Capítulo 5

¡Por fin era viernes! Los dos días anteriores habíais tenido dos talleres de Bioestadística para hacer una práctica por parejas. Consistía en recolectar datos sobre diversos medicamentos, clasificarlos y presentarlos en un gráfico. La profesora Kureha os había explicado que teníais que mandar el trabajo por correo antes del miércoles, así que Chopper y tú os quedaríais esa tarde en la universidad para hacer el trabajo.

Ya había pasado toda la mañana y solo os faltaba el taller de Anatomía. Habíais estado dando los planos y ejes del cuerpo humano. Seguisteis al profesor hasta la sala donde harían la práctica. Era bastante grande y estaba llena de pantallas digitales y ordenadores. Os sentasteis cada uno en frente de un ordenador.

—Durante estas semanas hemos estado viendo los ejes y planos del cuerpo —comenzó a explicar, tan serio como siempre—. Hoy capturareis vuestra imagen y la proyectaréis en la pantalla. Aparecerá vuestra imagen en 3D, al igual que los diferentes elementos para que coloquéis los ejes y planos sobre vuestro cuerpo. Por supuesto, lo haréis sin mirar la teoría.

—¿Qué? —preguntó una de las alumnas- Pero yo no me acuerdo bien...

—Lo hemos estado viendo durante varias clases. Estoy seguro de que si habéis estado atendiendo lo haréis bien —dijo Law. Nadie más rechistó.

Estabas alucinando con tanta tecnología. En el orfanato había algunos ordenadores pero nada que ver con todo esto. Chopper te ayudó a sacarte la foto con la cámara del ordenador y tú le ayudaste después a él. Una vez hechas las fotos, cada uno os concentrasteis en poner los planos y los ejes. Con el dedo arrastrabas los cuadros y las líneas sobre tu cuerpo. Lo colocaste tal y como aparecía en las imágenes que habíais visto en clase. Una vez colocado, escribiste el nombre de cada cosa y apagaste la pantalla. Ahora debías llamar al profesor para que lo revisara en el ordenador antes de guardar la imagen.

—Profesor Trafalgar. Ya he acabado —le llamaste desde tu silla. Él alzó la vista y se acercó hasta ti.

—Has sido muy rápida, (TN)-ya. Voy a comprobar —dijo, mientras se agachaba a tú altura para mirar la pantalla de cerca.

Su cara estaba al lado de la tuya. Tan solo os separaban unos centímetros. Estabas algo nerviosa por tenerle tan cerca. Pero bueno, estaba revisando tu trabajo. Haría lo mismo cada vez que alguien le llamara para corregir. Se levantó y puso la mano sobre tu hombro. Levantaste un poco la cabeza para mirarle.

—Está perfecto. Veo que has estado atenta a mis explicaciones, (TN)-ya... —comentó Law. No sabrías decir si se alegraba o no—. Ya que has acabado la primera... ¿Te importaría acercar estos papeles a mi despacho?

Asentiste con la cabeza. Guardaste el trabajo en la carpeta titulada "Práctica 1" y fuiste hacia su mesa. Te dio una pila de papeles y la llave del despacho. El buzón que tenía fuera estaba lleno de cartas con corazones. Estaban obsesionadas con él. Dejaste los papeles sobre la mesa y te dirigiste de nuevo hacia la puerta.

—¿Law? —pregunto Marco, tu otro profesor. Negaste con la cabeza—. Ah, (TN). ¿Estás ahora con Law? ¿Puedes darle este sobre?

—Sí, claro —contestaste, extendiendo la mano. La chica de los recados.

—Gracias. Buen fin de semana —se despidió sonriendo.

—De nada, igualmente —te despediste tú, mientras cerrabas la puerta del despacho.

Cuando llegaste a la clase, algunos compañeros ya se estaban yendo. Al parecer podíais ir saliendo a medida que acababais la práctica. Chopper te estaba esperando. Te acercaste al profesor para darle el sobre.

—El profesor Marco me ha dicho que te de este sobre —dijiste, dejándolo encima de la mesa.

—Bien, gracias por traerlo, (TN)-ya... —dijo él, mirándote fijamente desde la silla. ¡Vaya! Parece que estaba aprendiendo modales.

Le sonreíste y te fuiste con Chopper. Hoy os quedabais a comer juntos en la cafetería. Os habíais traído algo de casa. Al parecer, los viernes no se quedaba casi nadie en la cafetería. Solo había una mesa ocupada por dos alumnos. Se notaba que tenían ganas de irse de allí. Os sonó a la vez el móvil. Era un mensaje del grupo de los Mugiwaras.

Nami: Hemos pensado de tomar unas cervezas mañana. (TN), Chopper, ¿os apuntáis?

Tú: ¡Sí, nos apuntamos! Chopper ha dicho que sí, está conmigo.

Nami: ¡Genial! ¡Vamos hablando!

Nunca en tu vida habías probado el alcohol. Ni si quiera una cerveza. Pero tomar algo con tus nuevos amigos te hacía mucha ilusión.

(Narra Law...)

Era increíble lo rápido que se vaciaba la universidad los viernes. Me tenía que quedar para poner la puntuación de las prácticas que habían hecho hoy. Quería quitármelo de encima cuanto antes. En la cafetería solo había dos mesas ocupadas. En una de ella estaban dos de mis alumnos. Decidí probar a sentarme con ellos. Los coordinadores se habían quejado de que algunos profesores no establecíamos suficiente relación con los alumnos y que eso no permitía un buen ambiente de aprendizaje. ¡Menuda estupidez!

—Hola, ¿os importa que os acompañe? —pregunté, cuando llegué hasta la mesa. (TN) me miró con sus grandes ojos (t/c) y me hizo una señal de que podía sentarme.

—Sí, sí. Perdonad, enseguida vuelvo —contestó Chopper, algo apurado. Parecía que tenía que ir al servicio. Me fijé en la comida de (TN). Llevaba onigiris como yo, pero los suyos tenían forma de animales.

—¿Los has hecho tú? Tienen buena pinta. Son mi comida favorita —comenté, intentando dar un poco de conversación. Si tenía que hablar más con los alumnos sería con ellos dos. Las alumnas que se me acercaban me ponían de los nervios. Estaban locas.

—¡Sí! —me contestó. Le brillaban los ojos, parecía emocionada—. Podemos intercambiar uno si quieres probarlos. Elige el que quieras.

—Está bien... Cogeré este —dije, mientras cogía el que tenía forma de oso. Le di un bocado. Estaba riquísimo. Me encantaban los onigiris en general, pero ese estaba especialmente bueno. Ella le dio un bocado a uno de los míos—. Sabe genial. Los que yo he hecho no están muy buenos.

—A mí me gusta. Pero es que yo soy una experta, es difícil superarme —bromeó, sacando la lengua. Sonreí de lado. Parecía que la conversación iba bien, aunque no se me ocurría nada más que decir. Por suerte apareció Chopper.

—Bueno. ¿Cómo es que os quedáis a comer? —pregunté.

—Tenemos que acabar una práctica que hemos hecho con la profesora Kureha —contestó Chopper.

(TN) me explicó en qué había consistido el trabajo. Era increíble la emoción con la que hablaba. Se notaba que había escogido esta carrera por vocación y realmente eso me fascinaba. Incluso Chopper, que parecía bastante tímido se animaba también a comentar cosas. Si toda la clase estuviera llena de alumnos como ellos dos... Ser profesor podría incluso llegar a gustarme. Pero solo eran dos.

—¿Vamos a coger sitio en la sala de estudio? —preguntó Chopper, mientras recogía sus cosas.

—Yo me quiero tomar un café —comentó (TN)—. Si no... Me moriré de sueño.

—Puag, café —dijo Chopper, haciendo una mueca de asco—. Pues voy cogiendo sitio. No creo que haya mucha gente pero así voy adelantando deberes.

—Yo también tomaré un café —comenté, mientras Chopper se alejaba.

—Voy a pedirlos. ¿Tú que quieres? —preguntó ella, mientras se levantaba.

—Un café solo —contesté.

Levantó el dedo pulgar y se acercó hasta la barra. No podía dejar de mirarla fijamente mientras esperaba a que le pusieran el pedido. Me parecía una chica interesante. Era joven pero parecía más madura que todas las chicas que veía por allí, aunque era cierto que su vida había sido completamente distinta del tipo de gente que frecuentaba esta universidad. Me hizo gracia ver como intentaba llevar las tazas hasta la mesa sin que se cayeran. Nadie diría que es camarera.

—No se me da muy bien llevar los cafés. Con platos grandes es más fácil —comentó, encogiéndose de hombros.

—Es cuestión de práctica —dije, sonriendo de lado. Tenía curiosidad por saber algo más de ella, pero no quería entrometerme demasiado.

—Oye... No tienes que hablar conmigo solo porque te de pena o algo así... —dijo, de repente, mientras miraba fijamente su taza de café. Me sorprendió ese comentario—. Es que desde que te enteraste de mi situación estás siendo simpático conmigo. Todo lo contrario que al principio.

—No es por eso. Chopper-ya y tú sois el tipo de alumno que me gusta. Es interesante hablar con alguien que comparte la misma pasión que yo —expliqué. De normal no doy explicaciones, pero sentía la necesidad de dárselas a ella.

—Ah, es eso...Entonces está bien. Bueno, yo... Tengo que irme. No quiero hacer esperar más a Chopper —dijo, mientras se acababa lo que quedaba de café. Se levantó y cogió la mochila—. Nos vemos el lunes, profesor Trafalgar.

—Espera, toma —dije, mientras cogía una servilleta para dársela. Llevaba un bigote de café. Se limpió y se fue corriendo—. ¡Por cierto, puedes llamarme Law!

Me levantó el pulgar sin girarse. ¿Por qué solo me llamaba a mí por mi apellido y al resto de profesores no? Bueno, era obvio que los otros tres eran más amigables. Me sentía raro después de haber estado hablando tanto rato con alguien, pero no había estado del todo mal. Puede que socializara más con ellos. Los coordinadores ya no podrían quejarse.

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