8-Culpable

Enid llegó a su habitación dando saltos y al abrir, se encontró a Miércoles sentada en su escritorio, examinando la carpeta roja que había encontrado. Ella pasaba las páginas con Cosa a su lado, leyendo detenidamente.

—Holi roomie—saludó ella energética.

—Hola—respondió seca y sin mirarla.

—¿Qué haces?—preguntó acercándose hasta situarse a su lado.

—He encontrado está carpeta, tiene información de alumnos expulsados o que fueron peligrosos para los excluidos—contestó pasando una página—debe haber algo aquí.

Enid detuvo un segundo la mano de su roomie.

—Conozco a este—señaló ella.

—¿De verdad?—la pelinegra examinó la foto.

Su nombre era Lorey, una ex-alumna excluida que también era vampira. Tenía una altas calificaciones en todo lo relacionado con cursos de biología y tema de química. Tenía el cabello negro, un poco de nariz y la cara pálida y fina. El motivo de la expulsión no lo ponía, simplemente mal comportamiento. Pero si solamente fuera eso ya habría sido ella también expulsada hace mucho.

—Fue expulsada el año de mi ingreso—dijo la rubia—era compañera de Yoko, seguro que ella sabe algo, ¡venga vamos roomie!.

Acudieron al cuarto de Yoko, la joven les invitó a pasar y se sentaron en unas sillas mientras la vampira se sentó en la cama.

—¿Y bien?, ¿a qué debo vuestra visita?—preguntó.

—¿Conoces a una chica llamada Lorey?—la pelinegra fue directa.

—Oh...sí...ella y yo...bueno...fuimos compañeras de cuarto durante quince años—respondió.

—¿Cuánto llevas aquí?—preguntó Miércoles sorprendida.

—Mucho, Nevermore me permite empaparme de conocimiento y tener un hogar. A veces quiero irme...pero es un mundo difícil para mi raza—respondió ella.

—Regresando al tema, ¿por qué la expulsaron?, Lorey...

—Ella entró antes que yo, de hecho estuvo unos...diez años más que yo. Al principio era muy buena chica, chismosa como Enid y fría y como tú, una mezcla de ambas—explicó—todo se torció cuando salió con un normie y esté le rompió el corazón. A partir de ahí comenzó a hacer cosas...hablar mal a la gente o atacar a normies. Eran peleas normales de la edad, pero todo cambió cuando intentó matar a todo Jerichó usando un potente veneno que se vertió en el agua potable de la que disponían.

Enid escuchaba todo asombrada.

—Por suerte pude avisar a tiempo de sus intenciones. Ningún normie murió y pudimos meter el antídoto a tiempo en el agua que disipó todo. Pero a raíz de eso, nos empezaron a odiar mucho más y...Lorey fue expulsada. Más tarde supe que se escapó de prisión.

Miércoles encajaba todas las piezas.

—Entonces debe ser la culpable—dijo ella—todo tiene sentido. A Tn lo envenenaron con un dardo y coincide con las notas tan altas que obtuvo ella.

—Si, ¿pero por qué atacar a Tn?—Enid estaba preocupada.

—Porque le recuerdas a ella, salir con un normie—contestó la pelinegra—creo que debe ser eso. Y en cuanto a mí...no lo sé...alguna razón debe de tener.

—Me cuesta creer que ella sea la responsable—dijo Yoko—volver para...¿atacar de nuevo a los normies y excluidos?.

—Lo averiguaré, de momento ya tenemos algo. Ahora regresaré a la habitación, debo terminar de escribir mi novela—comentó ella levantándose.

Enid se quedó a hablar con ella un poco más y de paso contarle sobre su relación con Tn.

Los siguientes días trabajaron en la barca de la Copa Poe, todo estaba listo y Enid participaría junto a Yoko y Miércoles de nuevo. Listas para enfrentarse a Bianca y Xavier.

Todo empezó bien hasta que a los cinco minutos una de las barcas se hundió gracias a una de las armas de Bianca. Llegaron a la orilla al mismo tiempo. Bianca, Yoko y Xavier echaron a correr a por las banderas. El resto se quedaba a proteger las barcas, parecía que ninguno quería pelear.

—Vamos Yoko...¿dónde estás?—preguntaba Enid en voz baja mirando al bosque.

Los minutos pasaban y ninguna de las personas que habían ido regresaban.

—Algo anda mal—dijo Miércoles—no es lógico que ninguno haya vuelto.

—¿Qué quieres decir?.

Ella se puso en pie, algo olía.

—Huele a...—susurró.

Enid también lo podía oler.

—¡Es apestoso!—la loba se cubría la nariz.

—¡Escuchad!—les dijo a las otras barcas—¡están en peligro, tenemos que ayudarlos!.

Dicho esto ambas chicas echaron a correr y luego los demás salieron de los botes y fueron a seguirlas.

Efectivamente, tal y como sospechaba, una capa de humo apestoso estaba por la zona como una pequeña niebla.

—¡Ahí están!—señaló la gótica.

Cerca de ellas, estaban en el suelo tirados e inconscientes.

Una persona apareció, era sin duda ella...Lorey.

—Yoko—dijo mirando detrás de ambas—ha pasado largo tiempo.

—Lorey, ¿acaso el tiempo en la cárcel no te ha hecho cambiar?.

Ella negó con la cabeza y caminaba de un lado a otro. Llevaba una pequeña mascara para protegerse de sus armas.

—Ya tengo lo que buscaba—dijo sacando unos frascos con algo de sangre—pronto tendréis noticias de mi. Adiós Addams y Yoko—tiró una fuerte bomba de luz que los cegó por completo.

Tardaron en poder ver, luego, viendo la situación, decidieron cancelar y tomar las banderas juntos para que fuera un empate. Llevaron los cuerpos en las barcas, no tenían nada grave, solamente eso, el pinchazo en los brazos.

Al llegar, avisaron de lo sucedido y enseguida pusieron todo en manos de las autoridades.

Enid estaba algo agotada por el mundo de emociones. Pensaba en que podían hacer para detener a alguien así. Miércoles caminaba relajada de un lado a otro.

—Ya pensaré en algo, dame un poco de tiempo—contestó.

La vigilancia aumentó y recibieron refuerzos tanto Jerichó como Nevermore. Los autobuses eran escoltados siempre por alguna patrulla bien armada.

Enid llegó y enseguida fue a ver a Tn. 

—Ey—lo abrazó—¿qué pasa?.

—Tenía ganas de verte, eso es todo—contestó de manera tierna.

—Y yo a ti, ven, vamos a ver una película.

Mientras este la preparaba junto a las palomitas, Enid fue a hablar con la madre. 

—Hola—saludó a la mujer mientras estaba en el almacén preparando unas cajas.

—Supongo que...se imagina que...

—¿Qué Tn y tú sois pareja no?.

Ella asintió.

—Necesito...un favor...aunque me da vergüenza—dijo algo roja.

—Dime, no te preocupes

—Esto...yo....—miró a todos lados antes de acercarse más—quería hacerle un regalo a su hijo...ya sabe...íntimo...necesito algo de ropa...sexy—estaba roja como un tomate.

—Oh...ya entiendo—guiñó el ojo—creo que tengo algo que le gusta a las chicas de tu edad para impresionar a sus novios.

Tn terminó de preparar todo y Enid llegó.

—¿Qué pasaba?

—Nada, hablaba con tu madre. Le voy a hacer publicidad—mintió ella.

—Seguro que será ropa muy colorida—decía este sonriente.

Ambos se tumbaron a verla abrazados, Enid quería eso, olvidar todo lo malo y del tema de Lorey.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :D


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