9-Un gran problema
Enid despertó dando un pequeño grito, estaba sudando y se sentía muy nerviosa. Miró a su alrededor y estaba en el cuarto de Tn. Se había dormido viendo la película. El chico al verla de esa manera se acercó a calmarla.
—Eh, ¿qué pasa?
—He tenido una pesadilla...lo siento—se disculpó ella.
—No te preocupes, solamente ha sido eso, un mal sueño, toma algo de agua—le dio un vaso que ella agradeció. El agua fresca le sentó de maravilla y el chico le fue quitando todo el sudor con un pequeño pañuelo.
—Eres un sol de chico—dijo—un rayo de luz—le dio un fuerte abrazo.
—E-E-Enid...la...fuerza...—se separó enseguida.
—¡Lo siento!.
Ya se estaba haciendo tarde así que el chico la acompañó hasta el autobús charlando de chismes y rumores. Antes de salir de la tienda, la mujer le guiñó el ojo a la chica. Ella se ruborizó un poco pensando en ello, le había pedido a la madre de su chico un favor sobre ropa. Tn la sostuvo de la mano durante todo el camino.
—Gracias por la tarde de hoy—agradeció ella con un dulce beso—te quiero.
—Ya sabes que no debes darlas. Y si necesitas algo ya sabes, un mensaje.
Se despidieron con otro beso antes de marcharse.
Al llegar a su dormitorio, se desplomó agotada sobre su cama. Aunque desde que estaba con el chico, le gustaba más estar en la cama de este, la notaba como mucho más cómoda, aunque seguramente era la compañía.
—Te noto cansada, ¿muchos chismes para ti o quizás...?—preguntó Miércoles desde su posición.
—Un poco de ambas...Tn es tan atento, listo...¡ay!—se llevaba las manos a la cara.
—Yo siento lástima por él
—¿Por qué dices eso?
—Tener que soportar tus chismes y cariños por el resto de su vida...hay destinos peores que la muerte—dijo ella haciendo que Enid se molestase.
—¡Él nunca se molesta por mis besos!.
La conversación duró hasta la hora de la cena. Miércoles seguía dándole vueltas al tema de Lorey, necesitaba saber cual sería su próximo movimiento. ¿Para qué querría alguien sangre de diferentes excluidos?.
—¿Crees que querrá crear una especie de veneno qué solamente afecte a dichos excluidos?—preguntó Enid.
—No lo sé, es una posibilidad que no había pensado...dios...hasta tú tienes mejores ideas que yo, sin duda este lugar me ha debilitado—comentó suspirando largamente—odio esto.
—Lamento no poder daros más información—comentó Yoko.
—No, tú justamente has aportado mucho y hemos dado con su identidad. ¿Dónde se ocultaría alguien como ella?—Miércoles le preguntaba pues sabía que debido a su estancia allí, se conocía mejor la zona que Enid.
—La zona de los alrededores puede que haya cuevas o algo, pero no lo sé...los peligros suelen acechar por ese territorio. Los alumnos tenemos prohibido acercarnos—contestó la vampira—recuerdo que los profesores hasta colocaron carteles. De hecho, si un alumno se acerca allí y muere, la academia no tendrá responsabilidades ya que son los propios alumnos que han roto esa regla.
—La obligación de este lugar es evitar esa clase de cosas
—Si, pero somos muchos, si uno dice que va a Jerichó y luego se va a esa zona...¿cómo lo controlas?.
Enid escuchaba mientras terminaba de comer su plato. Una notificación le llegó al teléfono y cuando la abrió, sus ojos se abrieron de par en par. Era de la madre de Tn enseñando en fotos la ropa que había seleccionado para ella. Le encantaba aunque era muy provocativa, más de lo que había pensado. Le dio el ok y ella dijo que se la regalaba.
—Solamente tengan cuidado, no quiero ser abuela tan pronto—dijo ella.
Un rubor le vino a la cara y bloqueó el móvil.
En la noche ya en el cuarto, Miércoles sopesaba la idea de acudir a esa zona. Era de los pocos lugares por no decir el único donde podría esconderse Lorey. Cosa le decía que era mejor no ir por el momento ya que se arriesgaba a morir.
—La muerte es parte de la vida—replicó la pelinegra.
—Pero no puedes morir aún roomie, tienes que verme casada y feliz
—Tu felicidad me producen arcadas, y no de las buenas.
Miércoles decía necesitar un mapa de la zona pero los que había en papel no servían para nada hasta que Enid le dijo que usase el teléfono. Entonces ante la sorpresa de la pelinegra, vio que podían ver la zona desde arriba sin ni siquiera salir de la academia.
—Por fin algo útil—dijo ella mirando y dando a su compañera las órdenes para ver desde diferentes ángulos.
La zona era algo montañosa, no se veía demasiado debido a las rocas y arbustos pero era mejor que nada. Examinaron toda la zona que les permitió el teléfono. Miércoles pensaba en que lugar exacto debía de estar.
—Quizás no se oculte allí—dijo Enid—hay ratas, insectos...bichos asquerosos...serpientes...
—Un lugar perfecto para que no vaya nadie y pueda permanecer oculta, además es una vampira, seguramente sabe moverse muy bien por lugares fríos y oscuros
—¿Eso no es un poco...tirar de estereotipo?
—Piensa mal y acertarás.
Enid se fue a hablar con Tn una vez terminado lo del mapa. Miércoles se tumbó a despejar un poco la mente, necesitaba claridad para poder elaborar un plan.
—¿Sabes roomie?—preguntó con las luces apagadas la rubia.
—¿Qué pasa ahora?, ¿te has roto una uña?
—No, es solamente que...en este poco tiempo he tenido mucho miedo...lo de la tormenta y luego que casi pierdo a Tn...
—La muerte nos llega a todos Enid...de una forma u otra...
—Tú te pusiste a llorar cuando Cosa estaba por morir
—Maldito chivato.
Un par de días pasaron y Enid estaba feliz de poder ver de nuevo a su chico. Llegó casi corriendo a la tienda y al abrir preguntó por este.
—¿Tn?, ha salido con una amiga tuya porque quería darte una sorpresa—dijo su madre extrañada—se llamaba...Lorey.
En ese momento el mundo se le vino abajo. Le puso enseguida al corriente a la mujer y ella se quedó de piedra, helada...llamaron a la policía.
—¡Miércoles, Lorey tiene a Tn!—gritaba por el teléfono.
Miércoles acudió a la tienda ya que también había ido a Jerichó con ella. Al entrar, Enid estaba de los nervios, lloraba y tenía la cara roja.
—Calma Enid, de querer matar a Tn ya lo habría hecho—dijo está.
—¡Eso no me ayuda en nada!.
Entonces sonaron sus teléfonos. Al abrirlo, vieron al chico amarrado en una silla, con golpes y algo de sangre. La vampira estaba cerca suya, lamiendo las gotas de sangre que salían de sus heridas.
—Mira como han dejado a mi muchacho—dijo ella llorando—¡voy a matar a esa desgraciada, deseará no haber tocado a mi chico!—rugía ella cabreada.
—Enid...sabes más de tecnología que yo...¿podríamos rastrear el teléfono para saber su ubicación exacta?
—Puede...yo...quiero matar a esa basura
—Normalmente no cedo mi placer...pero en está ocasión te dejaré hacerlo.
Ahora tenían un gran problema con Tn secuestrado.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top