No abandona


No abandona.

Emma.



3 de febrero, 2013.

A las madres no nos gusta ver a nuestros hijos sufrir. Ver el rostro de Doug con un golpe, sus ojos irritados y sus hombros encorvados, me parte el corazón. Porque es todo lo contrario al hijo inquieto y feliz que suelo ver.

Presiona su cabeza de mi pecho mientras me abraza y murmura cuánto ama a Hilary, cuánto ama BG.5 y cuánto lamenta decepcionar a los hermanos Jefferson.

—No has hecho nada malo, cariño. Enamorarse no está mal y es cierto que mentir no es lo correcto, pero no podemos retroceder el tiempo y cambiarlo ¿Te arrepientes de todo lo que has compartido con Hilary durante su relación?

—Ni un poco.

—Entonces es el momento de enfrentar lo malo, en las relaciones no todo es color rosa. Ustedes tienen una relación muy bonita y llena de mucho amor. Van a sobrevivir a esto, velo como tu primera prueba en la relación.

»Enfrenta esto con la cabeza en alto porque no has hecho nada malo, Hilary y tú han sido más felices que nunca y eso es algo que nadie tiene derecho a cuestionar. Ahora, dale una sonrisa a mamá.

Me da la sonrisa más fea y tensa que he visto lo cual me hace reír y acaba por darme una sonrisa real. Beso su frente y peino su cabello.

—Ahora ve y date un baño, descansa un rato y pensaremos un poco más sobre esto— se pone de pie—. Y no creas que no voy a reprenderte por dejar a Peter afuera ¿Qué te he dicho de ser bueno con tus guardaespaldas?

—Sí, no creas que no me doy cuenta que te exaltas más cuando es precisamente Pet. Te observo, mamá.

—Ve y encárgate de bañarte y dormir. No fastidies a mami.

Eso le saca otra sonrisa y me siento satisfecha. Me pongo de pie, paso una mano por mi cabello por si está vuelto un desastre. Espero de corazón que mi niño logré manejar esto, estoy segura que las cosas se solucionarán, más que amigos esos chicos se han vuelto sus hermanos.

Camino hasta la puerta y la abro, salgo caminando hasta el auto de Doug en donde Peter se encuentra llenando lo que luce como un crucigrama.

— ¿Si te equivocas lo tachas? Porque mayormente las personas lo llenan con lápiz, de esa manera pueden borrar, en cambio con bolígrafo...Hola, Peter.

—Hola, Emma.

Me da una sonrisa dejando el crucigrama a un lado mientras abre la puerta del auto y baja. Alzo mi vista, sí que es alto... Y atractivo, no es que lo note mucho.

Es todo un caballero lo cual es maravilloso, pero acepto que me sentí avergonzada cuando siguiendo su consejo le he sonreído mucho, pero no es más que amable conmigo. Nada más.

—Lamento verte en estas circunstancias. No me gusta ver a Doug así.

—Estos chicos son una familia, tarde o temprano todos van a entrar en razón. Solo están pasando por un mal momento. Y todas las relaciones pasan por pequeños baches.

—Dímelo a mí, mis relaciones tuvieron más baches que caminos lisos.

—Lo lamento, Emma.

— ¿El qué?

Frunzo el ceño mientras lo observo y de alguna manera sé que sabe sobre Paul y eso me hace sentir avergonzada porque es una historia fea, triste y humillante que viví.

» ¿Cómo? ¿Cuánto... por qué lo sabes?

—Doug, y no todo.

¿Qué sabe? ¿Los golpes? ¿Los continuos gritos? ¿Tocándome de forma inapropiada frente a sus amigos mientras a veces me sacaba la ropa? Y lo peor, lo vil y sucio de casi haber sido violada porque me creyó su moneda de cambio. Me estremezco.

— ¿Sabes cómo se fue?

—Jeremy.

— ¿Y sabes por qué Jeremy lo golpeó?

Asiente lentamente con su cabeza. Me abrazo a mí misma mientras siento mi piel enfriarse. Veo hacia mis pies. Siento muchas ganas de correr a casa, encerrarme y llorar.

—Sí lo sabes, entonces ¿Por qué sigues hablándome?

— ¿Por qué no lo haría?

—Porque permití que un monstruo lastimara a mi familia durante años.

—No es algo de lo que deba culparte y no tiene nada que ver con la maravillosa mujer que eres.

Alzo la vista y tomo profunda bocanadas de aire. Lo observo fijamente.

—Sí lo sabes ¿Por qué no te vas?

—Porque yo no abandono, Emma. Nunca.

Doy un paso hacia atrás mientras abro mi boca.

No abandona.

El primer punto de mi tonta lista: Que no abandone.

—Emma ¿Estás bien?

—Lo estoy ¡Por Dios que lo estoy! — lo observo encantada con todo lo que veo. Con él, parece confundido.

Pero es que él no lo sabe. No sabe que acaba de demostrar que llena un punto de una lista que no tenía un propósito real.

— ¿Nunca abandonas? Supongamos que sales con una mujer, tienes sexo por lo que ya conseguiste la cosa física ¿No abandonarías?

—No. No abandono.

—Entonces ¿Es cierto que si quisiera atraer a un hombre todo lo que tengo que hacer es sonreír?

—Sigo en pie sobre creer eso.

¿Qué tanto tengo que sonreírle a Peter Ferguson para que haga más que devolverme las sonrisas?

Un auto toca la bocina, mi hermano Henry. De seguro se ha enterado de las noticias gracias a sus hijos, quienes son adoptados, pero no dejan de ser parte de nuestra familia, amo a esos niños.

—Emma— mi hermano me alza. Cuando estaba pequeña solía llamarlo pie grande porque él es demasiado grande. Peter nos observa curioso.

—Henry, ya bájame.

— ¿Cómo está el chico?

—Está afligido, pero no es nada que Doug no pueda superar. Está adentro y él es Peter.

—Su guardaespaldas.

—Y mi amigo— agrego a las palabras del Pet, él me observa de inmediato—...Por ahora.

— ¿Eh? —Henry rasca su barbilla y entrecierra sus ojos—. Iré adentro a ver el chico, pórtate bien Emma.

—No tengo 15 años.

—Ajá, pero mucha de la locura de tus hijos fue heredada de ti ¡Qué digo! Toda la locura de tus hijos viene de ti.

Lo veo irse y vuelvo mi vista a Peter.

—Somos amigos— repite.

—Por ahora.

Parece pensar en ello antes de sonreírme. Bueno, supongo que por ahora las sonrisas serán suficientes. Sin darme cuenta comenzamos una conversación que se transforma en un modo de conocernos muchos más.

No parece como un rostro equivocado.

Parece como el correcto.

***

29 de abril, 2013.

— ¿Y cómo has estado de salud? — pregunto tomando una de las galletas que Hannah dejó frente a nosotras en la mesa de jardín en donde estamos sentadas.

—Puedo ser honesta contigo y decir que a veces me asusto, Emma. Me asusta un día simplemente no poder estar con mis niños y Carter. Pero sé que todo estará bien, seguiré los tratamientos y si la solución final es una trasplante de corazón, entonces pondré mi fe en ello— sonríe con esa alegría que la caracteriza—. Pero me he estado sintiendo muy bien y parece que todo mejora.

—Me alegra saber eso, sabes que puedes contar conmigo y más ahora que compartiremos un nieto. Siempre he sentido a tus hijos como míos y sé que lo mismo sientes hacia mi Doug, por lo que me alegra que vayamos a compartir a un hermoso bebé.

—Es tan emocionante. Amo esto de ser abuela, sé que Hil es joven pero ya no podemos retroceder el tiempo, además tenemos amor de sobra para ese pequeño y una familia muy grande dispuesta a darle el amor que merece—ríe—. Alana me escribió diciendo si podríamos luego prestarle a nuestro nieto debido a que Ally y Andrew parecen estar muy lejos de eso.

Río también, en cierta manera he establecido muy buenas relaciones con Alana y Hannah desde el momento en el que supe que éramos una fuerza que cuidábamos a todos los niños cumpliendo su sueño, me hubiese gustado tener buena relación con Cecilia, pero ella honestamente nunca ha mostrado interés y me molesta mucho que no pueda celebrar los triunfos de alguien tan maravilloso como Ethan.

— ¡Mamá!

—Harry, aquí. En el jardín.

Doy un sorbo a mi café mientras veo a Harry entrar cargando a su precioso hijo, me entusiasma tanto saber que pronto seré abuela. Casi me ahogo con el café cuando detrás de él camina Peter hablando por teléfono y quedándose a una distancia mientras observa todo alrededor.

¿Por qué me atrae tanto este hombre?

Porque me habla de manera diferente.

Porque cuida de mi bebé menor.

Y porque dijo que no abandona.

— ¡Abu! — el pequeño abraza a Hannah quien de inmediato lo sube a su regazo. Harry la abraza brevemente.

—Hola, Emma— se acerca y me da un abrazo junto a su sonrisa característica.

—Hola, Harry ¿Qué tal todo?

—Bien, vine a visitar a Hannah para hacer nuestros planes de abuelas.

—Oye, pequeño Jefferson, saluda a la Reina.

—Hola, reina.

—Hola mi niño— le devuelvo la sonrisa.

—Vine a buscar un vestido de Halle que dejamos hace una semana y Kae insiste en ponerle. Dexter dijo que pasaría en la tarde y que vendría con Ethan.

—Está bien. Creo que el vestido lo dejé en uno de los cajones de la habitación de Hi.

—Iré a revisar.

— ¡Papi!

Hannah lo deja en el suelo para que corra detrás de Harry, río y desvío mi mirada de nuevo hacia Peter. Él se mantiene hablando por teléfono, solo que esta vez parece verme, por lo que sonrío y agito mi mano en un saludo.

¿Podría lucir yo más ansiosa? Es vergonzoso. Sin embargo me devuelve el saludo y sonrío tomando otra galleta.

— ¿Eres amiga de Pet?

—Uhm, sí.

—Nunca me he hecho amiga de los guardaespaldas, aunque siempre los invito a comer cuando vienen con ellos y hemos hablado.

—Tampoco lo hacía, pero con Peter sucedió.

—Peter ¿Eh?

Doy otro sorbo a mi café, Hannah puede considerarse mi amiga más preciada junto a Alana, si bien conozco a otras mujeres, creo que con ellas dos me entiendo bastante bien y perfectamente porque somos unas madres adoradoras y protectoras que aún tienen el tiempo de sentirse divertidas. Por lo que creo que es la oportunidad perfecta para hablar con ella sobre todo este asunto.

Si es que hay un asunto.

— ¿Crees que estoy muy mayor para intentar salir en citas?

Todo lo que Hannah hace es reír mientras sus ojos me observan con diversión.

—Nunca se es demasiado mayor para querer buscar el amor, solo será demasiado tarde cuando estés muerta. Pero pensé que no estabas interesada en ello...

—Creo que a nadie le gusta la soledad, al menos a mí no me gusta, y no sé, solo me gustaría encontrar a alguien que no sea un error. Soy feliz con mi vida, pero me gustaría tener un amor, Hannah, demostrarme que en este mundo hay alguien para mí.

—Y eso no está mal, ni siquiera tendrías que pensar que estás vieja para ello. ¡Somos jóvenes! La edad no es solo más que un número adornando nuestros documentos de identificación. Un número no va a definir si puedes o no puedes lanzarte a las aguas del amor.

—Encontré una lista de cuando estaba más joven y en ella decía las cualidades que quería de un novio.

—Yo nunca supe que querría un Carter, pero seguro es porque jamás imaginé a un hombre tan espectacular.

No voy a negarle eso, Hannah cuenta con un esposo maravilloso que daría la vida por ella y sus hijos. Un hombre correcto y que no ha dejado de amarla ni un solo día.

—Quería cosas tan simples, cosas tan diferentes y menos importantes de lo que desearía ahora como una adulta.

—Escríbelo—ríe.

—Lo hice.

— ¡Oh, Dios mío! Por supuesto que lo hiciste, no por nada Doug es hijo tuyo.

—Puse 4 cosas que me parecen fundamentales e importantes.

— ¿Son inalcanzables de lograr?

—Quiero creer que no— observo a Peter ahora solo de pie viendo alrededor.

— ¿Pet?

—Él no abandona.

— ¿Es tu primer punto?

—Sí.

—Bueno, honestamente admitiré que es atractivo. No estás mal de gustos, Emma. Él tiene músculos y créeme, eso incluso a nuestra edad funciona y alborota. Mi Carter aún sigue estando muy bueno, no importa que los años pasen.

—Tu Carter es perfecto para ti.

—Lo es.

— ¿Cuántos años llevas casada?

—31 años.

—Todo un record. Felicidades— le sonrío con sinceridad—. Ustedes son la clase de pareja que demuestra que con esfuerzo, dedicación y amor un matrimonio prospera.

—Gracias, Emma. Pero no nos desviemos de tu asunto.

—Un poco chismosa ¿No?

—Oh, bueno, eres mi amiga soltera debo vivir esa vida a través de ti, eres la diversión para Alana y para mí.

—Que orgulloso. Peter es...Diferente. No sé, me hizo sentir como una adolescente nerviosa cuando lo conocí y fue tan dulce, es un caballero y fue lindo verlo con su hija, es un buen padre. Y él es tan bueno y paciente con Doug, Dios sabe que mi hijo puede enloquecer a las personas, se llevan muy bien.

»Y no sé si es tonto admitir que causa cosas aceleradas en mi corazón, yo siento una especie de conexión con él. Siento que él me importa. Siento que me ilusiono y quiero intentarlo al menos una vez más.

—Oh, Emma. Entonces hazlo. Inténtalo.

—No quiero ser una tonta, no sé si está interesado. Me dijo que para que un hombre quisiera salir conmigo todo lo que tenía que hacer era sonreír, pero ¡No capta nada! Es todo caballero y eso es todo. No creo que esté interesado.

—Bueno, Emma. Tienes que entender que es un hombre y bueno, no quiero caer en disputas de géneros, pero para el amor y salir parece que a veces se atontan.

»Yo tuve que dar el primer paso con Carter, sus excusas de no tener una familia y mucho que ofrecerme me estaban enloqueciendo, por lo que me hice cargo del asunto y lo obligué a salir conmigo.

—Así que ¿Sugieres que obligué a Peter Ferguson a salir conmigo? — estoy muy divertida con la sugerencia.

—No, pero puedes persuadirlo a que haga algo al respecto. Eres una mujer preciosa Emma y no voltees, pero él te mira cada vez que puede. No creo que no esté interesado en ti, quizás solo tiene precaución y se siente tímido al respecto.

Tomo una servilleta y coloco en ella varias galletas mientras pienso en las palabras de Hannah.

—Eres buena dando consejos.

—Gracias, trato de ser buena en ello, tuve que prepararme para ello teniendo a los hijos que tengo.

—Te entiendo.

Me pongo de pie con la servilleta en mi mano y le guiño un ojo antes de caminar hasta Peter. Él me sonríe y me siento tan adolescente ilusionada.

—Hola, Emma.

—Hola, Peter. Me preguntaba por qué no ibas a saludar.

—No pensé que podría hacerlo en horas de trabajo.

—Tonterías, saludar nunca quita tanto tiempo.

—Lo tendré en cuenta.

—Aquí tienes— tomo su mano y dejo la servilleta con galletas en ella. Una excusa para tocarlo, porque en eso me he convertido.

—Es muy amable de tu parte.

—No me quedaré el crédito, las hizo Hannah.

—Pero me las has dado tú.

—Porque soy así de amable.

—En ese caso, gracias por tu amabilidad.

—Y me preguntaba si...

— ¿Si?

Miro hacia mis pies, estoy oxidada en esto, han sido demasiados años sin intentarlo o hacer algo al respecto sobre mi estatus sentimental.

—Y me preguntaba si aceptarías mi amabilidad sobre comer unas galletas hechas por mí alguna vez.

—Me encantaría.

—Entonces, un día.

—Claro.

—Pet, ya estamos listos— anuncia Harry llevando sobre sus hombros a Dan—. Fue un placer verte Emma.

—Igualmente Harry, dale mis saludos al resto.

—Lo haré.

Trota hacia Hannah, vuelvo mi atención a Peter y me alzo sobre las puntas de mis pies, pero igual manera dejo una de mis manos en su hombro pidiéndole en silencio que baje un poco para poder besar su mejilla a modo de despedida. Primera vez que me despido de este modo con él. Parece sorprendido.

—Un día.

—Un día, esperaré por esas galletas.

Le doy otra sonrisa al señor lento y me giro caminando hacia Hannah quien termina de despedirse de tu hijo y nieto. Los vemos irse y luego suspiro.

— ¿Y bien?

—Lo invité a comer galletas un día.

— ¿Qué día?

—Pues no lo establecimos.

—Bueno, puedes decirlo por teléfono.

—Uhm...No tengo su número.

—Estás muy oxidada ¿Verdad?

—Eso me temo.

Ambas reímos. Me encanta reír, me encanta ser feliz yme encanta Peter Ferguson.    

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top