Capítulo 27
Ya había pasado una semana desde que hiciste el amor con Law por primera vez. Se tuvo que ir pronto por la mañana, ya que había conseguido una entrevista en uno de los hospitales de la ciudad. En teoría, hoy debían darle una respuesta. No os habíais visto en tu casa desde entonces, así que no habíais podido repetir. Estabas muerta de ganas por volver a hacerlo, no podías negarlo.
—Antes de iros a casa debéis pasar por la cafetería —os avisó Kureha, mientras recogíais los apuntes—. La segunda y la tercera semana de marzo, antes de las vacaciones de primavera, haremos un campeonato de fútbol. Pueden participar profesores y alumnos. Los equipos deben ser mixtos y podéis juntaros con otros cursos y carreras.
—¡Qué bien! —exclamaste, emocionada, mirando a Chopper. Él no parecía muy entusiasmado—. ¡Venga, será divertido! Vamos a buscar al resto y apuntémonos con ellos.
Te levantaste y estiraste a Chopper del brazo para que te siguiera. Cuando llegasteis a la cafetería, Nami ya estaba organizando el equipo, que estaba formado por: Luffy, Zoro, Sanji, Ussop, Chopper, Nami y tú. Robin se había puesto con los profesores, mientras que Brook y Franky se habían apuntado con compañeros de su clase.
Te acercaste a las listas para ver si encontrabas a Law. Al parecer se había apuntado en el mismo equipo que Robin. Law, Robin, Kureha, Marco, Hiluluk, Mihawk y Monet. ¿La secretaria? Al parecer podía apuntarse cualquiera que trabajara allí.
Una vez estuvo todo claro, antes de ir hacia la parada del autobús, te acercaste al despacho de Law. Si tenías suerte todavía estaría allí. La puerta estaba cerrada, así que llamaste. Escuchaste su voz diciendo "adelante".
—Hola, Law —saludaste, sonriendo, mientras abrías la puerta.
—Hola, (TN)-ya —respondió, serio, sin levantarse de su silla. Le miraste extrañada. Cerraste la puerta y te acercaste hacia él. Puede que no le hubieran dado buenas noticias—. No me han contratado en el hospital.
—¿Te han dado alguna razón? —preguntaste, mientras te sentabas encima de la mesa. Él se llevó una mano a la cabeza y suspiró antes de contestar.
—Nada, lo de siempre. Soy un gran médico pero que no quieren problemas... —dijo, finalmente, dando un golpe en la mesa—. Ese maldito bastardo...
—¿No hay nada que puedas hacer para que pare? —preguntaste. Law merecía ser feliz. Había estado sufriendo toda su vida.
—Es complicado —contestó, frunciendo el ceño. Te cogió de la muñeca y te estiró hasta sentarte sobre sus piernas. Acercó una mano a tu cara y te acarició la mejilla. Cerraste los ojos para disfrutar de la caricia—. (TN)-ya... Es mejor que te vayas. No soy muy buena compañía en estos momentos. Quiero estar solo.
—Está bien —dijiste, mientras te levantabas. Te morías de ganas de estar con él, pero querías dejarle su espacio—. Dime algo si quieres quedar un rato este fin de semana. Si te apetece distraerte.
—Sí, claro. Ya hablamos —murmuró, con su rostro inexpresivo. El que tenía normalmente.
Te giraste y empezaste a caminar hacia la puerta. Estabas segura de que todo se acabaría arreglando. O por lo menos eso esperabas.
(Narra Law...)
Me pasé todo el sábado encerrado en casa, releyendo libros de medicina. Hacer eso todavía me produjo más rabia, ya que me recordaba al hecho de que habían rechazado ofrecerme el puesto. Otra vez.
No había nada que pudiera hacer. Liarse a golpes con aquel maldito bastardo no iba a solucionar nada. Además, ahora podía usar a (TN) para hacerle daño. Le había dicho que no sentía nada por ella, pero ese tipo no era ningún idiota.
No podía trabajar como médico, no podía visitar ni las tumbas de mis padres ni de Cora-san... ¿Dónde las habría trasladado? Maldición. Ahora tenía algo más que quitarme. ¿Estaba siendo egoísta por exponer así a (TN)? Me sentía tan a gusto cuando estaba con ella... Después de tantos años solo había conseguido sentirme feliz, pero a la vez sentía miedo de que pudiera pasarle algo. El sonido del móvil me sacó de mis pensamientos. Era ella. Me había mandado una foto del perro.
(TN): Cada vez está más gordo, jajaja.
Law: Es que come igual o más que su dueña. En un rato me paso por tu casa. Podemos llevarlo al parque.
(TN): ¡Sí, genial! Nos vemos en un rato :)
Unas dos horas después de nuestra corta conversación, me puse camino hacia su casa. Cuando llegué, ella ya estaba fuera del portal, jugando con Onigiri. Cuando me vio a lo lejos hizo un gesto con la mano para saludarme. Parecía muy contenta. Yo le devolví el saludo, sonriendo de lado. Cuando llegué hasta ellos, el perro se lanzó a mis piernas mientras ladraba y movía el rabo. Me agaché un poco para acariciarle la cabeza.
—Parece que tenía ganas de verte —comentó (TN), riéndose.
—¿Y tú? —pregunté, mirándole fijamente. Ella miró hacia los lados antes de contestar, puede que estuviera comprobando que no hubiera nadie conocido cerca.
—Sí, muchas —contestó, sonriendo. Me encantaba escuchar esa respuesta.
Nos pusimos a caminar hacia el parque que había cerca de casa de (TN). Era un parque bastante grande. Siempre solía haber mucha gente. Personas paseando a sus mascotas, familias pasando el tiempo libre, niños jugando, parejas pasando un tiempo juntos...
No podía dejar de pensar en cómo serían estos paseos si (TN) y yo no tuviéramos que ocultar nuestra relación. Podría cogerle de la mano, abrazarle, darle un beso cuando quisiera... Cosas que nunca había pensado hacer y que ahora me apetecían tanto. Sí, puede que estuviera siendo egoísta. Tal vez debería alejarme de ella y que encontrara a alguien con quién pudiera tener una relación normal y, sobretodo, con alguien con quien no corriera peligro.
Después de unos veinte minutos paseando por el parque volvimos hacia su portal. Me estuvo contando que su sueño era ser cardióloga, concretamente. Yo era de la rama de cirugía, pero cardiología tampoco estaba mal.
—Oye... ¿Quieres subir? —preguntó, algo nerviosa. No sabía qué hacer. No es que no quisiera, pero después de ese pensamiento que me estaba asaltando... Estaba un poco confundido—. Law... ¿No te gustó hacerlo conmigo?
—¿Qué? —pregunté, extrañado. Me miraba preocupada. Estaba tardando demasiado en contestarle—. Claro que me gustó. ¿Por qué piensas que no?
—No sé... No hemos vuelto a hacerlo desde entonces y te noto un poco raro —contestó ella.
—No tiene nada que ver con eso. Vamos arriba y hablamos más tranquilos —dije, mientras entraba al portal. Necesitaba explicárselo. Ya me había dicho que le daba igual, que quería arriesgarse, pero necesitaba hablar de nuevo sobre ello.
Estuvimos en silencio mientras el ascensor llegaba a su destino. (TN) abrió la puerta y entré detrás de ella. Le quitó la correa a Onigiri. El perrito enseguida se acercó a su cuenco de agua. Los dos nos sentamos en el sofá. Ella me miró, esperando a que dijera algo. Parecía preocupada.
—(TN)-ya... ¿Estás segura de todo esto? —pregunté, finalmente. Ella me miró confundida—. No sé cuándo podremos ir cogidos de la mano por la calle o cuándo podremos darnos un beso si nos apetece. Tengo miedo de que pueda notarse algo entre nosotros y que Doflamingo te haga daño o que pierdas la oportunidad de seguir tus estudios.
—Law... Ya te dije que no me importaba —susurró ella, poniendo su mano sobre la mía—. No me importa esperar y fingir hasta que las cosas se puedan solucionar.
—¿Y si no se solucionan? —pregunté, mirándole fijamente. Había que considerar todas las posibilidades. Solo quería que ella fuera consciente y que pudiera decidir bien lo que quería hacer.
—No quiero estar con otra persona caminando de la mano por la calle cuando solo quiero estar a tu lado —dijo, elevando la voz—. Prefiero esconderme y estar contigo así. Solo contigo...Creía que lo había dejado claro...
Vi que sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas antes de que se lanzara a abrazarme. Apoyó su cabeza en mi pecho y le acaricié el pelo para tranquilizarle.
—Yo también quiero estar contigo, es solo que tengo miedo de que lo pases mal —murmuré, mientras seguía acariciándole. Se separó un poco de mí.
—Vale, lo entiendo... Pero quiero elegir yo —dijo, hinchando los mofletes. Sonreí de lado—. ¿Vamos a la habitación?
—Sí —contesté, mientras nos levantábamos. No quería ser duro después de esta conversación. Sería delicado como la otra vez, aunque tenía ganas de hacerla mía de una forma más salvaje. Sin ir con cuidado.
(Narrador externo...)
Law y tú estabais medio abrazados en la cama después de haber hecho el amor. Esta segunda vez no había dolido nada. Te encantaban todas las sensaciones que Law te provocaba con la lengua y con sus manos en todas las partes de tu cuerpo. Unos minutos después escuchaste que tu móvil sonaba. Te giraste y estiraste el brazo todo lo que pudiste para cogerlo de la mesita. Eran los Mugiwaras.
Luffy: Eh, ¿os apetece cenar y tomar unas cervezas esta noche? Shishishi.
Zoro: Yo me apunto a todo lo que sea beber.
Nami: ¡Por mí genial!
Robin: Yo también me apunto, necesito despejarme de tanto preparar clases.
Sanji: Si mis chicas van yo no puedo perdérmelo.
Zoro: Maldito ceja-rizada, menuda razón más estúpida.
Sanji: ¡Cállate y ve comprando un GPS para llegar al restaurante!
Nami: Ya vale, pesados.
Te reíste al leer la conversación. Te giraste y viste que Law te estaba mirando con curiosidad. Le dijiste que iban a ir a cenar y tomar algo y que si le apetecía unirse. Dijo que sí, aunque no muy entusiasmado. Ya sabías que a veces le ponían un poco nervioso.
Pasasteis una buena velada. Te reíste mucho con las tonterías de Luffy y con las peleas entre Sanji y Zoro, mientras Nami intentaba pararles. Law se había sentado a tu lado y de vez en cuando te acariciaba la pierna por debajo de la mesa, disimuladamente. No participaba mucho en la conversación, pero no parecía tan tenso como otras veces.
Eras tan feliz. Te gustaría no tener que esconder tu relación con Law, pero de todas formas, no estaba tan mal... Esperabas que todo fuera bien.
NOTA 📌
No me matéis por haber saltado el lemon. Os prometo que hay más, pero ya era demasiado seguido 😂❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top