La mañana siguiente, Orión se vistió y se peinó como pudo.

Era demasiado temprano para que su mamá se despertara.

Abrió la puerta de su habitación y asomó su cabeza solo un poco.

El camino estaba desierto.

Con sus tenis en la mano caminó hacia la escalera.

Bajó lentamente cuidando que sus pasos no hicieran crujir las tablas de los escalones.

Respiró hondo, aliviado cuando logró llegar al piso de abajo.

Espió a su alrededor para ver si no estaba alguien por ahí.

A su Tía Tory le daba por visitarlos muy temprano.

No había nadie y toda la casa estaba en silencio.

Entonces caminó de puntillas hasta la chimenea.

Sacó del bolsillo de su chamarra aquella tarjeta que Severus le dió a su mamá y que Draco tomó.

La noche anterior, Orión la tomó de Draco sin que el rubio se diera cuenta.

Estuvo gran parte de la noche ideando un plan.

La tarjeta tenía un nombre... Severus Snape y tenía su dirección... Prince Manor.

Entonces llevó una silla hasta la chimenea, los polvos flú estaban en la parte alta.

Subió e hizo varios intentos por alcanzarlos.

Refunfuñó enojado cuando no lo logró.

Se quejó de su pequeño cuerpo y sus brazos cortos.

Entonces bajó al ver el atizador y lo tomó para volver a subir e intentarlo de nuevo.

Entonces el atizador enganchó el asa de la tina y la desenganchó del lugar donde estaba.

Logró que llegara a sus manos derramando algunos polvos sobre la silla en la que estaba parado.

Entonces, tomó la pequeña tina y bajó de la silla con esfuerzo.

Para ese entonces, podía sentir lo signos de un ataque de asma.

El esfuerzo que realizó, le estaba pasando factura.

Sacó su inhalador del bolsillo y dió dos aspiraciones.

Se sentó en el suelo sintiendo dolor en la encía inferior y maldijo porque su plan se iba a venir abajo por su condición.

Miró su reloj de muñeca, ese que también era un celular, marcaba las 6:25 de la mañana.

Ya había perdido 25 minutos desde que se puso en marcha.

Trato de dar respiraciones profundas y su pecho le dolió un poco.

Si seguía así, su mamá llamaría a su Tía Tory nuevamente y su tía lo llevaría al Hospital.

Orión hizo una mueca, no deseaba ver a su mamá preocupada y ojerosa junto a su cama.

Los Doctores habían dicho la última vez que su condición se debió a que como el padre biológico no dió parte de su magia y usaron magia sustituta, era un efecto colateral.

Orión nació prematuro, incluso algunos Medimagos decían que tal vez no sobreviviría, pero su tío Draco nunca les creyó y siguió administrando su magia para el pequeño cuerpo de Orión mientras lo tenía en su pecho desnudo.

Dos meses después, los Medimagos dijeron que era un milagro de Merlín que sobreviviera, pero Orión siempre creyó que fue su tío Draco y no el milagro de Merlín.
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Queridos lectores:

Aquí debo puntualizar que Orión vió todo aquello en un recuerdo que Draco le proporcionó.

Mas delante sabrán mas de los recuerdos.