpa es esta? ¡¿Y a quien le llamas personaje secundario?! ¡¡No soy un estúpido personaje de cuentos!! —El joven no estaba para nada contento con la nota que el ninja N.22 le había dejado para disculparse. De hecho, solo provocó que se enfureciera más y más hasta tener la cara completamente roja de rabia.

Sin embargo, justo cuando estaba apuntó de explotar y vociferar a los cuatro vientos insultos y maldiciones muy inapropiados. Recordó que el ninja le había dejado un paquete como compensación de sus inescrupulosas acciones, así que respirando hondo, calmó sus nervios y con extrema paciencia y prudencia habrío lentamente el paquete rectangular por miedo a que fuera una malvada broma de su loco atacante.

—Woaaaahhhh!! Queeeeee?!!! Hahahaha!! —Al momento de ver lo que había dentro, se encontró enredado en muchas emociónes conflictivas.

Primeramente fue amargura y decepción ya que no esperaba nada que pudiera consolar la tristeza y la angustia que sentía. Sin embargo, con darle un pequeño vistazo esos sentimientos se transformaron en asombro, incertidumbre y una alegría incomparable. Porque lo que había envuelto en el papel, era justamente lo que necesitaba para cumplir su anhelado sueño.

—¡Son..quinientos! ¡¡Son quinientos mil!! ¡¡¡Es un gran fajo de quinientos mil yuan!!! Hahaha!! —El joven no se lo podía creer. No entendía porque su agresor le entregaría una cantidad tan grande de dinero por un simple barril de algas. Era ilógico pensar que alguien fuera tan despilfarrador para simplemente regalar quinientos mil a un completo extraño. Pero para su gran sorpresa de verdad había una persona así y no podía estar mas que feliz por este hecho. — ¡Muchas gracias ninja! ¡Ya no te tengo ningún rencor sino una gratitud eterna por tu bondad, ya que por ti, por fin lograré cumplir mi sueño de toda la vida! ¡¡Muchas gracias!! Hahahaha!! —El joven daba vueltas agitando los brazos en agradecimiento por la generosidad inconmensurable que su gran héroe N.22 le había demostrado.

Al pasar los años, no sabía si algún día volvería a verlo, pero para devolver su deuda, en cada uno de los restaurante-tienda que tenía repartidos en toda china, hay pegada en la vidriera una copia de la nota que le había dejado, para indicarle al amable ninja que no importará el día, el horario o el clima, el siempre sería vienvenido a comer en su restaurante de algas marinas.

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