Único
—Ferran, has recibido muchos presentes hoy Majestad.
—Una esclava de Robert, gobernante del norte, oro y joyas llevadas por seis elefantes de Ansu el dios de la tierra, dice que puedes quedarte con los elefantes.—Frenkie empieza a pasar la lista de los presentes de su amigo y rey.
—No necesito más elefantes.
—Mil poderosos soldados del Este de la emperatriz Truzova, y una estatua de un oso panda hecha de un topacio.
—De tu hermano Pedri...
—Oh chico... Olvídalo, Frenkie no quiero saber.—Cada vez que su hermano le enviaba algo, no resultaba del todo bueno.
—Un nuevo bailarín.—Termina de decir Frenkie, dando paso a los soldados quienes traían una...
—A-ah, eso es una alfombra.
Los soldados bajaron la alfombra y empezaron a desenrollarla
Bien, la expectativa de Ferran era ver a una bella mujer con gracia y elegancia...
Lo que vio fue a una más enredada que el nudo de los zapatos de un niño de tres años.
—Hahahaha.—No puedo evitarlo, era gracioso ver a la joven.
—Mira eso, Pedri me envió un payaso.
—¿Ugh?—La joven bailarina estaba un poquito confundida dio muchas vueltas en esa alfombra.
—¡Música Frenkie! ¡Ella necesita música!—Ferran grita divertido.
"La joven" solamente quería que esto acabará rápido.
—¡Vamos, mi nueva bailarina!
"Estúpido."
—¡Empieza a bailar!
"Qué idiota".
"No puedo creer que este haciendo esto"
Es lo que pensaba "la" joven para después empezar a alzar sus brazos de forma agraciada. Poco a poco empezaba a deshacerse de las capas de tela que llevaba puesto.
Ferran solo podía observar sin mucho interés.
Al contrario del resto de espectadores quienes estaban encantados con los movimientos.
—Todo esto es muy bonito.—Dijo Ferran, ya se había aburrido.
—Pero ya tengo suficientes bailarinas que se quitan la ropa mientr...
Las palabras de Ferran fueron detenidas por la bailarina quien se había quitado la tela que cubría sus pechos...
No había pechos, sino un muy bonito torso y no era una bailarina, sino un bonito joven y por el olor que ahora sin las telas de por medio sabe que es un omega y uno muy fértil por el olor dulzón.
Ay Pedri.
Me conoces bien hermano...
Piensa Ferran, repentinamente muy interesado y con una cara de bobo.
Ya casi desnudo, el joven seguía luciéndose con los movimientos más sensuales que Ferran haya visto en su vida.
Lo único que el joven aún portaba era la tela que cubría su rostro, Ferran estaba realmente hipnotizado, el joven omega se acercó hasta él para sentarse y abrir sus piernas... Bonita vista que tenía Ferran.
Iba a quitarle la tela del rostro, pero el omega se levantó dando vueltas y sacudiendo sus caderas.
—¡¡Eh!! ¡Regresa! ¡Quítatelo! ¡Te exijo que te lo quites todo!—Decía Ferran encantado con el omega, necesitaba ver su rostro quería ver todo de él.
El omega así lo hizo, y Ferran puede jurar que nunca había visto un ser más bello en esta tierra.
Y con un último movimiento el omega volvió a ponerse en frente del rey, terminando así su baile. Con rostro sonrojado y su respiración agitada, el omega solo esperaba haber hecho un buen trabajo.
Y Ferran... Bueno él está en el mismo cielo, el hermoso omega yacía frente a él totalmente desnudo, con un bello sonrojo y su piel parcialmente perlada por el sudor.
—¡Un aplauso para esta encantadora presentación!—Dice Ferran después de recuperar su habla, ese Omega sí que es fascinante, todos los presentes Alfas, omegas y betas pensaban lo mismo y no dudaron en ovacionar al joven.
—Gracias Majestad.—Y Ohhh, mierda piensa Ferran, si ya lo tenía encantado con su cuerpo y sus movimientos, ahora lo tenía a sus pies, nunca había escuchado una voz tan dulce y sexy, es como un sonido que trasmite alegría y tranquilidad que le dan a Ferran un gran deseo de poseer y escuchar esa voz gritando su nombre todas las noches por siempre.
—No creo que puedas superar eso ¿Verdad?
—Sí que puedo.—Contesta con una voz cargada de determinación y un poquito de vergüenza.
Ferran desconcertado observó al omega dar la vuelta y... ¡Oh, Mierda!
—Es un poco difícil bailar cuando tienes que mantener eso adentro.—Dice abriendo sus nalgas y mostrando lo que parece ser un tapón.
Bien ese es él limité de Ferran Torres.
—¡Todo el mundo fuera!—Con voz de Alfa ordena y ni medio segundo después ya están solos.
Ferran sin perder tiempo se acercó al omega,
sus labios se encontraron, sintiendo cómo el omega jadeaba al sentir el deseo que aquel beso le transmitía, sintiendo cómo el alfa le robaba el aliento, pero no quería detenerse, no cuando una de las manos de Ferran se situó en su nuca y otra en su espalda para poder aferrarlo a su cuerpo, mientras que las suyas se aferraban a la ropa de su señor.
—Majestad... Maj... Ferran...—Gimió en la oreja del Alfa y este exhaló con pesadez, sintiendo que ya no podía contenerse, ni siquiera le importaba que sus sirvientes los escucharan, en ese momento no existía nadie aparte de ellos dos, necesitaba dar rienda suelta a sus instintos y tomar al omega.
Entre besos miró al omega con deseo, dándose cuenta de que esté lo necesitaba con la misma intensidad, por lo que se posicionó sobre él, recostándolo en la suavidad de los cojines y comenzando a llenar cada parte del menor con caricias y besos, que dejaban marcados en su piel como si de fuego se tratara.
El alfa acarició con sus dientes aquella suave y cremosa piel, mientras tanto, sentía cómo el pequeño rodeaba su cuerpo con las piernas, aprovechando aquello para invadir su intimidad ya dilatada con una fuerte estocada, escuchándole quejarse, abriendo la boca como si fuera a gritar, más simplemente soltó un jadeo ahogado con aquello.
El Alfa jadeó al escucharlo, sintiendo el tremendo placer recorrerle el cuerpo al ya no poder alargar más esa espera, su respiración estaba agitada, sus músculos comenzaban a tensarse y sentía una tremenda ansiedad.
Le besó el cuello al menor haciéndolo gemir, concentrándose en besar cada centímetro de este tan ansiosamente hasta llegar a su clavícula, iniciando con un vaivén suave, acariciando el abdomen blanco del menor bajo él, mientras este se limitaba acariciar su espalda, gimiendo gustoso ante el tacto de Ferran.
Le vio arquear su espalda y pronunciar tan vivaz su nombre en el primer orgasmo, provocó que un cosquilleo cubriera su miembro, dando en el momento preciso, una profunda estocada que le hizo ver las estrellas al omega, la luna misma, abrumándose con tantas sensaciones que quedó fuera del juego por unos segundos, en lo que Ferran bajó nuevamente la velocidad, besando su frente con calidez y dejando que la respiración de este se regulará un poco.
Una vez que el omega estuvo completamente dispuesto, Ferran le ayudó a girar su cuerpo, provocando que este temblara.
Sin perder tiempo, Ferran hundió por completo su miembro, escuchando el gemido que se escapó de los labios del omega, sacando completamente su miembro de nueva cuenta y hundiéndolo hasta el fondo, sintiendo esa pared flexionarse con dificultad en cada empuje, provocando estragos en el cuerpo del bailarín, quien parecía derretirse de placer cada que Ferran llegaba al tope de su capacidad, empujando neciamente para que todo entrara sin dejar nada.
El omega literalmente estaba por volverse loco, el hecho de que Ferran comenzara a experimentar con su entrada en ese instante especialmente no le ayudaba en nada, su mente y cuerpo suplicaban por las arremetidas sin piedad del mayor.
—F-Ferran...—Pide, implora en silencio, girando su cabeza para poder apreciar aunque sea un poco del Alfa, quien parece sumamente metido en su papel de seriedad, sacando y metiendo tan lenta y tortuosamente el miembro de la entrada del menor.
—A-Alfa...—Sintió cómo el mayor se detuvo, conectando entonces su mirada con la suya, esperando unos segundos así.
El menor estuvo a punto de protestar, de no ser por haber sentido el peso del alfa caer sobre su espalda, aplastando su cuerpo contra los cojines y lamiendo su oreja antes de pasar sus manos por debajo de los brazos del omega, sosteniéndose de sus hombros con firmeza.
—Si así lo quieres.—El omega juró haber escuchado aquella respuesta de parte del mayor, porque después de aquello, sintió cómo se enterraba con fuerza en su trasero, haciendo que apretara los dientes con fuerza, soltando un gemido que rápidamente se vio acompañado por un sinfín de lágrimas que bajaban por sus mejillas, llenas de sensaciones placenteras.
Perfecto. Pensó.
Y lo repitió tantas veces en su cabeza que hasta la palabra comenzó a sonarle extraña, sintiendo cada estocada como una pequeña bomba que explotaba cada vez que arremetía contra él, perdiéndose nuevamente entre el mar de emociones que lo embargaban, entregándose, nuevamente al éxtasis puro.
—M-Majestad... Ya no... Ya no puedo.—Murmuró apenas entendible debido a estar mordiendo la almohada con fuerza, la única que era capaz de mantenerlo a raya sin perder completamente la consciencia.
Sintió su interior llenarse, tan caliente y placentero que no pudo evitar levantar su trasero, haciendo más presión contra la pelvis de Ferran, quien jadeo en su oído gustoso, gruñendo después, cuando el nudo se hizo presente. Con cierto ardor, el Omega rodó sus ojos cuando el nudo se alojó por completo en su interior, presionando también ese punto que lo llevó a un orgasmo que le golpeó por partida doble. Por sentir a Ferran y esa semilla que le llenó, ambos culminaron, Ferran en lo más profundo del menor mientras este último manchaba su pecho.
Ferran se incorporó un poco, logrando sacar su miembro ya menos inflamado del interior del omega, ayudando al menor a darse la vuelta y recostarse sobre él nuevamente, recargando su frente en del omega, ambos manteniendo los ojos cerrados mientras que ambos buscaban con desesperación regular sus respiraciones.
Sus labios se unieron de nuevo, ambos estaban exhaustos y satisfechos, pero no querían separarse.
—M-Majestad.—Balbuceó, llevándose una mirada de desaprobación como respuesta.
—Ya no tienes que decirme así, puedes llamarme por mi nombre.—Responde.
Ya cómodamente acostados, Ferran empieza a deslizar de forma cariñosa su mano por la espalda del omega.
—Entonces ¿Cuál es tu nombre? ¿Es Jamil?
—No.
—¿Entonces es Youssef?
—Es Gavi
—¿Qué tipo de nombre de bailarín es "Gavi"?—Pregunta de forma burlona, sin dejar de acariciar a Gavi.
—Bailar es solo un hobby, soy un intérprete que posee un orfanato.
—¿Qué?
—Lamentablemente, ninguno trabajo es suficiente para alimentar a 52 niños, lo siento mucho, pero tu hermano me prometió una fortuna si bailaba para ti.
Eso... Sí que fue un golpe bajo piensa Ferran
—Por favor, perdóneme mi señor.
—El sexo también fue...-ni siquiera termina la pregunta cuando Gavi de forma brusca se incorpora.
—¡No!—Dice din titubear el omega.
—No podía decirte que no, porque honestamente me gustas Ferran.—Eso aliviana enormemente el corazón del alfa.
—¿Qué más haces en tu tiempo libre?—Pregunta queriendo conocer más del omega que en tan poco tiempo ha robado su corazón.
—Emm... Me gusta mirar las estrellas, me gusta leer, y ummm...
—También me gusta contarles historias a los niños.
—¿Es en serió? Ha hahahah.—En serió debe de regalarle algo sumamente bueno a su hermano.
—¿Qué es tan gracioso?
—Pedri...—Dice con un poco de dificultad al reírse
Gavi lo observa un poco confundido.
—Él no me envió un bailarín, me envió un esposo.—Dice de una forma dulce viendo fijamente a Gavi... Realmente es hermoso piensa.
—Pero tengo que volver al orfanato, mi señor.
Ah no, ni loco, ese Omega ya es suyo.
—Creo que hay mucho espacio en este palacio para criar 52 niños.—En serió Pedri se ganó el cielo, mira que un omega y 52 hijos.
—¿Hablas en serio?—Pregunta desconcertado, Gavi realmente quiere ser de ese alfa y que ahora haga esto por él, solo le hace saber que no se equivocó cuando se enamoró ni cuando acepto la propuesta de Pedri.
—Solo di que sí.
—¡Sí!
✨️FIN✨️
❤️❤️
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