51: "Nuevas integrantes" parte 1


-Bien!..¡Ahora a lo siguiente! -Ahora que Tobe finalmente había resuelto la preocupación de su torpe discípulo, era hora de resolver su segundo problema. -¿Me pregunto que es lo que haré con este ticket dorado?

Como sabemos, Tobe era un chefs supremo cuyos platillos valían más que el oro y el diamante y eran los más exquisitos del mundo.

Realmente pensaba que los fideos ya-yang eran una delicia para su paladar, sin embargo solo los comería como un buen aperitivo después de un duro entrenamiento y no necesariamente todos los días. ¿Después de todo, que era más delicioso que sus propias recetas?

Además, en el caso que deseara comer gratis en el restaurante, los chefs gustosamente se lo concederian, era por supuesto una persona muy preciada para ellos, tanto como si fuera su propio hijo y como un hermano culinario.

Estaba en segundo lugar después de Pucca y antes que su propio restaurante. Y por sobre todo ¿que idiota sin cerebro no quisiera que un Instructor viniera a comer a su restaurante? Sería la gloria para su negocio si eso sucediera. Pero claro que no iban a utilizar su reputación como una excusa para obtener más fama sobre otros restaurantes, sino que pedirían amablemente algunos consejos después de terminar el platillo que le prepararon así mejorarían su propia receta.

Es por eso que no tenía ningún uso para quedarse con el premio de la competencia, y se sentiría mal si no lo utilizará después de que todas estas personas pusieron todo su esfuerzo para obtenerla.

-Hmm..?! -Justo cuando estaba decidiendo que hacer con el, por simple capricho dirigió su atención a las acciones que haría Garu con el ticket dorado y se sorprendió gratamente por lo que hizo. -Oh?! ¡Así que se lo regalo al primero que vio pasar!

Tobe sonrió placenteramente al ver esto. Garu había recordado que por la derrota al final de su enfrentamiento, no tenía permitido pisar el restaurante hasta que el ordenará lo contrario.

Una persona rastrera y sin escrúpulos utilizaría el premio de un año de fideos ya-yang gratis como una excusa para ignorar esa orden, y se alegro bastante al saber que su ex-enemigo tenía un fuerte orgullo y honor para mantener su promesa y no utilizar ningún atajo para desobedecerla.

En parte también estaba muy aliviado ya que no tendría que preocuparse que interrumpiera sus planes mientras intentaba conquistar a Pucca. Por lo menos no en el restaurante, porque ahora era un asunto diferente.

Tobe fingía que no se daba cuenta, pero Garu debes en cuando lo observaba agresivamente y con grandes ansias de tener una revancha.

Tobe entendía que esa actitud era bastante comprensible, debido a que la última batalla que tuvieron fue muy dispareja y seguramente tuvo mucho resentimiento en como termino, debido a que subestimó demasiado a su oponente y no mostró toda su fuerza a la hora de enfrentarse.

Pero Tobe ya no podía hacer nada para solucionar esto, sinceramente el rencor que tenía en contra suya habían desaparecido, en realidad no quería saber nada de el, porque aun estaba algo enojado en como trato a su amada Pucca, y lo más importante, al comprender su verdadera habilidad de combate, incluso si Garu luchará con todas sus fuerzas, solo haría falta un golpe de su dedo meñique para culminar la batalla.

Tobe ya no era el malvado que era antes y a pesar que estaba enojado, no deseaba avergonzarlo nuevamente y mucho menos revelarle su verdadera fuerza, ya que no podría soportar el hecho de saber que todas sus victorias jamás significaron nada y se sentiría como un mal chiste entender que sus años de entrenamiento en comparación con los suyos, solo fueron un triste y lamentable juego de niños.

No era un monstruo para hacer eso, además sabiendo lo orgulloso y honorable que era, ¿quien sabe las locuras que haría después?

Así que preocupado por las posibles acciones suicidas que cometeria, decidió que si había una ocasión que exigiera una revancha, simplemente daría la excusa de decir.... -¡Oye!..¡No seas un bebito llorón! La humillación que obtuviste ese día, no se compara en lo más mínimo con todas las derrotas que yo sufri. ¡Así que aguantate! -Con esa contestación seguramente dejaría de molestar.

Pero ahora era un tema diferente. Como ambos participaban en las competencias, había una alta posibilidad que tendría que enfrentarse contra él.

Esperaba no tener que hacerlo en la competencia siguiente, pero aunque no fuera así, estaba un noventa por ciento seguro que tendría que enfrentarlo en la final.

Y por supuesto que no para recibir un beso de su amada Pucca. Tobe sabía que Garu no sentía nada por ella y la única razón de que quisiera llegar tan lejos, sería solo para vencerlo.

Pero lamentablemente no tenía forma de solucionar esto, así que tendría que aguantarse esta molesta piedra en el zapato, hasta el final del evento.

-Hmm..!..Supongo que esto es el karma! -Cuando Tobe comprendió esto, sonrió levemente en angustia, en vista que supuso que este era su castigo por molestarlo con su incesante venganza durante tantos años, y no tenía ningún derecho a replicar su molestia sobre el asunto. Por lo cual decidío mantenerse callado y soportarlo.

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Dejando de lado la interferencia de su ex-enemigo de coletas para lograr obtener un dulce beso de su amada, era una buena idea la decisión de regalar el premio, sin embargo, no deseaba dárselo a cualquiera, mucho menos a un desconocido que ni siquiera se esforzó por conseguir el premio. Así que tenía pensado dárselo a unos de los participantes que no habían logrado pasar.

Ahora la pregunta que se hacía, era saber a quien exactamente se lo daría. Así que observó a cada uno de los participantes que habían logrado pasar la mayoría de los obstáculos, pero sinceramente ninguno le llamaba la suficiente atención para merecerlo.

Por lo menos, eso fue hasta fijarse en un participante en especial, más específicamente hablando en una dulce niña, que arrodillada en el suelo, sujetaba con sus tiernas manos, el gran platillo vacío con total decepción.

-Oh?..¡Que interesante! -Tobe se sorprendió mucho al verla, lo cual su curiosidad lo llevo a acercarse y observarla más detenidamente.

Esta acción suya lo llevo de estar ligeramente sorprendido a estar más que asombrado.

La niña tenía una estatura promedio, pelo castaño y largo hasta los hombros, masomenos entre los 13 y 14 años, algo atractiva para su edad. Ojos marron claro mostrando una mirada segura y orgullosa, un físico no tan destacable pero por las ampollas en sus dedos y pequeñas heridas cicatrizadas en sus brazos y piernas, se podía notar que estaba acostumbrada a trabajos de esfuerzo físico.

Tobe estaba verdaderamente asombrado y sorprendido que esta pequeña niña pudiera llegar tan lejos.

No sólo paso todos los obstáculos sosteniendo el pesado y gran platillo de fideos en sus delicadas manos, sino que también había logrado terminarselo.

Por lo que había presenciado, habían muchas personas que también lograron hacer esto, pero todos eran adultos cuyos físicos sobrepasapaban a esta niña por mucho, por lo que ella tenía una dificultad muchas más difícil para lograr finalizar la carrera.

Incluso habían adultos que quedaron descalificados al instante y la mayoría que terminaron perdiendo como ella, ni siquiera se habían terminado de comer el platillo, por lo que esto aumentaba considerablemente su valor en comparación con ellos.

Al comprender esto con una sola mirada, no le pareció para nada difícil eligir al merecedor del ticket dorado, así tranquilamente se acercó a la niña y amablemente le mostró un sincero saludo.

-Hola pequeña ¿Te encuentras bien? -Pregunto con su sonrisa más fresca.

-Snif! ¿Quien eres? ¡Dejame sola! -Respondio la dulce niña fríamente al impertinente extraño sin siquiera mirarlo.

-Oh?! -Al recibir esta dura réplica, Tobe no se molesto en lo mas mínimo.

Comprendió por su respuesta, que era una niña orgullosa y no le gustaba recibir la compasión de nadie. Además que al observar lo rojizo que estaban sus ojos, parecía que había llorado antes de que el llegará y no deseaba sentir la vergüenza que presenciaran su lado más débil. Por lo que Tobe decidió no andar como más rodeo he ir directo al grano.

-hahaha! Disculpa pequeña, no deseaba molestarte. La cosa es, que por ciertas razones no puedo quedarme con el premio que me dieron, así que decidí regalarselo a alguien que realmente lo mereciera.

-¡¿Que?! ¿Es en serio? -Las palabras de Tobe fueron lo suficientemente llamativas para que la niña finalmente se asomara a verlo y curiosamente preguntar. -Tu! ¿Es verdad lo que dices? ¿Me elegiste para darme tu premio?

Tobe no dijo nada, simplemente asintió en respuesta y extendió su mano para ponerle el ticket dorado frente a sus ojos.

-Yo!...Yo! -La niña no sabía que decir al respecto, se mostró muy tentativa al tomar el ticket porque no había ni una posibilidad que esta fortuna le pasara una segunda vez, además que realmente necesitaba el premio de este concurso. Pero al final, justo cuando estaba por tomar el ticket, retrocedió su mano nuevamente hacia su pecho y orgullosamente respondió. -¡Lo lamento pero no lo quiero! ¡No necesito la caridad de nadie. Puede que no haya ganado esta vez, pero se que para el próximo año conseguiré la victoria y además seré la primera en terminar la carrera!

-Hahaha! ¡Puedo creerlo! -Tobe estaba verdaderamente emocionado por todas las sorpresas que esta niña le mostraba. -¡Simplemente maravilloso! Tanta nobleza y tanta arrogancia en un cuerpo tan pequeño. Seguramente paso por mucho a su edad tan corta para obtener una personalidad tan fuerte y orgullosa! Hahaha! ¡Me agrada!

Lo que Tobe más apreciaba de una persona, es que tuviera un carácter fuerte y decidido para afrontar los problemas, y esta niña era el tipo de persona que deseaba como parte de su equipo.

De modo que con gran exitacion puso su mano en el hombro de la niña y apasionadamente respondió.

-¡Niña, de verdad me gustas! ¡Vente bajo mi ala y te convertire en una mujer mejor que cualquier otra!

-¡¿Que?! ¿Gustar? ¿Convertirme en mujer? ¡Tu..! -La niña sudo en frío al escuchar esto.

Tobe mostraba una pura sinceridad y no tenía ningúna segunda intención al darle esta propuesta. Sin embargo sus palabras, al oído de terceras personas, podría decirse que eran muy provocativas. Y no era sorpresa que la joven he inocente niña terminará confundida por esto y aterrada de pies a cabeza gritara histerica en auxilio.

-kyaaaaa!!! ¡¡Pervertido!!!! Ayuda!! ¡¡¡Alguien ayúdeme por favor!!! -Bociferaba la niña con miedo extremo, de que el pervertido extraño le robara su tesoro más preciado.

-¿Que? Tu..! ¡Niña tonta! -Tobe se quedó pasmado cuando repentinamente lo llamaron pervertido y lo trataban como un criminal. Pero viendo que sus incesantes gritos estaban llamando la atencion de los espectadores, primero le dio un coscorron en la cabeza para que cerrará la boca y utilizo una bomba de humo para desaparecer del lugar con ella cargada en brazo y discutir la conversación que tenían en un lugar mas privado.

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